En los contratos que firman los toreros se dejan sueltos muchos flecos, demasiados apartados «a convenir», sobre el cartel , los honorarios o el ganado a lidiar. Todo va bien si al final hay acuerdo entre las partes. Los problemas surgen cuando lo que debía ser una conveniencia mutua se convierte en una imposición.El novillero aragonés Iker Fernández ‘El Mene ‘, uno de los de mayor proyección en el escalafón inferior, está anunciado para torear el 15 de agosto en la plaza de Calatayud, considerada «su plaza» por las vinculaciones familiares con la ciudad zaragozana y por la ilusión que ha despertado en los aficionados locales. Sin embargo, el cartel presentado por la empresa del coso bilbilitano, Ruedole SL, ha recibido la contestación del torero, que exige el cumplimiento del contrato para torear finalmente en esa plaza.Mediante un burofax, los representantes legales del diestro se dirigieron a la empresa el pasado 17 de julio, para exponer que «ambas partes suscribieron contrato mediante el cual Iker Fernández se obligaba expresamente, conforme a la Cláusula Segunda del citado contrato, a la lidia y muerte de dos reses de la ganadería que debía ser convenida entre ambas partes».Noticia Relacionada estandar Si El Mene, ante su debut en Las Ventas: «Siempre intento buscar la pureza y la excelencia» ALICIA P. VELARDE El joven aragonés, uno de los novillero que más interesa a los aficionados en la actualidad, se presenta en la Monumental«A pesar de ello, la empresa ha procedido a contratar de forma unilateral seis novillos de la ganadería Eladio Vegas, sin que haya existido acuerdo, consentimiento ni comunicación fehaciente alguna con el torero o su equipo de representación», subraya el escrito del novillero, que se mantiene en que no existió acuerdo sobre la ganadería contratada. Por todo ello, requiere formalmente a la empresa de Calatayud «a que se abstenga de continuar incluyendo, promocionando o anunciando la participación de Iker Fernández en el cartel de la feria taurina de Calatayud de 2025 mientras no exista un acuerdo formal sobre la ganadería a lidiar, conforme a lo pactado contractualmente». Y advierte, «que de persistir en su intención de celebrar el festejo en los términos actuales, sin acuerdo sobre la ganadería, entenderemos incurrida su empresa en un incumplimiento contractual grave». Así están las cosas a día de hoy en el conflicto. Cumplir con un contrato firmado, algo aparentemente tan sencillo, que a veces acaba con abogados, requerimientos formales y demás recursos y reclamaciones. En los contratos que firman los toreros se dejan sueltos muchos flecos, demasiados apartados «a convenir», sobre el cartel , los honorarios o el ganado a lidiar. Todo va bien si al final hay acuerdo entre las partes. Los problemas surgen cuando lo que debía ser una conveniencia mutua se convierte en una imposición.El novillero aragonés Iker Fernández ‘El Mene ‘, uno de los de mayor proyección en el escalafón inferior, está anunciado para torear el 15 de agosto en la plaza de Calatayud, considerada «su plaza» por las vinculaciones familiares con la ciudad zaragozana y por la ilusión que ha despertado en los aficionados locales. Sin embargo, el cartel presentado por la empresa del coso bilbilitano, Ruedole SL, ha recibido la contestación del torero, que exige el cumplimiento del contrato para torear finalmente en esa plaza.Mediante un burofax, los representantes legales del diestro se dirigieron a la empresa el pasado 17 de julio, para exponer que «ambas partes suscribieron contrato mediante el cual Iker Fernández se obligaba expresamente, conforme a la Cláusula Segunda del citado contrato, a la lidia y muerte de dos reses de la ganadería que debía ser convenida entre ambas partes».Noticia Relacionada estandar Si El Mene, ante su debut en Las Ventas: «Siempre intento buscar la pureza y la excelencia» ALICIA P. VELARDE El joven aragonés, uno de los novillero que más interesa a los aficionados en la actualidad, se presenta en la Monumental«A pesar de ello, la empresa ha procedido a contratar de forma unilateral seis novillos de la ganadería Eladio Vegas, sin que haya existido acuerdo, consentimiento ni comunicación fehaciente alguna con el torero o su equipo de representación», subraya el escrito del novillero, que se mantiene en que no existió acuerdo sobre la ganadería contratada. Por todo ello, requiere formalmente a la empresa de Calatayud «a que se abstenga de continuar incluyendo, promocionando o anunciando la participación de Iker Fernández en el cartel de la feria taurina de Calatayud de 2025 mientras no exista un acuerdo formal sobre la ganadería a lidiar, conforme a lo pactado contractualmente». Y advierte, «que de persistir en su intención de celebrar el festejo en los términos actuales, sin acuerdo sobre la ganadería, entenderemos incurrida su empresa en un incumplimiento contractual grave». Así están las cosas a día de hoy en el conflicto. Cumplir con un contrato firmado, algo aparentemente tan sencillo, que a veces acaba con abogados, requerimientos formales y demás recursos y reclamaciones.
Remite su baja en un burofax a la empresa por imposición del ganado para la novillada del 15 de agosto en Calatayud
En los contratos que firman los toreros se dejan sueltos muchos flecos, demasiados apartados «a convenir», sobre el cartel, los honorarios o el ganado a lidiar. Todo va bien si al final hay acuerdo entre las partes. Los problemas surgen cuando lo que debía … ser una conveniencia mutua se convierte en una imposición.
El novillero aragonés Iker Fernández ‘El Mene‘, uno de los de mayor proyección en el escalafón inferior, está anunciado para torear el 15 de agosto en la plaza de Calatayud, considerada «su plaza» por las vinculaciones familiares con la ciudad zaragozana y por la ilusión que ha despertado en los aficionados locales. Sin embargo, el cartel presentado por la empresa del coso bilbilitano, Ruedole SL, ha recibido la contestación del torero, que exige el cumplimiento del contrato para torear finalmente en esa plaza.
Mediante un burofax, los representantes legales del diestro se dirigieron a la empresa el pasado 17 de julio, para exponer que «ambas partes suscribieron contrato mediante el cual Iker Fernández se obligaba expresamente, conforme a la Cláusula Segunda del citado contrato, a la lidia y muerte de dos reses de la ganadería que debía ser convenida entre ambas partes».
«A pesar de ello, la empresa ha procedido a contratar de forma unilateral seis novillos de la ganadería Eladio Vegas, sin que haya existido acuerdo, consentimiento ni comunicación fehaciente alguna con el torero o su equipo de representación», subraya el escrito del novillero, que se mantiene en que no existió acuerdo sobre la ganadería contratada. Por todo ello, requiere formalmente a la empresa de Calatayud «a que se abstenga de continuar incluyendo, promocionando o anunciando la participación de Iker Fernández en el cartel de la feria taurina de Calatayud de 2025 mientras no exista un acuerdo formal sobre la ganadería a lidiar, conforme a lo pactado contractualmente».
Y advierte, «que de persistir en su intención de celebrar el festejo en los términos actuales, sin acuerdo sobre la ganadería, entenderemos incurrida su empresa en un incumplimiento contractual grave». Así están las cosas a día de hoy en el conflicto. Cumplir con un contrato firmado, algo aparentemente tan sencillo, que a veces acaba con abogados, requerimientos formales y demás recursos y reclamaciones.
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