Solvej Balle lleva más de tres décadas consagrada a ‘El volumen del tiempo’, una serie de siete libros que aúna literatura fantástica y filosofía para explorar asuntos como el tiempo, el amor o la identidad . Tras una primera parte deslumbrante, y cuando aún están por escribirse las dos últimas entregas, la aventura sigue en ‘El volumen del tiempo (II)’. La historia se retoma un año después de que Tara Selter, la librera anticuaria que protagoniza la saga, viviera por segunda vez un 18 de noviembre que desde entonces se repite en bucle para ella.NOVELA ‘El volumen del tiempo (II)’ Autora Solvej Balle Editorial Anagrama Año 2025 Páginas 216 Precio 18,90 euros 5La ficción especulativa de Balle tiene forma de diario, con notas que consiguen ser precisas y líricas a la vez. Tara escribe para paliar la soledad y llevar la cuenta de los días. También para recordarse que existe. Se suman aquí las anotaciones en otro cuaderno donde Tara registra detalles sobre la máquina de estaciones que crea para fingir que el tiempo fluye. Su mecanismo es simple . Consiste en viajar por varias ciudades europeas. En dirección norte, en busca del invierno, o sur, hacia la primavera y el verano. El artefacto se completa con el uso de objetos y experiencias evocadores de cada temporada. Que e l resultado sea tan fascinante como cotidiano, y que incluya errores de cálculo por la globalización y el cambio climático, invita a comprender sin subrayados la necesidad de esas variaciones en nuestra vida.En una novela donde se acentúa la importancia de permanecer alerta a cada instante, el encuentro fortuito de Tara con una meteoróloga resultará revelador. Se conocen en una sala de urgencias, tras un accidente de la protagonista. Su pie sigue maltrecho durante varios días, lo que confirma que, aunque el tiempo no transcurre para Tara, sí pasa por ella. La historia se retoma un año después de que su protagonista, Tara Selter, viviera por segunda vez el día que se repite en bucle para ellaAlgunas de sus acciones dejan el rastro de «un monstruo que juega a ser una mariposa», afectando a los siguientes 18 de noviembre. La imprevisión con la que suceden estas irregularidades forman parte del misterio que somete a Tara a una repetición en la que cabe cierta libertad.El viaje estacional arranca con una visita a sus padres, con quienes Tara pretende vivir una Navidad inventada. Son algunas de las páginas más conmovedoras del volumen. En ellas se descubre por primera vez parte del pasado de la librera. La atención al detalle que caracteriza la escritura hipnótica de Balle se encarna en la protagonista. La esperanza de Tara de escapar del encierro se aferra a su capacidad de amplificación de lo aparentemente insignificante. También confía en ese poder su marido , con quien mantiene un vínculo voluptuoso que trasciende toda distancia y que, por su esencia física, se impone en un mundo donde lo corpóreo se desvanece.Tras un giro final que promete una continuación vibrante, es fácil cerrar el libro sintiéndose testigo de la construcción de una gran obra. Con el impulso de compartir el descubrimiento, llega la duda: ¿conviene subirse a un tren en marcha para embarcarse hacia un destino incierto? La protagonista de esta historia ni siquiera puede planteárselo. Solvej Balle lleva más de tres décadas consagrada a ‘El volumen del tiempo’, una serie de siete libros que aúna literatura fantástica y filosofía para explorar asuntos como el tiempo, el amor o la identidad . Tras una primera parte deslumbrante, y cuando aún están por escribirse las dos últimas entregas, la aventura sigue en ‘El volumen del tiempo (II)’. La historia se retoma un año después de que Tara Selter, la librera anticuaria que protagoniza la saga, viviera por segunda vez un 18 de noviembre que desde entonces se repite en bucle para ella.NOVELA ‘El volumen del tiempo (II)’ Autora Solvej Balle Editorial Anagrama Año 2025 Páginas 216 Precio 18,90 euros 5La ficción especulativa de Balle tiene forma de diario, con notas que consiguen ser precisas y líricas a la vez. Tara escribe para paliar la soledad y llevar la cuenta de los días. También para recordarse que existe. Se suman aquí las anotaciones en otro cuaderno donde Tara registra detalles sobre la máquina de estaciones que crea para fingir que el tiempo fluye. Su mecanismo es simple . Consiste en viajar por varias ciudades europeas. En dirección norte, en busca del invierno, o sur, hacia la primavera y el verano. El artefacto se completa con el uso de objetos y experiencias evocadores de cada temporada. Que e l resultado sea tan fascinante como cotidiano, y que incluya errores de cálculo por la globalización y el cambio climático, invita a comprender sin subrayados la necesidad de esas variaciones en nuestra vida.En una novela donde se acentúa la importancia de permanecer alerta a cada instante, el encuentro fortuito de Tara con una meteoróloga resultará revelador. Se conocen en una sala de urgencias, tras un accidente de la protagonista. Su pie sigue maltrecho durante varios días, lo que confirma que, aunque el tiempo no transcurre para Tara, sí pasa por ella. La historia se retoma un año después de que su protagonista, Tara Selter, viviera por segunda vez el día que se repite en bucle para ellaAlgunas de sus acciones dejan el rastro de «un monstruo que juega a ser una mariposa», afectando a los siguientes 18 de noviembre. La imprevisión con la que suceden estas irregularidades forman parte del misterio que somete a Tara a una repetición en la que cabe cierta libertad.El viaje estacional arranca con una visita a sus padres, con quienes Tara pretende vivir una Navidad inventada. Son algunas de las páginas más conmovedoras del volumen. En ellas se descubre por primera vez parte del pasado de la librera. La atención al detalle que caracteriza la escritura hipnótica de Balle se encarna en la protagonista. La esperanza de Tara de escapar del encierro se aferra a su capacidad de amplificación de lo aparentemente insignificante. También confía en ese poder su marido , con quien mantiene un vínculo voluptuoso que trasciende toda distancia y que, por su esencia física, se impone en un mundo donde lo corpóreo se desvanece.Tras un giro final que promete una continuación vibrante, es fácil cerrar el libro sintiéndose testigo de la construcción de una gran obra. Con el impulso de compartir el descubrimiento, llega la duda: ¿conviene subirse a un tren en marcha para embarcarse hacia un destino incierto? La protagonista de esta historia ni siquiera puede planteárselo.
Crítica De:
Narrativa
Lleva más de tres décadas consagrada a ‘El volumen del tiempo’, una serie de siete libros que aúna literatura fantástica y filosofía. Nos llega la segunda entrega
Solvej Balle lleva más de tres décadas consagrada a ‘El volumen del tiempo’, una serie de siete libros que aúna literatura fantástica y filosofía para explorar asuntos como el tiempo, el amor o la identidad. Tras una primera parte deslumbrante, y cuando aún están … por escribirse las dos últimas entregas, la aventura sigue en ‘El volumen del tiempo (II)’.
La historia se retoma un año después de que Tara Selter, la librera anticuaria que protagoniza la saga, viviera por segunda vez un 18 de noviembre que desde entonces se repite en bucle para ella.
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Autora
Solvej Balle -
Editorial
Anagrama -
Año
2025 -
Páginas
216 -
Precio
18,90 euros
La ficción especulativa de Balle tiene forma de diario, con notas que consiguen ser precisas y líricas a la vez. Tara escribe para paliar la soledad y llevar la cuenta de los días. También para recordarse que existe. Se suman aquí las anotaciones en otro cuaderno donde Tara registra detalles sobre la máquina de estaciones que crea para fingir que el tiempo fluye.
Su mecanismo es simple. Consiste en viajar por varias ciudades europeas. En dirección norte, en busca del invierno, o sur, hacia la primavera y el verano. El artefacto se completa con el uso de objetos y experiencias evocadores de cada temporada. Que el resultado sea tan fascinante como cotidiano, y que incluya errores de cálculo por la globalización y el cambio climático, invita a comprender sin subrayados la necesidad de esas variaciones en nuestra vida.
En una novela donde se acentúa la importancia de permanecer alerta a cada instante, el encuentro fortuito de Tara con una meteoróloga resultará revelador. Se conocen en una sala de urgencias, tras un accidente de la protagonista. Su pie sigue maltrecho durante varios días, lo que confirma que, aunque el tiempo no transcurre para Tara, sí pasa por ella.
La historia se retoma un año después de que su protagonista, Tara Selter, viviera por segunda vez el día que se repite en bucle para ella
Algunas de sus acciones dejan el rastro de «un monstruo que juega a ser una mariposa», afectando a los siguientes 18 de noviembre. La imprevisión con la que suceden estas irregularidades forman parte del misterio que somete a Tara a una repetición en la que cabe cierta libertad.
El viaje estacional arranca con una visita a sus padres, con quienes Tara pretende vivir una Navidad inventada. Son algunas de las páginas más conmovedoras del volumen. En ellas se descubre por primera vez parte del pasado de la librera. La atención al detalle que caracteriza la escritura hipnótica de Balle se encarna en la protagonista.
La esperanza de Tara de escapar del encierro se aferra a su capacidad de amplificación de lo aparentemente insignificante. También confía en ese poder su marido, con quien mantiene un vínculo voluptuoso que trasciende toda distancia y que, por su esencia física, se impone en un mundo donde lo corpóreo se desvanece.
Tras un giro final que promete una continuación vibrante, es fácil cerrar el libro sintiéndose testigo de la construcción de una gran obra. Con el impulso de compartir el descubrimiento, llega la duda: ¿conviene subirse a un tren en marcha para embarcarse hacia un destino incierto? La protagonista de esta historia ni siquiera puede planteárselo.
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