Este año, ‘ The New Yorker ‘, una de las revistas más icónicas de la prensa estadounidense, celebra su centenario. La fundaron en febrero de 1925 el matrimonio formado por Harold Ross y Jane Grant. La publicación de la gran manzana está más que consolidada, siendo el fetiche por excelencia de la cultura, la literatura y el periodismo de la primera potencia, moldeando de la misma manera el panorama cultural e intelectual, siempre desde una izquierda cauta y seria, algo de lo que a día de hoy carece España. Ya se distanció durante el primer número de las demás publicaciones, mostrando en la portada a un tal Eustace Tilley , un dandi que observa una mariposa a través de un monóculo, un urbanita sin duda alguna de la ciudad que nunca duerme. En la publicación se enmarcan de forma única varios géneros: ensayos de opinión, críticas culturales, poesía, relatos periodísticos y ficción. Muchos de los grandes escritores del siglo presente y pasado han pasado por sus manos, gentes de la altura de Salinger, Auster, Borges , Camus y tantos otros, mezclándose con desconocidos que la revista de culto y no tan de culto elevaría al cielo literario. Y en el periodismo, a lo largo de cien años, se han leído reportajes río, destacando entre una variedad incólume los escritos de Rachel Carson sobre el medio ambiente, sin olvidar que la gran intelectualidad judía contribuye al éxito indiscutido e indiscutibles de la revista.Noticia Relacionada El Dardo estandar No Colegio de San Gregorio Daniel Múgica El museo alberga una de las colecciones de escultura más importantes de Europa No hay que olvidar tampoco la fina ironía del nuevo neoyorkino y sus viñetas humorísticas que no se cortan a la hora de ridiculizar a quien lo merece. Además se adapta a los nuevos tiempos con podcasts y eventos en vivo y en directo y muestra el dedal más absurdo del nuevo e incómodo mundo. La IA nos permite traducirlo y leerlo en la lengua de Cervantes. Tiene un diseño minimal y reconocible que ya se adelantó nada menos que hace un siglo, la efeméride de hoy, al diseño gráfico actual. Y ahí sigue, consiguiendo robarnos una reflexión en un mundo estúpido y una sonrisa en un planeta triste de necesidad. Este año, ‘ The New Yorker ‘, una de las revistas más icónicas de la prensa estadounidense, celebra su centenario. La fundaron en febrero de 1925 el matrimonio formado por Harold Ross y Jane Grant. La publicación de la gran manzana está más que consolidada, siendo el fetiche por excelencia de la cultura, la literatura y el periodismo de la primera potencia, moldeando de la misma manera el panorama cultural e intelectual, siempre desde una izquierda cauta y seria, algo de lo que a día de hoy carece España. Ya se distanció durante el primer número de las demás publicaciones, mostrando en la portada a un tal Eustace Tilley , un dandi que observa una mariposa a través de un monóculo, un urbanita sin duda alguna de la ciudad que nunca duerme. En la publicación se enmarcan de forma única varios géneros: ensayos de opinión, críticas culturales, poesía, relatos periodísticos y ficción. Muchos de los grandes escritores del siglo presente y pasado han pasado por sus manos, gentes de la altura de Salinger, Auster, Borges , Camus y tantos otros, mezclándose con desconocidos que la revista de culto y no tan de culto elevaría al cielo literario. Y en el periodismo, a lo largo de cien años, se han leído reportajes río, destacando entre una variedad incólume los escritos de Rachel Carson sobre el medio ambiente, sin olvidar que la gran intelectualidad judía contribuye al éxito indiscutido e indiscutibles de la revista.Noticia Relacionada El Dardo estandar No Colegio de San Gregorio Daniel Múgica El museo alberga una de las colecciones de escultura más importantes de Europa No hay que olvidar tampoco la fina ironía del nuevo neoyorkino y sus viñetas humorísticas que no se cortan a la hora de ridiculizar a quien lo merece. Además se adapta a los nuevos tiempos con podcasts y eventos en vivo y en directo y muestra el dedal más absurdo del nuevo e incómodo mundo. La IA nos permite traducirlo y leerlo en la lengua de Cervantes. Tiene un diseño minimal y reconocible que ya se adelantó nada menos que hace un siglo, la efeméride de hoy, al diseño gráfico actual. Y ahí sigue, consiguiendo robarnos una reflexión en un mundo estúpido y una sonrisa en un planeta triste de necesidad.
El Dardo
La publicación está más que consolidada, siendo el fetiche por excelencia de la cultura, la literatura y el periodismo de la primera potencia
Este año, ‘The New Yorker‘, una de las revistas más icónicas de la prensa estadounidense, celebra su centenario. La fundaron en febrero de 1925 el matrimonio formado por Harold Ross y Jane Grant. La publicación de la gran manzana está más que consolidada, siendo el fetiche por excelencia de la cultura, la literatura y el periodismo de la primera potencia, moldeando de la misma manera el panorama cultural e intelectual, siempre desde una izquierda cauta y seria, algo de lo que a día de hoy carece España.
Ya se distanció durante el primer número de las demás publicaciones, mostrando en la portada a un tal Eustace Tilley, un dandi que observa una mariposa a través de un monóculo, un urbanita sin duda alguna de la ciudad que nunca duerme. En la publicación se enmarcan de forma única varios géneros: ensayos de opinión, críticas culturales, poesía, relatos periodísticos y ficción. Muchos de los grandes escritores del siglo presente y pasado han pasado por sus manos, gentes de la altura de Salinger, Auster, Borges, Camus y tantos otros, mezclándose con desconocidos que la revista de culto y no tan de culto elevaría al cielo literario. Y en el periodismo, a lo largo de cien años, se han leído reportajes río, destacando entre una variedad incólume los escritos de Rachel Carson sobre el medio ambiente, sin olvidar que la gran intelectualidad judía contribuye al éxito indiscutido e indiscutibles de la revista.
No hay que olvidar tampoco la fina ironía del nuevo neoyorkino y sus viñetas humorísticas que no se cortan a la hora de ridiculizar a quien lo merece. Además se adapta a los nuevos tiempos con podcasts y eventos en vivo y en directo y muestra el dedal más absurdo del nuevo e incómodo mundo. La IA nos permite traducirlo y leerlo en la lengua de Cervantes.
Tiene un diseño minimal y reconocible que ya se adelantó nada menos que hace un siglo, la efeméride de hoy, al diseño gráfico actual. Y ahí sigue, consiguiendo robarnos una reflexión en un mundo estúpido y una sonrisa en un planeta triste de necesidad.
RSS de noticias de cultura