En 1936, tres años antes de que Hitler anunciase la invasión de Polonia -«una operación de defensa contra las provocaciones polacas»- iniciando la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Louis-Ferdinand Céline (1894-1961) estimaba, en ‘Mort à crédit’ (‘Muerte a crédito’), que el incendio de la catedral de Notre-Dame de París anunciaría el fin de nuestra civilización.En 2022, tres años después del histórico incendio de Notre-Dame, Vladímir Putin inició su intento de conquista neocolonial de Ucrania. Dos años más tarde, Donald Trump estuvo presente en la ceremonia de reapertura de la catedral -de la que se ausentó el Papa Francisco-, sin estar terminados sus trabajos, que continuaban, dos meses más tarde, cuando Estados Unidos y Rusia hacían causa común contra la Alianza Atlántica y contra la libertad de Ucrania, amenazando la libertad de Europa y votando contra Occidente en Naciones Unidas.’Voyage au bout de la nuit’ (‘ Viaje al fin de la noche ‘, 1932) y la citada ‘Muerte a crédito’ (1936) instalaron a Céline en el Panteón de los más grandes novelistas del siglo XX, con Proust, Joyce, Kafka, Faulkner o Musil. Tras el gran éxito de esos dos monumentos, indispensables para la comprensión de las crisis de nuestra civilización, Céline publicó cuatro legendarios panfletos antisemitas y ocho novelas de prosa apocalíptica, que confirmaban un viaje sin retorno al fin de una noche de todos los principios, valores, instituciones y crisis de Europa. Durante los sesenta años transcurridos entre su muerte y el año 2021, la vida y obra de Céline suscitaron numerosas polémicas sobre sus escritos antisemitas, bien conocidos y estudiados, mientras su obra, capital en la historia de las literaturas, continuó creciendo.En el mes de agosto de 2021, una fuente voluntariamente «anónima y desconocida» filtró la existencia de más de seis mil páginas de inéditos de Céline… páginas inéditas de ‘Viaje a…’, el manuscrito original de ‘Muerte a crédito’, seiscientas páginas inéditas de ‘Casse-pipe’, tres novelas inéditas, escritas entre 1934 y 1935: ‘Londres’, ‘Guerra’ y ‘La Volonté du roi Krogold’ (‘La voluntad del rey Krogold’), una suerte de saga medieval. Descubrimientos que fueron saludados en su día como un gran acontecimiento llamado a confirmar el puesto de su autor en la historia literaria del siglo XX.En el mes de marzo de 2023, Anagrama publicó la traducción de Emilio Manzano de ‘Guerra’. Estos días aparece la traducción de ‘Londres’ realizada por Rubén Martín Giráldez, el libro más importante, a mi modo de ver, entre los millares de inéditos descubiertos hace poco más de dos años.Céline sufrió durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) unas heridas graves que tuvieron una importancia devastadora en su evolución psíquica, trastornándolo profundamente. Tras tan desafortunada y dramática experiencia militar, el escritor en ciernes fue enviado a Londres, a trabajar en las oficinas del consulado francés en la capital inglesa, donde contrajo un primer matrimonio desastroso y no reconocido administrativamente con una bailarina de cabaret. Un primer amor seguido de otros amores y amoríos…Telón de fondoEse es el telón de fondo de ‘Londres’, la novela, una ciudad prostibularia, donde se cruzan personajes del hampa, sospechosos de terrorismo, chulos, proxenetas, anarquistas rusos prestos a la lucha subversiva (con bombas), adictos a todo tipo de drogas (comenzando por el alcohol), deambulando por una gran urbe que no escapa a la niebla, el humo fétido y los perfumes de la sangre derramada por bajas razones criminales. Sin olvidar el eco fáustico de la Gran Guerra que proseguía, inexorable, en el viejo continente.En su día, tres o cuatro años cortos antes de la invasión de Polonia por Hitler, en 1939, dispuesto a conquistar toda Europa, ‘Londres’, como las grandes novelas anteriores, hubiese podido interpretarse como una profecía apocalíptica de la guerra mundial que se avecinaba, tras los innobles Pactos de Munich de 1938, cuando los representantes del Reino Unido, Italia y Francia firmaron unos acuerdos escritos por Hitler para legalizar su guerra imperial con el apaciguamiento asumido por París, Londres y Roma.Ochenta y siete años más tarde, los aliados europeos, reunidos en Munich, de nuevo, volvían a contemplar un espectáculo trágico muy semejante: Putin apoyado por Trump, unidos y discutiendo entre ellos la suerte de Ucrania.Esa historia confiere a ‘Londres’ el carácter de una profecía negra, apocalíptica, sobre el futuro de nuestra civilización. Los bajos mundos londinenses descritos por Céline iluminan el inquietante y desolador paisaje de una civilización amenazada por el ocaso, hundimiento y destrucción de todos sus antiguos principios morales, cívicos, políticos, sociales. La historia novelesca de Céline «acaba mal». Queda por conocer el fin de Ucrania y nuestra civilización, a la luz de la inquietante historia que transcurre ante nosotros, sin nosotros, en una España ausente y lejana de Europa, donde se escribe con sangre humana nuestro incierto destino. En 1936, tres años antes de que Hitler anunciase la invasión de Polonia -«una operación de defensa contra las provocaciones polacas»- iniciando la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Louis-Ferdinand Céline (1894-1961) estimaba, en ‘Mort à crédit’ (‘Muerte a crédito’), que el incendio de la catedral de Notre-Dame de París anunciaría el fin de nuestra civilización.En 2022, tres años después del histórico incendio de Notre-Dame, Vladímir Putin inició su intento de conquista neocolonial de Ucrania. Dos años más tarde, Donald Trump estuvo presente en la ceremonia de reapertura de la catedral -de la que se ausentó el Papa Francisco-, sin estar terminados sus trabajos, que continuaban, dos meses más tarde, cuando Estados Unidos y Rusia hacían causa común contra la Alianza Atlántica y contra la libertad de Ucrania, amenazando la libertad de Europa y votando contra Occidente en Naciones Unidas.’Voyage au bout de la nuit’ (‘ Viaje al fin de la noche ‘, 1932) y la citada ‘Muerte a crédito’ (1936) instalaron a Céline en el Panteón de los más grandes novelistas del siglo XX, con Proust, Joyce, Kafka, Faulkner o Musil. Tras el gran éxito de esos dos monumentos, indispensables para la comprensión de las crisis de nuestra civilización, Céline publicó cuatro legendarios panfletos antisemitas y ocho novelas de prosa apocalíptica, que confirmaban un viaje sin retorno al fin de una noche de todos los principios, valores, instituciones y crisis de Europa. Durante los sesenta años transcurridos entre su muerte y el año 2021, la vida y obra de Céline suscitaron numerosas polémicas sobre sus escritos antisemitas, bien conocidos y estudiados, mientras su obra, capital en la historia de las literaturas, continuó creciendo.En el mes de agosto de 2021, una fuente voluntariamente «anónima y desconocida» filtró la existencia de más de seis mil páginas de inéditos de Céline… páginas inéditas de ‘Viaje a…’, el manuscrito original de ‘Muerte a crédito’, seiscientas páginas inéditas de ‘Casse-pipe’, tres novelas inéditas, escritas entre 1934 y 1935: ‘Londres’, ‘Guerra’ y ‘La Volonté du roi Krogold’ (‘La voluntad del rey Krogold’), una suerte de saga medieval. Descubrimientos que fueron saludados en su día como un gran acontecimiento llamado a confirmar el puesto de su autor en la historia literaria del siglo XX.En el mes de marzo de 2023, Anagrama publicó la traducción de Emilio Manzano de ‘Guerra’. Estos días aparece la traducción de ‘Londres’ realizada por Rubén Martín Giráldez, el libro más importante, a mi modo de ver, entre los millares de inéditos descubiertos hace poco más de dos años.Céline sufrió durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) unas heridas graves que tuvieron una importancia devastadora en su evolución psíquica, trastornándolo profundamente. Tras tan desafortunada y dramática experiencia militar, el escritor en ciernes fue enviado a Londres, a trabajar en las oficinas del consulado francés en la capital inglesa, donde contrajo un primer matrimonio desastroso y no reconocido administrativamente con una bailarina de cabaret. Un primer amor seguido de otros amores y amoríos…Telón de fondoEse es el telón de fondo de ‘Londres’, la novela, una ciudad prostibularia, donde se cruzan personajes del hampa, sospechosos de terrorismo, chulos, proxenetas, anarquistas rusos prestos a la lucha subversiva (con bombas), adictos a todo tipo de drogas (comenzando por el alcohol), deambulando por una gran urbe que no escapa a la niebla, el humo fétido y los perfumes de la sangre derramada por bajas razones criminales. Sin olvidar el eco fáustico de la Gran Guerra que proseguía, inexorable, en el viejo continente.En su día, tres o cuatro años cortos antes de la invasión de Polonia por Hitler, en 1939, dispuesto a conquistar toda Europa, ‘Londres’, como las grandes novelas anteriores, hubiese podido interpretarse como una profecía apocalíptica de la guerra mundial que se avecinaba, tras los innobles Pactos de Munich de 1938, cuando los representantes del Reino Unido, Italia y Francia firmaron unos acuerdos escritos por Hitler para legalizar su guerra imperial con el apaciguamiento asumido por París, Londres y Roma.Ochenta y siete años más tarde, los aliados europeos, reunidos en Munich, de nuevo, volvían a contemplar un espectáculo trágico muy semejante: Putin apoyado por Trump, unidos y discutiendo entre ellos la suerte de Ucrania.Esa historia confiere a ‘Londres’ el carácter de una profecía negra, apocalíptica, sobre el futuro de nuestra civilización. Los bajos mundos londinenses descritos por Céline iluminan el inquietante y desolador paisaje de una civilización amenazada por el ocaso, hundimiento y destrucción de todos sus antiguos principios morales, cívicos, políticos, sociales. La historia novelesca de Céline «acaba mal». Queda por conocer el fin de Ucrania y nuestra civilización, a la luz de la inquietante historia que transcurre ante nosotros, sin nosotros, en una España ausente y lejana de Europa, donde se escribe con sangre humana nuestro incierto destino.
En 1936, tres años antes de que Hitler anunciase la invasión de Polonia -«una operación de defensa contra las provocaciones polacas»- iniciando la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Louis-Ferdinand Céline (1894-1961) estimaba, en ‘Mort à crédit’ (‘Muerte a crédito’), que el incendio de … la catedral de Notre-Dame de París anunciaría el fin de nuestra civilización.
En 2022, tres años después del histórico incendio de Notre-Dame, Vladímir Putin inició su intento de conquista neocolonial de Ucrania. Dos años más tarde, Donald Trump estuvo presente en la ceremonia de reapertura de la catedral -de la que se ausentó el Papa Francisco-, sin estar terminados sus trabajos, que continuaban, dos meses más tarde, cuando Estados Unidos y Rusia hacían causa común contra la Alianza Atlántica y contra la libertad de Ucrania, amenazando la libertad de Europa y votando contra Occidente en Naciones Unidas.
‘Voyage au bout de la nuit’ (‘Viaje al fin de la noche‘, 1932) y la citada ‘Muerte a crédito’ (1936) instalaron a Céline en el Panteón de los más grandes novelistas del siglo XX, con Proust, Joyce, Kafka, Faulkner o Musil. Tras el gran éxito de esos dos monumentos, indispensables para la comprensión de las crisis de nuestra civilización, Céline publicó cuatro legendarios panfletos antisemitas y ocho novelas de prosa apocalíptica, que confirmaban un viaje sin retorno al fin de una noche de todos los principios, valores, instituciones y crisis de Europa. Durante los sesenta años transcurridos entre su muerte y el año 2021, la vida y obra de Céline suscitaron numerosas polémicas sobre sus escritos antisemitas, bien conocidos y estudiados, mientras su obra, capital en la historia de las literaturas, continuó creciendo.
En el mes de agosto de 2021, una fuente voluntariamente «anónima y desconocida» filtró la existencia de más de seis mil páginas de inéditos de Céline… páginas inéditas de ‘Viaje a…’, el manuscrito original de ‘Muerte a crédito’, seiscientas páginas inéditas de ‘Casse-pipe’, tres novelas inéditas, escritas entre 1934 y 1935: ‘Londres’, ‘Guerra’ y ‘La Volonté du roi Krogold’ (‘La voluntad del rey Krogold’), una suerte de saga medieval. Descubrimientos que fueron saludados en su día como un gran acontecimiento llamado a confirmar el puesto de su autor en la historia literaria del siglo XX.
En el mes de marzo de 2023, Anagrama publicó la traducción de Emilio Manzano de ‘Guerra’. Estos días aparece la traducción de ‘Londres’ realizada por Rubén Martín Giráldez, el libro más importante, a mi modo de ver, entre los millares de inéditos descubiertos hace poco más de dos años.
Céline sufrió durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) unas heridas graves que tuvieron una importancia devastadora en su evolución psíquica, trastornándolo profundamente. Tras tan desafortunada y dramática experiencia militar, el escritor en ciernes fue enviado a Londres, a trabajar en las oficinas del consulado francés en la capital inglesa, donde contrajo un primer matrimonio desastroso y no reconocido administrativamente con una bailarina de cabaret. Un primer amor seguido de otros amores y amoríos…
Telón de fondo
Ese es el telón de fondo de ‘Londres’, la novela, una ciudad prostibularia, donde se cruzan personajes del hampa, sospechosos de terrorismo, chulos, proxenetas, anarquistas rusos prestos a la lucha subversiva (con bombas), adictos a todo tipo de drogas (comenzando por el alcohol), deambulando por una gran urbe que no escapa a la niebla, el humo fétido y los perfumes de la sangre derramada por bajas razones criminales. Sin olvidar el eco fáustico de la Gran Guerra que proseguía, inexorable, en el viejo continente.
En su día, tres o cuatro años cortos antes de la invasión de Polonia por Hitler, en 1939, dispuesto a conquistar toda Europa, ‘Londres’, como las grandes novelas anteriores, hubiese podido interpretarse como una profecía apocalíptica de la guerra mundial que se avecinaba, tras los innobles Pactos de Munich de 1938, cuando los representantes del Reino Unido, Italia y Francia firmaron unos acuerdos escritos por Hitler para legalizar su guerra imperial con el apaciguamiento asumido por París, Londres y Roma.
Ochenta y siete años más tarde, los aliados europeos, reunidos en Munich, de nuevo, volvían a contemplar un espectáculo trágico muy semejante: Putin apoyado por Trump, unidos y discutiendo entre ellos la suerte de Ucrania.
Esa historia confiere a ‘Londres’ el carácter de una profecía negra, apocalíptica, sobre el futuro de nuestra civilización. Los bajos mundos londinenses descritos por Céline iluminan el inquietante y desolador paisaje de una civilización amenazada por el ocaso, hundimiento y destrucción de todos sus antiguos principios morales, cívicos, políticos, sociales. La historia novelesca de Céline «acaba mal». Queda por conocer el fin de Ucrania y nuestra civilización, a la luz de la inquietante historia que transcurre ante nosotros, sin nosotros, en una España ausente y lejana de Europa, donde se escribe con sangre humana nuestro incierto destino.
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