Leo con estupor y vergüenza ajena el artículo de Juan Manuel de Prada, titulado ‘ Los bueyes de la Academia ‘, que el pasado 31 de mayo ha aparecido publicado en este periódico, a propósito de la reciente votación en la RAE para la plaza vacante desde el fallecimiento de Antonio Fernández de Alba. Entiendo que la libertad de expresión es un derecho que debe respetar un periódico, pero también que este no es compatible con los insultos, y el del señor De Prada está lleno de ellos. Y de ignorancia. Dice, por ejemplo, que «también pusieron a disputar el sillón vacante con un Menoyo Portolés cualquiera, para que la humillación fuese aún más aflictiva». La «humillación» del otro candidato, Luis Alberto de Cuenca. No «pusieron», propusimos –idea anterior al conocimiento de otras candidaturas– Soledad Puértolas, Clara Sánchez y yo mismo, a un candidato «cualquiera» sino a una persona con una trayectoria nacional e internacional extraordinaria, Luis Fernández-Galiano, en la convicción de que la RAE necesita mirar desde diversas ópticas al mundo, y que el idioma es de todos y de todas las profesiones. No recibió el apoyo necesario, pienso que es un error, pero «Punto». En esto radica la democracia, en respetar a los demás, aunque no compartamos sus ideas. Pero calificar a Fernández-Galiano de «cualquiera» es una muestra palmaria de ignorancia. Ni ABC ni otros periódicos, que han dado amplia cobertura a la candidatura de Luis Alberto de Cuenca , han hecho nada por informar sobre el candidato alternativo, un comportamiento que en otros campos, como el de la política, se consideraría inaceptable. En cuanto a la tesis que ahora se propaga, de que el resultado es fruto de las maquinaciones de los lingüistas de la Casa, es algo que no avala el número de votos, cuyos motivos yo desconozco. Y esto lo dice quien, como bien saben los lingüistas de la RAE, es muy crítico con algunas de sus actuaciones. Un último comentario. La RAE lleva tiempo, ahí están los números, esforzándose por subsanar esa lacra histórica que es la ausencia de mujeres. Pues bien, ahora el señor De Prada, además de calificar a los hombres de «bueyes», alude a «alguna vaca vieja de añadidura». Sin comentarios. Leo con estupor y vergüenza ajena el artículo de Juan Manuel de Prada, titulado ‘ Los bueyes de la Academia ‘, que el pasado 31 de mayo ha aparecido publicado en este periódico, a propósito de la reciente votación en la RAE para la plaza vacante desde el fallecimiento de Antonio Fernández de Alba. Entiendo que la libertad de expresión es un derecho que debe respetar un periódico, pero también que este no es compatible con los insultos, y el del señor De Prada está lleno de ellos. Y de ignorancia. Dice, por ejemplo, que «también pusieron a disputar el sillón vacante con un Menoyo Portolés cualquiera, para que la humillación fuese aún más aflictiva». La «humillación» del otro candidato, Luis Alberto de Cuenca. No «pusieron», propusimos –idea anterior al conocimiento de otras candidaturas– Soledad Puértolas, Clara Sánchez y yo mismo, a un candidato «cualquiera» sino a una persona con una trayectoria nacional e internacional extraordinaria, Luis Fernández-Galiano, en la convicción de que la RAE necesita mirar desde diversas ópticas al mundo, y que el idioma es de todos y de todas las profesiones. No recibió el apoyo necesario, pienso que es un error, pero «Punto». En esto radica la democracia, en respetar a los demás, aunque no compartamos sus ideas. Pero calificar a Fernández-Galiano de «cualquiera» es una muestra palmaria de ignorancia. Ni ABC ni otros periódicos, que han dado amplia cobertura a la candidatura de Luis Alberto de Cuenca , han hecho nada por informar sobre el candidato alternativo, un comportamiento que en otros campos, como el de la política, se consideraría inaceptable. En cuanto a la tesis que ahora se propaga, de que el resultado es fruto de las maquinaciones de los lingüistas de la Casa, es algo que no avala el número de votos, cuyos motivos yo desconozco. Y esto lo dice quien, como bien saben los lingüistas de la RAE, es muy crítico con algunas de sus actuaciones. Un último comentario. La RAE lleva tiempo, ahí están los números, esforzándose por subsanar esa lacra histórica que es la ausencia de mujeres. Pues bien, ahora el señor De Prada, además de calificar a los hombres de «bueyes», alude a «alguna vaca vieja de añadidura». Sin comentarios.
El académico comenta al artículo ‘Los bueyes de la Academia’, publicado en ABC el 31 de mayo
Leo con estupor y vergüenza ajena el artículo de Juan Manuel de Prada, titulado ‘Los bueyes de la Academia‘, que el pasado 31 de mayo ha aparecido publicado en este periódico, a propósito de la reciente votación en la RAE para la plaza vacante … desde el fallecimiento de Antonio Fernández de Alba. Entiendo que la libertad de expresión es un derecho que debe respetar un periódico, pero también que este no es compatible con los insultos, y el del señor De Prada está lleno de ellos. Y de ignorancia. Dice, por ejemplo, que «también pusieron a disputar el sillón vacante con un Menoyo Portolés cualquiera, para que la humillación fuese aún más aflictiva». La «humillación» del otro candidato, Luis Alberto de Cuenca. No «pusieron», propusimos –idea anterior al conocimiento de otras candidaturas– Soledad Puértolas, Clara Sánchez y yo mismo, a un candidato «cualquiera» sino a una persona con una trayectoria nacional e internacional extraordinaria, Luis Fernández-Galiano, en la convicción de que la RAE necesita mirar desde diversas ópticas al mundo, y que el idioma es de todos y de todas las profesiones. No recibió el apoyo necesario, pienso que es un error, pero «Punto». En esto radica la democracia, en respetar a los demás, aunque no compartamos sus ideas. Pero calificar a Fernández-Galiano de «cualquiera» es una muestra palmaria de ignorancia. Ni ABC ni otros periódicos, que han dado amplia cobertura a la candidatura de Luis Alberto de Cuenca, han hecho nada por informar sobre el candidato alternativo, un comportamiento que en otros campos, como el de la política, se consideraría inaceptable. En cuanto a la tesis que ahora se propaga, de que el resultado es fruto de las maquinaciones de los lingüistas de la Casa, es algo que no avala el número de votos, cuyos motivos yo desconozco. Y esto lo dice quien, como bien saben los lingüistas de la RAE, es muy crítico con algunas de sus actuaciones. Un último comentario. La RAE lleva tiempo, ahí están los números, esforzándose por subsanar esa lacra histórica que es la ausencia de mujeres. Pues bien, ahora el señor De Prada, además de calificar a los hombres de «bueyes», alude a «alguna vaca vieja de añadidura». Sin comentarios.
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