El 3 de marzo de 1875, hace ahora ciento cincuenta años, se estrenó en la Opera Comique de París ‘ Carmen ‘, una ópera de Georges Bizet basada en la novela de Prosper Merimée . A pesar de que el recibimiento fue más que negativo, con el tiempo se convertiría en uno de los títulos más populares del repertorio operístico y su protagonista, una rebelde cigarrera sevillana, en uno de los grandes mitos españoles (a pesar de su origen francés).Casi cien años después, el 17 de mayo de 1983, dos creadores españoles, el cineasta Carlos Saura y el bailarín y coreógrafo Antonio Gades , ponían en pie su versión de ‘Carmen’. Era su segunda colaboración conjunta, después de su trabajo en la película ‘Bodas de Sangre’, y la versión coreográfica llegaba en esta ocasión después del estreno de una película que representó a España en los Oscar.Hoy vuelve a la escena madrileña -concretamente a las tablas del Teatro Albéniz del Umusic Hotel – esta ‘Carmen’ de Gades y Saura, y lo hace de la mano de la ‘albacea’ artística del coreógrafo, la Compañía Antonio Gades, capitaneada por su viuda, Eugenia Eiriz , y su hija María Esteve . La dirección artística es de Stella Araúzo , que durante muchos años encarnó a la cigarrera, y los protagonistas son Esmeralda Manzanas y Álvaro Madrid .«’Carmen’ es una obra que está permanentemente de gira. Cincuenta años después de su estreno está muy activa», dice Eugenia Eiriz; y María Esteve completa: «Es muy extraordinario. Venimos de una gira muy exitosa por Francia y por Italia; la ‘Carmen’ de Gades y Saura se ha consolidado como un verdadero clásico real».Antonio Gades y Carlos Saura se basaron para su ‘Carmen’ en la novela de Prosper Merimée más que en la ópera de Carmen Bizet (aunque en la obra suenan fragmentos de ésta). El coreógrafo decía que con ella quería devolver el mito a España y contar la historia a través del lenguaje del flamenco. «Es una ‘Carmen’ muy bien estructurada, hecha por una persona que tenía un talento enorme pero que además llevaba años de investigación y de aprendizaje para construir una nueva visión del flamenco. Es el resultado de toda una vida de cultura y de inquietud a través de la mirada única que tenía mi padre», asegura María Esteve.’Carmen’ es, afirman las dos, ‘un canto a la libertad ‘. Se basa en Merimée pero, y eso es algo ‘muy Gades’, «presenta a Carmen como una mujer trabajadora, pero se pone el énfasis en el pueblo, en nuestro sentir, en nuestra idiosincrasia, en cómo nos expresamos realmente… Y ensalza a la mujer desde ese punto: es una mujer trabajadora, una mujer que ama libremente y, Gades insistía en ello, toma sus propias decisiones desde su sensualidad y su sexualidad; algo que. sobre todo en aquel momento, era algo muy avanzado».La Compañía Antonio Gades renació hace veinte años, en 2005, un año después de la desaparición del creador alicantino. Su objetivo es mantener vivo el legado de un artista único en la danza española, a la que dotó de una teatralidad y una sinceridad que apenas se veía sobre los escenarios. «Muchas veces me pregunto por qué ‘Carmen’ sigue siendo un espectáculo tan moderno y continúa con tanta vigencia -añade Eugenia Eiriz-. No lo es solo por el tema que trata, sino como espectáculo, como formato. Surge en los mismos años que musicales como ‘ All that jazz ‘ o ‘ A Chorus Line’ . ‘Carmen’ no es un musical, pero tampoco es un ballet: los bailarines cantan, actúan, mueven lo que sucede en la escena. Es un formato que sigue siendo muy moderno y que sigue sorprendiendo».Noticia Relacionada estandar No ‘Bodas de sangre’, «el ‘Guernica’ de la danza española», abre los Veranos de la Villa en Conde Duque Julio Bravo El festival madrileño quiere celebrar los cincuenta años de la coreografía de Antonio Gades, uno de los grandes hitos de nuestro baile«Gades -concluye María Esteve- confronta al público con las emociones. No es solamente un espectáculo de virtuosismo, los espectadores van a ver una historia de emoción real, y eso es algo que ocurría por primera vez en el flamenco. La ópera grabada convive con la música flamenca en vivo, y los músicos flamencos son, por primera vez, también intérpretes. Salen de su silla para formar parte de un pueblo, que es su pueblo, y han de aprender a actuar y a moverse en escena; y una vez que lo hacen lo entienden, porque lo que están narrando es su propia verdad, están cantando como en una fragua mientras pasan cosas que ellos reconocen. Eso demuestra el enorme respeto por nuestras raíces y nuestras costumbres que tenía Antonio Gades». El 3 de marzo de 1875, hace ahora ciento cincuenta años, se estrenó en la Opera Comique de París ‘ Carmen ‘, una ópera de Georges Bizet basada en la novela de Prosper Merimée . A pesar de que el recibimiento fue más que negativo, con el tiempo se convertiría en uno de los títulos más populares del repertorio operístico y su protagonista, una rebelde cigarrera sevillana, en uno de los grandes mitos españoles (a pesar de su origen francés).Casi cien años después, el 17 de mayo de 1983, dos creadores españoles, el cineasta Carlos Saura y el bailarín y coreógrafo Antonio Gades , ponían en pie su versión de ‘Carmen’. Era su segunda colaboración conjunta, después de su trabajo en la película ‘Bodas de Sangre’, y la versión coreográfica llegaba en esta ocasión después del estreno de una película que representó a España en los Oscar.Hoy vuelve a la escena madrileña -concretamente a las tablas del Teatro Albéniz del Umusic Hotel – esta ‘Carmen’ de Gades y Saura, y lo hace de la mano de la ‘albacea’ artística del coreógrafo, la Compañía Antonio Gades, capitaneada por su viuda, Eugenia Eiriz , y su hija María Esteve . La dirección artística es de Stella Araúzo , que durante muchos años encarnó a la cigarrera, y los protagonistas son Esmeralda Manzanas y Álvaro Madrid .«’Carmen’ es una obra que está permanentemente de gira. Cincuenta años después de su estreno está muy activa», dice Eugenia Eiriz; y María Esteve completa: «Es muy extraordinario. Venimos de una gira muy exitosa por Francia y por Italia; la ‘Carmen’ de Gades y Saura se ha consolidado como un verdadero clásico real».Antonio Gades y Carlos Saura se basaron para su ‘Carmen’ en la novela de Prosper Merimée más que en la ópera de Carmen Bizet (aunque en la obra suenan fragmentos de ésta). El coreógrafo decía que con ella quería devolver el mito a España y contar la historia a través del lenguaje del flamenco. «Es una ‘Carmen’ muy bien estructurada, hecha por una persona que tenía un talento enorme pero que además llevaba años de investigación y de aprendizaje para construir una nueva visión del flamenco. Es el resultado de toda una vida de cultura y de inquietud a través de la mirada única que tenía mi padre», asegura María Esteve.’Carmen’ es, afirman las dos, ‘un canto a la libertad ‘. Se basa en Merimée pero, y eso es algo ‘muy Gades’, «presenta a Carmen como una mujer trabajadora, pero se pone el énfasis en el pueblo, en nuestro sentir, en nuestra idiosincrasia, en cómo nos expresamos realmente… Y ensalza a la mujer desde ese punto: es una mujer trabajadora, una mujer que ama libremente y, Gades insistía en ello, toma sus propias decisiones desde su sensualidad y su sexualidad; algo que. sobre todo en aquel momento, era algo muy avanzado».La Compañía Antonio Gades renació hace veinte años, en 2005, un año después de la desaparición del creador alicantino. Su objetivo es mantener vivo el legado de un artista único en la danza española, a la que dotó de una teatralidad y una sinceridad que apenas se veía sobre los escenarios. «Muchas veces me pregunto por qué ‘Carmen’ sigue siendo un espectáculo tan moderno y continúa con tanta vigencia -añade Eugenia Eiriz-. No lo es solo por el tema que trata, sino como espectáculo, como formato. Surge en los mismos años que musicales como ‘ All that jazz ‘ o ‘ A Chorus Line’ . ‘Carmen’ no es un musical, pero tampoco es un ballet: los bailarines cantan, actúan, mueven lo que sucede en la escena. Es un formato que sigue siendo muy moderno y que sigue sorprendiendo».Noticia Relacionada estandar No ‘Bodas de sangre’, «el ‘Guernica’ de la danza española», abre los Veranos de la Villa en Conde Duque Julio Bravo El festival madrileño quiere celebrar los cincuenta años de la coreografía de Antonio Gades, uno de los grandes hitos de nuestro baile«Gades -concluye María Esteve- confronta al público con las emociones. No es solamente un espectáculo de virtuosismo, los espectadores van a ver una historia de emoción real, y eso es algo que ocurría por primera vez en el flamenco. La ópera grabada convive con la música flamenca en vivo, y los músicos flamencos son, por primera vez, también intérpretes. Salen de su silla para formar parte de un pueblo, que es su pueblo, y han de aprender a actuar y a moverse en escena; y una vez que lo hacen lo entienden, porque lo que están narrando es su propia verdad, están cantando como en una fragua mientras pasan cosas que ellos reconocen. Eso demuestra el enorme respeto por nuestras raíces y nuestras costumbres que tenía Antonio Gades».
El 3 de marzo de 1875, hace ahora ciento cincuenta años, se estrenó en la Opera Comique de París ‘Carmen‘, una ópera de Georges Bizet basada en la novela de Prosper Merimée. A pesar de que el recibimiento fue más que negativo, … con el tiempo se convertiría en uno de los títulos más populares del repertorio operístico y su protagonista, una rebelde cigarrera sevillana, en uno de los grandes mitos españoles (a pesar de su origen francés).
Casi cien años después, el 17 de mayo de 1983, dos creadores españoles, el cineasta Carlos Saura y el bailarín y coreógrafo Antonio Gades, ponían en pie su versión de ‘Carmen’. Era su segunda colaboración conjunta, después de su trabajo en la película ‘Bodas de Sangre’, y la versión coreográfica llegaba en esta ocasión después del estreno de una película que representó a España en los Oscar.
Hoy vuelve a la escena madrileña -concretamente a las tablas del Teatro Albéniz del Umusic Hotel– esta ‘Carmen’ de Gades y Saura, y lo hace de la mano de la ‘albacea’ artística del coreógrafo, la Compañía Antonio Gades, capitaneada por su viuda, Eugenia Eiriz, y su hija María Esteve. La dirección artística es de Stella Araúzo, que durante muchos años encarnó a la cigarrera, y los protagonistas son Esmeralda Manzanas y Álvaro Madrid.
«’Carmen’ es una obra que está permanentemente de gira. Cincuenta años después de su estreno está muy activa», dice Eugenia Eiriz; y María Esteve completa: «Es muy extraordinario. Venimos de una gira muy exitosa por Francia y por Italia; la ‘Carmen’ de Gades y Saura se ha consolidado como un verdadero clásico real».
Antonio Gades y Carlos Saura se basaron para su ‘Carmen’ en la novela de Prosper Merimée más que en la ópera de Carmen Bizet (aunque en la obra suenan fragmentos de ésta). El coreógrafo decía que con ella quería devolver el mito a España y contar la historia a través del lenguaje del flamenco. «Es una ‘Carmen’ muy bien estructurada, hecha por una persona que tenía un talento enorme pero que además llevaba años de investigación y de aprendizaje para construir una nueva visión del flamenco. Es el resultado de toda una vida de cultura y de inquietud a través de la mirada única que tenía mi padre», asegura María Esteve.
‘Carmen’ es, afirman las dos, ‘un canto a la libertad‘. Se basa en Merimée pero, y eso es algo ‘muy Gades’, «presenta a Carmen como una mujer trabajadora, pero se pone el énfasis en el pueblo, en nuestro sentir, en nuestra idiosincrasia, en cómo nos expresamos realmente… Y ensalza a la mujer desde ese punto: es una mujer trabajadora, una mujer que ama libremente y, Gades insistía en ello, toma sus propias decisiones desde su sensualidad y su sexualidad; algo que. sobre todo en aquel momento, era algo muy avanzado».
La Compañía Antonio Gades renació hace veinte años, en 2005, un año después de la desaparición del creador alicantino. Su objetivo es mantener vivo el legado de un artista único en la danza española, a la que dotó de una teatralidad y una sinceridad que apenas se veía sobre los escenarios. «Muchas veces me pregunto por qué ‘Carmen’ sigue siendo un espectáculo tan moderno y continúa con tanta vigencia -añade Eugenia Eiriz-. No lo es solo por el tema que trata, sino como espectáculo, como formato. Surge en los mismos años que musicales como ‘All that jazz‘ o ‘A Chorus Line’. ‘Carmen’ no es un musical, pero tampoco es un ballet: los bailarines cantan, actúan, mueven lo que sucede en la escena. Es un formato que sigue siendo muy moderno y que sigue sorprendiendo».
«Gades -concluye María Esteve- confronta al público con las emociones. No es solamente un espectáculo de virtuosismo, los espectadores van a ver una historia de emoción real, y eso es algo que ocurría por primera vez en el flamenco. La ópera grabada convive con la música flamenca en vivo, y los músicos flamencos son, por primera vez, también intérpretes. Salen de su silla para formar parte de un pueblo, que es su pueblo, y han de aprender a actuar y a moverse en escena; y una vez que lo hacen lo entienden, porque lo que están narrando es su propia verdad, están cantando como en una fragua mientras pasan cosas que ellos reconocen. Eso demuestra el enorme respeto por nuestras raíces y nuestras costumbres que tenía Antonio Gades».
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