El sueño tecnocrático es hoy, según el filósofo esloveno, la mayor mercancía capitalista. La izquierda se ha olvidado de la lucha de clases y se ha hecho defensora del anticolonialismo donde, por ejemplo, en Uganda se persigue a los homosexuales, en Irán donde se asesinan a las mujeres aperturistas al igual que en Afganistán, mientras que Corea del Norte es un estado totalitario personal. Son, según Zizek , «paradigmas de la diversidad civilizada». La noción de progreso, para Hegel, requería una permanente revisión de sí misma. El viejo marxismo es una antigüalla. Hoy lo importante es lo que se conoce como ‘decrecimiento’, el rechazo consciente del progreso que incluso defendió Marx. Este filósofo, en el año 1868, se centró en criticar la explotación de la naturaleza por el capitalismo. El filósofo japonés, Kohei Saito, defiende la toma de medidas drásticas, incluso dictatoriales, para parar el derrumbe ecológico. El calentamiento global, la inmigración, las guerras y la teocracia digital, hoy son algunas de las mayores preocupaciones del mundo.ENSAYO ‘Contra el progreso’ Autor Slajov Zizek Editorial Paidós Año 2025 Páginas 207 Precio 19,90 euros 3 El capitalismo actual está evolucionando y autosocavándose. Varoufakis, para mí no es un referente pero Zizek lo cita siempre con respeto, advirtió que muerto el capitalismo conocido, sus herederos serían peores. El economista griego califica a nuestra época como tecnofeudalista. La ruptura entre el ser humano y la naturaleza es lo más grave que ha sucedido en las últimas décadas. Hoy el capitalismo equivale a la desterritorialización. La intensificación del desarrollo, los cambios sociales, el retorno de lo bélico. Para Zizek la izquierda ha sido absorbida por esta permanente revolución del capitalismo. Hoy vivimos en la aceleración, en la autosuspensión de la humanidad que finalizará cuando estemos conectados a una mente colectiva, por ejemplo, la IA . Vivimos en el impulso aceleracionista hacia la autoaniquilación. No es la pulsión de muerte freudiana, sino simplemente un deseo de llegar al final que comenzó con la Ilustración. Un proceso incesante e imparable. Sin sociedad física sino digital, sin necesidad de la política, y siempre controlados e intervenidos más aún de lo que ya estamos. La humanidad, por primera vez en la historia, tiene la capacidad de anularse a sí misma. ¿Qué pasará después? Después de una catástrofe militar, ecológica o social. ¿El mundo podría volver a recuperarse? Lo importante es impedirlo. Lo importante es evitar el colapso y el caos . La película de Nolan sobre Oppenheimer es una buena guía. Es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueanteEmpujamos el tren del progreso histórico hacia adelante a gran velocidad, pero ahora hay que tirar con fuerza del freno de emergencia. Hay que estar preparados para todo. Ya nada apocalíptico que acontezca podrá sorprendernos. Marx dijo que la historia solo se podía estudiar a través del nacimiento y desarrollo del capitalismo. Una historia holográfica. Él rechazaba el evolucionismo social. Benjamin gustó de estas ideas que chocaban con la versión progresista-evolucionista predominante. Lacan comentó que la evolución paso a paso era una nueva forma de teleología. La presencia de Trump en el panorama político internacional lo ha empeorado todo. Está a punto de superar a Putin , excepto en su afán bélico y mortal. Un viejo bufón que se ríe de sí mismo a costa de los demás. Representante de la ultraderecha populista racista y misógena entregada a los viejos placeres, cercana al autoritarismo de las grandes empresas. Una reacción al ‘fracaso’ del estado del bienestar demoliberal. El mundo en manos de un delincuente convicto y de un psicópata. La agenda de la nueva derecha es contraria a los asuntos del medio ambiente, a la inmigración, a las cuestiones de género, anticulturalista y patriótica. La izquierda liberal es arrogante y fundamentalista en la revisión de la historia que le favorezca. Sus cambios han atragantado a muchos de sus votantes. Izquierda y derecha han empeorado mucho. La política flota sobre el desprestigio. El autoritarismo de ambos signos crece. La ética y la moral caminan hacia su destrucción. La única autoridad que no solo se mantiene sino que crece es la de la ciencia y la tecnología, cuyos discursos en un lenguaje propio apenas lo entienden los ciudadanos .Infiernos Las antiguas divisiones entre orgánico-inorgánico, vivo-inerte o humano-no humano, ya no poseen ni relevancia ni fuerza. Y entonces aparece la noción de biomasa. Las ruinas de Ucrania o Gaza, los miles de muertos también en otras guerras, las convulsiones de la naturaleza y sus desastres, son ejemplos vivos de la biomasa. Y también aquellos ingentes lugares que son los estercoleros del mundo. Infiernos creados por los seres humanos donde se vierten residuos contaminantes e insalubres y donde viven miles de personas. Vidrios, metales, plásticos (los océanos llenos de ellos matando a las especies marinas), coches abandonados y cientos de miles de objetos ya inservibles de la sociedad del bienestar. La fascinación por el apocalipsis existe , es una tendencia psiquiátrica oscura del ser humano. Otros grupos de gentes siguen opinando que todo es una exageración. Sea como fuere la humanidad está en peligro. Sí si siempre lo estuvo, pero ahora existen las bombas atómicas y la IA. Zizek nos previene echándole solo la culpa a la derecha y al capitalismo. Pocas críticas a la izquierda totalitaria que llevó a la ruina a la URSS y a su propio país de la ex Yugoslavia comunista. Zizek es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueante. Bueno, en realidad, responde a lo alocado que hoy está el mundo. El sueño tecnocrático es hoy, según el filósofo esloveno, la mayor mercancía capitalista. La izquierda se ha olvidado de la lucha de clases y se ha hecho defensora del anticolonialismo donde, por ejemplo, en Uganda se persigue a los homosexuales, en Irán donde se asesinan a las mujeres aperturistas al igual que en Afganistán, mientras que Corea del Norte es un estado totalitario personal. Son, según Zizek , «paradigmas de la diversidad civilizada». La noción de progreso, para Hegel, requería una permanente revisión de sí misma. El viejo marxismo es una antigüalla. Hoy lo importante es lo que se conoce como ‘decrecimiento’, el rechazo consciente del progreso que incluso defendió Marx. Este filósofo, en el año 1868, se centró en criticar la explotación de la naturaleza por el capitalismo. El filósofo japonés, Kohei Saito, defiende la toma de medidas drásticas, incluso dictatoriales, para parar el derrumbe ecológico. El calentamiento global, la inmigración, las guerras y la teocracia digital, hoy son algunas de las mayores preocupaciones del mundo.ENSAYO ‘Contra el progreso’ Autor Slajov Zizek Editorial Paidós Año 2025 Páginas 207 Precio 19,90 euros 3 El capitalismo actual está evolucionando y autosocavándose. Varoufakis, para mí no es un referente pero Zizek lo cita siempre con respeto, advirtió que muerto el capitalismo conocido, sus herederos serían peores. El economista griego califica a nuestra época como tecnofeudalista. La ruptura entre el ser humano y la naturaleza es lo más grave que ha sucedido en las últimas décadas. Hoy el capitalismo equivale a la desterritorialización. La intensificación del desarrollo, los cambios sociales, el retorno de lo bélico. Para Zizek la izquierda ha sido absorbida por esta permanente revolución del capitalismo. Hoy vivimos en la aceleración, en la autosuspensión de la humanidad que finalizará cuando estemos conectados a una mente colectiva, por ejemplo, la IA . Vivimos en el impulso aceleracionista hacia la autoaniquilación. No es la pulsión de muerte freudiana, sino simplemente un deseo de llegar al final que comenzó con la Ilustración. Un proceso incesante e imparable. Sin sociedad física sino digital, sin necesidad de la política, y siempre controlados e intervenidos más aún de lo que ya estamos. La humanidad, por primera vez en la historia, tiene la capacidad de anularse a sí misma. ¿Qué pasará después? Después de una catástrofe militar, ecológica o social. ¿El mundo podría volver a recuperarse? Lo importante es impedirlo. Lo importante es evitar el colapso y el caos . La película de Nolan sobre Oppenheimer es una buena guía. Es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueanteEmpujamos el tren del progreso histórico hacia adelante a gran velocidad, pero ahora hay que tirar con fuerza del freno de emergencia. Hay que estar preparados para todo. Ya nada apocalíptico que acontezca podrá sorprendernos. Marx dijo que la historia solo se podía estudiar a través del nacimiento y desarrollo del capitalismo. Una historia holográfica. Él rechazaba el evolucionismo social. Benjamin gustó de estas ideas que chocaban con la versión progresista-evolucionista predominante. Lacan comentó que la evolución paso a paso era una nueva forma de teleología. La presencia de Trump en el panorama político internacional lo ha empeorado todo. Está a punto de superar a Putin , excepto en su afán bélico y mortal. Un viejo bufón que se ríe de sí mismo a costa de los demás. Representante de la ultraderecha populista racista y misógena entregada a los viejos placeres, cercana al autoritarismo de las grandes empresas. Una reacción al ‘fracaso’ del estado del bienestar demoliberal. El mundo en manos de un delincuente convicto y de un psicópata. La agenda de la nueva derecha es contraria a los asuntos del medio ambiente, a la inmigración, a las cuestiones de género, anticulturalista y patriótica. La izquierda liberal es arrogante y fundamentalista en la revisión de la historia que le favorezca. Sus cambios han atragantado a muchos de sus votantes. Izquierda y derecha han empeorado mucho. La política flota sobre el desprestigio. El autoritarismo de ambos signos crece. La ética y la moral caminan hacia su destrucción. La única autoridad que no solo se mantiene sino que crece es la de la ciencia y la tecnología, cuyos discursos en un lenguaje propio apenas lo entienden los ciudadanos .Infiernos Las antiguas divisiones entre orgánico-inorgánico, vivo-inerte o humano-no humano, ya no poseen ni relevancia ni fuerza. Y entonces aparece la noción de biomasa. Las ruinas de Ucrania o Gaza, los miles de muertos también en otras guerras, las convulsiones de la naturaleza y sus desastres, son ejemplos vivos de la biomasa. Y también aquellos ingentes lugares que son los estercoleros del mundo. Infiernos creados por los seres humanos donde se vierten residuos contaminantes e insalubres y donde viven miles de personas. Vidrios, metales, plásticos (los océanos llenos de ellos matando a las especies marinas), coches abandonados y cientos de miles de objetos ya inservibles de la sociedad del bienestar. La fascinación por el apocalipsis existe , es una tendencia psiquiátrica oscura del ser humano. Otros grupos de gentes siguen opinando que todo es una exageración. Sea como fuere la humanidad está en peligro. Sí si siempre lo estuvo, pero ahora existen las bombas atómicas y la IA. Zizek nos previene echándole solo la culpa a la derecha y al capitalismo. Pocas críticas a la izquierda totalitaria que llevó a la ruina a la URSS y a su propio país de la ex Yugoslavia comunista. Zizek es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueante. Bueno, en realidad, responde a lo alocado que hoy está el mundo.
El sueño tecnocrático es hoy, según el filósofo esloveno, la mayor mercancía capitalista. La izquierda se ha olvidado de la lucha de clases y se ha hecho defensora del anticolonialismo donde, por ejemplo, en Uganda se persigue a los homosexuales, en Irán donde se asesinan … a las mujeres aperturistas al igual que en Afganistán, mientras que Corea del Norte es un estado totalitario personal. Son, según Zizek, «paradigmas de la diversidad civilizada». La noción de progreso, para Hegel, requería una permanente revisión de sí misma.
El viejo marxismo es una antigüalla. Hoy lo importante es lo que se conoce como ‘decrecimiento’, el rechazo consciente del progreso que incluso defendió Marx. Este filósofo, en el año 1868, se centró en criticar la explotación de la naturaleza por el capitalismo. El filósofo japonés, Kohei Saito, defiende la toma de medidas drásticas, incluso dictatoriales, para parar el derrumbe ecológico. El calentamiento global, la inmigración, las guerras y la teocracia digital, hoy son algunas de las mayores preocupaciones del mundo.

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Autor
Slajov Zizek -
Editorial
Paidós -
Año
2025 -
Páginas
207 -
Precio
19,90 euros
El capitalismo actual está evolucionando y autosocavándose. Varoufakis, para mí no es un referente pero Zizek lo cita siempre con respeto, advirtió que muerto el capitalismo conocido, sus herederos serían peores. El economista griego califica a nuestra época como tecnofeudalista. La ruptura entre el ser humano y la naturaleza es lo más grave que ha sucedido en las últimas décadas.
Hoy el capitalismo equivale a la desterritorialización. La intensificación del desarrollo, los cambios sociales, el retorno de lo bélico. Para Zizek la izquierda ha sido absorbida por esta permanente revolución del capitalismo. Hoy vivimos en la aceleración, en la autosuspensión de la humanidad que finalizará cuando estemos conectados a una mente colectiva, por ejemplo, la IA. Vivimos en el impulso aceleracionista hacia la autoaniquilación.
No es la pulsión de muerte freudiana, sino simplemente un deseo de llegar al final que comenzó con la Ilustración. Un proceso incesante e imparable. Sin sociedad física sino digital, sin necesidad de la política, y siempre controlados e intervenidos más aún de lo que ya estamos.
La humanidad, por primera vez en la historia, tiene la capacidad de anularse a sí misma. ¿Qué pasará después? Después de una catástrofe militar, ecológica o social. ¿El mundo podría volver a recuperarse? Lo importante es impedirlo. Lo importante es evitar el colapso y el caos. La película de Nolan sobre Oppenheimer es una buena guía.
Es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueante
Empujamos el tren del progreso histórico hacia adelante a gran velocidad, pero ahora hay que tirar con fuerza del freno de emergencia. Hay que estar preparados para todo. Ya nada apocalíptico que acontezca podrá sorprendernos. Marx dijo que la historia solo se podía estudiar a través del nacimiento y desarrollo del capitalismo. Una historia holográfica. Él rechazaba el evolucionismo social. Benjamin gustó de estas ideas que chocaban con la versión progresista-evolucionista predominante. Lacan comentó que la evolución paso a paso era una nueva forma de teleología.
La presencia de Trump en el panorama político internacional lo ha empeorado todo. Está a punto de superar a Putin, excepto en su afán bélico y mortal. Un viejo bufón que se ríe de sí mismo a costa de los demás. Representante de la ultraderecha populista racista y misógena entregada a los viejos placeres, cercana al autoritarismo de las grandes empresas. Una reacción al ‘fracaso’ del estado del bienestar demoliberal.
El mundo en manos de un delincuente convicto y de un psicópata. La agenda de la nueva derecha es contraria a los asuntos del medio ambiente, a la inmigración, a las cuestiones de género, anticulturalista y patriótica. La izquierda liberal es arrogante y fundamentalista en la revisión de la historia que le favorezca. Sus cambios han atragantado a muchos de sus votantes. Izquierda y derecha han empeorado mucho. La política flota sobre el desprestigio. El autoritarismo de ambos signos crece. La ética y la moral caminan hacia su destrucción. La única autoridad que no solo se mantiene sino que crece es la de la ciencia y la tecnología, cuyos discursos en un lenguaje propio apenas lo entienden los ciudadanos .
Infiernos
Las antiguas divisiones entre orgánico-inorgánico, vivo-inerte o humano-no humano, ya no poseen ni relevancia ni fuerza. Y entonces aparece la noción de biomasa. Las ruinas de Ucrania o Gaza, los miles de muertos también en otras guerras, las convulsiones de la naturaleza y sus desastres, son ejemplos vivos de la biomasa. Y también aquellos ingentes lugares que son los estercoleros del mundo.
Infiernos creados por los seres humanos donde se vierten residuos contaminantes e insalubres y donde viven miles de personas. Vidrios, metales, plásticos (los océanos llenos de ellos matando a las especies marinas), coches abandonados y cientos de miles de objetos ya inservibles de la sociedad del bienestar. La fascinación por el apocalipsis existe, es una tendencia psiquiátrica oscura del ser humano. Otros grupos de gentes siguen opinando que todo es una exageración. Sea como fuere la humanidad está en peligro. Sí si siempre lo estuvo, pero ahora existen las bombas atómicas y la IA.
Zizek nos previene echándole solo la culpa a la derecha y al capitalismo. Pocas críticas a la izquierda totalitaria que llevó a la ruina a la URSS y a su propio país de la ex Yugoslavia comunista. Zizek es un buen filósofo. Muy bueno a veces, menos otras y, como en este caso, de pensamiento zigzagueante. Bueno, en realidad, responde a lo alocado que hoy está el mundo.
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