Apenas han podido dormir y los cuatro finalistas de Supervivientes posan en el plató del programa y responden a las preguntas de la prensa. “Ahora no sabes ni dónde estás. Yo ayer iba por la final perdido: un televoto, ahora una prueba…, no sabía ni dónde estaba, y de repente estaba aquí, en el plató, con Álvaro”, repasaba este miércoles Borja González, el inesperado ganador de la edición. Apenas habían pasado 12 horas desde que Jorge Javier Vázquez levantó su brazo para anunciar que la audiencia había decidido que él, y no Álvaro Muñoz Escassi, el otro finalista, fuera el merecedor del premio.
La última edición del ‘reality’ de Telecinco ha sido la más vista de los últimos cuatro años, con un 21,7% de cuota media
Apenas han podido dormir y los cuatro finalistas de Supervivientes posan en el plató del programa y responden a las preguntas de la prensa. “Ahora no sabes ni dónde estás. Yo ayer iba por la final perdido: un televoto, ahora una prueba…, no sabía ni dónde estaba, y de repente estaba aquí, en el plató, con Álvaro”, repasaba este miércoles Borja González, el inesperado ganador de la edición. Apenas habían pasado 12 horas desde que Jorge Javier Vázquez levantó su brazo para anunciar que la audiencia había decidido que él, y no Álvaro Muñoz Escassi, el otro finalista, fuera el merecedor del premio.
El exconcursante de La isla de las tentaciones y creador de contenido en redes sociales no esperaba ganar. Ni siquiera contaba con superar las dos votaciones anteriores a las que se enfrentó el martes hasta llegar al duelo final. “Yo veía que iba a quedar cuarto, luego tercero… Igual soy muy pesimista”, confiesa ante la prensa. “Y en la final, vi que Jorge [Javier Vázquez] no me cogía la mano fuerte y dije, ‘no me la va a levantar’. Pero al final lo hizo”, recuerda. En cuanto a los méritos que le han hecho terminar ganador por delante de los otros 20 concursantes de esta edición, cree que ha sido el participante que más características reunía para hacerlo. “Quizá no he sido el mejor en las pruebas y en la supervivencia, pero he sido completo. He hecho de todo todos los días, he sido real, buena persona, he convivido bien, y a lo mejor es con lo que se ha quedado la gente”.
Borja González tiene claro qué es lo primero que hará con el dinero del premio: “Lo primero, comprarme un coche, porque me quedé sin coche en la dana. Y también prometí a Ana [su pareja] que si ganaba el premio, nos comprábamos una casa. Ahora tendré que cumplir mi palabra”. Eso sí, de momento su futuro profesional no lo ve en la televisión: “No creo, como no sea un programa de baile o de cocina… En Gran Hermano no me veo. Quiero volver a mi vida, a las redes sociales. Pero estoy abierto a lo que venga».
Álvaro Muñoz Escassi, exjinete y colaborador de televisión, quedó segundo en la competición. Él era repetidor: hace 16 años ya participó en Supervivientes, pero tuvo que abandonar por un esguince. Ahora se ha quitado la espinita, pero sin rematar con la victoria, algo que no le duele. “He quedado muchas veces segundo. He sido deportista y participaba en un deporte que no era uno contra uno, sino uno contra 99, y he perdido muchas veces. A mí no me importa quedar segundo, me importa cómo quedar segundo. He competido hasta el final y me ha encantado que haya ganado Borja”, dice quien, con 51 años, logró ganar los últimos juegos del programa y, por tanto, no exponerse al voto del público en la final hasta el último duelo. “Eso sí, si el programa dura dos días más, me tienen que traer en camilla”, bromea sobre las lesiones que arrastra.
José Carlos Montoya y Anita Williams quedaron tercero y cuarta, respectivamente. Sus eliminaciones, especialmente la de Montoya frente a Borja, fueron la gran sorpresa de esta final, ya que parecían los concursantes que llegaban con más apoyo del público. La pareja, que se hizo popular en la última edición de La isla de las tentaciones, ha mostrado ante las cámaras en Honduras los vaivenes de su relación en lo que podría parecer una continuación de lo que vivieron en La isla. “No hemos salido de un sitio cuando hemos entrado en otro”, dice Montoya cuando se le pregunta por el futuro de su relación. “Hemos sabido perdonarnos. Pero es un buen momento para centrarnos en nosotros mismos e ir viendo”, reflexiona Anita. “Yo necesito mi tiempo como persona”, añade Montoya.
Supervivientes ha vuelto a mostrarse como un acorazado a prueba de bombas y del paso del tiempo en la parrilla de Telecinco. La edición de 2025 ha logrado una cuota media del 21,7% en las ganas de los jueves, con una media de 1.474.000 espectadores. Es el mejor dato en los últimos cuatro años. Además, es el programa de mayor éxito de la temporada entre los jóvenes de 16 a 34 años, solo por detrás de La isla de las tentaciones. “Ha conseguido algo difícil de alcanzar con un formato que lleva 20 ediciones. Tiene una longevidad y una fortaleza que difícilmente se puede encontrar en otro lugar”, ha reflexionado Alberto Carullo, director general de Contenidos de Mediaset, que también ha destacado la capacidad que tiene todavía de sorprender, como ha ocurrido con el inesperado resultado de su final. Juanra Gonzalo, director general de Cuarzo Producciones, ha puesto especial énfasis en las difíciles condiciones de la producción del espacio y en las dificultades de las ocho horas de diferencia entre Honduras y España. “En la televisión hace falta más emoción, más verdad, y este programa es de verdad”, ha añadido Laura Madrueño, presentadora del formato en Honduras.
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