Antoni Gaudí corría de pequeño con los bolsillos llenos de avellanas por las calles de Ruidoms, una pequeña localidad cerca de Reus, donde su padre tenía una caldera. Allí se dejaba sorprender por las maravillas de los caracoles en las paredes, la tierra dura de los suelos o las extrañas formas que tomaba la naturaleza. Así fue formando su genio. El futuro arquitecto era hijo, nieto y bisnieto de caldereros y de ellos también aprendió a controlar el espacio y a interesarse por los elementos naturales y por los progresos científicos que revolucionaban a diario la creación. Precisamente Reus y Ruidoms serán las localidades que darán el pistoletazo de salida a la conmemoración del centenario de la muerte del maestro modernista. Será el próximo 8 de noviembre en un montaje conjunto que contará con conciertos, espectáculo de luces, mapping y un largo etcétera de propuestas festivas.En total, el centenario contará con más de 100 actividades con dos macroeventos centrales. El primero, un gran congreso internacional sobre la obra de Gaudí. La Pedrera acogerá en junio este congreso científico que quiere recoger los últimos trabajos de investigación objetiva, no interpretativa, de la obra del arquitecto y dar luz a las zonas más desconocidas de su trabajo. Los resultados se recogerán en un libro que quiere convertirse en canónico para el estudio futuro de la trayectoria gaudiniana.El segundo gran evento del centenario será una gran exposición en la que se quiere descubrir obras inéditas del arquitecto , así como proyectos que nunca llegaron a construirse por diferentes razones. El Museo de Historia acogerá una muestra que quiere descubrir a la ciudadanía las facetas menos conocidas de este genio universal, el único con siete edificios declarados patrimonio universal de la UNESCO. «Por ejemplo, queremos romper con el tópico de que Gaudí se inspiraba en la naturaleza o que imitaba sus formas. La exposición demostrará que el arquitecto estudiaba las leyes de la naturaleza, cómo se manifestaban, para sus propios diseños, creando así una segunda naturaleza totalmente propia, no una copia de sus formas. Su intención nunca fue la mímesis, sino entender cómo se generan estos fenómenos», señala Galadric Santana, comisario del centenario y de la exposición central del mismo.Una de las particularidades de Gaudí es que se conservan pocos documentos de sus procesos de creación. El incendio en 1936 de su estudio en la Sagrada Familia donde guardaba sus papeles destruyó prácticamente la totalidad de los mismos , lo que convirtió la figura de Gaudí en un misterio cuyos estudios eran más interpretativos que factuales. El centenario quiere corregir este déficit. «Queremos hacer un estudio globalizador del conjunto de sus obras, no estudiarlas una a una como ha pasado hasta ahora. Este estudio transversal nos permitirá descubrir nuevos caminos de investigación de su obra», comenta Santana.Un presupuesto de 6,5 millones de eurosEl centenario, organizado por la consejería de Cultura de la Generalitat, contará con un presupuesto de 6,5 millones de euros y quiere involucrar a todos los lugares donde Gaudí puso su genio y creatividad. De esta forma, habrá actos en la Catedral de Mallorca, donde diseñó y renovó sus interiores, o edificios como el capricho de Comillas, en Cantabria, el Palacio Episcopal de Astorga o la Casa Botines de León . «Cuando hablamos de Gaudí, hablamos de uno de los creadores más icónicos y disruptivos del siglo XX. Su mirada entre la ciencia, la cultura y la espiritualidad lo convirtieron en uno de los creadores más modernos e innovadores», comenta Sonia Hernández, consejera de Cultura.La efeméride buscará determinar con mayor rigor y profundidad la dimensión científica del arquitecto. También se intentará ver las redes que comunicaban la creación de sus diferentes obras. Además, se quiere difundir el legado gaudiniano más allá del turismo de masas y acercarlo al público local, especialmente al más joven, descubriendo joyas que hasta ahora han pasado desapercibidas. «No hay que engañarse, no existen obras menores y obras mayores en Gaudí. Todas son mayores y ayudan a construir el relato del gran genio modernista», concluye Santana.Noticia Relacionada estandar No La Casa Battló recupera el patio y su fachada interior en todo su esplendor carlos sala Una inversión de 3,5 millones de euros y un exhaustivo estudio consiguen recuperar los colores y materiales originales del suntuoso edificio de GaudíEl acto de presentación de este Año Gaudí, que acogió el espectacular Palacio Güell en la Rambla barcelonesa, también contó con la presencia de Sandra Guaita, alcaldesa de Reus; Ricard Gili, alcalde de Riudoms y Oriol Martí, gerente del Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Asímismo, estuvieron presentes responsables de entidades relacionadas con Gaudí, como Andrés Andrés, de la Cripta de la Colonia Güell; Óscar Andel, de la Torre Bellesguard; y Sebastián Escalas, representante de la Catedral de Mallorca. Antoni Gaudí corría de pequeño con los bolsillos llenos de avellanas por las calles de Ruidoms, una pequeña localidad cerca de Reus, donde su padre tenía una caldera. Allí se dejaba sorprender por las maravillas de los caracoles en las paredes, la tierra dura de los suelos o las extrañas formas que tomaba la naturaleza. Así fue formando su genio. El futuro arquitecto era hijo, nieto y bisnieto de caldereros y de ellos también aprendió a controlar el espacio y a interesarse por los elementos naturales y por los progresos científicos que revolucionaban a diario la creación. Precisamente Reus y Ruidoms serán las localidades que darán el pistoletazo de salida a la conmemoración del centenario de la muerte del maestro modernista. Será el próximo 8 de noviembre en un montaje conjunto que contará con conciertos, espectáculo de luces, mapping y un largo etcétera de propuestas festivas.En total, el centenario contará con más de 100 actividades con dos macroeventos centrales. El primero, un gran congreso internacional sobre la obra de Gaudí. La Pedrera acogerá en junio este congreso científico que quiere recoger los últimos trabajos de investigación objetiva, no interpretativa, de la obra del arquitecto y dar luz a las zonas más desconocidas de su trabajo. Los resultados se recogerán en un libro que quiere convertirse en canónico para el estudio futuro de la trayectoria gaudiniana.El segundo gran evento del centenario será una gran exposición en la que se quiere descubrir obras inéditas del arquitecto , así como proyectos que nunca llegaron a construirse por diferentes razones. El Museo de Historia acogerá una muestra que quiere descubrir a la ciudadanía las facetas menos conocidas de este genio universal, el único con siete edificios declarados patrimonio universal de la UNESCO. «Por ejemplo, queremos romper con el tópico de que Gaudí se inspiraba en la naturaleza o que imitaba sus formas. La exposición demostrará que el arquitecto estudiaba las leyes de la naturaleza, cómo se manifestaban, para sus propios diseños, creando así una segunda naturaleza totalmente propia, no una copia de sus formas. Su intención nunca fue la mímesis, sino entender cómo se generan estos fenómenos», señala Galadric Santana, comisario del centenario y de la exposición central del mismo.Una de las particularidades de Gaudí es que se conservan pocos documentos de sus procesos de creación. El incendio en 1936 de su estudio en la Sagrada Familia donde guardaba sus papeles destruyó prácticamente la totalidad de los mismos , lo que convirtió la figura de Gaudí en un misterio cuyos estudios eran más interpretativos que factuales. El centenario quiere corregir este déficit. «Queremos hacer un estudio globalizador del conjunto de sus obras, no estudiarlas una a una como ha pasado hasta ahora. Este estudio transversal nos permitirá descubrir nuevos caminos de investigación de su obra», comenta Santana.Un presupuesto de 6,5 millones de eurosEl centenario, organizado por la consejería de Cultura de la Generalitat, contará con un presupuesto de 6,5 millones de euros y quiere involucrar a todos los lugares donde Gaudí puso su genio y creatividad. De esta forma, habrá actos en la Catedral de Mallorca, donde diseñó y renovó sus interiores, o edificios como el capricho de Comillas, en Cantabria, el Palacio Episcopal de Astorga o la Casa Botines de León . «Cuando hablamos de Gaudí, hablamos de uno de los creadores más icónicos y disruptivos del siglo XX. Su mirada entre la ciencia, la cultura y la espiritualidad lo convirtieron en uno de los creadores más modernos e innovadores», comenta Sonia Hernández, consejera de Cultura.La efeméride buscará determinar con mayor rigor y profundidad la dimensión científica del arquitecto. También se intentará ver las redes que comunicaban la creación de sus diferentes obras. Además, se quiere difundir el legado gaudiniano más allá del turismo de masas y acercarlo al público local, especialmente al más joven, descubriendo joyas que hasta ahora han pasado desapercibidas. «No hay que engañarse, no existen obras menores y obras mayores en Gaudí. Todas son mayores y ayudan a construir el relato del gran genio modernista», concluye Santana.Noticia Relacionada estandar No La Casa Battló recupera el patio y su fachada interior en todo su esplendor carlos sala Una inversión de 3,5 millones de euros y un exhaustivo estudio consiguen recuperar los colores y materiales originales del suntuoso edificio de GaudíEl acto de presentación de este Año Gaudí, que acogió el espectacular Palacio Güell en la Rambla barcelonesa, también contó con la presencia de Sandra Guaita, alcaldesa de Reus; Ricard Gili, alcalde de Riudoms y Oriol Martí, gerente del Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Asímismo, estuvieron presentes responsables de entidades relacionadas con Gaudí, como Andrés Andrés, de la Cripta de la Colonia Güell; Óscar Andel, de la Torre Bellesguard; y Sebastián Escalas, representante de la Catedral de Mallorca.
Antoni Gaudí corría de pequeño con los bolsillos llenos de avellanas por las calles de Ruidoms, una pequeña localidad cerca de Reus, donde su padre tenía una caldera. Allí se dejaba sorprender por las maravillas de los caracoles en las paredes, la tierra dura … de los suelos o las extrañas formas que tomaba la naturaleza. Así fue formando su genio. El futuro arquitecto era hijo, nieto y bisnieto de caldereros y de ellos también aprendió a controlar el espacio y a interesarse por los elementos naturales y por los progresos científicos que revolucionaban a diario la creación. Precisamente Reus y Ruidoms serán las localidades que darán el pistoletazo de salida a la conmemoración del centenario de la muerte del maestro modernista. Será el próximo 8 de noviembre en un montaje conjunto que contará con conciertos, espectáculo de luces, mapping y un largo etcétera de propuestas festivas.
En total, el centenario contará con más de 100 actividades con dos macroeventos centrales. El primero, un gran congreso internacional sobre la obra de Gaudí. La Pedrera acogerá en junio este congreso científico que quiere recoger los últimos trabajos de investigación objetiva, no interpretativa, de la obra del arquitecto y dar luz a las zonas más desconocidas de su trabajo. Los resultados se recogerán en un libro que quiere convertirse en canónico para el estudio futuro de la trayectoria gaudiniana.
El segundo gran evento del centenario será una gran exposición en la que se quiere descubrir obras inéditas del arquitecto, así como proyectos que nunca llegaron a construirse por diferentes razones. El Museo de Historia acogerá una muestra que quiere descubrir a la ciudadanía las facetas menos conocidas de este genio universal, el único con siete edificios declarados patrimonio universal de la UNESCO. «Por ejemplo, queremos romper con el tópico de que Gaudí se inspiraba en la naturaleza o que imitaba sus formas. La exposición demostrará que el arquitecto estudiaba las leyes de la naturaleza, cómo se manifestaban, para sus propios diseños, creando así una segunda naturaleza totalmente propia, no una copia de sus formas. Su intención nunca fue la mímesis, sino entender cómo se generan estos fenómenos», señala Galadric Santana, comisario del centenario y de la exposición central del mismo.
Una de las particularidades de Gaudí es que se conservan pocos documentos de sus procesos de creación. El incendio en 1936 de su estudio en la Sagrada Familia donde guardaba sus papeles destruyó prácticamente la totalidad de los mismos, lo que convirtió la figura de Gaudí en un misterio cuyos estudios eran más interpretativos que factuales. El centenario quiere corregir este déficit. «Queremos hacer un estudio globalizador del conjunto de sus obras, no estudiarlas una a una como ha pasado hasta ahora. Este estudio transversal nos permitirá descubrir nuevos caminos de investigación de su obra», comenta Santana.
Un presupuesto de 6,5 millones de euros
El centenario, organizado por la consejería de Cultura de la Generalitat, contará con un presupuesto de 6,5 millones de euros y quiere involucrar a todos los lugares donde Gaudí puso su genio y creatividad. De esta forma, habrá actos en la Catedral de Mallorca, donde diseñó y renovó sus interiores, o edificios como el capricho de Comillas, en Cantabria, el Palacio Episcopal de Astorga o la Casa Botines de León. «Cuando hablamos de Gaudí, hablamos de uno de los creadores más icónicos y disruptivos del siglo XX. Su mirada entre la ciencia, la cultura y la espiritualidad lo convirtieron en uno de los creadores más modernos e innovadores», comenta Sonia Hernández, consejera de Cultura.
La efeméride buscará determinar con mayor rigor y profundidad la dimensión científica del arquitecto. También se intentará ver las redes que comunicaban la creación de sus diferentes obras. Además, se quiere difundir el legado gaudiniano más allá del turismo de masas y acercarlo al público local, especialmente al más joven, descubriendo joyas que hasta ahora han pasado desapercibidas. «No hay que engañarse, no existen obras menores y obras mayores en Gaudí. Todas son mayores y ayudan a construir el relato del gran genio modernista», concluye Santana.
El acto de presentación de este Año Gaudí, que acogió el espectacular Palacio Güell en la Rambla barcelonesa, también contó con la presencia de Sandra Guaita, alcaldesa de Reus; Ricard Gili, alcalde de Riudoms y Oriol Martí, gerente del Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Asímismo, estuvieron presentes responsables de entidades relacionadas con Gaudí, como Andrés Andrés, de la Cripta de la Colonia Güell; Óscar Andel, de la Torre Bellesguard; y Sebastián Escalas, representante de la Catedral de Mallorca.
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