Acaba el año y empieza el amor; o al revés, empieza el año y termina el amor. Ambas sirven para definir ‘Vivir el momento’, la nueva película de Andrew Garfield con Florence Pugh que se estrena el día de año nuevo. Una (otra) historia de amor de dos treintañeros llena de momentos felices, luminosos, pero que termina oscurecida por la sombra de una tragedia demasiado real, por explicarlo de una manera en la que el spoiler se quede fuera. ¿Comedia romántica o drama lacrimógeno? Ambas tramas conviven en la trayectoria vital de la pareja protagonista, que se conoce de una manera poco habitual y en la que los comienzos son los finales y donde, por la gracia de un montaje fragmentado y una estética de videoclip, todo tiene ese aire de ideal romántico. Ayuda, claro, la pareja de guapos que la protagonizan, Andrew Garfield ya despojado del espíritu infantil de su Spiderman y Florence Pugh, de la que, como en aquella ‘Lady Macbeth’ con la que se dio a conocer, es difícil no enamorarse. «Es difícil contar historias sobre el amor que no sean sentimentales y que no sean clichés», cuenta a ABC el actor protagonista, que estuvo en España durante el Festival de San Sebastián. Quizá por ese miedo a caer en el mundo de los tópicos, el director, John Crowley, se puso a jugar con los tiempos y agitar y mezclar las etapas «tradicionales» de las comedias románticas. A veces, incluso sin comedia, solo puro romanticismo (cursi a veces, empalogoso otras); y otras con el drama haciendo de la pantalla de cine un mar de lágrimas. «Lo que me gustó del texto de Nick (Nick Payne, el guionista) fue que la película era una especie de juego de pesca, que tiene que ver con que enamorarse de alguien no es solo el hecho del hecho de enamorarse, sino qué significa cuando dos personas se encuentran, quieren hacer una vida juntos, y luego tienen que decidir qué es importante en sus vidas en el tiempo que van a estar juntos. Eso me pareció muy interesante a nivel filosófico y muy rico a nivel emocional», explica el director, que acompañó a Garfield en la promoción: «El hecho de poder unir esas dos experiencias en la película, la cabeza y el corazón, significaba que podríamos podríamos llegar a algo interesante», sentencia. Florence Pugh en un primicia ‘Vivir el momento’En ‘We live in time’, en su título original, suena The XX, Wolf Alice, Sampha… Esa electrónica bailable de apariencia feliz y fondo triste. Nostalgia para consumir en discotecas. Caras alegres y corazones insatisfechos. Como lo de Sorogoyen, pero bajo el filtro del Hollywood ‘indie’ en el que toda la oscuridad la suavizan los filtros de cámara. «Sí, es una historia monumental en normalidad, en su pequeñez, porque son dos personas muy corrientes, personas con las que te puedes identificar tu o cualquiera de tu grupo de amigos. Es una historia universal», explica el intérprete, que cuenta que uno de sus placeres es pasear por Londres, ciudad en la que vive, y fijarse en las personas con las que se cruza. «Solo imaginar el universo de sus sentimiento, de su experiencia, de sus deseos, de su dolor… lo que sucede dentro de cada una de esas personas, de cada uno de nosotros, es enorme: cada persona tiene algo en su interior que lo sacude y que lo hace estar en el centro de su propio universo, y por eso es fácil empatizar con nuestros personajes, porque se convierten en el recipiente de todos nuestros deseos, sueños, deseos y dolores», analiza.Y para que la cosa funcione en pantalla y los personajes no sean odiables por ser o demasiado cursis o porque sufran el ‘efecto Cuéntame’ de que todo lo que ocurre en el mundo les pasa a ellos, el director encuentra una solución: aferrarse a la química de sus protagonistas. «Yo vi Florence Pugh en ‘Lady Macbeth’, en ‘Midsommar’, en ‘Mujercitas’… Pero no sabes si va a funcionar, porque que nos apreciemos como actores no significa que vayamos a llevarnos bien a nivel personal o ante la cámara», reflexiona Garfield. «Empecé muy cuidadoso, asegurándome de que si la cosa no funcionara pudiera hacer las escenas por mi cuenta. Estoy seguro de que ella lo pensó igual, pero de pronto en los ensayos la cosa empezó a calentarse y fue reconfortante ver cómo nos divertíamos… Acabó siendo todo muy dulce», remata. Acaba el año y empieza el amor; o al revés, empieza el año y termina el amor. Ambas sirven para definir ‘Vivir el momento’, la nueva película de Andrew Garfield con Florence Pugh que se estrena el día de año nuevo. Una (otra) historia de amor de dos treintañeros llena de momentos felices, luminosos, pero que termina oscurecida por la sombra de una tragedia demasiado real, por explicarlo de una manera en la que el spoiler se quede fuera. ¿Comedia romántica o drama lacrimógeno? Ambas tramas conviven en la trayectoria vital de la pareja protagonista, que se conoce de una manera poco habitual y en la que los comienzos son los finales y donde, por la gracia de un montaje fragmentado y una estética de videoclip, todo tiene ese aire de ideal romántico. Ayuda, claro, la pareja de guapos que la protagonizan, Andrew Garfield ya despojado del espíritu infantil de su Spiderman y Florence Pugh, de la que, como en aquella ‘Lady Macbeth’ con la que se dio a conocer, es difícil no enamorarse. «Es difícil contar historias sobre el amor que no sean sentimentales y que no sean clichés», cuenta a ABC el actor protagonista, que estuvo en España durante el Festival de San Sebastián. Quizá por ese miedo a caer en el mundo de los tópicos, el director, John Crowley, se puso a jugar con los tiempos y agitar y mezclar las etapas «tradicionales» de las comedias románticas. A veces, incluso sin comedia, solo puro romanticismo (cursi a veces, empalogoso otras); y otras con el drama haciendo de la pantalla de cine un mar de lágrimas. «Lo que me gustó del texto de Nick (Nick Payne, el guionista) fue que la película era una especie de juego de pesca, que tiene que ver con que enamorarse de alguien no es solo el hecho del hecho de enamorarse, sino qué significa cuando dos personas se encuentran, quieren hacer una vida juntos, y luego tienen que decidir qué es importante en sus vidas en el tiempo que van a estar juntos. Eso me pareció muy interesante a nivel filosófico y muy rico a nivel emocional», explica el director, que acompañó a Garfield en la promoción: «El hecho de poder unir esas dos experiencias en la película, la cabeza y el corazón, significaba que podríamos podríamos llegar a algo interesante», sentencia. Florence Pugh en un primicia ‘Vivir el momento’En ‘We live in time’, en su título original, suena The XX, Wolf Alice, Sampha… Esa electrónica bailable de apariencia feliz y fondo triste. Nostalgia para consumir en discotecas. Caras alegres y corazones insatisfechos. Como lo de Sorogoyen, pero bajo el filtro del Hollywood ‘indie’ en el que toda la oscuridad la suavizan los filtros de cámara. «Sí, es una historia monumental en normalidad, en su pequeñez, porque son dos personas muy corrientes, personas con las que te puedes identificar tu o cualquiera de tu grupo de amigos. Es una historia universal», explica el intérprete, que cuenta que uno de sus placeres es pasear por Londres, ciudad en la que vive, y fijarse en las personas con las que se cruza. «Solo imaginar el universo de sus sentimiento, de su experiencia, de sus deseos, de su dolor… lo que sucede dentro de cada una de esas personas, de cada uno de nosotros, es enorme: cada persona tiene algo en su interior que lo sacude y que lo hace estar en el centro de su propio universo, y por eso es fácil empatizar con nuestros personajes, porque se convierten en el recipiente de todos nuestros deseos, sueños, deseos y dolores», analiza.Y para que la cosa funcione en pantalla y los personajes no sean odiables por ser o demasiado cursis o porque sufran el ‘efecto Cuéntame’ de que todo lo que ocurre en el mundo les pasa a ellos, el director encuentra una solución: aferrarse a la química de sus protagonistas. «Yo vi Florence Pugh en ‘Lady Macbeth’, en ‘Midsommar’, en ‘Mujercitas’… Pero no sabes si va a funcionar, porque que nos apreciemos como actores no significa que vayamos a llevarnos bien a nivel personal o ante la cámara», reflexiona Garfield. «Empecé muy cuidadoso, asegurándome de que si la cosa no funcionara pudiera hacer las escenas por mi cuenta. Estoy seguro de que ella lo pensó igual, pero de pronto en los ensayos la cosa empezó a calentarse y fue reconfortante ver cómo nos divertíamos… Acabó siendo todo muy dulce», remata.
El actor estrena ‘Vivir el momento’ junto a Florence Pugh, una comedia romántica que es en realidad un drama sobre la vida
Acaba el año y empieza el amor; o al revés, empieza el año y termina el amor. Ambas sirven para definir ‘Vivir el momento’, la nueva película de Andrew Garfield con Florence Pugh que se estrena el día de año nuevo. Una (otra) …
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