Gerardo Herrero dirige con notable músculo esta película de acción, espionaje y terrorismo islámico que tiene varias interesantes cualidades, la primera es la de situarnos en el ‘lugar de los hechos’, la ciudad siria de Raqa, y en el tiempo en el que el llamado Estado Islámico (Daesh) la había convertido en su bastión (entre 2014 y 2016). Además de situar, explica con narrativa ágil y clara una historia de espionaje, contraespionaje, de intrigas políticas y también personales, de mujeres que iban allí a ‘hacer la revolución’ y de tipos que las compraban, vendían y usaban a su antojo. Y además de situar y explicar, ‘Raqa’ es rápida, muy entretenida y tiene grandes dosis de intriga y de ‘cine’. Y no se suele ponderar esto último con el entusiasmo que se merece. Los dos personajes clave de la historia son un espía internacional y al servicio de los rusos y una joven enfermera infiltrada que trabaja para los servicios secretos de la Europol, o Policía Europea. Papeles que interpretan con sorprendente idoneidad y atractivo Álvaro Morte y Mina El Hammani, y que utilizan todo tipo de armamento sutil en su persecución de ‘El Jordano’, uno de los ilocalizables jefes del ISIS.Es cine de acción, de argumento veloz y de situaciones que disparan el pulsómetro y el termómetro del espectador, por lo que el director evita la contemplación de interiores de los personajes y los resuelve en precisas pinceladas para que sean reconocibles y tengan, además, sus dobleces. Tiene tiempo, entre la vorágine del argumento, de presentarlos cercanos (o lejanos) y comprensibles en sus conflictos y luchas. Y también permite, sin importunar la acción, que surjan sentimientos de todo tipo y reflexiones diversas sobre el dinero golfo, el patrimonio artístico y las redes de engaño global para gente desnortada. Por otra parte, la producción de ‘Raqa’ es excelente y equipa por completo al guion de carácter y espectacularidad. Gerardo Herrero dirige con notable músculo esta película de acción, espionaje y terrorismo islámico que tiene varias interesantes cualidades, la primera es la de situarnos en el ‘lugar de los hechos’, la ciudad siria de Raqa, y en el tiempo en el que el llamado Estado Islámico (Daesh) la había convertido en su bastión (entre 2014 y 2016). Además de situar, explica con narrativa ágil y clara una historia de espionaje, contraespionaje, de intrigas políticas y también personales, de mujeres que iban allí a ‘hacer la revolución’ y de tipos que las compraban, vendían y usaban a su antojo. Y además de situar y explicar, ‘Raqa’ es rápida, muy entretenida y tiene grandes dosis de intriga y de ‘cine’. Y no se suele ponderar esto último con el entusiasmo que se merece. Los dos personajes clave de la historia son un espía internacional y al servicio de los rusos y una joven enfermera infiltrada que trabaja para los servicios secretos de la Europol, o Policía Europea. Papeles que interpretan con sorprendente idoneidad y atractivo Álvaro Morte y Mina El Hammani, y que utilizan todo tipo de armamento sutil en su persecución de ‘El Jordano’, uno de los ilocalizables jefes del ISIS.Es cine de acción, de argumento veloz y de situaciones que disparan el pulsómetro y el termómetro del espectador, por lo que el director evita la contemplación de interiores de los personajes y los resuelve en precisas pinceladas para que sean reconocibles y tengan, además, sus dobleces. Tiene tiempo, entre la vorágine del argumento, de presentarlos cercanos (o lejanos) y comprensibles en sus conflictos y luchas. Y también permite, sin importunar la acción, que surjan sentimientos de todo tipo y reflexiones diversas sobre el dinero golfo, el patrimonio artístico y las redes de engaño global para gente desnortada. Por otra parte, la producción de ‘Raqa’ es excelente y equipa por completo al guion de carácter y espectacularidad.
Es cine de acción, de argumento veloz y de situaciones que disparan el pulsómetro y el termómetro del espectador
Gerardo Herrero dirige con notable músculo esta película de acción, espionaje y terrorismo islámico que tiene varias interesantes cualidades, la primera es la de situarnos en el ‘lugar de los hechos’, la ciudad siria de Raqa, y en el tiempo en el que el llamado …
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