Antes de que Carles Reixach atase a Leo Messi al Barcelona con un contrato firmado en una servilleta de papel, el barítono español Luis Sagi-Vela empleó el mismo método para ligarse al estreno en España del musical ‘El hombre de La Mancha’. Sagi-Vela contó en una entrevista que conoció a Mitch Leigh , compositor del citado musical, durante un viaje por Estados Unidos. Aquella servilleta rubricada hizo que Sagi-Vela volviera, unos años después de su retirada, a los escenarios, para protagonizar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, junto a Nati Mistral -que sería Aldonza también en Argentina y México-, la primera producción española de ‘ El hombre de La Mancha’ .La obra había visto la luz tan solo un año antes en el hoy desaparecido Anta Washington Square Theatre de Nueva York el 22 de noviembre de 1965. El libreto del musical lo escribió Dale Wasserman y las letras de las canciones eran de Joe Darion . Dale Wasserman no había leído el Quijote cuando pensó que el ingenioso hidalgo sería un personaje ideal para un proyecto que tenía entre manos. No estaba tan interesado en el libro como en su protagonismo; Le interesaban su nobleza, su idealismo, su decisión de ver el mundo no como es, sino como debería ser. «Don Quijote no es un personaje de hace siglos, es una parte de nosotros -dijo Wasserman en una entrevista-. Representa la eterna batalla entre la dura realidad y una visión noble de la vida». La idea tomó cuerpo en un guion televisivo titulado ‘I, Don Quixote’, que emitió la cadena CBS en 1959. Fue el director teatral Albert Marre quien animó a Wasserman a convertir su guion en musical; al proyecto se unieron el músico Mitch Leigh y el letrista Joe Darion. El montaje permaneció en cartel casi seis años, hasta el 26 de junio de 1971. Pasó por varios teatros, en los que superó las 2,300 representaciones, y echó el telón en el Mark Hellinger Theatre (también desaparecido), donde el siguiente estreno fue el de ‘Jesus Christ Superstar’.Wasserman no llevó el Quijote a escena, sino que imaginó a Miguel de Cervantes en una cárcel de Sevilla y allí, para salvar su vida y entretener al resto de los presos, representa para ello la historia de Don Quijote. Sobresale en la partitura, por encima de todas, una canción, ‘The impossible dream’ (‘El sueño imposible’), convertida en un ‘standard’ que han cantado celebridades como Andy Williams, Frank Sinatra , Elvis Presley, Shirley Bassey, Sammy Davis Jr., José Carreras, Plácido Domingo , Roberta Flack, Jacques Brel -que adaptó la obra al francés y la protagonizó en Francia-, Cher, Diana Ross o Christopher Lee.De Japón a Jacques Brel La canción ‘The impossible dream’ , que Mitch Leigh terminó, al parecer, antes de que el musical se hubiera completado, es el gran icono de este musical. Se ha traducido a más de veinte idiomas y se han hecho de ella más de quinientas versiones, en estilo pop, jazz, soul o gospel. En Japón se representa prácticamente todos los años desde que se estrenara allí en 1969; solo ha faltado a su cita con el público nipón, que aprecia su mensaje de idealismo, sacrificio y esperanza, en determinadas ocasiones, como la reciente pandemia. Jacques Brel se enamoró del musical y del personaje. En 1968 adaptó las letras al francés y dirigió y protagonizó la puesta en escena de ‘L’Homme de la Mancha’, estrenada en Bruselas y llevada posteriormente a París. Fue la única vez en que el cantante se subió a un escenario.A España llegó -ya se ha dicho que gracias a una servilleta- tan solo un año después de su estreno. Adaptó el texto uno de nuestros mejores dramaturgos, José López Rubio, y dirigió la función José Osuna . Años después, fue el «sueño imposible» de un joven productor teatral, Luis Ramírez , que la puso en pie en el Teatro Lope de Vega (rescatado de las ‘garras’ del cine) con una pareja estelar: José Sacristán y Paloma San Basilio. Aquel montaje supuso un antes y un después en la escena madrileña, y sería el primer paso hacia la consolidación del teatro musical en la capital de España, donde este género tiene hoy en día una extraordinaria popularidad.La producción original de ‘Man of La Mancha’ no solo tuvo un gran éxito de público; también obtuvo el favor de los profesionales, que le otorgaron cinco de los siete premios Tony a los que optaba en la edición de 1966: Mejor musical, Mejor composición musical y letras, mejor actor en un musical (Richard Kiley), mejor escenografía (Howard Bay) y mejor dirección (Albert Marre). Richard Kiley, por cierto, se amarró al personaje durante muchos años. Lo intérpretó en más de 2.000 funciones a lo largo de dos décadas, ya que además de protagonizar la producción original interpretó el doble papel de Cervantes / Don Quijote en las reposiciones de la obra en 1972 (solo un año después de que cerrara aquélla) y en 1977. Según confesó él mismo, se había vuelto «muy posesivo» con el papel.Como todo buen musical de Broadway que se precie, ‘Man of La Mancha’ tuvo su adaptación cinematográfica, dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Peter O’Toole y Sophia Loren. La película -en la que Simon Gilbert dobló en las canciones a O’Toole, que reconoció sus carencias canoras: «Tengo una voz como una botella rota pasando bajo una puerta»- fue un fracaso estrepitoso, con tibias críticas que destacaron la interpretación de sus protagonistas pero poco más. Antes de que Carles Reixach atase a Leo Messi al Barcelona con un contrato firmado en una servilleta de papel, el barítono español Luis Sagi-Vela empleó el mismo método para ligarse al estreno en España del musical ‘El hombre de La Mancha’. Sagi-Vela contó en una entrevista que conoció a Mitch Leigh , compositor del citado musical, durante un viaje por Estados Unidos. Aquella servilleta rubricada hizo que Sagi-Vela volviera, unos años después de su retirada, a los escenarios, para protagonizar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, junto a Nati Mistral -que sería Aldonza también en Argentina y México-, la primera producción española de ‘ El hombre de La Mancha’ .La obra había visto la luz tan solo un año antes en el hoy desaparecido Anta Washington Square Theatre de Nueva York el 22 de noviembre de 1965. El libreto del musical lo escribió Dale Wasserman y las letras de las canciones eran de Joe Darion . Dale Wasserman no había leído el Quijote cuando pensó que el ingenioso hidalgo sería un personaje ideal para un proyecto que tenía entre manos. No estaba tan interesado en el libro como en su protagonismo; Le interesaban su nobleza, su idealismo, su decisión de ver el mundo no como es, sino como debería ser. «Don Quijote no es un personaje de hace siglos, es una parte de nosotros -dijo Wasserman en una entrevista-. Representa la eterna batalla entre la dura realidad y una visión noble de la vida». La idea tomó cuerpo en un guion televisivo titulado ‘I, Don Quixote’, que emitió la cadena CBS en 1959. Fue el director teatral Albert Marre quien animó a Wasserman a convertir su guion en musical; al proyecto se unieron el músico Mitch Leigh y el letrista Joe Darion. El montaje permaneció en cartel casi seis años, hasta el 26 de junio de 1971. Pasó por varios teatros, en los que superó las 2,300 representaciones, y echó el telón en el Mark Hellinger Theatre (también desaparecido), donde el siguiente estreno fue el de ‘Jesus Christ Superstar’.Wasserman no llevó el Quijote a escena, sino que imaginó a Miguel de Cervantes en una cárcel de Sevilla y allí, para salvar su vida y entretener al resto de los presos, representa para ello la historia de Don Quijote. Sobresale en la partitura, por encima de todas, una canción, ‘The impossible dream’ (‘El sueño imposible’), convertida en un ‘standard’ que han cantado celebridades como Andy Williams, Frank Sinatra , Elvis Presley, Shirley Bassey, Sammy Davis Jr., José Carreras, Plácido Domingo , Roberta Flack, Jacques Brel -que adaptó la obra al francés y la protagonizó en Francia-, Cher, Diana Ross o Christopher Lee.De Japón a Jacques Brel La canción ‘The impossible dream’ , que Mitch Leigh terminó, al parecer, antes de que el musical se hubiera completado, es el gran icono de este musical. Se ha traducido a más de veinte idiomas y se han hecho de ella más de quinientas versiones, en estilo pop, jazz, soul o gospel. En Japón se representa prácticamente todos los años desde que se estrenara allí en 1969; solo ha faltado a su cita con el público nipón, que aprecia su mensaje de idealismo, sacrificio y esperanza, en determinadas ocasiones, como la reciente pandemia. Jacques Brel se enamoró del musical y del personaje. En 1968 adaptó las letras al francés y dirigió y protagonizó la puesta en escena de ‘L’Homme de la Mancha’, estrenada en Bruselas y llevada posteriormente a París. Fue la única vez en que el cantante se subió a un escenario.A España llegó -ya se ha dicho que gracias a una servilleta- tan solo un año después de su estreno. Adaptó el texto uno de nuestros mejores dramaturgos, José López Rubio, y dirigió la función José Osuna . Años después, fue el «sueño imposible» de un joven productor teatral, Luis Ramírez , que la puso en pie en el Teatro Lope de Vega (rescatado de las ‘garras’ del cine) con una pareja estelar: José Sacristán y Paloma San Basilio. Aquel montaje supuso un antes y un después en la escena madrileña, y sería el primer paso hacia la consolidación del teatro musical en la capital de España, donde este género tiene hoy en día una extraordinaria popularidad.La producción original de ‘Man of La Mancha’ no solo tuvo un gran éxito de público; también obtuvo el favor de los profesionales, que le otorgaron cinco de los siete premios Tony a los que optaba en la edición de 1966: Mejor musical, Mejor composición musical y letras, mejor actor en un musical (Richard Kiley), mejor escenografía (Howard Bay) y mejor dirección (Albert Marre). Richard Kiley, por cierto, se amarró al personaje durante muchos años. Lo intérpretó en más de 2.000 funciones a lo largo de dos décadas, ya que además de protagonizar la producción original interpretó el doble papel de Cervantes / Don Quijote en las reposiciones de la obra en 1972 (solo un año después de que cerrara aquélla) y en 1977. Según confesó él mismo, se había vuelto «muy posesivo» con el papel.Como todo buen musical de Broadway que se precie, ‘Man of La Mancha’ tuvo su adaptación cinematográfica, dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Peter O’Toole y Sophia Loren. La película -en la que Simon Gilbert dobló en las canciones a O’Toole, que reconoció sus carencias canoras: «Tengo una voz como una botella rota pasando bajo una puerta»- fue un fracaso estrepitoso, con tibias críticas que destacaron la interpretación de sus protagonistas pero poco más.
Antes de que Carles Reixach atase a Leo Messi al Barcelona con un contrato firmado en una servilleta de papel, el barítono español Luis Sagi-Vela empleó el mismo método para ligarse al estreno en España del musical ‘El hombre de La Mancha’. Sagi- … Vela contó en una entrevista que conoció a Mitch Leigh, compositor del citado musical, durante un viaje por Estados Unidos. Aquella servilleta rubricada hizo que Sagi-Vela volviera, unos años después de su retirada, a los escenarios, para protagonizar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, junto a Nati Mistral -que sería Aldonza también en Argentina y México-, la primera producción española de ‘El hombre de La Mancha’.
La obra había visto la luz tan solo un año antes en el hoy desaparecido Anta Washington Square Theatre de Nueva York el 22 de noviembre de 1965. El libreto del musical lo escribió Dale Wasserman y las letras de las canciones eran de Joe Darion. Dale Wasserman no había leído el Quijote cuando pensó que el ingenioso hidalgo sería un personaje ideal para un proyecto que tenía entre manos. No estaba tan interesado en el libro como en su protagonismo; Le interesaban su nobleza, su idealismo, su decisión de ver el mundo no como es, sino como debería ser. «Don Quijote no es un personaje de hace siglos, es una parte de nosotros -dijo Wasserman en una entrevista-. Representa la eterna batalla entre la dura realidad y una visión noble de la vida».
La idea tomó cuerpo en un guion televisivo titulado ‘I, Don Quixote’, que emitió la cadena CBS en 1959. Fue el director teatral Albert Marre quien animó a Wasserman a convertir su guion en musical; al proyecto se unieron el músico Mitch Leigh y el letrista Joe Darion. El montaje permaneció en cartel casi seis años, hasta el 26 de junio de 1971. Pasó por varios teatros, en los que superó las 2,300 representaciones, y echó el telón en el Mark Hellinger Theatre (también desaparecido), donde el siguiente estreno fue el de ‘Jesus Christ Superstar’.
Wasserman no llevó el Quijote a escena, sino que imaginó a Miguel de Cervantes en una cárcel de Sevilla y allí, para salvar su vida y entretener al resto de los presos, representa para ello la historia de Don Quijote. Sobresale en la partitura, por encima de todas, una canción, ‘The impossible dream’ (‘El sueño imposible’), convertida en un ‘standard’ que han cantado celebridades como Andy Williams, Frank Sinatra, Elvis Presley, Shirley Bassey, Sammy Davis Jr., José Carreras, Plácido Domingo, Roberta Flack, Jacques Brel -que adaptó la obra al francés y la protagonizó en Francia-, Cher, Diana Ross o Christopher Lee.
A España llegó -ya se ha dicho que gracias a una servilleta- tan solo un año después de su estreno. Adaptó el texto uno de nuestros mejores dramaturgos, José López Rubio, y dirigió la función José Osuna. Años después, fue el «sueño imposible» de un joven productor teatral, Luis Ramírez, que la puso en pie en el Teatro Lope de Vega (rescatado de las ‘garras’ del cine) con una pareja estelar: José Sacristán y Paloma San Basilio. Aquel montaje supuso un antes y un después en la escena madrileña, y sería el primer paso hacia la consolidación del teatro musical en la capital de España, donde este género tiene hoy en día una extraordinaria popularidad.
La producción original de ‘Man of La Mancha’ no solo tuvo un gran éxito de público; también obtuvo el favor de los profesionales, que le otorgaron cinco de los siete premios Tony a los que optaba en la edición de 1966: Mejor musical, Mejor composición musical y letras, mejor actor en un musical (Richard Kiley), mejor escenografía (Howard Bay) y mejor dirección (Albert Marre). Richard Kiley, por cierto, se amarró al personaje durante muchos años. Lo intérpretó en más de 2.000 funciones a lo largo de dos décadas, ya que además de protagonizar la producción original interpretó el doble papel de Cervantes / Don Quijote en las reposiciones de la obra en 1972 (solo un año después de que cerrara aquélla) y en 1977. Según confesó él mismo, se había vuelto «muy posesivo» con el papel.
Como todo buen musical de Broadway que se precie, ‘Man of La Mancha’ tuvo su adaptación cinematográfica, dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Peter O’Toole y Sophia Loren. La película -en la que Simon Gilbert dobló en las canciones a O’Toole, que reconoció sus carencias canoras: «Tengo una voz como una botella rota pasando bajo una puerta»- fue un fracaso estrepitoso, con tibias críticas que destacaron la interpretación de sus protagonistas pero poco más.
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