Lachispa, Kuve, Daniela Blasco y Lucas Bun están un paso más cerca de representar a España en Suiza en Eurovisión 2025. El Benidorm Fest, que sirve de preselección española para el certamen europeo de la canción, ha elegido en la noche de este martes a estos cuatro artistas como los primeros seleccionados que pasan a la final de este sábado. Se trata de una edición que tiene en el recuerdo a la dana de Valencia. RTVE donará el dinero recaudado de las miles de entradas vendidas para las tres galas programadas, que cuestan entre 30 y 170 euros. La emisión fue un éxito de audiencia, con un 13.1% de cuota de pantalla y una media de 1,2 millones de espectadores, su mejor dato histórico en una primera semifinal.
El mítico dúo ha estado a punto de clasificarse, pero no llega a la final del sábado, al igual que Chica Sobresalto, David Afonso y K!ngdom. El jueves se elegirán los otro cuatro artistas
Lachispa, Kuve, Daniela Blasco y Lucas Bun están un paso más cerca de representar a España en Suiza en Eurovisión 2025. El Benidorm Fest, que sirve de preselección española para el certamen europeo de la canción, ha elegido en la noche de este martes a estos cuatro artistas como los primeros seleccionados que pasan a la final de este sábado. Se trata de una edición que tiene en el recuerdo a la Dana de Valencia. RTVE donará el dinero recaudado de las miles de entradas vendidas para las tres galas programadas, que cuestan entre 30 y 170 euros. La emisión fue un éxito de audiencia, con un 13.1% de cuota de pantalla y una media de 1,2 millones de espectadores, su mejor dato histórico en una primera semifinal.
Esta vez, RTVE mantiene en secreto la puntuación de cada candidato en las semifinales del festival alicantino hasta la gala del sábado, para así mantener la intriga y no evidenciar quiénes son los grandes favoritos a ganar de entre los ocho finalistas. En la noche del martes, jurado y público han coincidido en tres de los cuatro clasificados. El apoyo de los ocho votantes profesionales han llevado a Lucas Bun a la final, a pesar de que la audiencia había votado a Sonia y Selena situándolas entre sus cuatro actuaciones preferidas.
La saeta urbana Hartita de llorar de Lachispa, a medio camino entre el flamenco y los sonidos cercanos al trap, llegaba a la competición como el tema más reproducido en plataformas digitales de las 16 candidatas a ganar el Benidorm Fest 2025. El representante de la artista, Queco, autor del Aserejé y de varias de las canciones que han representado a España en Eurovisión, explicaba a este periódico minutos antes de su actuación en directo en qué consistía su puesta en escena. La cantante aparece rodeada de espejos convexos que distorsionan su imagen, para reflejar las sensaciones de ansiedad que relata en la letra. “Es como ver un Jeckyll y Hyde, del que ella se libera a medida que avanza la canción”, contaba el músico. “El estribillo es tan poderoso, que no podía tener solo cinco bailarines con ella. Pero es el máximo de personas que permite Eurovisión sobre el escenario, así que el juego de reflejos hace que parezca que está mucho más arropada”, explicaba.
Si algún lector está pensando que el comienzo de Uh Nana de Daniela Blasco suena al Crazy in Love de Beyoncé, que sepa que la propia Daniela está de acuerdo. La mallorquina no oculta su predilección por ella ni por Chanel Terrero, principal valedora de este Benidorm Fest. Al igual que la intérprete de SloMo, ha pasado semanas subida a la cinta de correr en tacones para sobrevivir, contaba ella misma a este periódico hace unas horas.Es la técnica de entrenamiento de para ganar fondo físico de cara a su exigente interpretación en directo. Ha dado la sorpresa Kuve, que no entraba en las quinielas, con su tema pop Loca xti.
La balada de Lucas Bun, Te escribo en el cielo, se ha convertido en la sorpresa de la semifinal para los periodistas especializados por su sólido directo durante los ensayos de la tarde del martes, tanto por su potencia vocal como por el buen gusto de su minimalista puesta en escena vestida de tonos índigo. Los nervios han hecho que su actuación definitiva durante la semifinal emitida en televisión desde en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm, presentada por Paula Vázquez, Ruth Lorenzo e Inés Hernand, haya deslucido un poco con respecto a ese ensayo, pero ha convencido al jurado profesional.
Por muy poco se han quedado fuera de la final Sonia y Selena, iconos camp, expertas en preselecciones eurovisivas y portavoces de la obligada cuota de nostalgia presente en todas las ediciones Benidorm Fest. Han recibido el apoyo del público, pero no del jurado. Son las representantes de la España de Vale Music, la de un país despreocupadoa punto de sufrir el estallido de la burbuja inmobiliaria (y musical), cuyos ayuntamientos dedicaban presupuestos millonarios a sus fiestas patronales.
No parece que la resurrección del dúo intérprete del Yo quiero bailar vaya a ir mucho más allá de este reencuentro festivalero. La tensión entre sus dos integrantes —su enemistad fue la causa de su separación—, ha sido evidente en los días previos a esta semifinal. Sonia Madoc (la rubia) se ha mostrado muy cauta, por no decir negativa, al hablar sobre qué pasará con su carrera como dúo tras este nuevo aunque poco novedoso tema, Reinas. En su semifinal, han cantado vestidas de rosa y verde, como las brujas de Wicked, una canción que suena a verbena de pueblo gobernado por Julián Muñoz. La morena, Selena Leo, de actitud más conciliadora, se limita a callar ante el futuro incierto de la formación. Con todo, su actuación ha sido uno de los momentos más disfrutones de la noche, con dos cantantes demostrando oficio y desprendiendo un buen rollo sobre el escenario del que no hay rastro fuera de él.
Tampoco ha llegado a la final del sábado Me gustas tú, del trío K!ngdom, que era la Nochentera de esta edición. La canción de pop chicle, en cuanto a pegajosa y de color (en este caso coloratura) estridente, que suele arrasar en el televoto y que sirve de banda sonora perfecta para una Vuelta Ciclista a España, como reto de baile en TikTok o para un anuncio de cola. Sin la potencia vocal que se espera de un representante eurovisivo, a la banda le ha favorecido su dinámica puesta en escena, pensada para ser emitida en televisión, pero no ha sido suficiente para el jurado ni para el público. Han quedado igualmente descalificados los ritmos latinos de David Afonso con Amor barato y la apuesta indie de Chica Sobresalto: Mala feminista.
Otra novedad que ha llegado este año es la del voto gratuito a través de la aplicación de RTVE, que sustituye al discutido voto demoscópico (una encuesta a una muestra representativa de la población española compuesta por 350 personas). A pesar de que los votos se multiplicarán con esta nueva modalidad, el peso en la puntuación final es el mismo: un 25%. El otro 25% correspondiente al voto popular se mantiene a través de las llamadas de teléfono y los SMS de pago, para atender a aquellos espectadores que no se manejen con las nuevas tecnologías y como un salvavidas en caso de que la aplicación de RTVE sufriera algún fallo técnico.
El 50% restante recae de nuevo en el jurado profesional, conformado por ocho expertos. Los cuatro miembros nacionales son el director de Radio Nacional de España, Roberto Santamaría, que ejerce como portavoz del jurado; Javier Llano, responsable de programación musical en Cadena 100; Jaime Acero, director de contenidos de TelevisaUnivision; y Claudia Orellana, especialista en estrategia y desarrollo de talento artístico musical.
Los cuatro miembros internacionales cuentan con experiencia en asuntos eurovisivos y pertenecen a países que suelen lograr buenas clasificaciones en el festival europeo. Son Oksana Skybinska, jefa de la delegación de Ucrania en Eurovisión; Maja Tokic, productora ejecutiva de musicales y de la preselección nacional de Eurovisión de Croacia; Twan van de Nieuwenhuijzen, ex jefe de la Delegación de Países Bajos; y Mariangela Borneo, directora de Proyectos Internacionales y Festivales de la RAI (Italia).
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