Extrañamente la joven narrativa española, hasta la publicación de esta novela de Leonardo Cano, que me atrevo a calificar de fundacional, no ha explorado mucho las posibilidades reflexivas y estilísticas de la era de internet, las redes y el desafío de la Inteligencia Artificial. La navegación por interne t y la extensión de las redes había dado, que yo conozca, dos buenas novelas: ‘Discotecas por fuera’ de Victor Balcells, y ‘ Los escorpiones’ de Sara Barquinero. NOVELA ‘Este es el nucleo’ Autor Leonardo Cano Editorial Galaxia Gutenberg Año 2024 Páginas 178 Precio 18 euros 4Leonardo Cano va un paso más allá y asume el riesgo de plantear una utopía fechada en 2052 cuando el protagonista, Pablo Alcubier, va a traspasar toda su memoria e identidad al que se denomina su núcleo, la nueva vida inmortal en la que existirá virtualmente. Se convertirá entonces en avatar, sin dejar de ser humano, viviendo esa otra dimensión transferida. Será el primer varón que lo haga, pues hasta entonces únicamente mujeres habían gozado de ese ‘privilegio’, lo que ha promovido la revuelta de un grupo organizado que, bajo el nombre de ‘Los postergados’ actúa en el metro. Esa nueva sociedad está regida por una gran corporación denominada Shook-Elecom, a la cual Pablo Alcubier, va vender un nuevo algoritmo para actuar sobre la conciencia y los recuerdos. Almacenar la identidad profunda y convertir al ser humano en un metaverso. Leonardo Cano ha creado un artefacto narrativo excelente, equiparable al que se dio en cine con la película ‘Ex machina’ de Alex Garland . Ha sido capaz de dotar de profundidad y hondo calado reflexivo a los riesgos para la libertad de ese futuro, pero sobre todo en defensa de la condición del ser humano, que a lo largo de la novela vamos viendo se compone de memoria y capacidad narrativa, los dos núcleos esenciales de la identidad que la Corporación por ello mismo quiere dominar. Por fin atisbamos que no todo es neorruralismo o ensimismadas habitaciones propiasHay un momento de la novela en que se recuerda la ‘damnatio memoriae’ en la antigua Roma, cuando el Senado pudo decretar la inexistencia civil de un político o senador proscrito, lo mismo que hizo Stalin con los que acompañaron su imagen y desaparecieron del entorno en las fotos que lo celebraban. ¿Qué pasaría si un algoritmo poderoso pudiera crear un futuro sin pasado, o bien que el pasado viniera a ser transferido, donado voluntariamente o por la fuerza? La inmortalidad de Pablo Alcubier, él lo sabe, tiene el alto precio de renunciar a su pasado y sus recuerdos. La trama ideada por Leonardo Cano ha tenido el acierto de ir al centro de la condición humana mediante la contigüidad con un sentimiento universal, que todo lector asume: el afecto que Pablo tiene para con su hija Carlota, que le han arrebatado. Esa elección del autor por el que podría ser el indestructible y no renunciable motor de la emoción y afecto, la relación con la pequeña hija, es el término que dota a la trama de una profundidad afectiva anclada en la memoria del ser querido y por así decirlo, el verdadero núcleo que habría que salvar de la destrucción. DesamorTambién la novela tiene otro eje, más convencional, el desamor y la difícil relación (también erótica) con su pareja, a quien Pablo ha llegado a crearle una alternativa virtual que ella cree real. De modo que esta novela trata de que el sustento de la identidad es narrativo, y está anclado en la memoria común, las historias que nos contamos unos a otros , y las que nos contamos a nosotros mismos, núcleo de la subjetividad. El cerebro ha trazado un algoritmo de mecanismos sutiles y subliminales, que es precisamente el que la IA cibernética quiere imitar, reproducir y, en definitiva, controlar. Por fin, en la novela joven atisbamos que no todo es neorruralismo o ensimismadas habitaciones propias. La novela española tiene el desafío de asomarse al futuro , que en artistas como Cano emerge con conciencia clara de las amenazas que sufre nuestra condición humana, vacía sin la rememoración de afectos y memoria narrativa de ellos. Núcleo que, por cierto, coincide con la literatura misma. Extrañamente la joven narrativa española, hasta la publicación de esta novela de Leonardo Cano, que me atrevo a calificar de fundacional, no ha explorado mucho las posibilidades reflexivas y estilísticas de la era de internet, las redes y el desafío de la Inteligencia Artificial. La navegación por interne t y la extensión de las redes había dado, que yo conozca, dos buenas novelas: ‘Discotecas por fuera’ de Victor Balcells, y ‘ Los escorpiones’ de Sara Barquinero. NOVELA ‘Este es el nucleo’ Autor Leonardo Cano Editorial Galaxia Gutenberg Año 2024 Páginas 178 Precio 18 euros 4Leonardo Cano va un paso más allá y asume el riesgo de plantear una utopía fechada en 2052 cuando el protagonista, Pablo Alcubier, va a traspasar toda su memoria e identidad al que se denomina su núcleo, la nueva vida inmortal en la que existirá virtualmente. Se convertirá entonces en avatar, sin dejar de ser humano, viviendo esa otra dimensión transferida. Será el primer varón que lo haga, pues hasta entonces únicamente mujeres habían gozado de ese ‘privilegio’, lo que ha promovido la revuelta de un grupo organizado que, bajo el nombre de ‘Los postergados’ actúa en el metro. Esa nueva sociedad está regida por una gran corporación denominada Shook-Elecom, a la cual Pablo Alcubier, va vender un nuevo algoritmo para actuar sobre la conciencia y los recuerdos. Almacenar la identidad profunda y convertir al ser humano en un metaverso. Leonardo Cano ha creado un artefacto narrativo excelente, equiparable al que se dio en cine con la película ‘Ex machina’ de Alex Garland . Ha sido capaz de dotar de profundidad y hondo calado reflexivo a los riesgos para la libertad de ese futuro, pero sobre todo en defensa de la condición del ser humano, que a lo largo de la novela vamos viendo se compone de memoria y capacidad narrativa, los dos núcleos esenciales de la identidad que la Corporación por ello mismo quiere dominar. Por fin atisbamos que no todo es neorruralismo o ensimismadas habitaciones propiasHay un momento de la novela en que se recuerda la ‘damnatio memoriae’ en la antigua Roma, cuando el Senado pudo decretar la inexistencia civil de un político o senador proscrito, lo mismo que hizo Stalin con los que acompañaron su imagen y desaparecieron del entorno en las fotos que lo celebraban. ¿Qué pasaría si un algoritmo poderoso pudiera crear un futuro sin pasado, o bien que el pasado viniera a ser transferido, donado voluntariamente o por la fuerza? La inmortalidad de Pablo Alcubier, él lo sabe, tiene el alto precio de renunciar a su pasado y sus recuerdos. La trama ideada por Leonardo Cano ha tenido el acierto de ir al centro de la condición humana mediante la contigüidad con un sentimiento universal, que todo lector asume: el afecto que Pablo tiene para con su hija Carlota, que le han arrebatado. Esa elección del autor por el que podría ser el indestructible y no renunciable motor de la emoción y afecto, la relación con la pequeña hija, es el término que dota a la trama de una profundidad afectiva anclada en la memoria del ser querido y por así decirlo, el verdadero núcleo que habría que salvar de la destrucción. DesamorTambién la novela tiene otro eje, más convencional, el desamor y la difícil relación (también erótica) con su pareja, a quien Pablo ha llegado a crearle una alternativa virtual que ella cree real. De modo que esta novela trata de que el sustento de la identidad es narrativo, y está anclado en la memoria común, las historias que nos contamos unos a otros , y las que nos contamos a nosotros mismos, núcleo de la subjetividad. El cerebro ha trazado un algoritmo de mecanismos sutiles y subliminales, que es precisamente el que la IA cibernética quiere imitar, reproducir y, en definitiva, controlar. Por fin, en la novela joven atisbamos que no todo es neorruralismo o ensimismadas habitaciones propias. La novela española tiene el desafío de asomarse al futuro , que en artistas como Cano emerge con conciencia clara de las amenazas que sufre nuestra condición humana, vacía sin la rememoración de afectos y memoria narrativa de ellos. Núcleo que, por cierto, coincide con la literatura misma.
CRÍtica de:
narrativa
El autor murciano asume el riesgo de plantear una utopía fechada en 2052, creando un artefacto narrativo excelente, equiparable al que se dio en con la película ‘Ex machina’ de Alex Garland
Leonardo Cano (Murcia, 1977)
Extrañamente la joven narrativa española, hasta la publicación de esta novela de Leonardo Cano, que me atrevo a calificar de fundacional, no ha explorado mucho las posibilidades reflexivas y estilísticas de la era de internet, las redes y el desafío de la Inteligencia Artificial.
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