Lo hemos tenido delante de los ojos y no lo hemos visto hasta ahora, hasta que ha llegado Cristina Subirats para recordarnos, una vez más, que los clásicos son clásicos por algo, por contarnos lo de ayer, hoy, mañana y siempre. Pocos son los que hubieran trazado el paralelismo entre todo un icono pop de los 90-2000 como Britney Spears y otro mito patrio, aunque en este caso de nuestra literatura áurea, como el Segismundo. Sin embargo, la distancia en el tiempo no es excusa para reconocer que el cautiverio de la cantante de ‘Baby one more time’ guarda sus puntos en común con lo que dejó firmado Calderón ‘La vida es sueño’.
Año 2020: la Spears celebra su cumpleaños confinada en su mansión de L.A. Han pasado doce años desde que su padre volviera a tomar su tutela y la artista solo tiene el sueño de romper esas cadenas igual que hiciera su «colega» de penurias.
A punto de dar las 00:00 del 2 de diciembre, madre, padre, hermana y cuñado de Britney se reúnen junto a la artista para festejar su 39.º cumpleaños a ritmo de música country: «(…) Treinta y nueve soles tengo/ y pesan sobre mi espalda/ que aunque pongas esta guirnalda/ esta pena que sostengo/ ni fiestas podrán calmarla,/ ni palabras que me digas,/ ni regalos que me traigas,/ porque no dejas cantarlas (…)».
Así da comienzo, con esta versión actualizada del «¡Ay, mísero de mí! ¡Y, ay, infelice!», esta fantasía que Subirats lleva el 23 de julio al Teatro Municipal de Almagro. ‘Free Britney’ traslada al verso del Siglo de Oro la liberación de la cantante: «Es una mujer del XXI encerrada por su padre en una casa. Solo podía trabajar. Estaba explotada», denuncia la intérprete, autora y directora del montaje.
Más que una sola historia: cosas que duelen y perturban
«Contar su historia no era solo hablar de ella, sino de cosas que, como mujer y creadora, me duelen y me perturban: no poder tomar nuestras propias decisiones. Ella, hasta tenía puesto un DIU con el que no podía ni reproducirse bajo la excusa de que no estaba bien de la cabeza», recuerda la Subirats. Porque en la historia de Britney también resuenan aquellos ecos de la «histeria femenina»: «Cada vez que pasaba algo, estábamos “locas”. Siempre nos han señalado. Y eso, hoy, sigue pasando».
La directora subraya que «todas somos Britney» y que, por ello, ha tomado su figura como ejemplo del «despertar». La protagonista de la pieza es una mujer que empieza a tener conciencia de los abusos que ha sufrido y se convierte en una persona reivindicativa, fuerte y luchadora que se quiere a sí misma en un momento de crisis. Ya no hay vuelta atrás. Se ha quitado la venda de los ojos».
Arrasada por la gran cantidad de fármacos que le han proporcionado, Spears se despereza como Segismundo hiciera en ese instante en el que no sabe si lo que vive es sueño o realidad. Las palabras son las de Subirats; la métrica, la de Calderón; la vestimenta, barroca (corsé, gorguera…), pop y country; el sentimiento es mutuo entre ambas figuras; y la música, por supuesto, la suya: ‘Baby one more time’, ‘Gimme more’, ‘Till the world ends’, ‘Stronger’…
Es la propuesta híbrida que el Festival de Almagro ha programado para preguntar si Britney Spears es como Segismundo (y hasta como la Laurencia de la ‘Fuenteovejuna’ de Lope). ¿Y acaso es por ello una versión «muy libre» de ‘La vida es sueño’? «Sí y no», responde su creadora: «Bebe de su temática y de su filosofía, e incluso resuenan sus octavas reales, pero en realidad es una investigación sobre el teatro clásico. Es un atrevimiento, una insensatez para puristas».
- Dónde: Teatro Municipal, Almagro (Ciudad Real). Cuándo: 23 de julio. Precio: 13 euros.
Cristina Subirats propondrá una curiosa recreación en verso de la vida de la artista en la que, además, trazará paralelismos con el encierro de Segismundo
Lo hemos tenido delante de los ojos y no lo hemos visto hasta ahora, hasta que ha llegado Cristina Subirats para recordarnos, una vez más, que los clásicos son clásicos por algo, por contarnos lo de ayer, hoy, mañana y siempre. Pocos son los que hubieran trazado el paralelismo entre todo un icono pop de los 90-2000 como Britney Spears y otro mito patrio, aunque en este caso de nuestra literatura áurea, como el Segismundo. Sin embargo, la distancia en el tiempo no es excusa para reconocer que el cautiverio de la cantante de ‘Baby one more time’ guarda sus puntos en común con lo que dejó firmado Calderón ‘La vida es sueño’.
Año 2020: la Spears celebra su cumpleaños confinada en su mansión de L.A. Han pasado doce años desde que su padre volviera a tomar su tutela y la artista solo tiene el sueño de romper esas cadenas igual que hiciera su «colega» de penurias.

A punto de dar las 00:00 del 2 de diciembre, madre, padre, hermana y cuñado de Britney se reúnen junto a la artista para festejar su 39.º cumpleaños a ritmo de música country: «(…) Treinta y nueve soles tengo/ y pesan sobre mi espalda/ que aunque pongas esta guirnalda/ esta pena que sostengo/ ni fiestas podrán calmarla,/ ni palabras que me digas,/ ni regalos que me traigas,/ porque no dejas cantarlas (…)».
Así da comienzo, con esta versión actualizada del «¡Ay, mísero de mí! ¡Y, ay, infelice!», esta fantasía que Subirats lleva el 23 de julio al Teatro Municipal de Almagro. ‘Free Britney’ traslada al verso del Siglo de Oro la liberación de la cantante: «Es una mujer del XXI encerrada por su padre en una casa. Solo podía trabajar. Estaba explotada», denuncia la intérprete, autora y directora del montaje.
«Contar su historia no era solo hablar de ella, sino de cosas que, como mujer y creadora, me duelen y me perturban: no poder tomar nuestras propias decisiones. Ella, hasta tenía puesto un DIU con el que no podía ni reproducirse bajo la excusa de que no estaba bien de la cabeza», recuerda la Subirats. Porque en la historia de Britney también resuenan aquellos ecos de la «histeria femenina»: «Cada vez que pasaba algo, estábamos “locas”. Siempre nos han señalado. Y eso, hoy, sigue pasando».
La directora subraya que «todas somos Britney» y que, por ello, ha tomado su figura como ejemplo del «despertar». La protagonista de la pieza es una mujer que empieza a tener conciencia de los abusos que ha sufrido y se convierte en una persona reivindicativa, fuerte y luchadora que se quiere a sí misma en un momento de crisis. Ya no hay vuelta atrás. Se ha quitado la venda de los ojos».

Arrasada por la gran cantidad de fármacos que le han proporcionado, Spears se despereza como Segismundo hiciera en ese instante en el que no sabe si lo que vive es sueño o realidad. Las palabras son las de Subirats; la métrica, la de Calderón; la vestimenta, barroca (corsé, gorguera…), pop y country; el sentimiento es mutuo entre ambas figuras; y la música, por supuesto, la suya: ‘Baby one more time’, ‘Gimme more’, ‘Till the world ends’, ‘Stronger’…
Es la propuesta híbrida que el Festival de Almagro ha programado para preguntar si Britney Spears es como Segismundo (y hasta como la Laurencia de la ‘Fuenteovejuna’ de Lope). ¿Y acaso es por ello una versión «muy libre» de ‘La vida es sueño’? «Sí y no», responde su creadora: «Bebe de su temática y de su filosofía, e incluso resuenan sus octavas reales, pero en realidad es una investigación sobre el teatro clásico. Es un atrevimiento, una insensatez para puristas».
- Dónde: Teatro Municipal, Almagro (Ciudad Real). Cuándo: 23 de julio. Precio: 13 euros.
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