Estupefacción en Francia . El Louvre , museo nacional y el más visitado del mundo, antigua residencia de los reyes de Francia, fue víctima, ayer domingo, de un robo de joyas de Napoleón Bonaparte, Napoleón III y su esposa, la emperatriz Eugenia de Montijo , que sorprende por la espectacular facilidad con la que se consumó el atraco, de un valor económico desconocido y un valor simbólico excepcional.Hacia las 9.45 h. de la mañana , cuando una larga hilera de visitantes esperaban entrar por la muy estrecha entrada de la pirámide instalada en el antiguo patio real del museo, cuatro ladrones , según fuentes policiales, encapuchados, entraron en el museo por una ventana, frente al Sena, utilizando una camioneta y un montacargas semejantes a los usados por los obreros que realizan trabajos, en ese mismo lugar, desde hace años.Así se ha vivido el desalojo del museo del Louvre desde dentro // Foto: La Policía francesa, junto al montacargas utilizado por los ladrones para entrar al museo ReutersLos ladrones entraron en el museo sin problemas ni obstáculos . Los servicios de seguridad no advirtieron nada extraño en la camioneta y el montacargas instalados ante los ventanales del museo. Ninguna alarma sonó cuando los ladrones se introdujeron en el museo, dirigiéndose a la legendaria Sala Apolo , con rapidez y sin problemas. En la sala cargaron con celeridad un tesoro excepcional : la gran corona de la emperatriz, una pieza excepcional de 1.354 diamantes, 1.136 rosas y 56 esmeraldas; una diadema de la reina María Amelia, un collar de zafiros de la reina Hortensia, unos pendientes de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia, collares de esmeraldas de la reina María Luisa, una colección de diademas de la emperatriz Eugenia y un nudo enjoyado de corsé de esta última. Joyas de un valor económico incalculable y un valor simbólico muy fuera de lo común. Forman parte de la historia simbólica nacional. Afortunadamente, no se llevaron el famoso ‘Regente’ , el diamante más grande de la colección, con más de 140 quilates, que se hallaba en una vitrina del Salón Apolo.Cargados con su botín, los ladrones huyeron en moto , utilizando las vías de circulación que funcionan por las orillas del Sena. Horas más tarde, la policía descubrió, medio rota, no lejos del museo, la corona de Eugenia de Montijo. Policía y servicios de seguridad reaccionaron con celeridad, con dudosa eficacia, tardía. Un servicio policial excepcional lanzó la caza y captura de los ladrones.Noticia Relacionada estandar No Francia confirma cuáles son las piezas robadas del Museo Louvre: dos tiaras, dos collares y dos pares de pendientes con piedras preciosas Á. A. Uno de los objetos sustraídos ha sido recuperado a las puertas de la instituciónLa dirección del museo se limitó a anunciar que el Louvre estaría cerrado «todo el día», por razones «excepcionales». Rachida Dati, ministra de Cultura , hizo esta declaración una hora después del robo, sin precedentes: «No hay heridos que lamentar. Estamos haciendo las constataciones imprescindibles para tomar las medidas apropiadas».Conmoción nacionalHoras después, acosada por la conmoción nacional del robo, Dati se vio forzada a hacer esta inquietante declaración: «El problema de la inseguridad y vulnerabilidad de nuestros museos es muy antiguo. Durante cuarenta años, nadie se ha interesado en la necesidad muy urgente de afrontar esa inseguridad que hoy descubrimos con pavor». Laurent Nuñez, ministro del Interior , exdirector general de la seguridad en París y la región parisina, declaró a media tarde del domingo: «Conocemos muy bien la inseguridad de nuestros museos. Es una realidad que debemos mirar de frente».La corona de la emperatriz francesa Eugenia de Montijo, expuesta en la Galería Apolo AFPAnte ese reconocimiento patético y tardío, los sindicatos denunciaron con mucha energía el problema de fondo, que llevan años denunciando. La unión sindical Solidarios publicó a última hora de la tarde del domingo un comunicado oficial con esta declaración: «El robo demuestra que la fragilidad y vulnerabilidad de nuestros museos , que llevamos años denunciando. Hemos hecho huelgas pidiendo más dinero y personal para proteger nuestro patrimonio nacional. En vano. Ha llegado el momento de que el presidente de la República y el Gobierno tomen conciencia de la gravedad del problema de fondo. Deben comenzar a tener en cuenta las alarmas que hemos lanzado, desde hace años, en vano. Alarmas que hoy se confirman con dramatismo».La unión sindical denuncia el comportamiento de sucesivos gobiernos, sordos ante las denuncias crecientes, incapaces de afrontar la crisis histórica del primer museo nacional. Crisis reconocida por la dirección del Louvre y la presidencia de la República, incapaces de acelerar unas reformas que avanzan a un ritmo a todas luces insuficiente.Noticia Relacionada estandar Si Crisis histórica en el Museo del Louvre: «Es un espacio inhospitalario» Juan Pedro Quiñonero La directora de la pinacoteca, Laurence des Cars, enumera en una carta enviada a la ministra de Cultura, Rachida Dati, los graves problemas que atraviesa la institución culturalLos gritos o alaridos de la ministra de Cultura, el ministro del Interior y los sindicatos, denunciando, a coro, la fragilidad sin precedentes de la seguridad del patrimonio artístico y cultural, corren el riesgo de plantear un problema inflamable, cuando Francia vive la crisis política más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962.Stéphane Bern, consejero cultural del presidente Macron y amigo personal de su esposa, hace un balance inquietante de la crisis: «Estoy horrorizado ante lo ocurrido. Cuatro señores llegan con una escalera a la Sala Apolo del Louvre y se llevan tesoros mayores de nuestro patrimonio. Se trata de un robo altamente simbólico de los tiempos que estamos viviendo, con una Francia caída de hinojos de mala manera, con nuestros símbolos mayores y nuestras instituciones sufren penosos desastres».Mapa de la planta del museo y en magenta la sala donde ha sido el robo. abcAgrupación Nacional (AN, extrema derecha) , el partido de Marine Le Pen, la familia política con más diputados en la Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento nacional, fue el primero en transformar el robo histórico del Louvre en un gran escándalo nacional. Jordan Bardella , el jovencísimo presidente de AN, declaró la tarde del domingo: «Ese robo del gran museo nacional ha permitido a los ladrones llevarse con destino desconocido joyas excepcionales de la Corona de Francia. Se trata de una humillación insoportable para nuestro país». Marine Le Pen , por su parte, reaccionó con prudencia calculada: «No es el momento de las polémicas, el más elemental sentido de la responsabilidad obliga a constatar que nuestros grandes museos no tienen la protección necesaria. Es necesario actuar, cuando Francia sigue siendo víctima del caos político impuesto por el presidente Macron». Estupefacción en Francia . El Louvre , museo nacional y el más visitado del mundo, antigua residencia de los reyes de Francia, fue víctima, ayer domingo, de un robo de joyas de Napoleón Bonaparte, Napoleón III y su esposa, la emperatriz Eugenia de Montijo , que sorprende por la espectacular facilidad con la que se consumó el atraco, de un valor económico desconocido y un valor simbólico excepcional.Hacia las 9.45 h. de la mañana , cuando una larga hilera de visitantes esperaban entrar por la muy estrecha entrada de la pirámide instalada en el antiguo patio real del museo, cuatro ladrones , según fuentes policiales, encapuchados, entraron en el museo por una ventana, frente al Sena, utilizando una camioneta y un montacargas semejantes a los usados por los obreros que realizan trabajos, en ese mismo lugar, desde hace años.Así se ha vivido el desalojo del museo del Louvre desde dentro // Foto: La Policía francesa, junto al montacargas utilizado por los ladrones para entrar al museo ReutersLos ladrones entraron en el museo sin problemas ni obstáculos . Los servicios de seguridad no advirtieron nada extraño en la camioneta y el montacargas instalados ante los ventanales del museo. Ninguna alarma sonó cuando los ladrones se introdujeron en el museo, dirigiéndose a la legendaria Sala Apolo , con rapidez y sin problemas. En la sala cargaron con celeridad un tesoro excepcional : la gran corona de la emperatriz, una pieza excepcional de 1.354 diamantes, 1.136 rosas y 56 esmeraldas; una diadema de la reina María Amelia, un collar de zafiros de la reina Hortensia, unos pendientes de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia, collares de esmeraldas de la reina María Luisa, una colección de diademas de la emperatriz Eugenia y un nudo enjoyado de corsé de esta última. Joyas de un valor económico incalculable y un valor simbólico muy fuera de lo común. Forman parte de la historia simbólica nacional. Afortunadamente, no se llevaron el famoso ‘Regente’ , el diamante más grande de la colección, con más de 140 quilates, que se hallaba en una vitrina del Salón Apolo.Cargados con su botín, los ladrones huyeron en moto , utilizando las vías de circulación que funcionan por las orillas del Sena. Horas más tarde, la policía descubrió, medio rota, no lejos del museo, la corona de Eugenia de Montijo. Policía y servicios de seguridad reaccionaron con celeridad, con dudosa eficacia, tardía. Un servicio policial excepcional lanzó la caza y captura de los ladrones.Noticia Relacionada estandar No Francia confirma cuáles son las piezas robadas del Museo Louvre: dos tiaras, dos collares y dos pares de pendientes con piedras preciosas Á. A. Uno de los objetos sustraídos ha sido recuperado a las puertas de la instituciónLa dirección del museo se limitó a anunciar que el Louvre estaría cerrado «todo el día», por razones «excepcionales». Rachida Dati, ministra de Cultura , hizo esta declaración una hora después del robo, sin precedentes: «No hay heridos que lamentar. Estamos haciendo las constataciones imprescindibles para tomar las medidas apropiadas».Conmoción nacionalHoras después, acosada por la conmoción nacional del robo, Dati se vio forzada a hacer esta inquietante declaración: «El problema de la inseguridad y vulnerabilidad de nuestros museos es muy antiguo. Durante cuarenta años, nadie se ha interesado en la necesidad muy urgente de afrontar esa inseguridad que hoy descubrimos con pavor». Laurent Nuñez, ministro del Interior , exdirector general de la seguridad en París y la región parisina, declaró a media tarde del domingo: «Conocemos muy bien la inseguridad de nuestros museos. Es una realidad que debemos mirar de frente».La corona de la emperatriz francesa Eugenia de Montijo, expuesta en la Galería Apolo AFPAnte ese reconocimiento patético y tardío, los sindicatos denunciaron con mucha energía el problema de fondo, que llevan años denunciando. La unión sindical Solidarios publicó a última hora de la tarde del domingo un comunicado oficial con esta declaración: «El robo demuestra que la fragilidad y vulnerabilidad de nuestros museos , que llevamos años denunciando. Hemos hecho huelgas pidiendo más dinero y personal para proteger nuestro patrimonio nacional. En vano. Ha llegado el momento de que el presidente de la República y el Gobierno tomen conciencia de la gravedad del problema de fondo. Deben comenzar a tener en cuenta las alarmas que hemos lanzado, desde hace años, en vano. Alarmas que hoy se confirman con dramatismo».La unión sindical denuncia el comportamiento de sucesivos gobiernos, sordos ante las denuncias crecientes, incapaces de afrontar la crisis histórica del primer museo nacional. Crisis reconocida por la dirección del Louvre y la presidencia de la República, incapaces de acelerar unas reformas que avanzan a un ritmo a todas luces insuficiente.Noticia Relacionada estandar Si Crisis histórica en el Museo del Louvre: «Es un espacio inhospitalario» Juan Pedro Quiñonero La directora de la pinacoteca, Laurence des Cars, enumera en una carta enviada a la ministra de Cultura, Rachida Dati, los graves problemas que atraviesa la institución culturalLos gritos o alaridos de la ministra de Cultura, el ministro del Interior y los sindicatos, denunciando, a coro, la fragilidad sin precedentes de la seguridad del patrimonio artístico y cultural, corren el riesgo de plantear un problema inflamable, cuando Francia vive la crisis política más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962.Stéphane Bern, consejero cultural del presidente Macron y amigo personal de su esposa, hace un balance inquietante de la crisis: «Estoy horrorizado ante lo ocurrido. Cuatro señores llegan con una escalera a la Sala Apolo del Louvre y se llevan tesoros mayores de nuestro patrimonio. Se trata de un robo altamente simbólico de los tiempos que estamos viviendo, con una Francia caída de hinojos de mala manera, con nuestros símbolos mayores y nuestras instituciones sufren penosos desastres».Mapa de la planta del museo y en magenta la sala donde ha sido el robo. abcAgrupación Nacional (AN, extrema derecha) , el partido de Marine Le Pen, la familia política con más diputados en la Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento nacional, fue el primero en transformar el robo histórico del Louvre en un gran escándalo nacional. Jordan Bardella , el jovencísimo presidente de AN, declaró la tarde del domingo: «Ese robo del gran museo nacional ha permitido a los ladrones llevarse con destino desconocido joyas excepcionales de la Corona de Francia. Se trata de una humillación insoportable para nuestro país». Marine Le Pen , por su parte, reaccionó con prudencia calculada: «No es el momento de las polémicas, el más elemental sentido de la responsabilidad obliga a constatar que nuestros grandes museos no tienen la protección necesaria. Es necesario actuar, cuando Francia sigue siendo víctima del caos político impuesto por el presidente Macron».
Estupefacción nacional. El Louvre, Museo Nacional, el museo más visitado del mundo, antigua residencia de los reyes de Francia, ha sido víctima, este domingo, de un robo de joyas que sorprende, así mismo, por la espectacular facilidad con la que se consumó el … atraco por un valor económico desconocido y un valor simbólico excepcional.
Hacia las 9.45 horas de la mañana, cuando una larga hilera de visitantes esperaban entrar por la muy estrecha entrada de la pirámide instalada en el antiguo «patio real» del museo, varios ladrones, encapuchados, entraron en el museo por una ventana, frente al Sena, utilizando un montacargas empleado por los obreros que realizan obras de rehabilitación desde hace años.
Los ladrones entraron en el museo sin «problemas» ni obstáculos, robaron un «tesoro» en joyas preciosas de un valor económico todavía desconocido, y pudieron huir, en moto, utilizando las vías de circulación que funcionan por las orillas del Sena. Policía y servicios de seguridad reaccionaron con una eficacia tardía.
Así se ha vivido el desalojo del museo del Louvre desde dentro // Foto: La Policía francesa, junto al montacargas utilizado por los ladrones para entrar al museo
Reuters
La dirección del museo, se limitó a anunciar que el Louvre estaría cerrado «todo el día», por razones «excepcionales». Rachida Dati, ministra de cultura, hizo esta declaración una hora corta después del robo, sin precedentes: «No hay heridos por lamentar. Me encuentro en el museo, acompañada de la direccion y los servicios de seguridad. Estamos haciendo las constataciones imprescindibles para tomar las medidas apropiadas».
Una pieza recuperada
Según recogen los medios franceses, los delincuentes robaron nueve piezas de joyería que estaban expuestas en la galería Apollon, pertenecientes a la colección de joyas de Napoleón y la Emperatriz. Le Parisien advierte, además, que uno de los objetos robados habría sido encontrados en los alrededores del museo. Las investigaciones apuntan a que podría ser la corona de la emperatriz Eugenia, que se habría roto.
AFP
No era un secreto que el gran museo nacional, el museo más visitado del mundo, atravesaba, desde hace años, una gran crisis de fondo y forma.
Las entradas al Louvre, por la «rue» de Rivoli y la pirámide en vidrio, instalada en el antiguo «patio real», se quedaron anticuadas, hace años. Los ocho millones de visitantes del año pasado tuvieron que hacer grandes y muy largas colas, para entrar, apiñados, en un museo legendario, tras esperar entre treinta y sesenta minutos, a la intemperie, con frecuencia. Las idas y venidas por las grandes salas reclaman mucha paciencia. Contemplar la Gioconda, unos segundos, requiere entre treinta y sesenta minutos de espera…
Ante esos y otros problemas de fondo, el presidente Emmanuel Macron anuncio a primeros de año la realización de «grandes trabajos» destinados a modernizar y ampliar el Louvre. Esos trabajos habían comenzado, con dramática fortuna: los ladrones han utilizado uno de los montacargas utilizados en el proceso de modernización para entrar sin problemas en un museo histórico, legendario, beneficiándose de la ineficacia aparente y trágica de unos servicios de seguridad que han destacado por su «inexistencia».
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