Trasladada a la gran pantalla por su propio autor en 1972, solo un año después de haberla estrenado en teatro, «Las amargas lágrimas de Petra von Kant» es una obra de Rainer Werner Fassbinder donde pueden identificarse bien algunas de sus obsesiones: la soledad, la dependencia emocional, la insana necesidad de dominar a nuestros semejantes, la propia inseguridad usada como arma arrojadiza, la manipulación de la realidad afectiva…
]]> La directora Rakel Camacho explora el tormentoso universo del cineasta alemán en una función protagonizada por Ana Torrent y Aura Garrido donde también tiene cabida el humor
Trasladada a la gran pantalla por su propio autor en 1972, solo un año después de haberla estrenado en teatro, «Las amargas lágrimas de Petra von Kant» es una obra de Rainer Werner Fassbinder donde pueden identificarse bien algunas de sus obsesiones: la soledad, la dependencia emocional, la insana necesidad de dominar a nuestros semejantes, la propia inseguridad usada como arma arrojadiza, la manipulación de la realidad afectiva…
La película, que sigue disponible en algunas plataformas de cine, cuenta la historia de una exitosa diseñadora de moda, llamada Petra, que acaba de ser abandonada por su pareja y vive con una secretaria a la que trata prácticamente como a una esclava. En el claustrofóbico espacio donde se desarrolla toda la acción, que es su domicilio, conocerá, por intermediación de una amiga, a una joven llamada Karin, de la que se enamorará perdidamente. Con la promesa de convertirla en una gran modelo, Petra iniciará con ella una complicada relación.
Rakel Camacho dirige esta función, que a priori encaja muy bien con su propio imaginario artístico, en la que, tal y como ella misma explica, cristaliza el cambio estilístico que Fassbinder había empezado a experimentar unos años antes: «Aunque tiene esa especie de frialdad común a todas sus obras, en ‘‘Las amargas lágrimas de Petra von Kant’’ hay algo más poético, más simbólico y más teatral que en otras. Otras películas anteriores son puro cine; pero esta no; aquí parece que estuviéramos viendo teatro en primer plano». En cuanto a lo asuntos recurrentes del creador alemán, la directora corrobora que en esta obra están muy presentes y muy claros: «El punto de partida es la soledad. A partir de ahí, nos habla de las relaciones desnaturalizadas y tóxicas, y de la incapacidad del ser humano para amar de verdad; un ser humano condicionado siempre por una violencia latente que está provocada a su vez por la incomunicación. Creo que el gran tema que resume todo el mundo de Fassbinder es el de la incomunicación».
Después de haber protagonizado a las órdenes de Luis Luque en 2020 Las criadas, de Jean Genet, la actriz Ana Torrent vuelve a meterse en la piel de otro personaje incómodo, excesivo y al borde del precipicio, como es el de Petra von Kant. Una mujer torturada y torturadora que está repleta, como todos los demás, de claroscuros. «Hemos trabajado el personaje con Ana (Torrent) entendiendo que ella tiene un mundo de poder construido –explica Camacho–, porque es una mujer emancipada y una mujer de éxito, algo que en esa época de los años 70 no era habitual. Es una mujer que se construye una coraza para no mostrar su fragilidad y vulnerabilidad. Así que hemos utilizado esa coraza, literalmente, en el vestuario. Ella es una diseñadora de moda, ¿no?; pues se me ocurrió que diseñaba corazas; corazas robustas para defenderse. Y Ana está maravillosa, hipnótica mostrando toda esa dureza y sensibilidad al mismo tiempo que encierra el personaje».
Junto a Torrent, Aura Garrido da vida a Karin, la joven de la que Petra se enamora, mientras que Julia Monje interpreta a la secretaria Marlene, un personaje, extraño y perturbador en la película, cuya ciega obediencia a su jefa, impregnada de atracción, la arrastra a la despersonalización. Es una mujer que recuerda, en algunos aspectos, a las que aparecen en la ficción morbosa de explotación que caracteriza el ya prácticamente extinguido género pulp. La directora apunta algunas ideas con respecto a Marlene: «Por un lado, representa al espectador, que ve todo, pero no entra a decir nada. Por otro lado, representa a la clase más oprimida en el marco general de la sociedad, que acepta sumisa esa opresión. Lo fundamental en todo Fassbinder es la historia de la dominación a través del amor. Él decía que quien es más fuerte explota el amor del más débil».
El elenco de esta coproducción de Nave 10 Matadero y Pentación Espectáculos, que aúna riesgo y visión comercial, se completa con Celia Freijeiro, en el papel de la amiga de Petra, y la veterana María Luisa San José, que incorpora el personaje de la madre. Pier Paolo Álvaro y Luis Crespo se ocupan, respectivamente, del vestuario y la escenografía de un espectáculo en el que sorprendentemente hay también, advierte la directora, mucho humor: «Claro que hay comedia en Fassbinder. Yo creo que sabe reírse de las emociones y las hace estallar; porque él ante todo es eso, estallido, lo cual significa sentido del humor. Es un caballo desbocado; un tajo que divide la tierra en dos».
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