En un episodio de la serie de televisión ‘Extras’, allá por 2005, Kate Winslet interpretaba a una parodia de sí misma, una actriz de éxito que estaba rodando un drama sobre la Segunda Guerra Mundial. En una escena, Winslet le confesaba a Andy, el personaje de Ricky Gervais, que únicamente había aceptado aquel papel porque « la clave para ganar un Oscar es hacer una película sobre el Holocausto». Tres años después, Kate Winslet dio vida en ‘El lector’ a Hanna Schmitz, una mujer que sirvió como guardia de las SS en la Alemania nazi. La actriz, que llevaba encadenadas cinco nominaciones sin premio, finalmente se llevó el Oscar por aquel papel. El ejemplo es puntual, pero también sintomático de un conocimiento general en Hollywood: hay papeles con los que es más fácil ganar la estatuilla . Una película de comedia, terror o de ciencia ficción difícilmente te elevará hasta el olimpo de los ‘oscarizados’, pero un drama histórico te allana el camino hacia el oro. Es cierto que el cine sobre el nazismo o la Segunda Guerra Mundial siempre ha sido bien recibido por la Academia (véase ‘La vida es bella’, ‘La lista de Schindler’, ‘Patton’, ‘Vencedores o vencidos’, ‘El paciente inglés’, ‘Salvar al soldado Ryan’, ‘El pianista’, ‘La decisión de Sophie’ o, más recientemente, ‘La zona de interés’), pero los representantes de los actores y las propias estrellas saben bien que, de un tiempo a esta parte, la clave está en el ‘biopic’. Noticia Relacionada Peligrosa controversia de la actriz estandar Si Los Oscar improvisan cambios por la polémica de Karla Sofía Gascón Pablo AmigoLos ‘biopics’ son lo que siempre se ha conocido como cine biográfico. Películas sobre personas conocidas, figuras históricas o gente anónima que se da a conocer por algún tipo de hazaña. Este año, sin ir más lejos, siete de los actores nominados al Oscar lo han logrado dando vida a alguien real, desde Bob Dylan hasta Donald Trump . La fórmula del éxito: pelucas y acentosNo son pocos los intérpretes que se han llevado el gato al agua gracias a este género a priori interesante (ahí están obras maestras como ‘Amadeus’ o ‘Ed Wood’), pero que se ha manoseado hasta el extremo, convirtiéndose muchas veces en una cadena de producción de películas planas, repetitivas y sin alma, en simples vehículos para que el actor de turno se luzca y levante la preciada estatuilla dorada.En los últimos diez años, con mejores y peores títulos, un tercio de los ganadores del Oscar interpretaban a alguien real : Cillian Murphy y Robert Downey Jr. (ambos por ‘Oppenheimer’), Will Smith (‘El método Williams’), Jessica Chastain (‘Los ojos de Tammy Faye’), Daniel Kaluuya (‘Judas y el mesías negro’), Renée Zellweger (‘Judy’), Rami Malek (‘Bohemian Rhapsody’), Olivia Colman (‘La favorita’), Mahershala Ali (‘Green Book’), Gary Oldman (‘El instante más oscuro’), Allison Janney (‘Yo, Tonya’), Leonardo DiCaprio (‘El renacido’), Mark Rylance (‘El puente de los espías’), Alicia Vikander (‘La chica danesa’) y Eddie Redmayne (‘La teoría del todo’).Meryl Streep ganó su tercer Oscar gracias a ‘La dama de hierro’, en la que interpretaba a Margaret Thatcher. En su filmografía encontramos otros muchos ‘biopics’: ‘Memorias de África’, ‘Silkwood’, ‘El ladrón de las orquídeas’, ‘Los papeles del pentágono’, ‘Julie y Julia’, ‘Sufragistas’, ‘Florence Foster Jenkins’, ‘Un grito en la oscuridad’ ‘Música del corazón’…A lo largo de las 96 ediciones de historia de los Oscar, los casos se repiten año tras año: desde Luise Rainer en 1936 (que ganó gracias a su papel como la estrella de Broadway Anna Held en ‘El gran Ziegfeld’) hasta la Margaret Thatcher de Meryl Streep en ‘La dama de hierro’ o la Virginia Woolf de Nicole Kidman en ‘Las horas’, son decenas los actores que han encontrado en el cine biográfico la fórmula del éxito: pelucas, narices postizas, acentos extranjeros y una historia real que te aseguran la gloria . La lista es larga, muy larga. Ben Kingsley como Gandhi, Philip Seymour Hoffman como Truman Capote, Sean Penn como Harvey Milk, Julia Roberts como Erin Brockovich, Helen Mirren como Isabel II… y un ejemplo curioso: Katharine Hepburn ganó dando vida a Leonor de Aquitania en ‘El león en invierno’ y Cate Blanchett se lo llevó 36 años después por ‘El aviador’, donde interpretaba, precisamente, a la propia Katharine Hepburn. En cualquier caso, esta fórmula sigue funcionando. Este año, son siete los actores nominados al Oscar por dar vida a alguien real: Timothée Chalamet (Bob Dylan en ‘Un completo desconocido’), Sebastian Stan (Donald Trump en ‘El aprendiz’), Colman Domingo (John ‘Divine G’ Whitfield en ‘Las vidas de Sing Sing’), Fernanda Torres (Eunice Paiva en ‘Aún sigo aquí’), Edward Norton (Pete Seeger en ‘Un completo desconocido’), Jeremy Strong (Roy Cohn en ‘El aprendiz’) y Mónica Barbaro (Joan Baez en ‘Un completo desconocido’). Este pasado domingo, Timothée Chalamet se convertía en el ganador más joven del premio al Mejor Actor del Sindicato de Actores -estadísticamente, el galardón que más coincide con el Oscar, por encima incluso del BAFTA o el Globo de Oro— gracias a ‘Un completo desconocido’. De esta forma, desafía las posibilidades de Oscar de Adrien Brody (en principio, favorito por ‘El brutalista’) y podría reforzar aquella premonición de Kate Winslet: hay papeles que, sencillamente, te ponen los premios en bandeja. En un episodio de la serie de televisión ‘Extras’, allá por 2005, Kate Winslet interpretaba a una parodia de sí misma, una actriz de éxito que estaba rodando un drama sobre la Segunda Guerra Mundial. En una escena, Winslet le confesaba a Andy, el personaje de Ricky Gervais, que únicamente había aceptado aquel papel porque « la clave para ganar un Oscar es hacer una película sobre el Holocausto». Tres años después, Kate Winslet dio vida en ‘El lector’ a Hanna Schmitz, una mujer que sirvió como guardia de las SS en la Alemania nazi. La actriz, que llevaba encadenadas cinco nominaciones sin premio, finalmente se llevó el Oscar por aquel papel. El ejemplo es puntual, pero también sintomático de un conocimiento general en Hollywood: hay papeles con los que es más fácil ganar la estatuilla . Una película de comedia, terror o de ciencia ficción difícilmente te elevará hasta el olimpo de los ‘oscarizados’, pero un drama histórico te allana el camino hacia el oro. Es cierto que el cine sobre el nazismo o la Segunda Guerra Mundial siempre ha sido bien recibido por la Academia (véase ‘La vida es bella’, ‘La lista de Schindler’, ‘Patton’, ‘Vencedores o vencidos’, ‘El paciente inglés’, ‘Salvar al soldado Ryan’, ‘El pianista’, ‘La decisión de Sophie’ o, más recientemente, ‘La zona de interés’), pero los representantes de los actores y las propias estrellas saben bien que, de un tiempo a esta parte, la clave está en el ‘biopic’. Noticia Relacionada Peligrosa controversia de la actriz estandar Si Los Oscar improvisan cambios por la polémica de Karla Sofía Gascón Pablo AmigoLos ‘biopics’ son lo que siempre se ha conocido como cine biográfico. Películas sobre personas conocidas, figuras históricas o gente anónima que se da a conocer por algún tipo de hazaña. Este año, sin ir más lejos, siete de los actores nominados al Oscar lo han logrado dando vida a alguien real, desde Bob Dylan hasta Donald Trump . La fórmula del éxito: pelucas y acentosNo son pocos los intérpretes que se han llevado el gato al agua gracias a este género a priori interesante (ahí están obras maestras como ‘Amadeus’ o ‘Ed Wood’), pero que se ha manoseado hasta el extremo, convirtiéndose muchas veces en una cadena de producción de películas planas, repetitivas y sin alma, en simples vehículos para que el actor de turno se luzca y levante la preciada estatuilla dorada.En los últimos diez años, con mejores y peores títulos, un tercio de los ganadores del Oscar interpretaban a alguien real : Cillian Murphy y Robert Downey Jr. (ambos por ‘Oppenheimer’), Will Smith (‘El método Williams’), Jessica Chastain (‘Los ojos de Tammy Faye’), Daniel Kaluuya (‘Judas y el mesías negro’), Renée Zellweger (‘Judy’), Rami Malek (‘Bohemian Rhapsody’), Olivia Colman (‘La favorita’), Mahershala Ali (‘Green Book’), Gary Oldman (‘El instante más oscuro’), Allison Janney (‘Yo, Tonya’), Leonardo DiCaprio (‘El renacido’), Mark Rylance (‘El puente de los espías’), Alicia Vikander (‘La chica danesa’) y Eddie Redmayne (‘La teoría del todo’).Meryl Streep ganó su tercer Oscar gracias a ‘La dama de hierro’, en la que interpretaba a Margaret Thatcher. En su filmografía encontramos otros muchos ‘biopics’: ‘Memorias de África’, ‘Silkwood’, ‘El ladrón de las orquídeas’, ‘Los papeles del pentágono’, ‘Julie y Julia’, ‘Sufragistas’, ‘Florence Foster Jenkins’, ‘Un grito en la oscuridad’ ‘Música del corazón’…A lo largo de las 96 ediciones de historia de los Oscar, los casos se repiten año tras año: desde Luise Rainer en 1936 (que ganó gracias a su papel como la estrella de Broadway Anna Held en ‘El gran Ziegfeld’) hasta la Margaret Thatcher de Meryl Streep en ‘La dama de hierro’ o la Virginia Woolf de Nicole Kidman en ‘Las horas’, son decenas los actores que han encontrado en el cine biográfico la fórmula del éxito: pelucas, narices postizas, acentos extranjeros y una historia real que te aseguran la gloria . La lista es larga, muy larga. Ben Kingsley como Gandhi, Philip Seymour Hoffman como Truman Capote, Sean Penn como Harvey Milk, Julia Roberts como Erin Brockovich, Helen Mirren como Isabel II… y un ejemplo curioso: Katharine Hepburn ganó dando vida a Leonor de Aquitania en ‘El león en invierno’ y Cate Blanchett se lo llevó 36 años después por ‘El aviador’, donde interpretaba, precisamente, a la propia Katharine Hepburn. En cualquier caso, esta fórmula sigue funcionando. Este año, son siete los actores nominados al Oscar por dar vida a alguien real: Timothée Chalamet (Bob Dylan en ‘Un completo desconocido’), Sebastian Stan (Donald Trump en ‘El aprendiz’), Colman Domingo (John ‘Divine G’ Whitfield en ‘Las vidas de Sing Sing’), Fernanda Torres (Eunice Paiva en ‘Aún sigo aquí’), Edward Norton (Pete Seeger en ‘Un completo desconocido’), Jeremy Strong (Roy Cohn en ‘El aprendiz’) y Mónica Barbaro (Joan Baez en ‘Un completo desconocido’). Este pasado domingo, Timothée Chalamet se convertía en el ganador más joven del premio al Mejor Actor del Sindicato de Actores -estadísticamente, el galardón que más coincide con el Oscar, por encima incluso del BAFTA o el Globo de Oro— gracias a ‘Un completo desconocido’. De esta forma, desafía las posibilidades de Oscar de Adrien Brody (en principio, favorito por ‘El brutalista’) y podría reforzar aquella premonición de Kate Winslet: hay papeles que, sencillamente, te ponen los premios en bandeja.
Un tercio de los ganadores en la última década lo lograron gracias a dar vida a una persona real. Este año, siete actores buscan repetir el camino hacia la gloria
En un episodio de la serie de televisión ‘Extras’, allá por 2005, Kate Winslet interpretaba a una parodia de sí misma, una actriz de éxito que estaba rodando un drama sobre la Segunda Guerra Mundial. En una escena, Winslet le confesaba a Andy, el personaje de Ricky Gervais, que únicamente había aceptado aquel papel porque «la clave para ganar un Oscar es hacer una película sobre el Holocausto». Tres años después, Kate Winslet dio vida en ‘El lector’ a Hanna Schmitz, una mujer que sirvió como guardia de las SS en la Alemania nazi. La actriz, que llevaba encadenadas cinco nominaciones sin premio, finalmente se llevó el Oscar por aquel papel.
El ejemplo es puntual, pero también sintomático de un conocimiento general en Hollywood: hay papeles con los que es más fácil ganar la estatuilla. Una película de comedia, terror o de ciencia ficción difícilmente te elevará hasta el olimpo de los ‘oscarizados’, pero un drama histórico te allana el camino hacia el oro. Es cierto que el cine sobre el nazismo o la Segunda Guerra Mundial siempre ha sido bien recibido por la Academia (véase ‘La vida es bella’, ‘La lista de Schindler’, ‘Patton’, ‘Vencedores o vencidos’, ‘El paciente inglés’, ‘Salvar al soldado Ryan’, ‘El pianista’, ‘La decisión de Sophie’ o, más recientemente, ‘La zona de interés’), pero los representantes de los actores y las propias estrellas saben bien que, de un tiempo a esta parte, la clave está en el ‘biopic’.
Los ‘biopics’ son lo que siempre se ha conocido como cine biográfico. Películas sobre personas conocidas, figuras históricas o gente anónima que se da a conocer por algún tipo de hazaña. Este año, sin ir más lejos, siete de los actores nominados al Oscar lo han logrado dando vida a alguien real, desde Bob Dylan hasta Donald Trump.
La fórmula del éxito: pelucas y acentos
No son pocos los intérpretes que se han llevado el gato al agua gracias a este género a priori interesante (ahí están obras maestras como ‘Amadeus’ o ‘Ed Wood’), pero que se ha manoseado hasta el extremo, convirtiéndose muchas veces en una cadena de producción de películas planas, repetitivas y sin alma, en simples vehículos para que el actor de turno se luzca y levante la preciada estatuilla dorada.
En los últimos diez años, con mejores y peores títulos, un tercio de los ganadores del Oscar interpretaban a alguien real: Cillian Murphy y Robert Downey Jr. (ambos por ‘Oppenheimer’), Will Smith (‘El método Williams’), Jessica Chastain (‘Los ojos de Tammy Faye’), Daniel Kaluuya (‘Judas y el mesías negro’), Renée Zellweger (‘Judy’), Rami Malek (‘Bohemian Rhapsody’), Olivia Colman (‘La favorita’), Mahershala Ali (‘Green Book’), Gary Oldman (‘El instante más oscuro’), Allison Janney (‘Yo, Tonya’), Leonardo DiCaprio (‘El renacido’), Mark Rylance (‘El puente de los espías’), Alicia Vikander (‘La chica danesa’) y Eddie Redmayne (‘La teoría del todo’).
A lo largo de las 96 ediciones de historia de los Oscar, los casos se repiten año tras año: desde Luise Rainer en 1936 (que ganó gracias a su papel como la estrella de Broadway Anna Held en ‘El gran Ziegfeld’) hasta la Margaret Thatcher de Meryl Streep en ‘La dama de hierro’ o la Virginia Woolf de Nicole Kidman en ‘Las horas’, son decenas los actores que han encontrado en el cine biográfico la fórmula del éxito: pelucas, narices postizas, acentos extranjeros y una historia real que te aseguran la gloria. La lista es larga, muy larga. Ben Kingsley como Gandhi, Philip Seymour Hoffman como Truman Capote, Sean Penn como Harvey Milk, Julia Roberts como Erin Brockovich, Helen Mirren como Isabel II… y un ejemplo curioso: Katharine Hepburn ganó dando vida a Leonor de Aquitania en ‘El león en invierno’ y Cate Blanchett se lo llevó 36 años después por ‘El aviador’, donde interpretaba, precisamente, a la propia Katharine Hepburn.
En cualquier caso, esta fórmula sigue funcionando. Este año, son siete los actores nominados al Oscar por dar vida a alguien real: Timothée Chalamet (Bob Dylan en ‘Un completo desconocido’), Sebastian Stan (Donald Trump en ‘El aprendiz’), Colman Domingo (John ‘Divine G’ Whitfield en ‘Las vidas de Sing Sing’), Fernanda Torres (Eunice Paiva en ‘Aún sigo aquí’), Edward Norton (Pete Seeger en ‘Un completo desconocido’), Jeremy Strong (Roy Cohn en ‘El aprendiz’) y Mónica Barbaro (Joan Baez en ‘Un completo desconocido’).
Este pasado domingo, Timothée Chalamet se convertía en el ganador más joven del premio al Mejor Actor del Sindicato de Actores -estadísticamente, el galardón que más coincide con el Oscar, por encima incluso del BAFTA o el Globo de Oro— gracias a ‘Un completo desconocido’. De esta forma, desafía las posibilidades de Oscar de Adrien Brody (en principio, favorito por ‘El brutalista’) y podría reforzar aquella premonición de Kate Winslet: hay papeles que, sencillamente, te ponen los premios en bandeja.
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