Belén Esteban ha vuelto a dar muestras de su gran sensibilidad y de la línea que hay en ella entre estar bien y terminar rompiendo a llorar. Todo ha sido a raíz de hablar de la recuperación de la hija de Anabel Pantoja , su gran amiga. Belén, que ha estado viajando a Canarias en estas semanas para acompañar a la sobrina de Isabel Pantoja y a su pareja, David, se ha mantenido fuerte y jamás ha hecho referencia a detalles personales de los vividos por la pareja durante la hospitalización de su pequeña. Así, hoy en ‘ Ni que fuéramos ‘ (Quickie) ha hecho referencia al papel de Merchi, la madre de Anabel, y cómo esta se ha entregado en cuerpo y alma en acompañar y ayudar a su hija y a su yerno, siempre rezando para que Alma saliera de este problema. Y es aquí que Belén ha empezado a emocionarse al referirse al papel de los abuelos: «Ellos sufren mucho por su nieta, por su hija. Yo he visto a Merchi y a su hija, a mi gorda, y a David, que también hay que tenerlo en cuenta, solo que tengo más confianza con Merchi. A la familia de él… Y bueno, los abuelos sufren muchísimo y yo con todo esto me he acordado de muchas cosas». Ha sido así que ha empezado a llorar, al hacérsele presentes momentos del pasado que pudiera tener guardados a fuego.Concretamente ha recordado cuando ella dio a luz a su hija, « a mi Andrea ». En aquellos momentos tan especiales y complicados, «yo solo quería tener a mi madre cerca, en serio. Nada del padre». Ha seguido muy emocionada y María Patiño intentaba calmarla. «Vamos, Belén, tranquila, no llores», le decía su compañera. Y esta le contestaba que lo estaba «intentando pero me cuesta bastante porque me trae muchos recuerdos. Es importante poner en valor a los abuelos y a las abuelas, que nos quitan a los padres de muchas cosas, para que no suframos». Belén Esteban ha querido recordar a su familia y tanto ella como María Patiño han puesto de relieve la «relación tan especial de Andrea con sus abuelos» y que es algo que la tertuliana de ‘Ni que fuéramos’ ha fomentado y a disfrutado siempre muchísimo. Belén Esteban ha vuelto a dar muestras de su gran sensibilidad y de la línea que hay en ella entre estar bien y terminar rompiendo a llorar. Todo ha sido a raíz de hablar de la recuperación de la hija de Anabel Pantoja , su gran amiga. Belén, que ha estado viajando a Canarias en estas semanas para acompañar a la sobrina de Isabel Pantoja y a su pareja, David, se ha mantenido fuerte y jamás ha hecho referencia a detalles personales de los vividos por la pareja durante la hospitalización de su pequeña. Así, hoy en ‘ Ni que fuéramos ‘ (Quickie) ha hecho referencia al papel de Merchi, la madre de Anabel, y cómo esta se ha entregado en cuerpo y alma en acompañar y ayudar a su hija y a su yerno, siempre rezando para que Alma saliera de este problema. Y es aquí que Belén ha empezado a emocionarse al referirse al papel de los abuelos: «Ellos sufren mucho por su nieta, por su hija. Yo he visto a Merchi y a su hija, a mi gorda, y a David, que también hay que tenerlo en cuenta, solo que tengo más confianza con Merchi. A la familia de él… Y bueno, los abuelos sufren muchísimo y yo con todo esto me he acordado de muchas cosas». Ha sido así que ha empezado a llorar, al hacérsele presentes momentos del pasado que pudiera tener guardados a fuego.Concretamente ha recordado cuando ella dio a luz a su hija, « a mi Andrea ». En aquellos momentos tan especiales y complicados, «yo solo quería tener a mi madre cerca, en serio. Nada del padre». Ha seguido muy emocionada y María Patiño intentaba calmarla. «Vamos, Belén, tranquila, no llores», le decía su compañera. Y esta le contestaba que lo estaba «intentando pero me cuesta bastante porque me trae muchos recuerdos. Es importante poner en valor a los abuelos y a las abuelas, que nos quitan a los padres de muchas cosas, para que no suframos». Belén Esteban ha querido recordar a su familia y tanto ella como María Patiño han puesto de relieve la «relación tan especial de Andrea con sus abuelos» y que es algo que la tertuliana de ‘Ni que fuéramos’ ha fomentado y a disfrutado siempre muchísimo.
Ni Que Fuéramos
La tertuliana se ha roto al hablar en directo sobre lo vivido cuando era pareja del ex torero y no ha podido aguantarse las lágrimas. «Fue muy difícil», ha explicado a su compañera María Patiño.
Belén Esteban ha vuelto a dar muestras de su gran sensibilidad y de la línea que hay en ella entre estar bien y terminar rompiendo a llorar. Todo ha sido a raíz de hablar de la recuperación de la hija de Anabel Pantoja, su gran amiga. Belén, que ha estado viajando a Canarias en estas semanas para acompañar a la sobrina de Isabel Pantoja y a su pareja, David, se ha mantenido fuerte y jamás ha hecho referencia a detalles personales de los vividos por la pareja durante la hospitalización de su pequeña.
Así, hoy en ‘Ni que fuéramos‘ (Quickie) ha hecho referencia al papel de Merchi, la madre de Anabel, y cómo esta se ha entregado en cuerpo y alma en acompañar y ayudar a su hija y a su yerno, siempre rezando para que Alma saliera de este problema. Y es aquí que Belén ha empezado a emocionarse al referirse al papel de los abuelos: «Ellos sufren mucho por su nieta, por su hija. Yo he visto a Merchi y a su hija, a mi gorda, y a David, que también hay que tenerlo en cuenta, solo que tengo más confianza con Merchi. A la familia de él… Y bueno, los abuelos sufren muchísimo y yo con todo esto me he acordado de muchas cosas». Ha sido así que ha empezado a llorar, al hacérsele presentes momentos del pasado que pudiera tener guardados a fuego.
Concretamente ha recordado cuando ella dio a luz a su hija, «a mi Andrea». En aquellos momentos tan especiales y complicados, «yo solo quería tener a mi madre cerca, en serio. Nada del padre». Ha seguido muy emocionada y María Patiño intentaba calmarla. «Vamos, Belén, tranquila, no llores», le decía su compañera. Y esta le contestaba que lo estaba «intentando pero me cuesta bastante porque me trae muchos recuerdos. Es importante poner en valor a los abuelos y a las abuelas, que nos quitan a los padres de muchas cosas, para que no suframos».
Belén Esteban ha querido recordar a su familia y tanto ella como María Patiño han puesto de relieve la «relación tan especial de Andrea con sus abuelos» y que es algo que la tertuliana de ‘Ni que fuéramos’ ha fomentado y a disfrutado siempre muchísimo.
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