Al hablar de adicciones suele hacerse referencia a las drogas, al alcohol o al juego, pero cada día se dan más casos de problemas tan complejos como este, el de la compra compulsiva. Sonsoles Ónega ha recibido en plató a una persona que se declara «compradora compulsiva», una joven que ha aprovechado el altavoz que puede suponerle ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3) para contar sus vivencias y alertar a quienes pudieran estar cayendo «en lo mismo». Ingrid Ros tiene 28 años y ha explicado a Sonsoles Ónega y a su equipo lo que lleva tiempo viviendo, «la necesidad de comprar cuanto se me antoja, aquello que me gusta, sin pensar en nada más». Esto le ha llevado a endeudarse. Ella trabaja en finanzas para empresas pero eso no ha evitado que llegue a tener «hasta cuatro tarjetas de crédito con lo máximo de endeudamiento permitido, gastándome 4.000 euros al mes en ropa y maquillaje». La presentadora del programa le ha preguntado cuándo se dio cuenta de que tenía un problema y fue ahí, cuando comenzó a endeudarse. «En el Black Friday , en una campaña, llegué a gastar hasta 1.000 euros», ha explicado a las cámaras. Ha referido que está yendo a terapia para superar ciertos problemas y traumas que arrastran y ha confesado que «está ahí la raíz del tema de la adicción a las compras, en ciertas carencias que tengo, la necesidad de buscar un sentido a las cosas, no se». Igualmente, ha destacado que el placer y el bienestar lo sentía siempre antes de comprar. «Una vez pasaba la tarjeta y me llevaba las compras, se pasaba eso que tanto buscaba», ha sentenciado. Ingrid vive con su pareja, que la apoya en todo, según ha dicho. «Llevamos cuentas separadas, eso sí, porque sino habría sido imposible, pero siempre ha estado ahí y me ayuda en lo que puede y como puede», ha referido la joven. Esta ha dicho que acudía a ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ para alertar a personas que puedan estar en su situación, «especialmente jóvenes», y ha añadido que en redes sociales participa mucho para llamar la atención sobre esta adicción creciente. «Trato de dar visibilidad a este fenómeno por si sirve para alguien, para que se pueda inspirar y apoyarse y salir de todo ello», ha terminado diciendo. Al hablar de adicciones suele hacerse referencia a las drogas, al alcohol o al juego, pero cada día se dan más casos de problemas tan complejos como este, el de la compra compulsiva. Sonsoles Ónega ha recibido en plató a una persona que se declara «compradora compulsiva», una joven que ha aprovechado el altavoz que puede suponerle ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3) para contar sus vivencias y alertar a quienes pudieran estar cayendo «en lo mismo». Ingrid Ros tiene 28 años y ha explicado a Sonsoles Ónega y a su equipo lo que lleva tiempo viviendo, «la necesidad de comprar cuanto se me antoja, aquello que me gusta, sin pensar en nada más». Esto le ha llevado a endeudarse. Ella trabaja en finanzas para empresas pero eso no ha evitado que llegue a tener «hasta cuatro tarjetas de crédito con lo máximo de endeudamiento permitido, gastándome 4.000 euros al mes en ropa y maquillaje». La presentadora del programa le ha preguntado cuándo se dio cuenta de que tenía un problema y fue ahí, cuando comenzó a endeudarse. «En el Black Friday , en una campaña, llegué a gastar hasta 1.000 euros», ha explicado a las cámaras. Ha referido que está yendo a terapia para superar ciertos problemas y traumas que arrastran y ha confesado que «está ahí la raíz del tema de la adicción a las compras, en ciertas carencias que tengo, la necesidad de buscar un sentido a las cosas, no se». Igualmente, ha destacado que el placer y el bienestar lo sentía siempre antes de comprar. «Una vez pasaba la tarjeta y me llevaba las compras, se pasaba eso que tanto buscaba», ha sentenciado. Ingrid vive con su pareja, que la apoya en todo, según ha dicho. «Llevamos cuentas separadas, eso sí, porque sino habría sido imposible, pero siempre ha estado ahí y me ayuda en lo que puede y como puede», ha referido la joven. Esta ha dicho que acudía a ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ para alertar a personas que puedan estar en su situación, «especialmente jóvenes», y ha añadido que en redes sociales participa mucho para llamar la atención sobre esta adicción creciente. «Trato de dar visibilidad a este fenómeno por si sirve para alguien, para que se pueda inspirar y apoyarse y salir de todo ello», ha terminado diciendo.
Y Ahora Sonsoles
Tiene 28 años y acude a terapia para tratar lo que para ella es una auténtica adicción: «¡Las compras!». Ingrid Ros ha visitado el plató de Sonsoles Ónega para hacer una llamada de atención sobre un problema que «sufren cada vez más personas».
Al hablar de adicciones suele hacerse referencia a las drogas, al alcohol o al juego, pero cada día se dan más casos de problemas tan complejos como este, el de la compra compulsiva. Sonsoles Ónega ha recibido en plató a una persona que se declara «compradora compulsiva», una joven que ha aprovechado el altavoz que puede suponerle ‘Y Ahora Sonsoles‘ (Antena 3) para contar sus vivencias y alertar a quienes pudieran estar cayendo «en lo mismo».
Ingrid Ros tiene 28 años y ha explicado a Sonsoles Ónega y a su equipo lo que lleva tiempo viviendo, «la necesidad de comprar cuanto se me antoja, aquello que me gusta, sin pensar en nada más». Esto le ha llevado a endeudarse. Ella trabaja en finanzas para empresas pero eso no ha evitado que llegue a tener «hasta cuatro tarjetas de crédito con lo máximo de endeudamiento permitido, gastándome 4.000 euros al mes en ropa y maquillaje».
La presentadora del programa le ha preguntado cuándo se dio cuenta de que tenía un problema y fue ahí, cuando comenzó a endeudarse. «En el Black Friday, en una campaña, llegué a gastar hasta 1.000 euros», ha explicado a las cámaras. Ha referido que está yendo a terapia para superar ciertos problemas y traumas que arrastran y ha confesado que «está ahí la raíz del tema de la adicción a las compras, en ciertas carencias que tengo, la necesidad de buscar un sentido a las cosas, no se». Igualmente, ha destacado que el placer y el bienestar lo sentía siempre antes de comprar. «Una vez pasaba la tarjeta y me llevaba las compras, se pasaba eso que tanto buscaba», ha sentenciado.
Ingrid vive con su pareja, que la apoya en todo, según ha dicho. «Llevamos cuentas separadas, eso sí, porque sino habría sido imposible, pero siempre ha estado ahí y me ayuda en lo que puede y como puede», ha referido la joven. Esta ha dicho que acudía a ‘Y Ahora Sonsoles‘ para alertar a personas que puedan estar en su situación, «especialmente jóvenes», y ha añadido que en redes sociales participa mucho para llamar la atención sobre esta adicción creciente. «Trato de dar visibilidad a este fenómeno por si sirve para alguien, para que se pueda inspirar y apoyarse y salir de todo ello», ha terminado diciendo.
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