Esta antología reúne nueve cuentos, siete inéditos. Tan solo habían aparecido antes en otros libros los firmados por Ana Martínez Castillo y José Ovejero. El resto contiene cuentos de autores consagrados como Pilar Adón, que sigue siendo sobresaliente y el propio David Roas, quien junto a Ana Martínez Castillo, es responsable de la edición y breve Prólogo explicativo del sentido de la apuesta genérica. Algo hay que decir sobre tal apuesta. Los editores ofrecen resistencia a ver catalogado este libro dentro del neorruralismo, esa tendencia que viene entregando obras ambientadas en una sociedad premoderna casi siempre perteneciente a los extrarradios de lo civilizado o de la llamada España vacía, y que ha entregado obras de interés entre otros de Jesús Carrasco, Gómez-Bárcena y Cristina Sánchez Andrade. RELATOS ‘Agrohorror. Cuentos de los insólito rural’ Editores Ana Martínez Castillo y David Roas Editorial Eolas Año 2025 Páginas 174 Precio 17 euros 3No estoy seguro de que los nueve cuentos reunidos compartan el mismo sesgo y puedan caracterizarse dentro de una misma modalidad temática. Pero hay que celebrar el acierto que supone el Prólogo al conectar el agrohorror con una tradición más antigua de lo que se cree. Está bien exonerase de los pruritos de novedad con la convocatoria de Valle-Inclán en lo que se refiere a la deformidad antirrealista, si bien otra gallega, Emilia Pardo Bazán proporciona genealogías temáticas firmes, como el mito-leyenda de la desenterrada, igual que podría haberlo hecho Cunqueiro para atmósferas casi telúricas. No debe extrañar que los nombres que aparecen sean gallegos. De hecho, de procedencia gallega es el editor, David Roas, y el cuento que cierra el volumen, uno de los más logrados, titulado ‘A matanza do porco’ no solo está ambientado en la profunda comarca de la Costa da Morte, y con dólmenes que recuerdan ancestros celtas, sino que buena parte de los diálogos están en lengua gallega. Como este libro no se ha programado, al tratarse de inéditos, no deja de ser curioso que compartan los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidad. Aunque no se encuentre entre los mejores, por haberse desarrollado con evidente irracionalidad programada y excesiva explicitud, el titulado ‘Ofrendas’, de la editora Ana Martinez Castillo, muestra el horror de un conejo gigante que hay que alimentar con seres humanos. Comparten los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidadMejor armado me parece, quizá por haberse plegado con autoconciencia a la estirpe de E. A Poe el titulado ‘Farinelli’ de Carolina Sarmiento. Otra vez da muestra Pilar Adón de su rabiosa originalidad, por haber concebido el horror de cuento sobre el mito de cainita de dos células del útero materno. Es algo que el lector conoce al final de una desasosegante serie de metonimias de la naturaleza floral, pero donde lo gelatinoso de las sensaciones, puebla asociaciones metafóricas construidas con un estilo muy cuidado. Pilar Adón vuelve a recordarnos que nunca un cuento se salva solo por la sola originalidad temática . De hecho, otras veces la autora ha tratado la disputa de hermanas, si bien no desde el ovulo, como aquí. Lo que hace sobresaliente este cuento es que su fuerza imaginativa se crea desde el lenguaje. Comparte el cuidado del lenguaje, si bien en una tonalidad diferente, ‘El pueblo más bonito de España’, de Fernando Navarro. Aquí el estilo imita al habla popular que parece perdida , de una región entre Granada y Almería. Los modismos de la expresión campesina, las actitudes satíricas respecto a la idea de progreso, y sobre todo la violencia soterrada que comunica con el sofocante calor hace que resulte verosímil un horror comunalmente asumido. El que firma María Zaragoza, ‘Mejor un nombre de calle que un busto”, retrotrae a la leyenda de las retornadas , y combina bien la novedad y el ancestro. También de ancestros trata, si bien le habría venido bien una dimensión menos dilatada, el titulado ‘Fantasmas’ de José Ovejero. Y que lo neofántastico está vinculado a lo insólito inexplicable en una sociedad muy de hoy, lo muestra de manera muy notable el cuento ‘Punto limpio’ de Miguel Garrido de Vega. Un paso más de la entrega de David Roas, en investigaciones y creación, a un intergénero como el de lo fantástico, que nos viene trayendo desde el XIX a la contemporaneidad. Esta antología reúne nueve cuentos, siete inéditos. Tan solo habían aparecido antes en otros libros los firmados por Ana Martínez Castillo y José Ovejero. El resto contiene cuentos de autores consagrados como Pilar Adón, que sigue siendo sobresaliente y el propio David Roas, quien junto a Ana Martínez Castillo, es responsable de la edición y breve Prólogo explicativo del sentido de la apuesta genérica. Algo hay que decir sobre tal apuesta. Los editores ofrecen resistencia a ver catalogado este libro dentro del neorruralismo, esa tendencia que viene entregando obras ambientadas en una sociedad premoderna casi siempre perteneciente a los extrarradios de lo civilizado o de la llamada España vacía, y que ha entregado obras de interés entre otros de Jesús Carrasco, Gómez-Bárcena y Cristina Sánchez Andrade. RELATOS ‘Agrohorror. Cuentos de los insólito rural’ Editores Ana Martínez Castillo y David Roas Editorial Eolas Año 2025 Páginas 174 Precio 17 euros 3No estoy seguro de que los nueve cuentos reunidos compartan el mismo sesgo y puedan caracterizarse dentro de una misma modalidad temática. Pero hay que celebrar el acierto que supone el Prólogo al conectar el agrohorror con una tradición más antigua de lo que se cree. Está bien exonerase de los pruritos de novedad con la convocatoria de Valle-Inclán en lo que se refiere a la deformidad antirrealista, si bien otra gallega, Emilia Pardo Bazán proporciona genealogías temáticas firmes, como el mito-leyenda de la desenterrada, igual que podría haberlo hecho Cunqueiro para atmósferas casi telúricas. No debe extrañar que los nombres que aparecen sean gallegos. De hecho, de procedencia gallega es el editor, David Roas, y el cuento que cierra el volumen, uno de los más logrados, titulado ‘A matanza do porco’ no solo está ambientado en la profunda comarca de la Costa da Morte, y con dólmenes que recuerdan ancestros celtas, sino que buena parte de los diálogos están en lengua gallega. Como este libro no se ha programado, al tratarse de inéditos, no deja de ser curioso que compartan los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidad. Aunque no se encuentre entre los mejores, por haberse desarrollado con evidente irracionalidad programada y excesiva explicitud, el titulado ‘Ofrendas’, de la editora Ana Martinez Castillo, muestra el horror de un conejo gigante que hay que alimentar con seres humanos. Comparten los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidadMejor armado me parece, quizá por haberse plegado con autoconciencia a la estirpe de E. A Poe el titulado ‘Farinelli’ de Carolina Sarmiento. Otra vez da muestra Pilar Adón de su rabiosa originalidad, por haber concebido el horror de cuento sobre el mito de cainita de dos células del útero materno. Es algo que el lector conoce al final de una desasosegante serie de metonimias de la naturaleza floral, pero donde lo gelatinoso de las sensaciones, puebla asociaciones metafóricas construidas con un estilo muy cuidado. Pilar Adón vuelve a recordarnos que nunca un cuento se salva solo por la sola originalidad temática . De hecho, otras veces la autora ha tratado la disputa de hermanas, si bien no desde el ovulo, como aquí. Lo que hace sobresaliente este cuento es que su fuerza imaginativa se crea desde el lenguaje. Comparte el cuidado del lenguaje, si bien en una tonalidad diferente, ‘El pueblo más bonito de España’, de Fernando Navarro. Aquí el estilo imita al habla popular que parece perdida , de una región entre Granada y Almería. Los modismos de la expresión campesina, las actitudes satíricas respecto a la idea de progreso, y sobre todo la violencia soterrada que comunica con el sofocante calor hace que resulte verosímil un horror comunalmente asumido. El que firma María Zaragoza, ‘Mejor un nombre de calle que un busto”, retrotrae a la leyenda de las retornadas , y combina bien la novedad y el ancestro. También de ancestros trata, si bien le habría venido bien una dimensión menos dilatada, el titulado ‘Fantasmas’ de José Ovejero. Y que lo neofántastico está vinculado a lo insólito inexplicable en una sociedad muy de hoy, lo muestra de manera muy notable el cuento ‘Punto limpio’ de Miguel Garrido de Vega. Un paso más de la entrega de David Roas, en investigaciones y creación, a un intergénero como el de lo fantástico, que nos viene trayendo desde el XIX a la contemporaneidad.
Esta antología reúne nueve cuentos, siete inéditos. Tan solo habían aparecido antes en otros libros los firmados por Ana Martínez Castillo y José Ovejero. El resto contiene cuentos de autores consagrados como Pilar Adón, que sigue siendo sobresaliente y el propio David Roas, … quien junto a Ana Martínez Castillo, es responsable de la edición y breve Prólogo explicativo del sentido de la apuesta genérica.
Algo hay que decir sobre tal apuesta. Los editores ofrecen resistencia a ver catalogado este libro dentro del neorruralismo, esa tendencia que viene entregando obras ambientadas en una sociedad premoderna casi siempre perteneciente a los extrarradios de lo civilizado o de la llamada España vacía, y que ha entregado obras de interés entre otros de Jesús Carrasco, Gómez-Bárcena y Cristina Sánchez Andrade.

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Editores
Ana Martínez Castillo y David Roas -
Editorial
Eolas -
Año
2025 -
Páginas
174 -
Precio
17 euros
No estoy seguro de que los nueve cuentos reunidos compartan el mismo sesgo y puedan caracterizarse dentro de una misma modalidad temática. Pero hay que celebrar el acierto que supone el Prólogo al conectar el agrohorror con una tradición más antigua de lo que se cree. Está bien exonerase de los pruritos de novedad con la convocatoria deValle-Inclán en lo que se refiere a la deformidad antirrealista, si bien otra gallega, Emilia Pardo Bazán proporciona genealogías temáticas firmes, como el mito-leyenda de la desenterrada, igual que podría haberlo hecho Cunqueiro para atmósferas casi telúricas.
No debe extrañar que los nombres que aparecen sean gallegos. De hecho, de procedencia gallega es el editor, David Roas, y el cuento que cierra el volumen, uno de los más logrados, titulado ‘A matanza do porco’ no solo está ambientado en la profunda comarca de la Costa da Morte, y con dólmenes que recuerdan ancestros celtas, sino que buena parte de los diálogos están en lengua gallega.
Como este libro no se ha programado, al tratarse de inéditos, no deja de ser curioso que compartan los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidad. Aunque no se encuentre entre los mejores, por haberse desarrollado con evidente irracionalidad programada y excesiva explicitud, el titulado ‘Ofrendas’, de la editora Ana Martinez Castillo, muestra el horror de un conejo gigante que hay que alimentar con seres humanos.
Comparten los diferentes cuentos algunos rasgos, en especial el que definiríamos como atributos del horror frente la animalidad
Mejor armado me parece, quizá por haberse plegado con autoconciencia a la estirpe de E. A Poe el titulado ‘Farinelli’ de Carolina Sarmiento. Otra vez da muestra Pilar Adón de su rabiosa originalidad, por haber concebido el horror de cuento sobre el mito de cainita de dos células del útero materno. Es algo que el lector conoce al final de una desasosegante serie de metonimias de la naturaleza floral, pero donde lo gelatinoso de las sensaciones, puebla asociaciones metafóricas construidas con un estilo muy cuidado.
Pilar Adón vuelve a recordarnos que nunca un cuento se salva solo por la sola originalidad temática. De hecho, otras veces la autora ha tratado la disputa de hermanas, si bien no desde el ovulo, como aquí. Lo que hace sobresaliente este cuento es que su fuerza imaginativa se crea desde el lenguaje.
Comparte el cuidado del lenguaje, si bien en una tonalidad diferente, ‘El pueblo más bonito de España’, de Fernando Navarro. Aquí el estilo imita al habla popular que parece perdida, de una región entre Granada y Almería. Los modismos de la expresión campesina, las actitudes satíricas respecto a la idea de progreso, y sobre todo la violencia soterrada que comunica con el sofocante calor hace que resulte verosímil un horror comunalmente asumido.
El que firma María Zaragoza, ‘Mejor un nombre de calle que un busto”, retrotrae a la leyenda de las retornadas, y combina bien la novedad y el ancestro. También de ancestros trata, si bien le habría venido bien una dimensión menos dilatada, el titulado ‘Fantasmas’ de José Ovejero. Y que lo neofántastico está vinculado a lo insólito inexplicable en una sociedad muy de hoy, lo muestra de manera muy notable el cuento ‘Punto limpio’ de Miguel Garrido de Vega.
Un paso más de la entrega de David Roas, en investigaciones y creación, a un intergénero como el de lo fantástico, que nos viene trayendo desde el XIX a la contemporaneidad.
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