La Bandera Herida , símbolo de la identidad nacional de Panamá, ya se encuentra en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), en Madrid, donde va a ser restaurada en los próximos 18 meses «como parte de una acción conjunta para preservar la memoria histórica de la nación», según el Ministerio de Cultura panameño.Confeccionada con los colores invertidos del pabellón nacional, la Bandera Herida fue izada en los corregimientos de Chitré, Monagrillo y La Arena durante los actos que proclamaron la separación de Panamá de Colombia. Según las autoridades panameñas, su nombre proviene de una marca de bala , testimonio de los momentos de fervor vividos en la gesta separatista de 1903. Es la única que se conserva de entonces, aunque con « un 97% de deterioro «, añaden.«Su bandera está en las mejores manos» , aseguró a los panameños Susana Alcaide, directora del IPCE, un «centro de referencia en conservación y restauración aquí en España y a nivel internacional, de gran reconocimiento con obras y restauraciones al máximo nivel», según recalcó.Noticia Relacionada estandar No Manuel Trillo saca a la luz la conquista española que cambió el mapa de Norteamérica Manuel P. VillatoroAlcaide confesó que para los expertos del IPCE «es un reto, pero además es un acicate el contar con la Bandera Herida, que tiene una simbología y una representatividad fundamental para el pueblo panameño» con el que, según dijo, «estamos totalmente alineados».La responsable del Instituto resaltó el interés despertado en todo el equipo por este «bien muy importante» en el que van a trabajar para garantizar su conservación «con los más altos estándares técnicos «. »Vamos a seguir todo el protocolo que sea necesario«, añadió.Según explicó el restaurador Héctor Bolívar, en el IPCE utilizan «de forma preferente la anoxia con gases inertes « y evitan »el uso de productos químicos aplicados directamente sobre el bien cultural«. La restauración se lleva a cabo en el marco de un convenio de colaboración internacional entre España y Panamá que, según el Gobierno panameño, «permite preservar no solo una pieza física, sino el significado profundo que representa para nuestra memoria colectiva y nuestra identidad«. Se cuenta, además, con la colaboración de la empresa privada, que ha facilitado el traslado aéreo, la contratación del seguro tipo ‘Clavo a Clavo’ y parte esencial de la logística.Un delicado viajeLa emblemática bandera inició su viaje hacia España el pasado 30 de abril desde el Museo de Herrera ‘Fabio Rodríguez’ hacia un área de reserva en la capital panameña donde fue estabilizada antes de partir desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, con destino a Madrid, donde está previsto que permanezca durante un proceso de restauración estimado en 18 meses.Durante el primer trayecto entre el museo Herrera a la capital, en cada estación en la ruta se rindió homenaje a este símbolo, «como un acto de respeto y memoria viva», destaca el Ministerio de Cultura panameño . El recorrido, de aproximadamente cuatro horas, se realizó sin interrupciones, a una velocidad controlada de 80 km/h debido al delicado estado de conservación de la pieza.La ministra de Cultura, María Eugenia Herrera subrayó entonces que preservar la historia panameña «es proteger el alma de la nación» y esta restauración «es una muestra del compromiso del Estado y de la sociedad panameña por resguardar el patrimonio que nos define como pueblo que cuida su patrimonio y lo preserva para las futuras generaciones «. La Bandera Herida , símbolo de la identidad nacional de Panamá, ya se encuentra en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), en Madrid, donde va a ser restaurada en los próximos 18 meses «como parte de una acción conjunta para preservar la memoria histórica de la nación», según el Ministerio de Cultura panameño.Confeccionada con los colores invertidos del pabellón nacional, la Bandera Herida fue izada en los corregimientos de Chitré, Monagrillo y La Arena durante los actos que proclamaron la separación de Panamá de Colombia. Según las autoridades panameñas, su nombre proviene de una marca de bala , testimonio de los momentos de fervor vividos en la gesta separatista de 1903. Es la única que se conserva de entonces, aunque con « un 97% de deterioro «, añaden.«Su bandera está en las mejores manos» , aseguró a los panameños Susana Alcaide, directora del IPCE, un «centro de referencia en conservación y restauración aquí en España y a nivel internacional, de gran reconocimiento con obras y restauraciones al máximo nivel», según recalcó.Noticia Relacionada estandar No Manuel Trillo saca a la luz la conquista española que cambió el mapa de Norteamérica Manuel P. VillatoroAlcaide confesó que para los expertos del IPCE «es un reto, pero además es un acicate el contar con la Bandera Herida, que tiene una simbología y una representatividad fundamental para el pueblo panameño» con el que, según dijo, «estamos totalmente alineados».La responsable del Instituto resaltó el interés despertado en todo el equipo por este «bien muy importante» en el que van a trabajar para garantizar su conservación «con los más altos estándares técnicos «. »Vamos a seguir todo el protocolo que sea necesario«, añadió.Según explicó el restaurador Héctor Bolívar, en el IPCE utilizan «de forma preferente la anoxia con gases inertes « y evitan »el uso de productos químicos aplicados directamente sobre el bien cultural«. La restauración se lleva a cabo en el marco de un convenio de colaboración internacional entre España y Panamá que, según el Gobierno panameño, «permite preservar no solo una pieza física, sino el significado profundo que representa para nuestra memoria colectiva y nuestra identidad«. Se cuenta, además, con la colaboración de la empresa privada, que ha facilitado el traslado aéreo, la contratación del seguro tipo ‘Clavo a Clavo’ y parte esencial de la logística.Un delicado viajeLa emblemática bandera inició su viaje hacia España el pasado 30 de abril desde el Museo de Herrera ‘Fabio Rodríguez’ hacia un área de reserva en la capital panameña donde fue estabilizada antes de partir desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, con destino a Madrid, donde está previsto que permanezca durante un proceso de restauración estimado en 18 meses.Durante el primer trayecto entre el museo Herrera a la capital, en cada estación en la ruta se rindió homenaje a este símbolo, «como un acto de respeto y memoria viva», destaca el Ministerio de Cultura panameño . El recorrido, de aproximadamente cuatro horas, se realizó sin interrupciones, a una velocidad controlada de 80 km/h debido al delicado estado de conservación de la pieza.La ministra de Cultura, María Eugenia Herrera subrayó entonces que preservar la historia panameña «es proteger el alma de la nación» y esta restauración «es una muestra del compromiso del Estado y de la sociedad panameña por resguardar el patrimonio que nos define como pueblo que cuida su patrimonio y lo preserva para las futuras generaciones «.
El emblemático símbolo de la separación del país de Colombia se encuentra ya en el Instituto del Patrimonio Cultural
La Bandera Herida, símbolo de la identidad nacional de Panamá, ya se encuentra en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), en Madrid, donde va a ser restaurada en los próximos 18 meses «como parte de una acción conjunta para preservar la memoria histórica de la nación», según el Ministerio de Cultura panameño.
Confeccionada con los colores invertidos del pabellón nacional, la Bandera Herida fue izada en los corregimientos de Chitré, Monagrillo y La Arena durante los actos que proclamaron la separación de Panamá de Colombia. Según las autoridades panameñas, su nombre proviene de una marca de bala, testimonio de los momentos de fervor vividos en la gesta separatista de 1903. Es la única que se conserva de entonces, aunque con «un 97% de deterioro«, añaden.
«Su bandera está en las mejores manos», aseguró a los panameños Susana Alcaide, directora del IPCE, un «centro de referencia en conservación y restauración aquí en España y a nivel internacional, de gran reconocimiento con obras y restauraciones al máximo nivel», según recalcó.
Alcaide confesó que para los expertos del IPCE «es un reto, pero además es un acicate el contar con la Bandera Herida, que tiene una simbología y una representatividad fundamental para el pueblo panameño» con el que, según dijo, «estamos totalmente alineados».
La responsable del Instituto resaltó el interés despertado en todo el equipo por este «bien muy importante» en el que van a trabajar para garantizar su conservación «con los más altos estándares técnicos«. »Vamos a seguir todo el protocolo que sea necesario«, añadió.
Según explicó el restaurador Héctor Bolívar, en el IPCE utilizan «de forma preferente la anoxia con gases inertes« y evitan »el uso de productos químicos aplicados directamente sobre el bien cultural«.
La restauración se lleva a cabo en el marco de un convenio de colaboración internacional entre España y Panamá que, según el Gobierno panameño, «permite preservar no solo una pieza física, sino el significado profundo que representa para nuestra memoria colectiva y nuestra identidad«.
Se cuenta, además, con la colaboración de la empresa privada, que ha facilitado el traslado aéreo, la contratación del seguro tipo ‘Clavo a Clavo’ y parte esencial de la logística.
Un delicado viaje
La emblemática bandera inició su viaje hacia España el pasado 30 de abril desde el Museo de Herrera ‘Fabio Rodríguez’ hacia un área de reserva en la capital panameña donde fue estabilizada antes de partir desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, con destino a Madrid, donde está previsto que permanezca durante un proceso de restauración estimado en 18 meses.
Durante el primer trayecto entre el museo Herrera a la capital, en cada estación en la ruta se rindió homenaje a este símbolo, «como un acto de respeto y memoria viva», destaca el Ministerio de Cultura panameño. El recorrido, de aproximadamente cuatro horas, se realizó sin interrupciones, a una velocidad controlada de 80 km/h debido al delicado estado de conservación de la pieza.
La ministra de Cultura, María Eugenia Herrera subrayó entonces que preservar la historia panameña «es proteger el alma de la nación» y esta restauración «es una muestra del compromiso del Estado y de la sociedad panameña por resguardar el patrimonio que nos define como pueblo que cuida su patrimonio y lo preserva para las futuras generaciones«.
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