“Como si no nos conociéramos”: una historia sobre amor, manipulación y resiliencia.
En el emblemático Día de Sant Jordi, entre el bullicio alegre de las calles de Barcelona, la escritora Cristina Sánchez Rubio firmó ejemplares de su novela Como si no nos conociéramos en la parada de Letrame Grupo Editorial. Acompañada de lectores que la buscaban para compartir palabras de admiración y afecto, la autora vivió una jornada llena de emoción, celebración y encuentros inolvidables.
Cristina Sánchez Rubio debuta con una obra que, desde sus primeras líneas, atrapa por su crudeza, su honestidad emocional y su capacidad de retratar la complejidad del alma humana. En Como si no nos conociéramos, la protagonista, Olga, descubre que el amor que creía haber encontrado en Jota es en realidad un espejismo. Lo que comenzó con viajes, bodas, mascotas y una hija maravillosa, pronto se convierte en una historia marcada por el control emocional, la manipulación y un matrimonio que se desmorona.
Tras el divorcio, lejos de encontrar paz, Olga se enfrenta a una nueva batalla: proteger el vínculo con su hija Isis ante las artimañas de un exmarido que intenta convertir a la niña en su cómplice emocional. Con toques de humor negro, ironía y una mirada afilada sobre la realidad, Cristina Sánchez Rubio nos ofrece un retrato valiente de una mujer que, pese a las heridas, sigue en pie.
La autora ha contado con el respaldo de Letrame Grupo Editorial para dar forma a esta historia. A lo largo del proceso de edición, diseño y publicación, Cristina ha encontrado en el equipo de Letrame un acompañamiento cercano, profesional y comprometido. La editorial ha sido clave para que la voz de la autora llegara con fuerza al público, respetando la esencia de su mensaje y apoyándola en cada etapa del camino literario.
Como si no nos conociéramos es mucho más que un relato de separación. Es una historia de resistencia, de amor materno inquebrantable, y de una mujer que, a pesar del dolor, se convierte en fuerza de la naturaleza. Una obra que recuerda que, aunque el amor puede doler, la vida sigue rodando… y a veces, incluso, por caminos inesperados.