«Cuantas más investigaciones científicas se realizan, más evidencias tenemos del riesgo de trasladar las pinturas murales». Así podría resumirse el escrito de oposición que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) presentó esta mañana a la juez del tribunal de Huesca que lleva el caso y que podría ser la última bala que la institución tiene en la recámara para salvar las pinturas evitando su obligado traslado. En el escrito se incluyen reveladores informes de Simona Sajevo, así como del ICCROM (International Centre for Study of Preservation and Restoration of Cultural Property). Esta institución sólo realiza informes si ve que hay riesgos reales de pérdida de patrimonio cultural y actúa por iniciativa propia, no acepta peticiones externas.Simona Sajeva ya realizó un informe en 2016 cuando el juzgado número uno de Huesca determinó que las pinturas debían volver a Sijena. En aquel caso, no se hizo caso a las informes técnicos. En esta ocasión, Sajeva insiste en que el riesgo continúa y que el cronograma presentado por Aragón no atiende a los múltiples problemas que un traslado de este tipo plantea para las obras. «La ausencia de una evaluación integrada de los riesgos, así como las pérdidas potenciales relacionadas con la operación demuestran que tanto el plazo como la propuesta técnica ignoran los graves riesgos de dañar de forma irremediable las pinturas y, por tanto, son inviables», aseguró ayer el MNAC en un comunicado.Por su parte, el ICCROM es una organización cuya misión principal es ayudar a los estados miembros a conservar su patrimonio cultural. La institución envió a una de sus técnicas ha analizar las obras. Sus conclusiones siguen la tesis del MNAC. « Las pinturas pueden considerarse como supervivientes de una pérdida catastrófica, rescatadas en situación de emergencia. Su estado actual alterado y frágil las hace especialmente vulnerables a las perturbaciones físicas y a los cambios ambientales», concluye el informe. Para acabar, el ICCROM recomienda: «una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a los valores existentes antes de emprender cualquier acción relacionada con su reubicación».Estos informes ayudan al MNAC a reiterar su «incapacidad técnica» para realizar el traslado de las piezas sin daños irreversibles. Ahora será el turno de la juez Rocío Pilar Vargas, del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Huesca, tomar la decisión que determine de manera definitiva el futuro de estas pinturas murales, consideradas la ‘Capilla Sixtina del Románico’. Si, a pesar de los informes, todavía se les obliga a devolver las obras por vía judicial, el museo ya cuenta con un cronograma alternativo Un cronograma alternativo de un año y tres mesesEn el escrito presentado a la juez, el MNAC informó que ya ha iniciado la fase de cumplimiento de las pinturas profanas de Sijena. En este caso, sus El museo informó también a la juez que todavía desconoce el destino y método de instalación final de las pinturas, así como las condiciones climáticas y de conservación del lugar en que estarán instaladas. Estos datos son imprescindibles para poder actuar con mayor rigor a la hora de trasladar las piezas. Paralelamente, el MNAC presentó su cronograma alternativo, descartando el presentado por Aragón y que demuestra, según el museo catalán, la poca experiencia y rigor de los expertos presentados por Aragón para poder cumplir sus plazos sin provocar daños a las piezas. El museo determina un mínimo de un año y tres meses para realizar el traslado con los mínimos riesgos posibles, con un margen de error del 15 por ciento. La presentación del cronograma no significa un reconocimiento de que sí es posible mover las piezas, sino que es una obligación jurídica para poder desacreditar los plazos determinados por los expertos aragoneses.Noticia Relacionada estandar Si El MNAC accede a que los técnicos de Aragón tomen muestras de las pinturas de Sijena el último día de trabajo E. M. El Gobierno de Azcón ha exigido por burofax la documentación sobre los murales. Y se queja: «Sorprende que el director del museo ni siquiera haya saludado a los técnicos»En este sentido, el MNAC asegura que la empresa que actúa en representación del Gobierno de Aragón carece de la experiencia y la solvencia necesarias para una operación de esta envergadura, que no ha presentado cuentas desde 2017, y que su máxima experta no tiene el aval suficiente para certificar la posibilidad de una operación de estas características. «Reiteramos la incapacidad técnica para llevar a cabo la retirada y el traslado de las pinturas por el riesgo de daños irreparables que dicha operación verosímilmente supone», concluye el escrito de oposición. «Cuantas más investigaciones científicas se realizan, más evidencias tenemos del riesgo de trasladar las pinturas murales». Así podría resumirse el escrito de oposición que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) presentó esta mañana a la juez del tribunal de Huesca que lleva el caso y que podría ser la última bala que la institución tiene en la recámara para salvar las pinturas evitando su obligado traslado. En el escrito se incluyen reveladores informes de Simona Sajevo, así como del ICCROM (International Centre for Study of Preservation and Restoration of Cultural Property). Esta institución sólo realiza informes si ve que hay riesgos reales de pérdida de patrimonio cultural y actúa por iniciativa propia, no acepta peticiones externas.Simona Sajeva ya realizó un informe en 2016 cuando el juzgado número uno de Huesca determinó que las pinturas debían volver a Sijena. En aquel caso, no se hizo caso a las informes técnicos. En esta ocasión, Sajeva insiste en que el riesgo continúa y que el cronograma presentado por Aragón no atiende a los múltiples problemas que un traslado de este tipo plantea para las obras. «La ausencia de una evaluación integrada de los riesgos, así como las pérdidas potenciales relacionadas con la operación demuestran que tanto el plazo como la propuesta técnica ignoran los graves riesgos de dañar de forma irremediable las pinturas y, por tanto, son inviables», aseguró ayer el MNAC en un comunicado.Por su parte, el ICCROM es una organización cuya misión principal es ayudar a los estados miembros a conservar su patrimonio cultural. La institución envió a una de sus técnicas ha analizar las obras. Sus conclusiones siguen la tesis del MNAC. « Las pinturas pueden considerarse como supervivientes de una pérdida catastrófica, rescatadas en situación de emergencia. Su estado actual alterado y frágil las hace especialmente vulnerables a las perturbaciones físicas y a los cambios ambientales», concluye el informe. Para acabar, el ICCROM recomienda: «una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a los valores existentes antes de emprender cualquier acción relacionada con su reubicación».Estos informes ayudan al MNAC a reiterar su «incapacidad técnica» para realizar el traslado de las piezas sin daños irreversibles. Ahora será el turno de la juez Rocío Pilar Vargas, del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Huesca, tomar la decisión que determine de manera definitiva el futuro de estas pinturas murales, consideradas la ‘Capilla Sixtina del Románico’. Si, a pesar de los informes, todavía se les obliga a devolver las obras por vía judicial, el museo ya cuenta con un cronograma alternativo Un cronograma alternativo de un año y tres mesesEn el escrito presentado a la juez, el MNAC informó que ya ha iniciado la fase de cumplimiento de las pinturas profanas de Sijena. En este caso, sus El museo informó también a la juez que todavía desconoce el destino y método de instalación final de las pinturas, así como las condiciones climáticas y de conservación del lugar en que estarán instaladas. Estos datos son imprescindibles para poder actuar con mayor rigor a la hora de trasladar las piezas. Paralelamente, el MNAC presentó su cronograma alternativo, descartando el presentado por Aragón y que demuestra, según el museo catalán, la poca experiencia y rigor de los expertos presentados por Aragón para poder cumplir sus plazos sin provocar daños a las piezas. El museo determina un mínimo de un año y tres meses para realizar el traslado con los mínimos riesgos posibles, con un margen de error del 15 por ciento. La presentación del cronograma no significa un reconocimiento de que sí es posible mover las piezas, sino que es una obligación jurídica para poder desacreditar los plazos determinados por los expertos aragoneses.Noticia Relacionada estandar Si El MNAC accede a que los técnicos de Aragón tomen muestras de las pinturas de Sijena el último día de trabajo E. M. El Gobierno de Azcón ha exigido por burofax la documentación sobre los murales. Y se queja: «Sorprende que el director del museo ni siquiera haya saludado a los técnicos»En este sentido, el MNAC asegura que la empresa que actúa en representación del Gobierno de Aragón carece de la experiencia y la solvencia necesarias para una operación de esta envergadura, que no ha presentado cuentas desde 2017, y que su máxima experta no tiene el aval suficiente para certificar la posibilidad de una operación de estas características. «Reiteramos la incapacidad técnica para llevar a cabo la retirada y el traslado de las pinturas por el riesgo de daños irreparables que dicha operación verosímilmente supone», concluye el escrito de oposición.
«Cuantas más investigaciones científicas se realizan, más evidencias tenemos del riesgo de trasladar las pinturas murales». Así podría resumirse el escrito de oposición que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) presentó esta mañana a la juez del tribunal de Huesca que lleva el caso y que podría ser la última bala que la institución tiene en la recámara para salvar las pinturas evitando su obligado traslado. En el escrito se incluyen reveladores informes de Simona Sajevo, así como del ICCROM (International Centre for Study of Preservation and Restoration of Cultural Property). Esta institución sólo realiza informes si ve que hay riesgos reales de pérdida de patrimonio cultural y actúa por iniciativa propia, no acepta peticiones externas.
Simona Sajeva ya realizó un informe en 2016 cuando el juzgado número uno de Huesca determinó que las pinturas debían volver a Sijena. En aquel caso, no se hizo caso a las informes técnicos. En esta ocasión, Sajeva insiste en que el riesgo continúa y que el cronograma presentado por Aragón no atiende a los múltiples problemas que un traslado de este tipo plantea para las obras. «La ausencia de una evaluación integrada de los riesgos, así como las pérdidas potenciales relacionadas con la operación demuestran que tanto el plazo como la propuesta técnica ignoran los graves riesgos de dañar de forma irremediable las pinturas y, por tanto, son inviables», aseguró ayer el MNAC en un comunicado.
Por su parte, el ICCROM es una organización cuya misión principal es ayudar a los estados miembros a conservar su patrimonio cultural. La institución envió a una de sus técnicas ha analizar las obras. Sus conclusiones siguen la tesis del MNAC. «Las pinturas pueden considerarse como supervivientes de una pérdida catastrófica, rescatadas en situación de emergencia. Su estado actual alterado y frágil las hace especialmente vulnerables a las perturbaciones físicas y a los cambios ambientales», concluye el informe. Para acabar, el ICCROM recomienda: «una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a los valores existentes antes de emprender cualquier acción relacionada con su reubicación».
Estos informes ayudan al MNAC a reiterar su «incapacidad técnica» para realizar el traslado de las piezas sin daños irreversibles. Ahora será el turno de la juez Rocío Pilar Vargas, del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Huesca, tomar la decisión que determine de manera definitiva el futuro de estas pinturas murales, consideradas la ‘Capilla Sixtina del Románico’. Si, a pesar de los informes, todavía se les obliga a devolver las obras por vía judicial, el museo ya cuenta con un cronograma alternativo
Un cronograma alternativo de un año y tres meses
En el escrito presentado a la juez, el MNAC informó que ya ha iniciado la fase de cumplimiento de las pinturas profanas de Sijena. En este caso, sus El museo informó también a la juez que todavía desconoce el destino y método de instalación final de las pinturas, así como las condiciones climáticas y de conservación del lugar en que estarán instaladas. Estos datos son imprescindibles para poder actuar con mayor rigor a la hora de trasladar las piezas.
Paralelamente, el MNAC presentó su cronograma alternativo, descartando el presentado por Aragón y que demuestra, según el museo catalán, la poca experiencia y rigor de los expertos presentados por Aragón para poder cumplir sus plazos sin provocar daños a las piezas. El museo determina un mínimo de un año y tres meses para realizar el traslado con los mínimos riesgos posibles, con un margen de error del 15 por ciento. La presentación del cronograma no significa un reconocimiento de que sí es posible mover las piezas, sino que es una obligación jurídica para poder desacreditar los plazos determinados por los expertos aragoneses.
En este sentido, el MNAC asegura que la empresa que actúa en representación del Gobierno de Aragón carece de la experiencia y la solvencia necesarias para una operación de esta envergadura, que no ha presentado cuentas desde 2017, y que su máxima experta no tiene el aval suficiente para certificar la posibilidad de una operación de estas características. «Reiteramos la incapacidad técnica para llevar a cabo la retirada y el traslado de las pinturas por el riesgo de daños irreparables que dicha operación verosímilmente supone», concluye el escrito de oposición.
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