En tierras donde todo era posible, desde que un pingüino recalara en las costas de Maracaibo, que los espíritus de las familias «descendieran desde alturas mesiánicas» para seguir hablando y aconsejando a sus herederos, que en las mazmorras del Castillo de San Carlos de Isla Margarita donde el pirata Morgan había negociado un rescate a cambio de dieciséis cañones se siguiera torturando tres siglos después a opositores de las distintas e interminables dictaduras venezolanas, o que un niño abandonado en las escaleras de una Iglesia más tarde diera nombre a aquella misma calle, se desarrolla la fantástica saga que cubre tres generaciones de una misma estirpe de ‘El sueño del jaguar’ de Miguel Bonnefoy (París, 1986). Una novela galardonada en su país con un buen número de premios, entre ellos el de la Academia Francesa y el Fémina de 2024, con la que este escritor francés, nacido de padre chileno y madre venezolana, narraría sus orígenes entre dos continentes, América y Europa. NOVELA ‘El sueño del jaguar’ Autor Miguel Bonnefoy Editorial Libros del Asteroide Año 2025 Páginas 268 Precio 20,95 euros 4Unos orígenes envueltos en un aire entre mágico y fantástico e históricamente muy realista , inspirándose tanto en leyendas familiares como en personajes realmente existidos, con seres visionarios de «una tenacidad ciega y locuras tan intensas» que un día fundaban universidades y pequeños hospitales en la costa caribeña y otro luchaban ardientemente por amores difíciles. Devotos tanto del amor por la persona escogida e irrenunciable como por el país en permanente mutación y construcción por sus oleadas incesantes de emigrantes en el que vivían, Venezuela, de generación en generación se transmitirían esa pasión tanto en la política como en la vida privada. Con ecos de García Márquez y el también colombiano Álvaro Mutis , junto a la sensualidad colorista de un Jorge Amado, pero con el mestizaje de fabulosas lecturas, un estilo propio y soberbio, un lenguaje de vigoroso y febril ritmo épico (magníficamente vertido por Regina López Muñoz) y herencias francesas como las que se respiraban en otra novela espléndida de desarraigados de este autor, ‘Herencia’ (Armaenia), la historia arranca con un comienzo de antología, de hechizos fascinantes y legendarios.El autor narra sus orígenes entre dos continentes, América y Europa, con un lenguaje de vigoroso y febril ritmo Un día, una mendiga muda, Teresa, adopta «ataviándolo con harapos» para provocar compasión entre los que pasan, a un niño abandonado en los escalones de una Iglesia, donde ella siempre se sienta. Aquella mujer «embustera y avara, maledicente y ladrona» que ni siquiera lo quería sería al final la mejor madre a la que Antonio Borjas Moreno , de destino fabuloso y abuelo de Miguel Bonnefoy, pudiera aspirar. Con ocho años le enseñó a reconocer «a los aguadores mezquinos que vendían el agua sucia del lago de Maracaibo haciéndola pasar por agua limpia de lluvia, pero también a los aparceros que desajustaban las balanzas». El niño crecerá en un mundo duro, repleto de necesidades , que lo obligará muy pronto a la prudencia y la desconfianza, pero también a una inevitable osadía si se quiere sobrevivir «entre niños que vivían en cueros pululando entre la basura flotante que la ciudad había arrojado a los arrabales».El descubrimiento del petróleo lo cambiará todo en un universo de por sí mutante sin un respiro y muy pronto la región empezará a poblarse de extranjeros y caravanas, atraídos por «el rumor de una nueva tierra prometida». La ciudad y el avispado Antonio se transformarán a la par. Cada día barcos con pabellones estadounidenses, ingleses, griegos, holandeses e italianos entrarán y saldrán del puerto. Tras muchas peripecias y aventuras, Antonio, el niño de la miseria y la ignorancia, fundador perseverante de su estirpe en un mundo turbulento, llegará a ser un famoso cardiólogo, pasará dos años en prisión por oponerse valientemente a la dictadura, fundará y será el rector de la primera Universidad de Maracaibo, y sobre todo, vivirá su gran historia de amor junto a Ana María, la primera mujer médico del estado de Zulia y destacada activista social. La hija que tendrán ambos no podría llamarse de otra forma que Venezuela. Al emigrar un día a París conocerá allí a un joven chileno exilado tras el golpe de estado de Pinochet. El hijo de ambos «desandará el camino» y se decidirá a «hablar del mundo que había oído, más allá de las palabras fugaces que se transmitían de generación en generación». En tierras donde todo era posible, desde que un pingüino recalara en las costas de Maracaibo, que los espíritus de las familias «descendieran desde alturas mesiánicas» para seguir hablando y aconsejando a sus herederos, que en las mazmorras del Castillo de San Carlos de Isla Margarita donde el pirata Morgan había negociado un rescate a cambio de dieciséis cañones se siguiera torturando tres siglos después a opositores de las distintas e interminables dictaduras venezolanas, o que un niño abandonado en las escaleras de una Iglesia más tarde diera nombre a aquella misma calle, se desarrolla la fantástica saga que cubre tres generaciones de una misma estirpe de ‘El sueño del jaguar’ de Miguel Bonnefoy (París, 1986). Una novela galardonada en su país con un buen número de premios, entre ellos el de la Academia Francesa y el Fémina de 2024, con la que este escritor francés, nacido de padre chileno y madre venezolana, narraría sus orígenes entre dos continentes, América y Europa. NOVELA ‘El sueño del jaguar’ Autor Miguel Bonnefoy Editorial Libros del Asteroide Año 2025 Páginas 268 Precio 20,95 euros 4Unos orígenes envueltos en un aire entre mágico y fantástico e históricamente muy realista , inspirándose tanto en leyendas familiares como en personajes realmente existidos, con seres visionarios de «una tenacidad ciega y locuras tan intensas» que un día fundaban universidades y pequeños hospitales en la costa caribeña y otro luchaban ardientemente por amores difíciles. Devotos tanto del amor por la persona escogida e irrenunciable como por el país en permanente mutación y construcción por sus oleadas incesantes de emigrantes en el que vivían, Venezuela, de generación en generación se transmitirían esa pasión tanto en la política como en la vida privada. Con ecos de García Márquez y el también colombiano Álvaro Mutis , junto a la sensualidad colorista de un Jorge Amado, pero con el mestizaje de fabulosas lecturas, un estilo propio y soberbio, un lenguaje de vigoroso y febril ritmo épico (magníficamente vertido por Regina López Muñoz) y herencias francesas como las que se respiraban en otra novela espléndida de desarraigados de este autor, ‘Herencia’ (Armaenia), la historia arranca con un comienzo de antología, de hechizos fascinantes y legendarios.El autor narra sus orígenes entre dos continentes, América y Europa, con un lenguaje de vigoroso y febril ritmo Un día, una mendiga muda, Teresa, adopta «ataviándolo con harapos» para provocar compasión entre los que pasan, a un niño abandonado en los escalones de una Iglesia, donde ella siempre se sienta. Aquella mujer «embustera y avara, maledicente y ladrona» que ni siquiera lo quería sería al final la mejor madre a la que Antonio Borjas Moreno , de destino fabuloso y abuelo de Miguel Bonnefoy, pudiera aspirar. Con ocho años le enseñó a reconocer «a los aguadores mezquinos que vendían el agua sucia del lago de Maracaibo haciéndola pasar por agua limpia de lluvia, pero también a los aparceros que desajustaban las balanzas». El niño crecerá en un mundo duro, repleto de necesidades , que lo obligará muy pronto a la prudencia y la desconfianza, pero también a una inevitable osadía si se quiere sobrevivir «entre niños que vivían en cueros pululando entre la basura flotante que la ciudad había arrojado a los arrabales».El descubrimiento del petróleo lo cambiará todo en un universo de por sí mutante sin un respiro y muy pronto la región empezará a poblarse de extranjeros y caravanas, atraídos por «el rumor de una nueva tierra prometida». La ciudad y el avispado Antonio se transformarán a la par. Cada día barcos con pabellones estadounidenses, ingleses, griegos, holandeses e italianos entrarán y saldrán del puerto. Tras muchas peripecias y aventuras, Antonio, el niño de la miseria y la ignorancia, fundador perseverante de su estirpe en un mundo turbulento, llegará a ser un famoso cardiólogo, pasará dos años en prisión por oponerse valientemente a la dictadura, fundará y será el rector de la primera Universidad de Maracaibo, y sobre todo, vivirá su gran historia de amor junto a Ana María, la primera mujer médico del estado de Zulia y destacada activista social. La hija que tendrán ambos no podría llamarse de otra forma que Venezuela. Al emigrar un día a París conocerá allí a un joven chileno exilado tras el golpe de estado de Pinochet. El hijo de ambos «desandará el camino» y se decidirá a «hablar del mundo que había oído, más allá de las palabras fugaces que se transmitían de generación en generación».
En tierras donde todo era posible, desde que un pingüino recalara en las costas de Maracaibo, que los espíritus de las familias «descendieran desde alturas mesiánicas» para seguir hablando y aconsejando a sus herederos, que en las mazmorras del Castillo de San Carlos de … Isla Margarita donde el pirata Morgan había negociado un rescate a cambio de dieciséis cañones se siguiera torturando tres siglos después a opositores de las distintas e interminables dictaduras venezolanas, o que un niño abandonado en las escaleras de una Iglesia más tarde diera nombre a aquella misma calle, se desarrolla la fantástica saga que cubre tres generaciones de una misma estirpe de ‘El sueño del jaguar’ de Miguel Bonnefoy (París, 1986).
Una novela galardonada en su país con un buen número de premios, entre ellos el de la Academia Francesa y el Fémina de 2024, con la que este escritor francés, nacido de padre chileno y madre venezolana, narraría sus orígenes entre dos continentes, América y Europa.

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Autor
Miguel Bonnefoy -
Editorial
Libros del Asteroide -
Año
2025 -
Páginas
268 -
Precio
20,95 euros
Unos orígenes envueltos en un aire entre mágico y fantástico e históricamente muy realista, inspirándose tanto en leyendas familiares como en personajes realmente existidos, con seres visionarios de «una tenacidad ciega y locuras tan intensas» que un día fundaban universidades y pequeños hospitales en la costa caribeña y otro luchaban ardientemente por amores difíciles.
Devotos tanto del amor por la persona escogida e irrenunciable como por el país en permanente mutación y construcción por sus oleadas incesantes de emigrantes en el que vivían, Venezuela, de generación en generación se transmitirían esa pasión tanto en la política como en la vida privada. Con ecos de García Márquez y el también colombiano Álvaro Mutis, junto a la sensualidad colorista de un Jorge Amado, pero con el mestizaje de fabulosas lecturas, un estilo propio y soberbio, un lenguaje de vigoroso y febril ritmo épico (magníficamente vertido por Regina López Muñoz) y herencias francesas como las que se respiraban en otra novela espléndida de desarraigados de este autor, ‘Herencia’ (Armaenia), la historia arranca con un comienzo de antología, de hechizos fascinantes y legendarios.
El autor narra sus orígenes entre dos continentes, América y Europa, con un lenguaje de vigoroso y febril ritmo
Un día, una mendiga muda, Teresa, adopta «ataviándolo con harapos» para provocar compasión entre los que pasan, a un niño abandonado en los escalones de una Iglesia, donde ella siempre se sienta. Aquella mujer «embustera y avara, maledicente y ladrona» que ni siquiera lo quería sería al final la mejor madre a la que Antonio Borjas Moreno, de destino fabuloso y abuelo de Miguel Bonnefoy, pudiera aspirar.
Con ocho años le enseñó a reconocer «a los aguadores mezquinos que vendían el agua sucia del lago de Maracaibo haciéndola pasar por agua limpia de lluvia, pero también a los aparceros que desajustaban las balanzas». El niño crecerá en un mundo duro, repleto de necesidades, que lo obligará muy pronto a la prudencia y la desconfianza, pero también a una inevitable osadía si se quiere sobrevivir «entre niños que vivían en cueros pululando entre la basura flotante que la ciudad había arrojado a los arrabales».
El descubrimiento del petróleo lo cambiará todo en un universo de por sí mutante sin un respiro y muy pronto la región empezará a poblarse de extranjeros y caravanas, atraídos por «el rumor de una nueva tierra prometida». La ciudad y el avispado Antonio se transformarán a la par. Cada día barcos con pabellones estadounidenses, ingleses, griegos, holandeses e italianos entrarán y saldrán del puerto.
Tras muchas peripecias y aventuras, Antonio, el niño de la miseria y la ignorancia, fundador perseverante de su estirpe en un mundo turbulento, llegará a ser un famoso cardiólogo, pasará dos años en prisión por oponerse valientemente a la dictadura, fundará y será el rector de la primera Universidad de Maracaibo, y sobre todo, vivirá su gran historia de amor junto a Ana María, la primera mujer médico del estado de Zulia y destacada activista social.
La hija que tendrán ambos no podría llamarse de otra forma que Venezuela. Al emigrar un día a París conocerá allí a un joven chileno exilado tras el golpe de estado de Pinochet. El hijo de ambos «desandará el camino» y se decidirá a «hablar del mundo que había oído, más allá de las palabras fugaces que se transmitían de generación en generación».
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