Crítica de teatro ‘Esencia’ Autor Ignacio García May Dirección, música y ambiente sonoro Eduardo Vasco Escenografía Carolina González Iluminación Miguel Ángel Camacho Intérpretes Juan Echanove y Joaquín Climent Lugar Teatro Español, Madrid 4Eduardo Vasco vuelve a dirigir un texto de Ignacio García May , y abre con él la nueva temporada del Teatro Español . La elección de ‘Esencia’ no es, por lo demás, gratuita, en ella se desarrollan muchos de los mundos y de las obsesiones que García May ha ido desarrollando en tantos años de escritura teatral. Aquí están de manera muy elocuente esas distintas dimensiones de lo real, la entrada de lo fantástico o de lo extraordinario en la psique y en la vida de los personajes, el presentar la identidad personal como si fuera una serie de cajas chinas, el carácter evanescente del autor, que se oculta de las miradas del mundo y prefiere habitar en los márgenes y en la sombra.Para ello García May propone algo muy sencillo: el diálogo de dos amigos tras el encuentro causal en un restaurante después de una década sin verse. Pero nada en este encuentro será causal. La sospecha por parte de Cecil de que se encuentra enredado en una trama ideada por Pierre sobrevuela en todo momento. En efecto, ‘ Esencia ‘ es una reflexión sobre la sospecha, el juego y la ocultación de las identidades, sobre la vida traspasada por aquello que está más allá de la razón, es decir, por la locura.«No sé escribir una historia de la vida normal», se dice, y es que para García May la normalidad está llena de otredades, de enigmas y de puntos de fuga, y es imposible mantenerla en un estricto sentido común. El principal punto de fuga de la obra es la búsqueda de un autor: Baltasar Cron. Este guiño hacia Pirandello no es gratuito, porque Pirandello, Unamuno, Pessoa o Borges están en la misma tradición de pensamiento hacia lo otro que García May. ‘Esencia’ es una obra de ideas más que de acción, pero la interpretación de Juan Echanove y Joaquín Climent le hace alcanzar una profundidad y unos matices realmente sobresalientes. Extraordinarias interpretaciones en este intenso duelo escénico, donde tampoco falta el humor y donde no importan tanto las expectativas de la búsqueda de Cron como el retrato resultante de Pierre y de Cecil, es decir, el camino que ambos emprenderán hacia ese puzle que no acaba de ensamblarse. Y ahí Echanove y Climent lo bordan, Echanove dando la medida de ese ser uno y diverso, que es Pierre; Climent intentando recoger los fragmentos, los éxitos y los fracasos de su vida como escritor, y dejándose arrollar por el mundo otro que le presenta su amigo.’Esencia’ es un teatro de pensamiento sobre las trampas mismas del pensamiento. Y aunque previsible en muchos aspectos de la trama, rozando lo inverosímil (todo transcurre en ese restaurante), es una obra y una puesta en escena realmente soberbia, sin concesiones, grande como todo el teatro de García May. Crítica de teatro ‘Esencia’ Autor Ignacio García May Dirección, música y ambiente sonoro Eduardo Vasco Escenografía Carolina González Iluminación Miguel Ángel Camacho Intérpretes Juan Echanove y Joaquín Climent Lugar Teatro Español, Madrid 4Eduardo Vasco vuelve a dirigir un texto de Ignacio García May , y abre con él la nueva temporada del Teatro Español . La elección de ‘Esencia’ no es, por lo demás, gratuita, en ella se desarrollan muchos de los mundos y de las obsesiones que García May ha ido desarrollando en tantos años de escritura teatral. Aquí están de manera muy elocuente esas distintas dimensiones de lo real, la entrada de lo fantástico o de lo extraordinario en la psique y en la vida de los personajes, el presentar la identidad personal como si fuera una serie de cajas chinas, el carácter evanescente del autor, que se oculta de las miradas del mundo y prefiere habitar en los márgenes y en la sombra.Para ello García May propone algo muy sencillo: el diálogo de dos amigos tras el encuentro causal en un restaurante después de una década sin verse. Pero nada en este encuentro será causal. La sospecha por parte de Cecil de que se encuentra enredado en una trama ideada por Pierre sobrevuela en todo momento. En efecto, ‘ Esencia ‘ es una reflexión sobre la sospecha, el juego y la ocultación de las identidades, sobre la vida traspasada por aquello que está más allá de la razón, es decir, por la locura.«No sé escribir una historia de la vida normal», se dice, y es que para García May la normalidad está llena de otredades, de enigmas y de puntos de fuga, y es imposible mantenerla en un estricto sentido común. El principal punto de fuga de la obra es la búsqueda de un autor: Baltasar Cron. Este guiño hacia Pirandello no es gratuito, porque Pirandello, Unamuno, Pessoa o Borges están en la misma tradición de pensamiento hacia lo otro que García May. ‘Esencia’ es una obra de ideas más que de acción, pero la interpretación de Juan Echanove y Joaquín Climent le hace alcanzar una profundidad y unos matices realmente sobresalientes. Extraordinarias interpretaciones en este intenso duelo escénico, donde tampoco falta el humor y donde no importan tanto las expectativas de la búsqueda de Cron como el retrato resultante de Pierre y de Cecil, es decir, el camino que ambos emprenderán hacia ese puzle que no acaba de ensamblarse. Y ahí Echanove y Climent lo bordan, Echanove dando la medida de ese ser uno y diverso, que es Pierre; Climent intentando recoger los fragmentos, los éxitos y los fracasos de su vida como escritor, y dejándose arrollar por el mundo otro que le presenta su amigo.’Esencia’ es un teatro de pensamiento sobre las trampas mismas del pensamiento. Y aunque previsible en muchos aspectos de la trama, rozando lo inverosímil (todo transcurre en ese restaurante), es una obra y una puesta en escena realmente soberbia, sin concesiones, grande como todo el teatro de García May.
CRÍTICA DE TEATRO
La obra de Ignacio García May se presenta en el Teatro Español con dirección de Eduardo Vasco e interpretada por Juan Echanove y Joaquín Climent
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