Algo parecido al título de este reportaje deben pensar las editoriales patrias, que en el comienzo del periodo estival no dan tregua y siguen sacando al mercado un buen número de títulos nuevos, entre los que se encuentran algunas perlas, a mi juicio, imprescindibles . ‘Paracuellos’, de Carlos GiménezComienzo por una antología que es «antología de antologías», es decir el mejor recopilatorio aparecido hasta hoy de un cómic mítico, el recopilatorio integral de ‘Paracuellos’ de Carlos Giménez , que llega de la mano de Reservoir Books. El lector de cómics curtido no necesita ninguna presentación para conocer esta historieta pero, pensando en el recién llegado al apasionante mundo de la viñeta, baste decir que Giménez es uno de nuestros grandes más veteranos -84 años calza, y aún en activo-, y el creador de uno de los cómics más relevantes de la historia del cómic nacional , precisamente, el título que nos ocupa. Tebeo de tintes autobiográficos, muestra las aventuras y desventuras de los niños internados en uno de los hogares del Auxilio Social de la primera posguerra española; concretamente, el de Paracuellos del Jarama, que da título a la saga. Allí, un joven Carlos descubre el amor por los tebeos -en especial ‘El Cachorro de Iranzo’-, y comprende que, en una España en la que todo es miseria, aún hay opciones para soñar. Noticia Relacionada estandar No La nevada mortal de ‘El eternauta’, la metáfora sobre la represión argentina que se convirtió en símbolo de las distopías Asier Mensuro Copo a copo, la importancia de la nieve en esta obra sigue calando como advertencia sobre el poder, la resistencia y la importancia de la lucha colectivaPara los lectores de este título, cuya primera entrega se publica en la ya lejana fecha de 1977, supuso un descubrimiento . Una auténtica demostración de que el cómic patrio podía ser adulto, y no un producto pensado para el lector infantil y juvenil. Además, podía ser algo «muy, muy bueno», tanto como la mejor novela, poema o película. El ‘boom’ del cómic adulto estaba dando sus primeros pasos en España en los albores de la Transición , y este título era, sin lugar a dudas, un ejemplo extraordinario del camino a seguir. Súmese al cóctel la implicación emocional que supone para el lector de tebeos que el protagonista de la aventura, hoy un autor de éxito, en aquella época era un niño que devoraba viñetas; y por pura afinidad, el éxito está garantizado. Portada y página de ‘Paracuellos’El recopilatorio consta de 561 páginas de cómic y diversos anexos sobre la serie, el autor y su trayectoria, su manera de trabajar como dibujante, y un emotivo texto del propio Carlos en que, de manera pormenorizada, dedica esta obra a todos aquellos que, de algún modo, le ayudaron a crearla o inspiraron: Desde su abuelo Evelio, hasta sus compañeros del Auxilio Social . Sin duda, una edición difícil de superar en el 50 aniversario de la aparición de este maravilloso tebeo. ‘La estación’, de Raphaël GeffrayContinúo con algo muy diferente que llega de la mano de Andana Gráfica, una de las editoriales más frescas e interesantes de nuestro panorama nacional. Se trata de ‘La estación’, de Raphaël Geffray. Una entretenidísima historia que tiene las dos cosas que más me gustan: diversión y una serie de reflexiones profundas que se encuentran en el esqueleto del tebeo, sin restarle un ápice de entretenimiento. Un ejemplo de lo que, para mí, la mejor comedia, a saber: la forma más entretenida de contar cosas serias.Edición catalana de ‘La estación»¿Y de qué habla ‘La estación’? Pues de algo muy importante en el mundo de hoy: de poder, y de cómo ejercerlo . De aprovechar el estatus y la posición para conseguir los fines personales. Pero, dado que el motor de la necesidad que lleva al poderoso a hacer lo que hace es el amor (o el capricho, o el encoñamiento, no voy a desvelar cuál de todas estas palabras define mejor su situación), la pregunta que surge en el lector es: ¿Dónde está el verdadero poder y quién lo tiene? ¿El poderoso? ¿o es el poderoso igualmente esclavo de sus deseos?Añádase un grafismo vanguardista, tan interesante como resultón -algo que poco a poco se está convirtiendo también en una «marca de la casa»- y «¡voilà!» Otro tebeo irresistible.’Okinawa’, de Susumu HigaContinúo con ‘Okinawa’, de Susumu Higa, un interesantísimo manga que llega de la mano de Norma Editorial. Obra y autor llegan respaldados por los más prestigiosos laureles. Higa es el ganador del Gran Premio de Artes Mediáticas de Japón en la categoría de manga o que este álbum haya sido nominado al Premio Tezuka y al Premio FIBD Fauve d’Or en el reciente festival de Angulema .Portada de ‘Okinawa»Okinawa’ es el espacio en el que Higa avanza y retrocede a placer para mostrar los efectos devastadores de la guerra y sus ecos en el tiempo. Dicho de otro modo, las huellas de la guerra en el territorio perviven muchas décadas después, extendiendo un dolor que no se cierra con el final del conflicto bélico. Sin duda, un inteligente canto antibelicista contado con sensibilidad en clave nipona, pero que sin demasiado esfuerzo puede extrapolarse a otros territorios y guerras mucho más recientes que la Segunda Guerra Mundial ; ya que, por desgracia, a día de hoy, guerras no nos faltan.’Encías quemadas’, de Natalia VelardeOtro tebeo imprescindible es ‘Encías quemadas’, de Natalia Velarde. Esta artista, forjada durante años en el mundo del fanzine, irrumpe de la mano de una de las editoriales más potentes del mercado español, Reservoir Books . Y lo hace con una obra arriesgada, experimental y fascinante. Velarde tiene claro su sello, su autoría, y no realiza la más mínima concesión para agrandar su nicho de lectores. ¡Y no le hace ninguna falta!Portada y páginas de ‘Encías quemadas»Encías quemadas’ es un puñetazo gráfico en toda la cara. Una obra libre y fresca. Tan fresca que tiene ese especial encanto irreflexivo de lo ‘amateur’ (esta es la virtud y la magia que hace especiales a muchos artistas que aún están por eclosionar). Pero lo mejor de Natalia Velarde es que esta sensación de frescura que casi todos los artistas pierden con los años, ganando a cambio madurez y experiencia, es una cualidad que, intuyo, va a acompañarla siempre. ‘Encías quemadas’ es todo menos irreflexiva. Cada página es una meditada obra maestra de la narración visual, madura, acertada, poderosa, personal, sincera e inimitable… y a la vez ¡tan fresca! Sin duda, uno de los cómics más impactantes y potentes en lo que a grafismo se refiere de lo que llevamos de año.’Superman en Granada’, de Alejandro Sánchez y Jorge JiménezQuiero terminar con un cómic del ‘Hombre de Acero’, ‘Superman en Granada’ , de los españoles Alejandro Sánchez y Jorge Jiménez. La virtud de este tebeo -que debemos agradecer a Panini, nuevos editores de DC en España-, radica en entender la importancia simbólica de lo que en él acontece. Huelga decir que Superman fue el primer superhéroe, y que, por tanto, posee esa especie de aura primigenia que lo hace especial. La película sobre el personaje que igualmente llega a los cines este verano, es la última pieza que, junto a muchas otras desde su creación la lejana fecha de 1938, lo llevan más allá del cómic, a la radio, cine, televisión y videojuegos, engrandeciendo aún más su mitología. Pero este mito, además de brillar en Metrópolis, gracias a Sánchez y Jiménez, también va a brillar en España, y concretamente en la ciudad de Granada, entre otros lugares en el mágico enclave de la Alhambra , el casco urbano con la catedral, con sus bares de tapas donde, como un guiri más , degusta un refresco de cola, y se sorprende cuando el camero la sirve junto a una porción de comida gratis que la acompaña. Panini ha sabido entender el valor de dicha aventura, un valor que me atrevo a tildar de «fetichista», y que trasciende al propio personaje. Por ello, ha realizado dos ediciones bien distintas de dicha aventura. En la primera de ellas, titulada ‘Superman: El mundo’, la aventura española es una más de un total de quince, en las que visita otras tantas ciudades en sendas aventuras creadas por artistas locales. Pero edita igualmente una grapa de 24 páginas -es decir un cómic book de toda la vida- que solo recoge esta aventura granadina; y que es idónea para todos aquellos que, como yo, no pueden resistirse al placer de acortar distancias entre los tebeos y su propia cultura. Y es que juntar uno de los personajes que más me han maravillado desde niño con un lugar, una cultura, que me resulta tan querida -he disfrutado lo indecible en dicha ciudad, la última vez, de invitado a dar una conferencia por la Cátedra de Cómic de Granada-, me hace soñar con los ojos abiertos. Tonto de mí, no me puedo resistir a imaginarme contemplando la bella estampa de la Alhambra desde el Albaicín, y observando una mancha azul y roja que velozmente surca los cielos; y justo en ese momento, pronunciar aquello de: «¿Es un pájaro, es un avión? No, es… ¡Superman!».Lo dicho. Queridos lectores: ¡Buen verano, buenas lecturas! Y nos vemos en septiembre. Algo parecido al título de este reportaje deben pensar las editoriales patrias, que en el comienzo del periodo estival no dan tregua y siguen sacando al mercado un buen número de títulos nuevos, entre los que se encuentran algunas perlas, a mi juicio, imprescindibles . ‘Paracuellos’, de Carlos GiménezComienzo por una antología que es «antología de antologías», es decir el mejor recopilatorio aparecido hasta hoy de un cómic mítico, el recopilatorio integral de ‘Paracuellos’ de Carlos Giménez , que llega de la mano de Reservoir Books. El lector de cómics curtido no necesita ninguna presentación para conocer esta historieta pero, pensando en el recién llegado al apasionante mundo de la viñeta, baste decir que Giménez es uno de nuestros grandes más veteranos -84 años calza, y aún en activo-, y el creador de uno de los cómics más relevantes de la historia del cómic nacional , precisamente, el título que nos ocupa. Tebeo de tintes autobiográficos, muestra las aventuras y desventuras de los niños internados en uno de los hogares del Auxilio Social de la primera posguerra española; concretamente, el de Paracuellos del Jarama, que da título a la saga. Allí, un joven Carlos descubre el amor por los tebeos -en especial ‘El Cachorro de Iranzo’-, y comprende que, en una España en la que todo es miseria, aún hay opciones para soñar. Noticia Relacionada estandar No La nevada mortal de ‘El eternauta’, la metáfora sobre la represión argentina que se convirtió en símbolo de las distopías Asier Mensuro Copo a copo, la importancia de la nieve en esta obra sigue calando como advertencia sobre el poder, la resistencia y la importancia de la lucha colectivaPara los lectores de este título, cuya primera entrega se publica en la ya lejana fecha de 1977, supuso un descubrimiento . Una auténtica demostración de que el cómic patrio podía ser adulto, y no un producto pensado para el lector infantil y juvenil. Además, podía ser algo «muy, muy bueno», tanto como la mejor novela, poema o película. El ‘boom’ del cómic adulto estaba dando sus primeros pasos en España en los albores de la Transición , y este título era, sin lugar a dudas, un ejemplo extraordinario del camino a seguir. Súmese al cóctel la implicación emocional que supone para el lector de tebeos que el protagonista de la aventura, hoy un autor de éxito, en aquella época era un niño que devoraba viñetas; y por pura afinidad, el éxito está garantizado. Portada y página de ‘Paracuellos’El recopilatorio consta de 561 páginas de cómic y diversos anexos sobre la serie, el autor y su trayectoria, su manera de trabajar como dibujante, y un emotivo texto del propio Carlos en que, de manera pormenorizada, dedica esta obra a todos aquellos que, de algún modo, le ayudaron a crearla o inspiraron: Desde su abuelo Evelio, hasta sus compañeros del Auxilio Social . Sin duda, una edición difícil de superar en el 50 aniversario de la aparición de este maravilloso tebeo. ‘La estación’, de Raphaël GeffrayContinúo con algo muy diferente que llega de la mano de Andana Gráfica, una de las editoriales más frescas e interesantes de nuestro panorama nacional. Se trata de ‘La estación’, de Raphaël Geffray. Una entretenidísima historia que tiene las dos cosas que más me gustan: diversión y una serie de reflexiones profundas que se encuentran en el esqueleto del tebeo, sin restarle un ápice de entretenimiento. Un ejemplo de lo que, para mí, la mejor comedia, a saber: la forma más entretenida de contar cosas serias.Edición catalana de ‘La estación»¿Y de qué habla ‘La estación’? Pues de algo muy importante en el mundo de hoy: de poder, y de cómo ejercerlo . De aprovechar el estatus y la posición para conseguir los fines personales. Pero, dado que el motor de la necesidad que lleva al poderoso a hacer lo que hace es el amor (o el capricho, o el encoñamiento, no voy a desvelar cuál de todas estas palabras define mejor su situación), la pregunta que surge en el lector es: ¿Dónde está el verdadero poder y quién lo tiene? ¿El poderoso? ¿o es el poderoso igualmente esclavo de sus deseos?Añádase un grafismo vanguardista, tan interesante como resultón -algo que poco a poco se está convirtiendo también en una «marca de la casa»- y «¡voilà!» Otro tebeo irresistible.’Okinawa’, de Susumu HigaContinúo con ‘Okinawa’, de Susumu Higa, un interesantísimo manga que llega de la mano de Norma Editorial. Obra y autor llegan respaldados por los más prestigiosos laureles. Higa es el ganador del Gran Premio de Artes Mediáticas de Japón en la categoría de manga o que este álbum haya sido nominado al Premio Tezuka y al Premio FIBD Fauve d’Or en el reciente festival de Angulema .Portada de ‘Okinawa»Okinawa’ es el espacio en el que Higa avanza y retrocede a placer para mostrar los efectos devastadores de la guerra y sus ecos en el tiempo. Dicho de otro modo, las huellas de la guerra en el territorio perviven muchas décadas después, extendiendo un dolor que no se cierra con el final del conflicto bélico. Sin duda, un inteligente canto antibelicista contado con sensibilidad en clave nipona, pero que sin demasiado esfuerzo puede extrapolarse a otros territorios y guerras mucho más recientes que la Segunda Guerra Mundial ; ya que, por desgracia, a día de hoy, guerras no nos faltan.’Encías quemadas’, de Natalia VelardeOtro tebeo imprescindible es ‘Encías quemadas’, de Natalia Velarde. Esta artista, forjada durante años en el mundo del fanzine, irrumpe de la mano de una de las editoriales más potentes del mercado español, Reservoir Books . Y lo hace con una obra arriesgada, experimental y fascinante. Velarde tiene claro su sello, su autoría, y no realiza la más mínima concesión para agrandar su nicho de lectores. ¡Y no le hace ninguna falta!Portada y páginas de ‘Encías quemadas»Encías quemadas’ es un puñetazo gráfico en toda la cara. Una obra libre y fresca. Tan fresca que tiene ese especial encanto irreflexivo de lo ‘amateur’ (esta es la virtud y la magia que hace especiales a muchos artistas que aún están por eclosionar). Pero lo mejor de Natalia Velarde es que esta sensación de frescura que casi todos los artistas pierden con los años, ganando a cambio madurez y experiencia, es una cualidad que, intuyo, va a acompañarla siempre. ‘Encías quemadas’ es todo menos irreflexiva. Cada página es una meditada obra maestra de la narración visual, madura, acertada, poderosa, personal, sincera e inimitable… y a la vez ¡tan fresca! Sin duda, uno de los cómics más impactantes y potentes en lo que a grafismo se refiere de lo que llevamos de año.’Superman en Granada’, de Alejandro Sánchez y Jorge JiménezQuiero terminar con un cómic del ‘Hombre de Acero’, ‘Superman en Granada’ , de los españoles Alejandro Sánchez y Jorge Jiménez. La virtud de este tebeo -que debemos agradecer a Panini, nuevos editores de DC en España-, radica en entender la importancia simbólica de lo que en él acontece. Huelga decir que Superman fue el primer superhéroe, y que, por tanto, posee esa especie de aura primigenia que lo hace especial. La película sobre el personaje que igualmente llega a los cines este verano, es la última pieza que, junto a muchas otras desde su creación la lejana fecha de 1938, lo llevan más allá del cómic, a la radio, cine, televisión y videojuegos, engrandeciendo aún más su mitología. Pero este mito, además de brillar en Metrópolis, gracias a Sánchez y Jiménez, también va a brillar en España, y concretamente en la ciudad de Granada, entre otros lugares en el mágico enclave de la Alhambra , el casco urbano con la catedral, con sus bares de tapas donde, como un guiri más , degusta un refresco de cola, y se sorprende cuando el camero la sirve junto a una porción de comida gratis que la acompaña. Panini ha sabido entender el valor de dicha aventura, un valor que me atrevo a tildar de «fetichista», y que trasciende al propio personaje. Por ello, ha realizado dos ediciones bien distintas de dicha aventura. En la primera de ellas, titulada ‘Superman: El mundo’, la aventura española es una más de un total de quince, en las que visita otras tantas ciudades en sendas aventuras creadas por artistas locales. Pero edita igualmente una grapa de 24 páginas -es decir un cómic book de toda la vida- que solo recoge esta aventura granadina; y que es idónea para todos aquellos que, como yo, no pueden resistirse al placer de acortar distancias entre los tebeos y su propia cultura. Y es que juntar uno de los personajes que más me han maravillado desde niño con un lugar, una cultura, que me resulta tan querida -he disfrutado lo indecible en dicha ciudad, la última vez, de invitado a dar una conferencia por la Cátedra de Cómic de Granada-, me hace soñar con los ojos abiertos. Tonto de mí, no me puedo resistir a imaginarme contemplando la bella estampa de la Alhambra desde el Albaicín, y observando una mancha azul y roja que velozmente surca los cielos; y justo en ese momento, pronunciar aquello de: «¿Es un pájaro, es un avión? No, es… ¡Superman!».Lo dicho. Queridos lectores: ¡Buen verano, buenas lecturas! Y nos vemos en septiembre.
Algo parecido al título de este reportaje deben pensar las editoriales patrias, que en el comienzo del periodo estival no dan tregua y siguen sacando al mercado un buen número de títulos nuevos, entre los que se encuentran algunas perlas, a mi juicio, imprescindibles.
‘Paracuellos’, de Carlos Giménez
Comienzo por una antología que es «antología de antologías», es decir el mejor recopilatorio aparecido hasta hoy de un cómic mítico, el recopilatorio integral de ‘Paracuellos’ de Carlos Giménez, que llega de la mano de Reservoir Books. El lector de cómics curtido no necesita ninguna presentación para conocer esta historieta pero, pensando en el recién llegado al apasionante mundo de la viñeta, baste decir que Giménez es uno de nuestros grandes más veteranos -84 años calza, y aún en activo-, y el creador de uno de los cómics más relevantes de la historia del cómic nacional, precisamente, el título que nos ocupa.
Tebeo de tintes autobiográficos, muestra las aventuras y desventuras de los niños internados en uno de los hogares del Auxilio Social de la primera posguerra española; concretamente, el de Paracuellos del Jarama, que da título a la saga. Allí, un joven Carlos descubre el amor por los tebeos -en especial ‘El Cachorro de Iranzo’-, y comprende que, en una España en la que todo es miseria, aún hay opciones para soñar.
Para los lectores de este título, cuya primera entrega se publica en la ya lejana fecha de 1977, supuso un descubrimiento. Una auténtica demostración de que el cómic patrio podía ser adulto, y no un producto pensado para el lector infantil y juvenil. Además, podía ser algo «muy, muy bueno», tanto como la mejor novela, poema o película.
El ‘boom’ del cómic adulto estaba dando sus primeros pasos en España en los albores de la Transición, y este título era, sin lugar a dudas, un ejemplo extraordinario del camino a seguir. Súmese al cóctel la implicación emocional que supone para el lector de tebeos que el protagonista de la aventura, hoy un autor de éxito, en aquella época era un niño que devoraba viñetas; y por pura afinidad, el éxito está garantizado.
El recopilatorio consta de 561 páginas de cómic y diversos anexos sobre la serie, el autor y su trayectoria, su manera de trabajar como dibujante, y un emotivo texto del propio Carlos en que, de manera pormenorizada, dedica esta obra a todos aquellos que, de algún modo, le ayudaron a crearla o inspiraron: Desde su abuelo Evelio, hasta sus compañeros del Auxilio Social. Sin duda, una edición difícil de superar en el 50 aniversario de la aparición de este maravilloso tebeo.
‘La estación’, de Raphaël Geffray
Continúo con algo muy diferente que llega de la mano de Andana Gráfica, una de las editoriales más frescas e interesantes de nuestro panorama nacional. Se trata de ‘La estación’, de Raphaël Geffray. Una entretenidísima historia que tiene las dos cosas que más me gustan: diversión y una serie de reflexiones profundas que se encuentran en el esqueleto del tebeo, sin restarle un ápice de entretenimiento. Un ejemplo de lo que, para mí, la mejor comedia, a saber: la forma más entretenida de contar cosas serias.
¿Y de qué habla ‘La estación’? Pues de algo muy importante en el mundo de hoy: de poder, y de cómo ejercerlo. De aprovechar el estatus y la posición para conseguir los fines personales. Pero, dado que el motor de la necesidad que lleva al poderoso a hacer lo que hace es el amor (o el capricho, o el encoñamiento, no voy a desvelar cuál de todas estas palabras define mejor su situación), la pregunta que surge en el lector es: ¿Dónde está el verdadero poder y quién lo tiene? ¿El poderoso? ¿o es el poderoso igualmente esclavo de sus deseos?
Añádase un grafismo vanguardista, tan interesante como resultón -algo que poco a poco se está convirtiendo también en una «marca de la casa»- y «¡voilà!» Otro tebeo irresistible.
‘Okinawa’, de Susumu Higa
Continúo con ‘Okinawa’, de Susumu Higa, un interesantísimo manga que llega de la mano de Norma Editorial. Obra y autor llegan respaldados por los más prestigiosos laureles. Higa es el ganador del Gran Premio de Artes Mediáticas de Japón en la categoría de manga o que este álbum haya sido nominado al Premio Tezuka y al Premio FIBD Fauve d’Or en el reciente festival de Angulema.
‘Okinawa’ es el espacio en el que Higa avanza y retrocede a placer para mostrar los efectos devastadores de la guerra y sus ecos en el tiempo. Dicho de otro modo, las huellas de la guerra en el territorio perviven muchas décadas después, extendiendo un dolor que no se cierra con el final del conflicto bélico. Sin duda, un inteligente canto antibelicista contado con sensibilidad en clave nipona, pero que sin demasiado esfuerzo puede extrapolarse a otros territorios y guerras mucho más recientes que la Segunda Guerra Mundial; ya que, por desgracia, a día de hoy, guerras no nos faltan.
‘Encías quemadas’, de Natalia Velarde
Otro tebeo imprescindible es ‘Encías quemadas’, de Natalia Velarde. Esta artista, forjada durante años en el mundo del fanzine, irrumpe de la mano de una de las editoriales más potentes del mercado español, Reservoir Books. Y lo hace con una obra arriesgada, experimental y fascinante. Velarde tiene claro su sello, su autoría, y no realiza la más mínima concesión para agrandar su nicho de lectores. ¡Y no le hace ninguna falta!
‘Encías quemadas’ es un puñetazo gráfico en toda la cara. Una obra libre y fresca. Tan fresca que tiene ese especial encanto irreflexivo de lo ‘amateur’ (esta es la virtud y la magia que hace especiales a muchos artistas que aún están por eclosionar). Pero lo mejor de Natalia Velarde es que esta sensación de frescura que casi todos los artistas pierden con los años, ganando a cambio madurez y experiencia, es una cualidad que, intuyo, va a acompañarla siempre.
‘Encías quemadas’ es todo menos irreflexiva. Cada página es una meditada obra maestra de la narración visual, madura, acertada, poderosa, personal, sincera e inimitable… y a la vez ¡tan fresca! Sin duda, uno de los cómics más impactantes y potentes en lo que a grafismo se refiere de lo que llevamos de año.
‘Superman en Granada’, de Alejandro Sánchez y Jorge Jiménez
Quiero terminar con un cómic del ‘Hombre de Acero’, ‘Superman en Granada’, de los españoles Alejandro Sánchez y Jorge Jiménez. La virtud de este tebeo -que debemos agradecer a Panini, nuevos editores de DC en España-, radica en entender la importancia simbólica de lo que en él acontece.
Huelga decir que Superman fue el primer superhéroe, y que, por tanto, posee esa especie de aura primigenia que lo hace especial. La película sobre el personaje que igualmente llega a los cines este verano, es la última pieza que, junto a muchas otras desde su creación la lejana fecha de 1938, lo llevan más allá del cómic, a la radio, cine, televisión y videojuegos, engrandeciendo aún más su mitología.
Pero este mito, además de brillar en Metrópolis, gracias a Sánchez y Jiménez, también va a brillar en España, y concretamente en la ciudad de Granada, entre otros lugares en el mágico enclave de la Alhambra, el casco urbano con la catedral, con sus bares de tapas donde, como un guiri más, degusta un refresco de cola, y se sorprende cuando el camero la sirve junto a una porción de comida gratis que la acompaña.
Panini ha sabido entender el valor de dicha aventura, un valor que me atrevo a tildar de «fetichista», y que trasciende al propio personaje. Por ello, ha realizado dos ediciones bien distintas de dicha aventura. En la primera de ellas, titulada ‘Superman: El mundo’, la aventura española es una más de un total de quince, en las que visita otras tantas ciudades en sendas aventuras creadas por artistas locales.
Pero edita igualmente una grapa de 24 páginas -es decir un cómic book de toda la vida- que solo recoge esta aventura granadina; y que es idónea para todos aquellos que, como yo, no pueden resistirse al placer de acortar distancias entre los tebeos y su propia cultura.
Y es que juntar uno de los personajes que más me han maravillado desde niño con un lugar, una cultura, que me resulta tan querida -he disfrutado lo indecible en dicha ciudad, la última vez, de invitado a dar una conferencia por la Cátedra de Cómic de Granada-, me hace soñar con los ojos abiertos. Tonto de mí, no me puedo resistir a imaginarme contemplando la bella estampa de la Alhambra desde el Albaicín, y observando una mancha azul y roja que velozmente surca los cielos; y justo en ese momento, pronunciar aquello de: «¿Es un pájaro, es un avión? No, es… ¡Superman!».
Lo dicho. Queridos lectores: ¡Buen verano, buenas lecturas! Y nos vemos en septiembre.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de cultura