Recuerdo a John Elliott un día de otoño asomado a la plaza de la Lealtad (qué bello nombre) desde una ventana del Hotel Palace. Posaba para el fotógrafo después de una entrevista y comentaba, iluminado por la luz de un Madrid sin tiempo, lo que le costaba ponerse en la piel de los personajes que llevaba toda una vida estudiando. Los interrogaba, seguía sus rastros en viejos documentos y conocía mejor que nadie los dilemas que vivieron y las decisiones difíciles que debieron asumir. ¿Qué harías tú si fueras el conde-duque ?, se preguntaba a sí mismo, ¿lo harías mejor en Flandes, en Cataluña? Hoy dedicamos la portada de ABC Cultural, con ilustración de Augusto Ferrer-Dalmau, a una pregunta cada vez más relevante sobre un pasado con el que muchos españoles ven averiada una relación natural. Interfieren quienes quieren teñirlo de leyendas negras o leyendas rosas. Buscamos la complejidad que nos precede y nos explica. Lo hacemos con motivo de la gran exposición e investigación del Museo Naval sobre el año 1625. Escribe el historiador Manuel Lucena que «la leyenda impide la acción cívica de la historia». Esa acción se queda sin abogados cuando se imponen simplificaciones para invocar la épica de victorias sin tacha o para teñir de tristeza y oscuridad ‘decolonial’ una realidad que supera las cronologías nacionales, como escribe Ana Crespo en su artículo. Ese año de 1625 es un ejemplo al que aplicar la lupa para entender que el presente del hemisferio hispano no lo explica un pasado de crímenes. En España, la inteligencia con la historia, desde el conocimiento, más rica que la memoria, es hoy una acción cívica. Recuerdo a John Elliott un día de otoño asomado a la plaza de la Lealtad (qué bello nombre) desde una ventana del Hotel Palace. Posaba para el fotógrafo después de una entrevista y comentaba, iluminado por la luz de un Madrid sin tiempo, lo que le costaba ponerse en la piel de los personajes que llevaba toda una vida estudiando. Los interrogaba, seguía sus rastros en viejos documentos y conocía mejor que nadie los dilemas que vivieron y las decisiones difíciles que debieron asumir. ¿Qué harías tú si fueras el conde-duque ?, se preguntaba a sí mismo, ¿lo harías mejor en Flandes, en Cataluña? Hoy dedicamos la portada de ABC Cultural, con ilustración de Augusto Ferrer-Dalmau, a una pregunta cada vez más relevante sobre un pasado con el que muchos españoles ven averiada una relación natural. Interfieren quienes quieren teñirlo de leyendas negras o leyendas rosas. Buscamos la complejidad que nos precede y nos explica. Lo hacemos con motivo de la gran exposición e investigación del Museo Naval sobre el año 1625. Escribe el historiador Manuel Lucena que «la leyenda impide la acción cívica de la historia». Esa acción se queda sin abogados cuando se imponen simplificaciones para invocar la épica de victorias sin tacha o para teñir de tristeza y oscuridad ‘decolonial’ una realidad que supera las cronologías nacionales, como escribe Ana Crespo en su artículo. Ese año de 1625 es un ejemplo al que aplicar la lupa para entender que el presente del hemisferio hispano no lo explica un pasado de crímenes. En España, la inteligencia con la historia, desde el conocimiento, más rica que la memoria, es hoy una acción cívica.
palabras contadas
Buscamos la complejidad que nos precede y nos explica. Lo hacemos con motivo de la gran exposición e investigación del Museo Naval sobre el año 1625
Recuerdo a John Elliott un día de otoño asomado a la plaza de la Lealtad (qué bello nombre) desde una ventana del Hotel Palace. Posaba para el fotógrafo después de una entrevista y comentaba, iluminado por la luz de un Madrid sin tiempo, lo que … le costaba ponerse en la piel de los personajes que llevaba toda una vida estudiando. Los interrogaba, seguía sus rastros en viejos documentos y conocía mejor que nadie los dilemas que vivieron y las decisiones difíciles que debieron asumir. ¿Qué harías tú si fueras el conde-duque?, se preguntaba a sí mismo, ¿lo harías mejor en Flandes, en Cataluña?
Hoy dedicamos la portada de ABC Cultural, con ilustración de Augusto Ferrer-Dalmau, a una pregunta cada vez más relevante sobre un pasado con el que muchos españoles ven averiada una relación natural. Interfieren quienes quieren teñirlo de leyendas negras o leyendas rosas. Buscamos la complejidad que nos precede y nos explica. Lo hacemos con motivo de la gran exposición e investigación del Museo Naval sobre el año 1625. Escribe el historiador Manuel Lucena que «la leyenda impide la acción cívica de la historia».
Esa acción se queda sin abogados cuando se imponen simplificaciones para invocar la épica de victorias sin tacha o para teñir de tristeza y oscuridad ‘decolonial’ una realidad que supera las cronologías nacionales, como escribe Ana Crespo en su artículo. Ese año de 1625 es un ejemplo al que aplicar la lupa para entender que el presente del hemisferio hispano no lo explica un pasado de crímenes. En España, la inteligencia con la historia, desde el conocimiento, más rica que la memoria, es hoy una acción cívica.
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