Al contrario que la novela europea, dotada para captar los grandes movimientos sociales que se estaban produciendo en la sociedad, Dickens, Balzac, Flaubert, Tolstoi, Galdós, la narrativa norteamericana, formada pocos años antes como país y las dimensiones de un continente, es profusa en héroes individuales que buscan cierto tipo de redención o una suerte de conócete a ti mismo que en gran parte hunde sus raíces en las sectas puritanas que habían hecho la nación con su gran dosis de utopías. Se trata de una variante de la ‘Odisea’ donde el viaje no resulta siempre una vuelta a Ítaca. Más bien lo contrario. Desde el Ismael de ‘Moby Dick’ a Jeremías Johnson, héroe cinematográfico que narraba la vida de John come-higados Johnson, el nómada norteamericano ha pasado por todos los oficios, hasta el de gánster o simplemente nadando, como en la narración de John Cheever. NOVELA ‘El buscavidas’ Autor Walter Tevis Editorial Impedimenta Año 2025 Páginas 236 Precio 23,95 euros 4Para el imaginario americano, Eddie Felson, ‘El Rápido’, representa al billar, al billar americano y los múltiples viajes por toda la geografía de un continente por sus salas para celebrar la partida del siglo. Ese Eddie Felson es personaje creado por Walter Trevis, autor centrado en el relato pero que escribió dos novelas, ‘El buscavidas’ y ‘El color del dinero’, cuya temática era la épica del billar contada a través de Eddie Felson en distintas etapas de su vida. En la primera cuando termina enfrentándose con El Gordo de Minnesota después de una serie de etapas que tenían mucho de iniciáticas . El combate, que pierde, tiene todas las características del enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto; la segunda, cuando Eddie Felson, después de veinte años de retiro del oficio contempla el juego de Vincent Lauria, después de que éste derrotara a su protegido Julian. El viejo guerrero desenfunda entonces su viejo balabushka, el mítico taco del billar y se arriesga a una segunda oportunidad de resurrección junto al prometedor Lauria. Ni que decir tiene , si no lo han adivinado ya, que las dos novelas fueron llevadas al cine con resultados excelentes. El combate, que pierde, es como el enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto’El buscavidas’ fue dirigida en 1961 por Robert Rossen e interpretada por Paul Newman en el papel de Eddie Felson y es película de factura clásica, muy apegada al original de Walter Tevis, con un blanco y negro que se muestra idóneo para ambientar la caída de Felson, a lo que ayuda las tomas desde las alturas y sus planos inclinados.’El color del dinero’ fue dirigida en 1986 por Martin Scorsese con Paul Newman en el papel de Felson, ¿quién si no?, y con Tom Cruise en el de Vincent Lauria y, quizá por la personalidad de su director, que siempre se las apaña para que una película de Scorsese sea de Scorsese, el filme goza de una especie de morbosa indagación que Walter Tevis prefiere eludir en su narración o, por lo menos, dejarlas en estado durmiente. La novela de Walter Tavis, ‘El buscavidas’, editada ahora en castellano es una buena muestra de la desgracia que acontece a una buena novela cuando su versión cinematográfica también lo es: para bien o para mal vemos a Paul Newman y su entorno ; a Tom Cruise, a Mary Elisabeth Mastrantonio en ‘El color del dinero’. La imagen y su poder hipnótico frente a la palabra. Pero esto es otra historia. Al contrario que la novela europea, dotada para captar los grandes movimientos sociales que se estaban produciendo en la sociedad, Dickens, Balzac, Flaubert, Tolstoi, Galdós, la narrativa norteamericana, formada pocos años antes como país y las dimensiones de un continente, es profusa en héroes individuales que buscan cierto tipo de redención o una suerte de conócete a ti mismo que en gran parte hunde sus raíces en las sectas puritanas que habían hecho la nación con su gran dosis de utopías. Se trata de una variante de la ‘Odisea’ donde el viaje no resulta siempre una vuelta a Ítaca. Más bien lo contrario. Desde el Ismael de ‘Moby Dick’ a Jeremías Johnson, héroe cinematográfico que narraba la vida de John come-higados Johnson, el nómada norteamericano ha pasado por todos los oficios, hasta el de gánster o simplemente nadando, como en la narración de John Cheever. NOVELA ‘El buscavidas’ Autor Walter Tevis Editorial Impedimenta Año 2025 Páginas 236 Precio 23,95 euros 4Para el imaginario americano, Eddie Felson, ‘El Rápido’, representa al billar, al billar americano y los múltiples viajes por toda la geografía de un continente por sus salas para celebrar la partida del siglo. Ese Eddie Felson es personaje creado por Walter Trevis, autor centrado en el relato pero que escribió dos novelas, ‘El buscavidas’ y ‘El color del dinero’, cuya temática era la épica del billar contada a través de Eddie Felson en distintas etapas de su vida. En la primera cuando termina enfrentándose con El Gordo de Minnesota después de una serie de etapas que tenían mucho de iniciáticas . El combate, que pierde, tiene todas las características del enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto; la segunda, cuando Eddie Felson, después de veinte años de retiro del oficio contempla el juego de Vincent Lauria, después de que éste derrotara a su protegido Julian. El viejo guerrero desenfunda entonces su viejo balabushka, el mítico taco del billar y se arriesga a una segunda oportunidad de resurrección junto al prometedor Lauria. Ni que decir tiene , si no lo han adivinado ya, que las dos novelas fueron llevadas al cine con resultados excelentes. El combate, que pierde, es como el enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto’El buscavidas’ fue dirigida en 1961 por Robert Rossen e interpretada por Paul Newman en el papel de Eddie Felson y es película de factura clásica, muy apegada al original de Walter Tevis, con un blanco y negro que se muestra idóneo para ambientar la caída de Felson, a lo que ayuda las tomas desde las alturas y sus planos inclinados.’El color del dinero’ fue dirigida en 1986 por Martin Scorsese con Paul Newman en el papel de Felson, ¿quién si no?, y con Tom Cruise en el de Vincent Lauria y, quizá por la personalidad de su director, que siempre se las apaña para que una película de Scorsese sea de Scorsese, el filme goza de una especie de morbosa indagación que Walter Tevis prefiere eludir en su narración o, por lo menos, dejarlas en estado durmiente. La novela de Walter Tavis, ‘El buscavidas’, editada ahora en castellano es una buena muestra de la desgracia que acontece a una buena novela cuando su versión cinematográfica también lo es: para bien o para mal vemos a Paul Newman y su entorno ; a Tom Cruise, a Mary Elisabeth Mastrantonio en ‘El color del dinero’. La imagen y su poder hipnótico frente a la palabra. Pero esto es otra historia.
Al contrario que la novela europea, dotada para captar los grandes movimientos sociales que se estaban produciendo en la sociedad, Dickens, Balzac, Flaubert, Tolstoi, Galdós, la narrativa norteamericana, formada pocos años antes como país y las dimensiones de un continente, es profusa en héroes individuales … que buscan cierto tipo de redención o una suerte de conócete a ti mismo que en gran parte hunde sus raíces en las sectas puritanas que habían hecho la nación con su gran dosis de utopías.
Se trata de una variante de la ‘Odisea’ donde el viaje no resulta siempre una vuelta a Ítaca. Más bien lo contrario. Desde el Ismael de ‘Moby Dick’ a Jeremías Johnson, héroe cinematográfico que narraba la vida de John come-higados Johnson, el nómada norteamericano ha pasado por todos los oficios, hasta el de gánster o simplemente nadando, como en la narración de John Cheever.
-
Autor
Walter Tevis -
Editorial
Impedimenta -
Año
2025 -
Páginas
236 -
Precio
23,95 euros
Para el imaginario americano, Eddie Felson, ‘El Rápido’, representa al billar, al billar americano y los múltiples viajes por toda la geografía de un continente por sus salas para celebrar la partida del siglo. Ese Eddie Felson es personaje creado por Walter Trevis, autor centrado en el relato pero que escribió dos novelas, ‘El buscavidas’ y ‘El color del dinero’, cuya temática era la épica del billar contada a través de Eddie Felson en distintas etapas de su vida.
En la primera cuando termina enfrentándose con El Gordo de Minnesota después de una serie de etapas que tenían mucho de iniciáticas. El combate, que pierde, tiene todas las características del enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto; la segunda, cuando Eddie Felson, después de veinte años de retiro del oficio contempla el juego de Vincent Lauria, después de que éste derrotara a su protegido Julian.
El viejo guerrero desenfunda entonces su viejo balabushka, el mítico taco del billar y se arriesga a una segunda oportunidad de resurrección junto al prometedor Lauria. Ni que decir tiene , si no lo han adivinado ya, que las dos novelas fueron llevadas al cine con resultados excelentes.
El combate, que pierde, es como el enfrentamiento entre Héctor y Aquiles si el héroe troyano no hubiese muerto
‘El buscavidas’ fue dirigida en 1961 por Robert Rossen e interpretada por Paul Newman en el papel de Eddie Felson y es película de factura clásica, muy apegada al original de Walter Tevis, con un blanco y negro que se muestra idóneo para ambientar la caída de Felson, a lo que ayuda las tomas desde las alturas y sus planos inclinados.
‘El color del dinero’ fue dirigida en 1986 por Martin Scorsese con Paul Newman en el papel de Felson, ¿quién si no?, y con Tom Cruise en el de Vincent Lauria y, quizá por la personalidad de su director, que siempre se las apaña para que una película de Scorsese sea de Scorsese, el filme goza de una especie de morbosa indagación que Walter Tevis prefiere eludir en su narración o, por lo menos, dejarlas en estado durmiente.
La novela de Walter Tavis, ‘El buscavidas’, editada ahora en castellano es una buena muestra de la desgracia que acontece a una buena novela cuando su versión cinematográfica también lo es: para bien o para mal vemos a Paul Newman y su entorno; a Tom Cruise, a Mary Elisabeth Mastrantonio en ‘El color del dinero’. La imagen y su poder hipnótico frente a la palabra. Pero esto es otra historia.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de cultura