Dice Andrea Arnold mientras aprieta su jersey de cuello alto contra su garganta que le «encantan los pájaros», pero que nunca ha reflexionado sobre todas las veces que los ha sacado en sus películas como metáfora de la libertad, de escapar del sitio que oprime a sus personajes. Asegura, al otro lado de la pantalla, que sí, que tiene algo de ‘ twitcher ‘, esto es, las personas que anotan en libros especializados los pájaros que han reconocido a lo largo de su vida. Pero en realidad, ‘ Bird ‘, la película con la que compitió en el último festival de Cannes, no es un canto a la naturaleza. Menos todavía, claro, a la ornitología, por mucho que su título despiste. ‘Bird’ (pájaro) es, en realidad, una llamada a cómo para muchos niños criados en ambientes marginales mirar al cielo es la única manera de soñar con una vida diferente. Y todo esto sin caer en una mirada condescendiente, ni trágica, ni lacrimógena. Simplemente, es. Noticia Relacionada cultura estandar No El Festival de Cine de Sevilla apuesta por los nuevos públicos en sus secciones Europa Junior y Cinéfilos del Futuro ABC de Sevilla Se programará una treintena de títulos con una vocación pedagógicaRecoge la prestigiosa cineasta británica la vida de Bailey, una niña de 12 que sobrevive con su hermano y con su padre, un tipo arrabalero, hiperactivo, sobretatuado y con afición por ver la vida bajo el tamiz de las sustancias. Viven en una casa ocupada al norte de Kent, donde el padrastro está más preocupado por hacer que un sapo escupa su veneno para venderlo como droga con la que financiar la boda con su nueva novieta . Con ese panorama, la niña Bailey, que ya va camino de la pubertad, mira al cielo donde todo parece más fácil y graba pequeños vídeos que luego proyecta en casa. Vídeos que son una ventana por la que dejar escapar, al menos, desde la imaginación. Hasta que su imaginación se transforma en un extraño personaje conoce en un espléndido descampado verde y al que volverá a ver paseando por las azoteas del barrio. Un tipo abandonado por su padre y que, como los pájaros, regresa al lugar donde nació. Lo interpreta uno de los actores especializado en ser el «raro» del cine europeo, Franz Rogowski (‘Disco Boy, ‘Passages’), que vuelve a dar vida a un personaje difícil de encuadrar. Así, en ‘Bird’ Andrea Arnold fusiona sus obsesiones: el cine social de personajes marginales y la poesía visual que encuentra en los peores escenarios. «Pero no te voy a contar qué quiero decir con esa poesía porque entonces destrozo la experiencia de ver la película y que cada cosa signifique algo diferente para cada espectador», dice la cineasta. Franz RogowskiY todo al ritmo guitarrero de Fontaines D.C. , banda de moda (arrasaron hace unas semanas en su actuación en Madrid) de la que Arnold ha dirigido varios videoclips, incluyendo ‘Bug’, canción que comparte nombre con el padre de la protagonista de ‘Bird’. De hecho, medio elenco de la película aparece brincando en el vídeo musical. Un ‘Bug’ que interpreta Barry Keoghan , candidato a peor padre del año, por mucho que quiera a su hija. Solo que querer no es, cuando no se tienen las herramientas emocionales, en poder. Y, de vuelta, a los pájaros. En ‘ Cow ‘, su anterior película, los filmaba cuando sobrevolaban esa granja donde la vaca lechera protagonista sobrevivía. Y, antes, en ‘ Fish Tank ‘, los usaba de nuevo como epítome de libertad de otra niña malviviendo en un barrio marginal con un padrastro tóxico. Y antes, en ‘ Red Road ‘, uno de sus mejores títulos, los pájaros volvían a sobrevolar esa casa para representar la libertad hurtada a su protagonista. Y, antes, mucho antes, en su primer cortometraje, ‘ Dog ‘, que podría ser una precuela de esta ‘ Bird ‘, la protagonista miraba al final al cielo mientras los pájaros sobrevolaban otra vida rota. « Yo no pienso mi carrera en esos términos », desmonta la cineasta, que prefiere quedarse en una mirada «cercana y realista, sin condescendencia» a sus personajes y su entorno. «No los juzgo, solo quiero mostrar sus circunstancias», sentencia. Y a volar. Dice Andrea Arnold mientras aprieta su jersey de cuello alto contra su garganta que le «encantan los pájaros», pero que nunca ha reflexionado sobre todas las veces que los ha sacado en sus películas como metáfora de la libertad, de escapar del sitio que oprime a sus personajes. Asegura, al otro lado de la pantalla, que sí, que tiene algo de ‘ twitcher ‘, esto es, las personas que anotan en libros especializados los pájaros que han reconocido a lo largo de su vida. Pero en realidad, ‘ Bird ‘, la película con la que compitió en el último festival de Cannes, no es un canto a la naturaleza. Menos todavía, claro, a la ornitología, por mucho que su título despiste. ‘Bird’ (pájaro) es, en realidad, una llamada a cómo para muchos niños criados en ambientes marginales mirar al cielo es la única manera de soñar con una vida diferente. Y todo esto sin caer en una mirada condescendiente, ni trágica, ni lacrimógena. Simplemente, es. Noticia Relacionada cultura estandar No El Festival de Cine de Sevilla apuesta por los nuevos públicos en sus secciones Europa Junior y Cinéfilos del Futuro ABC de Sevilla Se programará una treintena de títulos con una vocación pedagógicaRecoge la prestigiosa cineasta británica la vida de Bailey, una niña de 12 que sobrevive con su hermano y con su padre, un tipo arrabalero, hiperactivo, sobretatuado y con afición por ver la vida bajo el tamiz de las sustancias. Viven en una casa ocupada al norte de Kent, donde el padrastro está más preocupado por hacer que un sapo escupa su veneno para venderlo como droga con la que financiar la boda con su nueva novieta . Con ese panorama, la niña Bailey, que ya va camino de la pubertad, mira al cielo donde todo parece más fácil y graba pequeños vídeos que luego proyecta en casa. Vídeos que son una ventana por la que dejar escapar, al menos, desde la imaginación. Hasta que su imaginación se transforma en un extraño personaje conoce en un espléndido descampado verde y al que volverá a ver paseando por las azoteas del barrio. Un tipo abandonado por su padre y que, como los pájaros, regresa al lugar donde nació. Lo interpreta uno de los actores especializado en ser el «raro» del cine europeo, Franz Rogowski (‘Disco Boy, ‘Passages’), que vuelve a dar vida a un personaje difícil de encuadrar. Así, en ‘Bird’ Andrea Arnold fusiona sus obsesiones: el cine social de personajes marginales y la poesía visual que encuentra en los peores escenarios. «Pero no te voy a contar qué quiero decir con esa poesía porque entonces destrozo la experiencia de ver la película y que cada cosa signifique algo diferente para cada espectador», dice la cineasta. Franz RogowskiY todo al ritmo guitarrero de Fontaines D.C. , banda de moda (arrasaron hace unas semanas en su actuación en Madrid) de la que Arnold ha dirigido varios videoclips, incluyendo ‘Bug’, canción que comparte nombre con el padre de la protagonista de ‘Bird’. De hecho, medio elenco de la película aparece brincando en el vídeo musical. Un ‘Bug’ que interpreta Barry Keoghan , candidato a peor padre del año, por mucho que quiera a su hija. Solo que querer no es, cuando no se tienen las herramientas emocionales, en poder. Y, de vuelta, a los pájaros. En ‘ Cow ‘, su anterior película, los filmaba cuando sobrevolaban esa granja donde la vaca lechera protagonista sobrevivía. Y, antes, en ‘ Fish Tank ‘, los usaba de nuevo como epítome de libertad de otra niña malviviendo en un barrio marginal con un padrastro tóxico. Y antes, en ‘ Red Road ‘, uno de sus mejores títulos, los pájaros volvían a sobrevolar esa casa para representar la libertad hurtada a su protagonista. Y, antes, mucho antes, en su primer cortometraje, ‘ Dog ‘, que podría ser una precuela de esta ‘ Bird ‘, la protagonista miraba al final al cielo mientras los pájaros sobrevolaban otra vida rota. « Yo no pienso mi carrera en esos términos », desmonta la cineasta, que prefiere quedarse en una mirada «cercana y realista, sin condescendencia» a sus personajes y su entorno. «No los juzgo, solo quiero mostrar sus circunstancias», sentencia. Y a volar.
La cineasta, maestra del género social enhebrado con poesía visual, estrena ‘Bird’, que presentó en el festival de Cannes
Dice Andrea Arnold mientras aprieta su jersey de cuello alto contra su garganta que le «encantan los pájaros», pero que nunca ha reflexionado sobre todas las veces que los ha sacado en sus películas como metáfora de la libertad, de escapar del sitio que …
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