Alegra y reconforta este reencuentro (otra excelente elección de la madrileña MaisterraValbuena, galería al alza) con Néstor Sanmiguel (1949). Un pintor posconceptual que cultiva «el oficio de esquivar», o sea que es un insurrecto perenne, lo cual se ve en su obra, una fina deconstrucción de la sociedad de la información –concepto setentero que ahora me arranca una sonrisa– en la que se solapan imágenes, textos y signos indescifrables, todo pulcra y metódicamente ejecutado.Noticias relacionadas estandar Si Crítica de: ‘Juegos reunidos’: las ‘siete semejanzas’ de Madoz y Brossa en Prats Nogueras Blanchard Isabel Lázaro estandar Si Crítica de: ‘La huella de Jesús de la Sota’, en la galería José de la Mano: Composición y herencia Javier Rubio NomblotLa suya es, díjose cuando expuso en el MNCARS, «una producción en la que se cruzan registros pictóricos, sistemas de reglas y signos gráficos, y en la que el trabajo, entendido como una máquina abstracta que estructura nuestras vidas, aparece como una preocupación constante». Hablo de feliz reencuentro porque en los noventa, cuando militaba en A Ua Crag, Sanmiguel –que ahora firma con su segundo apellido– me parecía uno de los pintores más brillantes de su brillante generación pero, como casi todos ellos, pareció desaparecer de escena, aunque últimamente el MUSAC (2007), ARTIUM (2022), el Reina (2022) y el MACBA (2024), le han dedicado grandes exposiciones (gracias, por lo demás, a la gran labor de la galería).Obras de Néstor Sanmiguel Diest en MaisterraValbuena ABCEn ‘Días de niebla’, como el título sugiere, ese conglomerado de mensajes procesados y cifrados que son sus cuadros (Sanmiguel a veces fabrica imágenes rotundas y mínimas, dedicadas a un único signo) aparece velado por una retícula apretada que imposibilita cualquier apropiación de la imagen subyacente. Supongo que algo así es lo que entendemos hoy por ‘información’… En cualquier caso, la idea aparecía ya en series tempranas: «Es importante que haya un texto, pero el texto funciona más como niebla que como literatura en sí. Por ponerte un ejemplo, ‘Rayuela’ (2008) o ‘Libro para Manuel’ (2009-2010), surgen por una deuda personal que yo tenía con la literatura de Cortázar. Y entonces me dije: ¡Hombre! Pues ya que estoy copiando, voy a copiar ‘Rayuela’ entero. Y lo copié además con añadidos que insertaba en rojo, con comentarios propios, con fragmentos de otros autores a los que Cortázar hacía alusión, o con la información de unas facturas que me acababan de llegar» (algo semejante podemos ver en ‘Todo es inercia’ (2019), donde hay un largo pasaje del ‘Génesis’ con comentarios añadidos). Néstor Sanmiguel Diest ‘Días de niebla’. Galería MaisterraValbuena. Madrid. C/ Hospital, 8. Hasta el 15 de febrero. Cuatro estrellas.Y la obra más antigua de las que ahora se exponen, ‘Bryant Park’ (1999) dedicada ya a velar totalmente, a impedir la lectura de lo que parece la página de un periódico. Néstor Sanmiguel, que se ha declarado ‘magrittiano’, es un disidente y su tarea paciente y meticulosa es, como la del belga, subvertir el lenguaje. Alegra y reconforta este reencuentro (otra excelente elección de la madrileña MaisterraValbuena, galería al alza) con Néstor Sanmiguel (1949). Un pintor posconceptual que cultiva «el oficio de esquivar», o sea que es un insurrecto perenne, lo cual se ve en su obra, una fina deconstrucción de la sociedad de la información –concepto setentero que ahora me arranca una sonrisa– en la que se solapan imágenes, textos y signos indescifrables, todo pulcra y metódicamente ejecutado.Noticias relacionadas estandar Si Crítica de: ‘Juegos reunidos’: las ‘siete semejanzas’ de Madoz y Brossa en Prats Nogueras Blanchard Isabel Lázaro estandar Si Crítica de: ‘La huella de Jesús de la Sota’, en la galería José de la Mano: Composición y herencia Javier Rubio NomblotLa suya es, díjose cuando expuso en el MNCARS, «una producción en la que se cruzan registros pictóricos, sistemas de reglas y signos gráficos, y en la que el trabajo, entendido como una máquina abstracta que estructura nuestras vidas, aparece como una preocupación constante». Hablo de feliz reencuentro porque en los noventa, cuando militaba en A Ua Crag, Sanmiguel –que ahora firma con su segundo apellido– me parecía uno de los pintores más brillantes de su brillante generación pero, como casi todos ellos, pareció desaparecer de escena, aunque últimamente el MUSAC (2007), ARTIUM (2022), el Reina (2022) y el MACBA (2024), le han dedicado grandes exposiciones (gracias, por lo demás, a la gran labor de la galería).Obras de Néstor Sanmiguel Diest en MaisterraValbuena ABCEn ‘Días de niebla’, como el título sugiere, ese conglomerado de mensajes procesados y cifrados que son sus cuadros (Sanmiguel a veces fabrica imágenes rotundas y mínimas, dedicadas a un único signo) aparece velado por una retícula apretada que imposibilita cualquier apropiación de la imagen subyacente. Supongo que algo así es lo que entendemos hoy por ‘información’… En cualquier caso, la idea aparecía ya en series tempranas: «Es importante que haya un texto, pero el texto funciona más como niebla que como literatura en sí. Por ponerte un ejemplo, ‘Rayuela’ (2008) o ‘Libro para Manuel’ (2009-2010), surgen por una deuda personal que yo tenía con la literatura de Cortázar. Y entonces me dije: ¡Hombre! Pues ya que estoy copiando, voy a copiar ‘Rayuela’ entero. Y lo copié además con añadidos que insertaba en rojo, con comentarios propios, con fragmentos de otros autores a los que Cortázar hacía alusión, o con la información de unas facturas que me acababan de llegar» (algo semejante podemos ver en ‘Todo es inercia’ (2019), donde hay un largo pasaje del ‘Génesis’ con comentarios añadidos). Néstor Sanmiguel Diest ‘Días de niebla’. Galería MaisterraValbuena. Madrid. C/ Hospital, 8. Hasta el 15 de febrero. Cuatro estrellas.Y la obra más antigua de las que ahora se exponen, ‘Bryant Park’ (1999) dedicada ya a velar totalmente, a impedir la lectura de lo que parece la página de un periódico. Néstor Sanmiguel, que se ha declarado ‘magrittiano’, es un disidente y su tarea paciente y meticulosa es, como la del belga, subvertir el lenguaje.
Crítica de:
Madrid
Brillante nueva entrada de este aragonés en la galería MaisterraValbuena, donde demuestra la potencia de una obsesión
Alegra y reconforta este reencuentro (otra excelente elección de la madrileña MaisterraValbuena, galería al alza) con Néstor Sanmiguel (1949).
Un pintor posconceptual que cultiva «el oficio de esquivar», o sea que es un insurrecto perenne, lo cual se ve en su …
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