La primera gran lección de la temporada la acaban de impartir los ganaderos de La Quinta. Así se actúa, diciendo «no» cuando a uno se le niega la palabra dada. Ser ganadero es cosa seria. Y, además de serlo, hay que parecerlo. Lo son y lo parecen los Martínez Conradi, que han puesto el freno al desprecio metiendo La Quinta al «no». Ese que hay que saber decir para ganarse el respeto. Chapó por ellos. Si se habla de Farolillos, no puede darse trato de teloneros, como pasó con Emilio de Justo, con el que se abrió el principal cisma de la Feria de Abril, tal y como ha ido contando nuestro compañero Jesús Bayort.Los acuerdos verbales, la palabra de un taurino, debería seguir siendo cuestión de honor, el que ha abanderado hoy Álvaro Martínez. Duro y certero golpe de quien lanza un mensaje de firmeza y coherencia en la defensa de su prestigio, dejando en evidencia a quienes se saltan a la torera el verbo dado. La familia Conradi no cree que merezca el trato dispensado y ha retirado su santacolomeña y cuatreña corrida, decisión que también aplaude Emilio de Justo, que ya ha comunicado al propio ganadero lo de «ya la mataremos en otro lado».¿Y si la corrida de Sevilla (empresa Pagés) se lidiase en Córdoba (Lances de Futuro)? Ya se verá si se llega a un acuerdo y si la prevista corrida del Pilar se recoloca en otra plaza… En el escenario que sea habrá runrún por ver la corrida que no se lidió en Abril con el de Torrejoncillo y dos más. La primera gran lección de la temporada la acaban de impartir los ganaderos de La Quinta. Así se actúa, diciendo «no» cuando a uno se le niega la palabra dada. Ser ganadero es cosa seria. Y, además de serlo, hay que parecerlo. Lo son y lo parecen los Martínez Conradi, que han puesto el freno al desprecio metiendo La Quinta al «no». Ese que hay que saber decir para ganarse el respeto. Chapó por ellos. Si se habla de Farolillos, no puede darse trato de teloneros, como pasó con Emilio de Justo, con el que se abrió el principal cisma de la Feria de Abril, tal y como ha ido contando nuestro compañero Jesús Bayort.Los acuerdos verbales, la palabra de un taurino, debería seguir siendo cuestión de honor, el que ha abanderado hoy Álvaro Martínez. Duro y certero golpe de quien lanza un mensaje de firmeza y coherencia en la defensa de su prestigio, dejando en evidencia a quienes se saltan a la torera el verbo dado. La familia Conradi no cree que merezca el trato dispensado y ha retirado su santacolomeña y cuatreña corrida, decisión que también aplaude Emilio de Justo, que ya ha comunicado al propio ganadero lo de «ya la mataremos en otro lado».¿Y si la corrida de Sevilla (empresa Pagés) se lidiase en Córdoba (Lances de Futuro)? Ya se verá si se llega a un acuerdo y si la prevista corrida del Pilar se recoloca en otra plaza… En el escenario que sea habrá runrún por ver la corrida que no se lidió en Abril con el de Torrejoncillo y dos más.
LA HORA DE LA VERDAD
«Ya la mataremos (la corrida de Sevilla) en otro lado», le ha dicho ya Emilio de Justo, el otro gran ausente de la Feria de Abril, a Martínez Conradi
La primera gran lección de la temporada la acaban de impartir los ganaderos de La Quinta. Así se actúa, diciendo «no» cuando a uno se le niega la palabra dada.
Ser ganadero es cosa seria. Y, además de serlo, hay que parecerlo. Lo son … y lo parecen los Martínez Conradi, que han puesto el freno al desprecio metiendo La Quinta al «no». Ese que hay que saber decir para ganarse el respeto. Chapó por ellos. Si se habla de Farolillos, no puede darse trato de teloneros, como pasó con Emilio de Justo, con el que se abrió el principal cisma de la Feria de Abril, tal y como ha ido contando nuestro compañero Jesús Bayort.
Los acuerdos verbales, la palabra de un taurino, debería seguir siendo cuestión de honor, el que ha abanderado hoy Álvaro Martínez.
Duro y certero golpe de quien lanza un mensaje de firmeza y coherencia en la defensa de su prestigio, dejando en evidencia a quienes se saltan a la torera el verbo dado.
La familia Conradi no cree que merezca el trato dispensado y ha retirado su santacolomeña y cuatreña corrida, decisión que también aplaude Emilio de Justo, que ya ha comunicado al propio ganadero lo de «ya la mataremos en otro lado».
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