David Lynch podría enseñarle a cualquiera , incluso a un maestro del cine, pero procuraba reservar para sí los secretos de las decisiones que consideraba que debían tomarse. Por eso tiene particular gracia, en ese bizarro sentido del humor que el director de ‘Mulholland Drive’ manejaba, su última incursión delante y no detrás de las cámaras. David Lynch hizo un cameo en la última y más autobiográfica película de Steven Spielberg. Al cineasta que puso a un extraterrestre a volar en bicicleta se le ocurrió disfrazar a Lynch de otro maestro para recordar la lección que, en su juventud, le dio John Ford y, de paso, homenajeó a dos de sus directores favoritos en una misma escena en ‘Los Fabelman’. Al principio, David Lynch fue reacio a actuar a las órdenes de Spielberg, pero este lo convenció con una gran bolsa de cheetos, de los que Lynch era casi tan adicto como al tabaco, y contándole la trascendencia de la escena, en la que en boca de John Ford, puro y parche mediante, le enseña al joven Sammy Fabelman dónde colocar el horizonte: «Recuerda, cuando el horizonte está en el medio, es aburrido y soso. Y ahora, lárgate de mi oficina». Noticia Relacionada A los 78 años estandar No Muere David Lynch, el fuego oscuro de Hollywood Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York«Al principio no quería hacerlo», reconoció David Lynch a ‘Empire’. «La razón es que, en lo que respecta a la actuación, he tratado de alejarme deliberadamente de ella». Claro que pudo más la tentación de acuñar la lección de Ford: «John Ford probablemente tenía un montón de cosas a las que podía recurrir para darle una breve educación a ese joven muchacho. Pero eligió la parte del horizonte. Y es verdad. Un horizonte en el medio es aburrido como la mierda», explicó David Lynch en una entrevista a ‘Empire’. David Lynch podría enseñarle a cualquiera , incluso a un maestro del cine, pero procuraba reservar para sí los secretos de las decisiones que consideraba que debían tomarse. Por eso tiene particular gracia, en ese bizarro sentido del humor que el director de ‘Mulholland Drive’ manejaba, su última incursión delante y no detrás de las cámaras. David Lynch hizo un cameo en la última y más autobiográfica película de Steven Spielberg. Al cineasta que puso a un extraterrestre a volar en bicicleta se le ocurrió disfrazar a Lynch de otro maestro para recordar la lección que, en su juventud, le dio John Ford y, de paso, homenajeó a dos de sus directores favoritos en una misma escena en ‘Los Fabelman’. Al principio, David Lynch fue reacio a actuar a las órdenes de Spielberg, pero este lo convenció con una gran bolsa de cheetos, de los que Lynch era casi tan adicto como al tabaco, y contándole la trascendencia de la escena, en la que en boca de John Ford, puro y parche mediante, le enseña al joven Sammy Fabelman dónde colocar el horizonte: «Recuerda, cuando el horizonte está en el medio, es aburrido y soso. Y ahora, lárgate de mi oficina». Noticia Relacionada A los 78 años estandar No Muere David Lynch, el fuego oscuro de Hollywood Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York«Al principio no quería hacerlo», reconoció David Lynch a ‘Empire’. «La razón es que, en lo que respecta a la actuación, he tratado de alejarme deliberadamente de ella». Claro que pudo más la tentación de acuñar la lección de Ford: «John Ford probablemente tenía un montón de cosas a las que podía recurrir para darle una breve educación a ese joven muchacho. Pero eligió la parte del horizonte. Y es verdad. Un horizonte en el medio es aburrido como la mierda», explicó David Lynch en una entrevista a ‘Empire’.
El director, fallecido este jueves a los 78 años, hizo un cameo en ‘Los Fabelman’, una de las mejores escenas de la película
David Lynch podría enseñarle a cualquiera, incluso a un maestro del cine, pero procuraba reservar para sí los secretos de las decisiones que consideraba que debían tomarse. Por eso tiene particular gracia, en ese bizarro sentido del humor que el director de ‘Mulholland Drive’ manejaba, su última incursión delante y no detrás de las cámaras.
David Lynch hizo un cameo en la última y más autobiográfica película de Steven Spielberg. Al cineasta que puso a un extraterrestre a volar en bicicleta se le ocurrió disfrazar a Lynch de otro maestro para recordar la lección que, en su juventud, le dio John Ford y, de paso, homenajeó a dos de sus directores favoritos en una misma escena en ‘Los Fabelman’.
Al principio, David Lynch fue reacio a actuar a las órdenes de Spielberg, pero este lo convenció con una gran bolsa de cheetos, de los que Lynch era casi tan adicto como al tabaco, y contándole la trascendencia de la escena, en la que en boca de John Ford, puro y parche mediante, le enseña al joven Sammy Fabelman dónde colocar el horizonte: «Recuerda, cuando el horizonte está en el medio, es aburrido y soso. Y ahora, lárgate de mi oficina».
«Al principio no quería hacerlo», reconoció David Lynch a ‘Empire’. «La razón es que, en lo que respecta a la actuación, he tratado de alejarme deliberadamente de ella». Claro que pudo más la tentación de acuñar la lección de Ford: «John Ford probablemente tenía un montón de cosas a las que podía recurrir para darle una breve educación a ese joven muchacho. Pero eligió la parte del horizonte. Y es verdad. Un horizonte en el medio es aburrido como la mierda», explicó David Lynch en una entrevista a ‘Empire’.
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