Tras el paréntesis estival , las editoriales empujan fuerte con novedades para todos los gustos. Para la ocasión, recomiendo cuatro jugosos títulos recién salidos de la imprenta que no deberían faltar en la biblioteca de ningún buen aficionado al noveno arte. Un riguroso Julio CésarLos amantes de las biografías en viñeta están de enhorabuena, ya que, este verano, ha salido al mercado una de las mejores. Se trata de ‘Yo, Julio César’ , de Alfred de Montesquiou y Névil que, sin duda, en lo referente a su veracidad histórica, es un tebeo de nota. Ya desde la portada, una banda informa que « 32 historiadores de 16 países y 3 años de investigación, avalan este cómic que narra el destino de un hombre mítico». Y como el espacio de la banda da para mucho, refuerzan esta idea con algunas citas de diversos medios franceses (país de origen del tebeo). En opinión de ‘France Info’, «la potencia documental de este libro es absolutamente increíble». Portada de ‘Yo, Julio César’ Reservoir BooksPor suerte para el lector que disfruta con la acción en forma de viñeta, también se destacan las virtudes narrativas de este tebeo. Así, ‘Le Soir’ dice: «Los autores logran retratar a un César aventurero y romántico, descrito con el estilo de Maupassant y presentado como un héroe de Shakespeare, pero con una puesta en escena digna de Tarantino».Noticia Relacionada estandar Si Los secretos de Julio César para cambiar para siempre la historia de Roma Manuel P. Villatoro El futuro dictador destruyó la República amparándose en su liderazgo incontestable y en la veteranía de sus hombresEl que escribe estas líneas, solo puede estar de acuerdo con ambas impresiones. Como historiador de carrera he disfrutado de lo lindo con lo cuidado del aspecto documental, y en especial, del abultado anexo de notas que cierra el libro que resultan perfectas para situar, matizar y aclarar aspectos de la biografía de César. Pero, igualmente, he gozado simple y llanamente de la narrativa y de la épica del relato, así como de la mítica del personaje. Los autores son más que conscientes de que tienen entre manos una biografía en viñetas, pero además saben que, en todo trabajo creativo, es necesario tomar decisiones por el bien de aquello que se desea contar. En ocasiones, las fuentes nada dicen de algunos aspectos de esta figura histórica. En otras, son contradictorias, ya que César fue en gran medida constructor de su propio mito . Creo que, en último término, el espíritu que los guía es el convencimiento de que, tras su muerte, se convierte en un icono mucho más relevante como símbolo que como hombre, amén de ser origen de la primera dinastía de un imperio que gobernaba el mundo. Lo mejor de todo que es un libro de historia que se lee con la facilidad y que, además, se disfruta como un libro de aventuras. Un cómic imprescindible que llega de la mano de Reservoir Books.Pitufos y pitufasLa segunda obra que quiero destacar es, lo confieso, fruto de la más pura nostalgia. Los que nacimos en los 70, disfrutamos de lo lindo con los pequeños Pitufos, del genial historietista belga Pierre Culliford , más conocido como Peyo. Sus azules criaturas han pervivido a lo largo de los años, y concretamente, en 2011, 2013 y 2017 volvieron a ponerse de moda gracias a tres filmes de animación que gozan del favor del público que abarrota las salas de cine. Dicho éxito alimenta la idea de hacer crecer todavía más las aventuras de estas simpáticas criaturas, y también, como no, la idea de adaptarlas a los nuevos tiempos. ‘Los pitufos y la aldea de las chicas’ Norma EditorialDesde la creación de estos pequeños personajes en 1958 hasta 2025, el mundo ha cambiado mucho. Y quizá, la carencia más evidente de esta franquicia protagonizada por diminutas criaturas azules sea el escasísimo protagonismo que tienen en sus aventuras las figuras femeninas . Y es que, los pitufos son legión, pero, hasta ahora, pitufina, solo una. Con ‘Los pitufos y la aldea de las chicas, integral 1’, que llega de la mano de Norma Editorial , la balanza se iguala en lo numérico. En el bosque existe otra aldea pitufa, solo que, en esta ocasión, está íntegramente habitada por mujeres (o mejor dicho pitufas), que se distinguen de sus vecinos masculinos por sus largas cabelleras, igualmente azules, y un gusto por la vestimenta de color crema en lugar del blanco. Noticia Relacionada estandar No Llega la Pitufina guerrera para renovar al personaje clásico mIRIAM gONZÁLEZ RUIZ Rigoberta Bandini y Flo tiñen sus voces de azul en la nueva de ‘Pitufos’, una aventura para toda la familiaEste integral se compone de cuatro aventuras con títulos tan sugerentes como ‘El bosque prohibido’, ‘La traición del pitufirretoño’, ‘El cuervo’ o ‘Un nuevo comienzo’. Para los más nostálgicos, es obligado citar que, junto a toda una pléyade de nuevos personajes femeninos, se encuentran igualmente los pitufos de siempre, que están de visita en la aldea de las chicas; por lo que, sin ser exhaustivo, quien desee encontrar a Papá pitufo, pitufo fortachón, filósofo, tontín, pitufina (la de siempre), gruñón y torpe; o a los malvados, siempre imprescindibles, Gargamel y Azrael, no quedará decepcionado.Economía y ciencia ficciónTambién llega de mano de Norma Editorial un cómic sorprendente: ‘Recursos, un desafío para la humanidad’ , de Philippe Bihouix y Vincent Perriot. En él, se reflexiona sobre el «bonito» mundo que nos toca vivir (nótense las comillas), y se pone el acento en uno de los problemas fundamentales a los que nos enfrentamos en el siglo XXI: el límite de los recursos y lo insostenible del modelo de crecimiento en que estamos inmersos. ¿Pero que es lo que hace interesante este cómic frente a otras fuentes escritas que nos informan sobre esta problemática? Pues algo muy sencillo, la unión de talentos de sus dos autores. ‘Recursos, un desafío para la humanidad’ Norma editorialEl cómic comienza con un capitulo memorable ambientado en el año 3019 , en el que la humanidad ha conquistado parte del sistema solar, vive en estaciones espaciales que orbitan la tierra, y extrae los recursos de la luna o de diversos asteroides que pasan cerca de nuestro planeta. De repente, se muestra el pasado, concretamente, a alguien que tiene el sueño que ha cristalizado mil años más tarde. No es otro que Jeff Bezos , fundador de Amazon, en el momento en que presenta el módulo de transporte espacial Blue Origin. El cómic regresa al futuro, a una elegante nave espacial que surca nuestro sistema solar. Sus tripulantes lucen grandiosos (me río yo de los astronautas de ‘2001, una odisea del espacio’ de Stanley Kubric ) hasta que… ¡La magia se rompe! Uno de ellos no puede evitar echarse a reír a mandíbula batiente diciendo: «Vincent… ¡Realmente te crees esta visión del futuro? ¿No te parece totalmente ridícula?». Noticia Relacionada reportaje Si Los recursos en la Tierra se agotan, pero ¿puede ser el espacio nuestra nueva mina de oro? Patricia BioscaQuién devuelve de un mazazo al lector a la realidad, no es otro que Philippe Bihouix, economista de profesión y uno de los autores de este maravilloso tebeo. Y su interlocutor es Vincent Perriot, conocido autor de ‘bande dessinée’ especializado en cómics de ciencia ficción. La unión de ambos talentos es lo que hace mágico este cómic. Juntos embarcan a quien lee sus páginas en un viaje por el tiempo, cuya primera parada es la lejana civilización griega , donde citan el cuerno de la abundancia de la cabra Amaltea . Este es, cuenta Bihouix, el origen del mito de los recursos ilimitados. De este modo, comienza un viaje por la historia hacia el presente, en que se narra el desarrollo del citado mito, cuya última versión es la idea de la conquista del espacio para que los recursos no dejen de crecer. Por supuesto, además de la lección de historia, el economista echa cuentas (es uno de sus talentos) y demuestra lo inviable de dicho modelo: «Con el consumo energético actual, en un modelo de crecimiento del 2% anual, en 1.550 años necesitaríamos ¡toda la potencia del sol!».Para los lectores que, como a mí, las tablas con porcentajes y cálculos les producen alergia ¡tranquilidad! Vincent Pierrot viene al rescate, ilustrando cada cálculo de su compañero de faenas con preciosas visiones futuristas y naves espaciales. Sin duda, uno de los cómics más apasionantes que he leído este verano. Superhéroes para lectores adultosY este mes terminamos con una redición de altura: ‘La cosa del pantano 1’ , de Alan Moore al guion, y Stephen R. Bissette, Dan Day, Shawn McManus, Rick Veitch y John Totleben al dibujo. En la lejana fecha de 1988 la editorial Zinco publica en España un cómic americano singular. Se trata de una iniciativa de D.C. Cómics , que realiza una extraordinaria apuesta de esta editorial en el género de los superhéroes para captar al público adulto. Para ello, retoma a uno de sus personajes clásicos de terror y lo reinventa con una óptica pensada para el lector maduro. Y es que ‘La cosa del pantano’ de Moore brilla con luz propia, y está a la altura de otras apuestas similares de D.C. como ‘Sandman’ de Gaiman y ‘Animalman’ de Morrison. Muchos lectores patrios descubrimos con este cómic el inmenso talento del guionista británico que pocos años más tarde deslumbraría al mundo con su célebre obra ‘Watchmen’. Noticia Relacionada Su obra ha sido retirada estandar Si La caída de Neil Gaiman, el feminista que escondía un «monstruo violador» Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La obra del exitoso escritor ha sido retirada tras varias denuncias de abuso sexual. «No tenía límites», dijo una de las mujeresRespecto al aspecto gráfico, destacan a mi entender el trabajo de Bissette, Totleben y Veitch. La calidad de su dibujo y del entintado, reforzado por el color de Tatjana Wood, son el complemente perfecto a las apasionantes novedades conceptuales de Moore. Todos ellos se alejan del grafismo clásico del personaje, sin que por ello deje de ser reconocible o resulte demasiado distinto al acabado habitual de un comic-book de superhéroes. Y, sin embargo, sin su aportación, la cosa del pantano no habría brillado en absoluto. Esta es una de las ocasiones en las que se aplica el popular refrán de que «una imagen vale más que mil palabras». Moore da completamente la vuelta al personaje al reinventar su origen : La cosa del pantano siempre fue Alec Holland, un hombre que al hundirse en la ciénaga resurge como una suerte de monstruo. Moore decide convertirle en una auténtica conciencia vegetal enraizada en el cuerpo de quien, antes de ahogarse en las aguas pantanosas fue un hombre. Pero son Bissette, Totleben y Veitch los que nos muestran a la planta. La morfología del personaje se estiliza y afina, deja de ser un amasijo de músculos y tendones humanos recubiertos de una especie de piel de aspecto vegetal, para convertirse en un ser realmente vegetal. Si por caprichos del destino, una planta creciese imitando la morfología de un ser humano, sería exacta al personaje de esta saga. Toda la criatura, cada órgano, sería totalmente reconocible. Órganos similares y tan diferentes a la vez, ya que ninguno de ellos cumpliría su función vital. El estómago no procesaría el alimento, el intestino no absorbería los nutrientes, ni los músculos y tendones serían útiles a la hora de lograr la función motora. En otras palabras, la cosa del pantano es solamente una planta que cree ser un ser humano. Dibujar con acierto y verosimilitud una idea tan compleja, está solo al alcance de creadores gráficos tan inmensos como los tres nombres aquí citados. Panini recupera esta etapa clásica de La cosa del pantano en un tomo encuadernado en tapa dura de 448 páginas. Tras el paréntesis estival , las editoriales empujan fuerte con novedades para todos los gustos. Para la ocasión, recomiendo cuatro jugosos títulos recién salidos de la imprenta que no deberían faltar en la biblioteca de ningún buen aficionado al noveno arte. Un riguroso Julio CésarLos amantes de las biografías en viñeta están de enhorabuena, ya que, este verano, ha salido al mercado una de las mejores. Se trata de ‘Yo, Julio César’ , de Alfred de Montesquiou y Névil que, sin duda, en lo referente a su veracidad histórica, es un tebeo de nota. Ya desde la portada, una banda informa que « 32 historiadores de 16 países y 3 años de investigación, avalan este cómic que narra el destino de un hombre mítico». Y como el espacio de la banda da para mucho, refuerzan esta idea con algunas citas de diversos medios franceses (país de origen del tebeo). En opinión de ‘France Info’, «la potencia documental de este libro es absolutamente increíble». Portada de ‘Yo, Julio César’ Reservoir BooksPor suerte para el lector que disfruta con la acción en forma de viñeta, también se destacan las virtudes narrativas de este tebeo. Así, ‘Le Soir’ dice: «Los autores logran retratar a un César aventurero y romántico, descrito con el estilo de Maupassant y presentado como un héroe de Shakespeare, pero con una puesta en escena digna de Tarantino».Noticia Relacionada estandar Si Los secretos de Julio César para cambiar para siempre la historia de Roma Manuel P. Villatoro El futuro dictador destruyó la República amparándose en su liderazgo incontestable y en la veteranía de sus hombresEl que escribe estas líneas, solo puede estar de acuerdo con ambas impresiones. Como historiador de carrera he disfrutado de lo lindo con lo cuidado del aspecto documental, y en especial, del abultado anexo de notas que cierra el libro que resultan perfectas para situar, matizar y aclarar aspectos de la biografía de César. Pero, igualmente, he gozado simple y llanamente de la narrativa y de la épica del relato, así como de la mítica del personaje. Los autores son más que conscientes de que tienen entre manos una biografía en viñetas, pero además saben que, en todo trabajo creativo, es necesario tomar decisiones por el bien de aquello que se desea contar. En ocasiones, las fuentes nada dicen de algunos aspectos de esta figura histórica. En otras, son contradictorias, ya que César fue en gran medida constructor de su propio mito . Creo que, en último término, el espíritu que los guía es el convencimiento de que, tras su muerte, se convierte en un icono mucho más relevante como símbolo que como hombre, amén de ser origen de la primera dinastía de un imperio que gobernaba el mundo. Lo mejor de todo que es un libro de historia que se lee con la facilidad y que, además, se disfruta como un libro de aventuras. Un cómic imprescindible que llega de la mano de Reservoir Books.Pitufos y pitufasLa segunda obra que quiero destacar es, lo confieso, fruto de la más pura nostalgia. Los que nacimos en los 70, disfrutamos de lo lindo con los pequeños Pitufos, del genial historietista belga Pierre Culliford , más conocido como Peyo. Sus azules criaturas han pervivido a lo largo de los años, y concretamente, en 2011, 2013 y 2017 volvieron a ponerse de moda gracias a tres filmes de animación que gozan del favor del público que abarrota las salas de cine. Dicho éxito alimenta la idea de hacer crecer todavía más las aventuras de estas simpáticas criaturas, y también, como no, la idea de adaptarlas a los nuevos tiempos. ‘Los pitufos y la aldea de las chicas’ Norma EditorialDesde la creación de estos pequeños personajes en 1958 hasta 2025, el mundo ha cambiado mucho. Y quizá, la carencia más evidente de esta franquicia protagonizada por diminutas criaturas azules sea el escasísimo protagonismo que tienen en sus aventuras las figuras femeninas . Y es que, los pitufos son legión, pero, hasta ahora, pitufina, solo una. Con ‘Los pitufos y la aldea de las chicas, integral 1’, que llega de la mano de Norma Editorial , la balanza se iguala en lo numérico. En el bosque existe otra aldea pitufa, solo que, en esta ocasión, está íntegramente habitada por mujeres (o mejor dicho pitufas), que se distinguen de sus vecinos masculinos por sus largas cabelleras, igualmente azules, y un gusto por la vestimenta de color crema en lugar del blanco. Noticia Relacionada estandar No Llega la Pitufina guerrera para renovar al personaje clásico mIRIAM gONZÁLEZ RUIZ Rigoberta Bandini y Flo tiñen sus voces de azul en la nueva de ‘Pitufos’, una aventura para toda la familiaEste integral se compone de cuatro aventuras con títulos tan sugerentes como ‘El bosque prohibido’, ‘La traición del pitufirretoño’, ‘El cuervo’ o ‘Un nuevo comienzo’. Para los más nostálgicos, es obligado citar que, junto a toda una pléyade de nuevos personajes femeninos, se encuentran igualmente los pitufos de siempre, que están de visita en la aldea de las chicas; por lo que, sin ser exhaustivo, quien desee encontrar a Papá pitufo, pitufo fortachón, filósofo, tontín, pitufina (la de siempre), gruñón y torpe; o a los malvados, siempre imprescindibles, Gargamel y Azrael, no quedará decepcionado.Economía y ciencia ficciónTambién llega de mano de Norma Editorial un cómic sorprendente: ‘Recursos, un desafío para la humanidad’ , de Philippe Bihouix y Vincent Perriot. En él, se reflexiona sobre el «bonito» mundo que nos toca vivir (nótense las comillas), y se pone el acento en uno de los problemas fundamentales a los que nos enfrentamos en el siglo XXI: el límite de los recursos y lo insostenible del modelo de crecimiento en que estamos inmersos. ¿Pero que es lo que hace interesante este cómic frente a otras fuentes escritas que nos informan sobre esta problemática? Pues algo muy sencillo, la unión de talentos de sus dos autores. ‘Recursos, un desafío para la humanidad’ Norma editorialEl cómic comienza con un capitulo memorable ambientado en el año 3019 , en el que la humanidad ha conquistado parte del sistema solar, vive en estaciones espaciales que orbitan la tierra, y extrae los recursos de la luna o de diversos asteroides que pasan cerca de nuestro planeta. De repente, se muestra el pasado, concretamente, a alguien que tiene el sueño que ha cristalizado mil años más tarde. No es otro que Jeff Bezos , fundador de Amazon, en el momento en que presenta el módulo de transporte espacial Blue Origin. El cómic regresa al futuro, a una elegante nave espacial que surca nuestro sistema solar. Sus tripulantes lucen grandiosos (me río yo de los astronautas de ‘2001, una odisea del espacio’ de Stanley Kubric ) hasta que… ¡La magia se rompe! Uno de ellos no puede evitar echarse a reír a mandíbula batiente diciendo: «Vincent… ¡Realmente te crees esta visión del futuro? ¿No te parece totalmente ridícula?». Noticia Relacionada reportaje Si Los recursos en la Tierra se agotan, pero ¿puede ser el espacio nuestra nueva mina de oro? Patricia BioscaQuién devuelve de un mazazo al lector a la realidad, no es otro que Philippe Bihouix, economista de profesión y uno de los autores de este maravilloso tebeo. Y su interlocutor es Vincent Perriot, conocido autor de ‘bande dessinée’ especializado en cómics de ciencia ficción. La unión de ambos talentos es lo que hace mágico este cómic. Juntos embarcan a quien lee sus páginas en un viaje por el tiempo, cuya primera parada es la lejana civilización griega , donde citan el cuerno de la abundancia de la cabra Amaltea . Este es, cuenta Bihouix, el origen del mito de los recursos ilimitados. De este modo, comienza un viaje por la historia hacia el presente, en que se narra el desarrollo del citado mito, cuya última versión es la idea de la conquista del espacio para que los recursos no dejen de crecer. Por supuesto, además de la lección de historia, el economista echa cuentas (es uno de sus talentos) y demuestra lo inviable de dicho modelo: «Con el consumo energético actual, en un modelo de crecimiento del 2% anual, en 1.550 años necesitaríamos ¡toda la potencia del sol!».Para los lectores que, como a mí, las tablas con porcentajes y cálculos les producen alergia ¡tranquilidad! Vincent Pierrot viene al rescate, ilustrando cada cálculo de su compañero de faenas con preciosas visiones futuristas y naves espaciales. Sin duda, uno de los cómics más apasionantes que he leído este verano. Superhéroes para lectores adultosY este mes terminamos con una redición de altura: ‘La cosa del pantano 1’ , de Alan Moore al guion, y Stephen R. Bissette, Dan Day, Shawn McManus, Rick Veitch y John Totleben al dibujo. En la lejana fecha de 1988 la editorial Zinco publica en España un cómic americano singular. Se trata de una iniciativa de D.C. Cómics , que realiza una extraordinaria apuesta de esta editorial en el género de los superhéroes para captar al público adulto. Para ello, retoma a uno de sus personajes clásicos de terror y lo reinventa con una óptica pensada para el lector maduro. Y es que ‘La cosa del pantano’ de Moore brilla con luz propia, y está a la altura de otras apuestas similares de D.C. como ‘Sandman’ de Gaiman y ‘Animalman’ de Morrison. Muchos lectores patrios descubrimos con este cómic el inmenso talento del guionista británico que pocos años más tarde deslumbraría al mundo con su célebre obra ‘Watchmen’. Noticia Relacionada Su obra ha sido retirada estandar Si La caída de Neil Gaiman, el feminista que escondía un «monstruo violador» Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La obra del exitoso escritor ha sido retirada tras varias denuncias de abuso sexual. «No tenía límites», dijo una de las mujeresRespecto al aspecto gráfico, destacan a mi entender el trabajo de Bissette, Totleben y Veitch. La calidad de su dibujo y del entintado, reforzado por el color de Tatjana Wood, son el complemente perfecto a las apasionantes novedades conceptuales de Moore. Todos ellos se alejan del grafismo clásico del personaje, sin que por ello deje de ser reconocible o resulte demasiado distinto al acabado habitual de un comic-book de superhéroes. Y, sin embargo, sin su aportación, la cosa del pantano no habría brillado en absoluto. Esta es una de las ocasiones en las que se aplica el popular refrán de que «una imagen vale más que mil palabras». Moore da completamente la vuelta al personaje al reinventar su origen : La cosa del pantano siempre fue Alec Holland, un hombre que al hundirse en la ciénaga resurge como una suerte de monstruo. Moore decide convertirle en una auténtica conciencia vegetal enraizada en el cuerpo de quien, antes de ahogarse en las aguas pantanosas fue un hombre. Pero son Bissette, Totleben y Veitch los que nos muestran a la planta. La morfología del personaje se estiliza y afina, deja de ser un amasijo de músculos y tendones humanos recubiertos de una especie de piel de aspecto vegetal, para convertirse en un ser realmente vegetal. Si por caprichos del destino, una planta creciese imitando la morfología de un ser humano, sería exacta al personaje de esta saga. Toda la criatura, cada órgano, sería totalmente reconocible. Órganos similares y tan diferentes a la vez, ya que ninguno de ellos cumpliría su función vital. El estómago no procesaría el alimento, el intestino no absorbería los nutrientes, ni los músculos y tendones serían útiles a la hora de lograr la función motora. En otras palabras, la cosa del pantano es solamente una planta que cree ser un ser humano. Dibujar con acierto y verosimilitud una idea tan compleja, está solo al alcance de creadores gráficos tan inmensos como los tres nombres aquí citados. Panini recupera esta etapa clásica de La cosa del pantano en un tomo encuadernado en tapa dura de 448 páginas.
Tras el paréntesis estival, las editoriales empujan fuerte con novedades para todos los gustos. Para la ocasión, recomiendo cuatro jugosos títulos recién salidos de la imprenta que no deberían faltar en la biblioteca de ningún buen aficionado al noveno arte.
Un riguroso Julio César
Los amantes de … las biografías en viñeta están de enhorabuena, ya que, este verano, ha salido al mercado una de las mejores. Se trata de ‘Yo, Julio César’, de Alfred de Montesquiou y Névil que, sin duda, en lo referente a su veracidad histórica, es un tebeo de nota.
Ya desde la portada, una banda informa que «32 historiadores de 16 países y 3 años de investigación, avalan este cómic que narra el destino de un hombre mítico». Y como el espacio de la banda da para mucho, refuerzan esta idea con algunas citas de diversos medios franceses (país de origen del tebeo). En opinión de ‘France Info’, «la potencia documental de este libro es absolutamente increíble».
Reservoir Books
Por suerte para el lector que disfruta con la acción en forma de viñeta, también se destacan las virtudes narrativas de este tebeo. Así, ‘Le Soir’ dice: «Los autores logran retratar a un César aventurero y romántico, descrito con el estilo de Maupassant y presentado como un héroe de Shakespeare, pero con una puesta en escena digna de Tarantino».
El que escribe estas líneas, solo puede estar de acuerdo con ambas impresiones. Como historiador de carrera he disfrutado de lo lindo con lo cuidado del aspecto documental, y en especial, del abultado anexo de notas que cierra el libro que resultan perfectas para situar, matizar y aclarar aspectos de la biografía de César. Pero, igualmente, he gozado simple y llanamente de la narrativa y de la épica del relato, así como de la mítica del personaje.
Los autores son más que conscientes de que tienen entre manos una biografía en viñetas, pero además saben que, en todo trabajo creativo, es necesario tomar decisiones por el bien de aquello que se desea contar. En ocasiones, las fuentes nada dicen de algunos aspectos de esta figura histórica. En otras, son contradictorias, ya que César fue en gran medida constructor de su propio mito. Creo que, en último término, el espíritu que los guía es el convencimiento de que, tras su muerte, se convierte en un icono mucho más relevante como símbolo que como hombre, amén de ser origen de la primera dinastía de un imperio que gobernaba el mundo.
Lo mejor de todo que es un libro de historia que se lee con la facilidad y que, además, se disfruta como un libro de aventuras. Un cómic imprescindible que llega de la mano de Reservoir Books.
Pitufos y pitufas
La segunda obra que quiero destacar es, lo confieso, fruto de la más pura nostalgia. Los que nacimos en los 70, disfrutamos de lo lindo con los pequeños Pitufos, del genial historietista belga Pierre Culliford, más conocido como Peyo.
Sus azules criaturas han pervivido a lo largo de los años, y concretamente, en 2011, 2013 y 2017 volvieron a ponerse de moda gracias a tres filmes de animación que gozan del favor del público que abarrota las salas de cine. Dicho éxito alimenta la idea de hacer crecer todavía más las aventuras de estas simpáticas criaturas, y también, como no, la idea de adaptarlas a los nuevos tiempos.
Norma Editorial
Desde la creación de estos pequeños personajes en 1958 hasta 2025, el mundo ha cambiado mucho. Y quizá, la carencia más evidente de esta franquicia protagonizada por diminutas criaturas azules sea el escasísimo protagonismo que tienen en sus aventuras las figuras femeninas. Y es que, los pitufos son legión, pero, hasta ahora, pitufina, solo una.
Con ‘Los pitufos y la aldea de las chicas, integral 1’, que llega de la mano de Norma Editorial, la balanza se iguala en lo numérico. En el bosque existe otra aldea pitufa, solo que, en esta ocasión, está íntegramente habitada por mujeres (o mejor dicho pitufas), que se distinguen de sus vecinos masculinos por sus largas cabelleras, igualmente azules, y un gusto por la vestimenta de color crema en lugar del blanco.
Este integral se compone de cuatro aventuras con títulos tan sugerentes como ‘El bosque prohibido’, ‘La traición del pitufirretoño’, ‘El cuervo’ o ‘Un nuevo comienzo’.
Para los más nostálgicos, es obligado citar que, junto a toda una pléyade de nuevos personajes femeninos, se encuentran igualmente los pitufos de siempre, que están de visita en la aldea de las chicas; por lo que, sin ser exhaustivo, quien desee encontrar a Papá pitufo, pitufo fortachón, filósofo, tontín, pitufina (la de siempre), gruñón y torpe; o a los malvados, siempre imprescindibles, Gargamel y Azrael, no quedará decepcionado.
Economía y ciencia ficción
También llega de mano de Norma Editorial un cómic sorprendente: ‘Recursos, un desafío para la humanidad’, de Philippe Bihouix y Vincent Perriot. En él, se reflexiona sobre el «bonito» mundo que nos toca vivir (nótense las comillas), y se pone el acento en uno de los problemas fundamentales a los que nos enfrentamos en el siglo XXI: el límite de los recursos y lo insostenible del modelo de crecimiento en que estamos inmersos.
¿Pero que es lo que hace interesante este cómic frente a otras fuentes escritas que nos informan sobre esta problemática? Pues algo muy sencillo, la unión de talentos de sus dos autores.
Norma editorial
El cómic comienza con un capitulo memorable ambientado en el año 3019, en el que la humanidad ha conquistado parte del sistema solar, vive en estaciones espaciales que orbitan la tierra, y extrae los recursos de la luna o de diversos asteroides que pasan cerca de nuestro planeta.
De repente, se muestra el pasado, concretamente, a alguien que tiene el sueño que ha cristalizado mil años más tarde. No es otro que Jeff Bezos, fundador de Amazon, en el momento en que presenta el módulo de transporte espacial Blue Origin.
El cómic regresa al futuro, a una elegante nave espacial que surca nuestro sistema solar. Sus tripulantes lucen grandiosos (me río yo de los astronautas de ‘2001, una odisea del espacio’ de Stanley Kubric) hasta que… ¡La magia se rompe! Uno de ellos no puede evitar echarse a reír a mandíbula batiente diciendo: «Vincent… ¡Realmente te crees esta visión del futuro? ¿No te parece totalmente ridícula?».
Quién devuelve de un mazazo al lector a la realidad, no es otro que Philippe Bihouix, economista de profesión y uno de los autores de este maravilloso tebeo. Y su interlocutor es Vincent Perriot, conocido autor de ‘bande dessinée’ especializado en cómics de ciencia ficción.
La unión de ambos talentos es lo que hace mágico este cómic. Juntos embarcan a quien lee sus páginas en un viaje por el tiempo, cuya primera parada es la lejana civilización griega, donde citan el cuerno de la abundancia de la cabra Amaltea. Este es, cuenta Bihouix, el origen del mito de los recursos ilimitados.
De este modo, comienza un viaje por la historia hacia el presente, en que se narra el desarrollo del citado mito, cuya última versión es la idea de la conquista del espacio para que los recursos no dejen de crecer.
Por supuesto, además de la lección de historia, el economista echa cuentas (es uno de sus talentos) y demuestra lo inviable de dicho modelo: «Con el consumo energético actual, en un modelo de crecimiento del 2% anual, en 1.550 años necesitaríamos ¡toda la potencia del sol!».
Para los lectores que, como a mí, las tablas con porcentajes y cálculos les producen alergia ¡tranquilidad! Vincent Pierrot viene al rescate, ilustrando cada cálculo de su compañero de faenas con preciosas visiones futuristas y naves espaciales. Sin duda, uno de los cómics más apasionantes que he leído este verano.
Superhéroes para lectores adultos
Y este mes terminamos con una redición de altura: ‘La cosa del pantano 1’, de Alan Moore al guion, y Stephen R. Bissette, Dan Day, Shawn McManus, Rick Veitch y John Totleben al dibujo.
En la lejana fecha de 1988 la editorial Zinco publica en España un cómic americano singular. Se trata de una iniciativa de D.C. Cómics, que realiza una extraordinaria apuesta de esta editorial en el género de los superhéroes para captar al público adulto. Para ello, retoma a uno de sus personajes clásicos de terror y lo reinventa con una óptica pensada para el lector maduro.
Y es que ‘La cosa del pantano’ de Moore brilla con luz propia, y está a la altura de otras apuestas similares de D.C. como ‘Sandman’ de Gaiman y ‘Animalman’ de Morrison. Muchos lectores patrios descubrimos con este cómic el inmenso talento del guionista británico que pocos años más tarde deslumbraría al mundo con su célebre obra ‘Watchmen’.
Respecto al aspecto gráfico, destacan a mi entender el trabajo de Bissette, Totleben y Veitch. La calidad de su dibujo y del entintado, reforzado por el color de Tatjana Wood, son el complemente perfecto a las apasionantes novedades conceptuales de Moore. Todos ellos se alejan del grafismo clásico del personaje, sin que por ello deje de ser reconocible o resulte demasiado distinto al acabado habitual de un comic-book de superhéroes.
Y, sin embargo, sin su aportación, la cosa del pantano no habría brillado en absoluto. Esta es una de las ocasiones en las que se aplica el popular refrán de que «una imagen vale más que mil palabras».
Moore da completamente la vuelta al personaje al reinventar su origen: La cosa del pantano siempre fue Alec Holland, un hombre que al hundirse en la ciénaga resurge como una suerte de monstruo. Moore decide convertirle en una auténtica conciencia vegetal enraizada en el cuerpo de quien, antes de ahogarse en las aguas pantanosas fue un hombre.
Pero son Bissette, Totleben y Veitch los que nos muestran a la planta. La morfología del personaje se estiliza y afina, deja de ser un amasijo de músculos y tendones humanos recubiertos de una especie de piel de aspecto vegetal, para convertirse en un ser realmente vegetal.
Si por caprichos del destino, una planta creciese imitando la morfología de un ser humano, sería exacta al personaje de esta saga. Toda la criatura, cada órgano, sería totalmente reconocible. Órganos similares y tan diferentes a la vez, ya que ninguno de ellos cumpliría su función vital. El estómago no procesaría el alimento, el intestino no absorbería los nutrientes, ni los músculos y tendones serían útiles a la hora de lograr la función motora. En otras palabras, la cosa del pantano es solamente una planta que cree ser un ser humano.
Dibujar con acierto y verosimilitud una idea tan compleja, está solo al alcance de creadores gráficos tan inmensos como los tres nombres aquí citados. Panini recupera esta etapa clásica de La cosa del pantano en un tomo encuadernado en tapa dura de 448 páginas.
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