Arequipa es una ciudad que se levanta sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, a dos mil trescientos metros de altura, un privilegio que se paga con más de un centenar de terremotos al año y un clima seco apaciguado por la brisa. La mayoría de los seísmos, repiten los locales, son tan leves que no se notan, pero suceden. El que ha sacudido el inicio del X Congreso Internacional de la Lengua (CILE) , en cambio, ha sido de los evidentes: una guerra abierta entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE), las dos entidades organizadoras del evento más importante de la lengua española, después de que el director de la primera atacara verbalmente al de la segunda, que este respondiera. Esto, claro, aún abre todas las conversaciones entre académicos y periodistas en este lugar del mapa. Se lanzan preguntas así: ¿cuándo se iniciaron realmente las hostilidades? ¿Fue en Cádiz o en Córdoba? ¿Y si es una orden política? ¿O será solo algo personal? ¿Es calentón o estrategia? Todo esto sobrevolaba la rueda de prensa de inicio del CILE, donde no estaban sobre la mesa tanto los temas del congreso (mestizaje, inteligencia artificial y lenguaje claro ) como la duda de si los directores de ambas instituciones firmarían la paz o continuarían la guerra. Antes, se hacían hasta bromas sobre si el jaleo se resolvería con un duelo bajo el justiciero sol de Arequipa. Y aunque el sarao fue en interior, bajo techo, hubo mucho de eso.Todas las dudas se despejaron a la media hora del encuentro, celebrado en el salón de la Municipalidad Provincial de Arequipa: la ruptura entre las instituciones, o los directores, que es casi lo mismo, es total. García Montero y Muñoz Machado se sentaron separados por el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera. Tenían los gestos serios antes de empezar a hablar: era esa seriedad que antecede a las grandes citas, a los grandes combates. Entre el público había muchos académicos: Clara Sánchez, Carme Riera, Juan Luis Cebrián, Soledad Puértolas, Paloma Diaz-Más, Salvador Gutiérrez Ordóñez… Hubo que esperar al turno de preguntas para que hablaran del conflicto. ¿Servirá este CILE, un lugar de diálogo, para apaciguar la relación entre las instituciones? Noticia Relacionada Director del Instituto Cervantes estandar Si Luis García Montero torpedea el Congreso de la Lengua: claves del apagón diplomático Jesús García CaleroPrimero respondió García Montero: «Por lo que a mí me toca, desde el Instituto Cercvantes estoy interesado en colaborar con las instituciones de Arequipa y de Perú para que este congreso salga lo mejor posible. Las diferencias, que son muchas, las podremos conversar mucho después, ya desde España ». Muñoz Machado, también preguntado, no quiso mojarse en público: «Las cuestiones que me preguntan no tienen nada que ver con el CILE, son accidentes periféricos, de combate . Y no tengo interés en responderlas en esta rueda de prensa ni a lo largo de este congreso». Otra vez García Montero: «Ya habrá tiempo de hablar no solo sobre el director de la Real Academia Española, sino sobre el sucesor que están preparando, que tiene que ver mucho el comunicado que la RAE hizo la semana pasada». ¿Por qué se enfrentan? «Ni idea, ni idea», repitió Muñoz Machado. Las elecciones de la RAE deberían ser a finales de 2026. Alguien mencionó a Cebrián como sucesor.El origen del conflictoPara entender todo esto hay que retroceder unos días. El conflicto empezó el jueves, cuando Luis García Montero, director del Cervantes, entidad dependiente del ministerio de Exteriores, lanzó su ofensiva diciendo que él estaba acostumbrado a hablar en la RAE con grandes filólogos y hombres de la cultura como Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva y que ahora, en cambio, la situación había cambiado a peor. «La RAE está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo [Santiago Muñoz Machado] experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias y eso, personalmente, también crea distancias», dijo, durante un desayuno de prensa. Esa misma tarde, el pleno de la Academia respondió con contundencia al poeta . «El pleno ha acordado por unanimidad manifestar su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE. Esta es una ocasión fundamental para la cultura y la lengua españolas, que reúne representaciones de todas las naciones hispanohablantes, que el director del Instituto Cervantes ha enturbiado con sus declaraciones». Así ha sido hasta el momento: todas las crónicas van en esa dirección como moscas a la luz.A esta fiesta de agravios, por cierto, también se sumó Álvaro Pombo , último premio Cervantes, con un artículo contra García Montero en el que lo llamaba burócrata y otras cosas bonitas. «Lo que necesita Luis García Montero a todo trance es un empleo más tranquilo aún y menos significativo que el que ya tiene, y un mecenas. La falta de mecenas estremece al público socialista comunista español. Cada vez hay menos mecenas privados y más dinero público invertido en poetas menores», sentenciaba. García Montero volvió a repetir sus ataques en una entrevista publicada este fin de semana en los periódicos regionales de Vocento… Y seguimos en la misma. García Montero, antes de cerrar la rueda de prensa, recordó que él sí era filólogo. Antes, Muñoz Machado explicó que el programa de los congresos de la lengua los fijan las academias, «sin perjuicio de que luego el Cervantes intervenga hasta el límite que se considera necesario». También este es un tema de fronteras.Esta es una guerra que enturbia un CILE ya enturbiado por la situación política de Perú . Al poco de estallar, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, fue destituida por su «incapacidad moral» para gobernar después de una moción de censura promovida por los mismos diputados que la habían permitido gobernar estos últimos tres años. Nadie parece echarla de menos: apenas contaba con el 2% de popularidad, la peor cifra en la historia reciente de Perú… Su sustituto, José Jerí, ya carga con acusaciones de violación y, tras un seguimiento en redes sociales, lo han tachado de fiel seguidor de páginas pornográficas en Instagram. Aún no se sabe si acudirá a la apertura oficial del CILE de este miércoles, donde como es tradición estará el Rey Felipe, y donde iba a estar Boluarte. Las malas lenguas dicen que ya solo falta que entre en erupción el volcán Misti, uno de los tres que rodean Arequipa, para terminar de inaugurar el CILE. En fin, es una fiesta. Una fiesta volcánica. O sísmica. Arequipa es una ciudad que se levanta sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, a dos mil trescientos metros de altura, un privilegio que se paga con más de un centenar de terremotos al año y un clima seco apaciguado por la brisa. La mayoría de los seísmos, repiten los locales, son tan leves que no se notan, pero suceden. El que ha sacudido el inicio del X Congreso Internacional de la Lengua (CILE) , en cambio, ha sido de los evidentes: una guerra abierta entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE), las dos entidades organizadoras del evento más importante de la lengua española, después de que el director de la primera atacara verbalmente al de la segunda, que este respondiera. Esto, claro, aún abre todas las conversaciones entre académicos y periodistas en este lugar del mapa. Se lanzan preguntas así: ¿cuándo se iniciaron realmente las hostilidades? ¿Fue en Cádiz o en Córdoba? ¿Y si es una orden política? ¿O será solo algo personal? ¿Es calentón o estrategia? Todo esto sobrevolaba la rueda de prensa de inicio del CILE, donde no estaban sobre la mesa tanto los temas del congreso (mestizaje, inteligencia artificial y lenguaje claro ) como la duda de si los directores de ambas instituciones firmarían la paz o continuarían la guerra. Antes, se hacían hasta bromas sobre si el jaleo se resolvería con un duelo bajo el justiciero sol de Arequipa. Y aunque el sarao fue en interior, bajo techo, hubo mucho de eso.Todas las dudas se despejaron a la media hora del encuentro, celebrado en el salón de la Municipalidad Provincial de Arequipa: la ruptura entre las instituciones, o los directores, que es casi lo mismo, es total. García Montero y Muñoz Machado se sentaron separados por el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera. Tenían los gestos serios antes de empezar a hablar: era esa seriedad que antecede a las grandes citas, a los grandes combates. Entre el público había muchos académicos: Clara Sánchez, Carme Riera, Juan Luis Cebrián, Soledad Puértolas, Paloma Diaz-Más, Salvador Gutiérrez Ordóñez… Hubo que esperar al turno de preguntas para que hablaran del conflicto. ¿Servirá este CILE, un lugar de diálogo, para apaciguar la relación entre las instituciones? Noticia Relacionada Director del Instituto Cervantes estandar Si Luis García Montero torpedea el Congreso de la Lengua: claves del apagón diplomático Jesús García CaleroPrimero respondió García Montero: «Por lo que a mí me toca, desde el Instituto Cercvantes estoy interesado en colaborar con las instituciones de Arequipa y de Perú para que este congreso salga lo mejor posible. Las diferencias, que son muchas, las podremos conversar mucho después, ya desde España ». Muñoz Machado, también preguntado, no quiso mojarse en público: «Las cuestiones que me preguntan no tienen nada que ver con el CILE, son accidentes periféricos, de combate . Y no tengo interés en responderlas en esta rueda de prensa ni a lo largo de este congreso». Otra vez García Montero: «Ya habrá tiempo de hablar no solo sobre el director de la Real Academia Española, sino sobre el sucesor que están preparando, que tiene que ver mucho el comunicado que la RAE hizo la semana pasada». ¿Por qué se enfrentan? «Ni idea, ni idea», repitió Muñoz Machado. Las elecciones de la RAE deberían ser a finales de 2026. Alguien mencionó a Cebrián como sucesor.El origen del conflictoPara entender todo esto hay que retroceder unos días. El conflicto empezó el jueves, cuando Luis García Montero, director del Cervantes, entidad dependiente del ministerio de Exteriores, lanzó su ofensiva diciendo que él estaba acostumbrado a hablar en la RAE con grandes filólogos y hombres de la cultura como Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva y que ahora, en cambio, la situación había cambiado a peor. «La RAE está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo [Santiago Muñoz Machado] experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias y eso, personalmente, también crea distancias», dijo, durante un desayuno de prensa. Esa misma tarde, el pleno de la Academia respondió con contundencia al poeta . «El pleno ha acordado por unanimidad manifestar su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE. Esta es una ocasión fundamental para la cultura y la lengua españolas, que reúne representaciones de todas las naciones hispanohablantes, que el director del Instituto Cervantes ha enturbiado con sus declaraciones». Así ha sido hasta el momento: todas las crónicas van en esa dirección como moscas a la luz.A esta fiesta de agravios, por cierto, también se sumó Álvaro Pombo , último premio Cervantes, con un artículo contra García Montero en el que lo llamaba burócrata y otras cosas bonitas. «Lo que necesita Luis García Montero a todo trance es un empleo más tranquilo aún y menos significativo que el que ya tiene, y un mecenas. La falta de mecenas estremece al público socialista comunista español. Cada vez hay menos mecenas privados y más dinero público invertido en poetas menores», sentenciaba. García Montero volvió a repetir sus ataques en una entrevista publicada este fin de semana en los periódicos regionales de Vocento… Y seguimos en la misma. García Montero, antes de cerrar la rueda de prensa, recordó que él sí era filólogo. Antes, Muñoz Machado explicó que el programa de los congresos de la lengua los fijan las academias, «sin perjuicio de que luego el Cervantes intervenga hasta el límite que se considera necesario». También este es un tema de fronteras.Esta es una guerra que enturbia un CILE ya enturbiado por la situación política de Perú . Al poco de estallar, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, fue destituida por su «incapacidad moral» para gobernar después de una moción de censura promovida por los mismos diputados que la habían permitido gobernar estos últimos tres años. Nadie parece echarla de menos: apenas contaba con el 2% de popularidad, la peor cifra en la historia reciente de Perú… Su sustituto, José Jerí, ya carga con acusaciones de violación y, tras un seguimiento en redes sociales, lo han tachado de fiel seguidor de páginas pornográficas en Instagram. Aún no se sabe si acudirá a la apertura oficial del CILE de este miércoles, donde como es tradición estará el Rey Felipe, y donde iba a estar Boluarte. Las malas lenguas dicen que ya solo falta que entre en erupción el volcán Misti, uno de los tres que rodean Arequipa, para terminar de inaugurar el CILE. En fin, es una fiesta. Una fiesta volcánica. O sísmica.
Arequipa es una ciudad que se levanta sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, a dos mil trescientos metros de altura, un privilegio que se paga con más de un centenar de terremotos al año y un clima seco apaciguado por la brisa. La mayoría … de los seísmos, repiten los locales, son tan leves que no se notan, pero suceden. El que ha sacudido el inicio del X Congreso Internacional de la Lengua (CILE), en cambio, ha sido de los evidentes: una guerra abierta entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE), las dos entidades organizadoras del evento más importante de la lengua española, después de que el director de la primera atacara verbalmente al de la segunda, que este respondiera. Esto, claro, aún abre todas las conversaciones entre académicos y periodistas en este lugar del mapa. Se lanzan preguntas así: ¿cuándo se iniciaron realmente las hostilidades? ¿Fue en Cádiz o en Córdoba? ¿Y si es una orden política? ¿O será solo algo personal? ¿Es calentón o estrategia?
Todo esto sobrevolaba la rueda de prensa de inicio del CILE, donde no estaban sobre la mesa tanto los temas del congreso (mestizaje, inteligencia artificial y lenguaje claro) como la duda de si los directores de ambas instituciones firmarían la paz o continuarían la guerra. Antes, se hacían hasta bromas sobre si el jaleo se resolvería con un duelo bajo el justiciero sol de Arequipa. Y aunque el sarao fue en interior, bajo techo, hubo mucho de eso.
Todas las dudas se despejaron a la media hora del encuentro, celebrado en el salón de la Municipalidad Provincial de Arequipa: la ruptura entre las instituciones, o los directores, que es casi lo mismo, es total. García Montero y Muñoz Machado se sentaron separados por el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera. Tenían los gestos serios antes de empezar a hablar: era esa seriedad que antecede a las grandes citas, a los grandes combates. Entre el público había muchos académicos: Clara Sánchez, Carme Riera, Juan Luis Cebrián, Soledad Puértolas, Paloma Diaz-Más, Salvador Gutiérrez Ordóñez… Hubo que esperar al turno de preguntas para que hablaran del conflicto. ¿Servirá este CILE, un lugar de diálogo, para apaciguar la relación entre las instituciones?
Primero respondió García Montero: «Por lo que a mí me toca, desde el Instituto Cercvantes estoy interesado en colaborar con las instituciones de Arequipa y de Perú para que este congreso salga lo mejor posible. Las diferencias, que son muchas, las podremos conversar mucho después, ya desde España». Muñoz Machado, también preguntado, no quiso mojarse en público: «Las cuestiones que me preguntan no tienen nada que ver con el CILE, son accidentes periféricos, de combate. Y no tengo interés en responderlas en esta rueda de prensa ni a lo largo de este congreso». Otra vez García Montero: «Ya habrá tiempo de hablar no solo sobre el director de la Real Academia Española, sino sobre el sucesor que están preparando, que tiene que ver mucho el comunicado que la RAE hizo la semana pasada». ¿Por qué se enfrentan? «Ni idea, ni idea», repitió Muñoz Machado. Las elecciones de la RAE deberían ser a finales de 2026. Alguien mencionó a Cebrián como sucesor.
El origen del conflicto
Para entender todo esto hay que retroceder unos días. El conflicto empezó el jueves, cuando Luis García Montero, director del Cervantes, entidad dependiente del ministerio de Exteriores, lanzó su ofensiva diciendo que él estaba acostumbrado a hablar en la RAE con grandes filólogos y hombres de la cultura como Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva y que ahora, en cambio, la situación había cambiado a peor. «La RAE está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo [Santiago Muñoz Machado] experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias y eso, personalmente, también crea distancias», dijo, durante un desayuno de prensa.
Esa misma tarde, el pleno de la Academia respondió con contundencia al poeta. «El pleno ha acordado por unanimidad manifestar su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE. Esta es una ocasión fundamental para la cultura y la lengua españolas, que reúne representaciones de todas las naciones hispanohablantes, que el director del Instituto Cervantes ha enturbiado con sus declaraciones». Así ha sido hasta el momento: todas las crónicas van en esa dirección como moscas a la luz.
A esta fiesta de agravios, por cierto, también se sumó Álvaro Pombo, último premio Cervantes, con un artículo contra García Montero en el que lo llamaba burócrata y otras cosas bonitas. «Lo que necesita Luis García Montero a todo trance es un empleo más tranquilo aún y menos significativo que el que ya tiene, y un mecenas. La falta de mecenas estremece al público socialista comunista español. Cada vez hay menos mecenas privados y más dinero público invertido en poetas menores», sentenciaba. García Montero volvió a repetir sus ataques en una entrevista publicada este fin de semana en los periódicos regionales de Vocento… Y seguimos en la misma. García Montero, antes de cerrar la rueda de prensa, recordó que él sí era filólogo. Antes, Muñoz Machado explicó que el programa de los congresos de la lengua los fijan las academias, «sin perjuicio de que luego el Cervantes intervenga hasta el límite que se considera necesario». También este es un tema de fronteras.
Esta es una guerra que enturbia un CILE ya enturbiado por la situación política de Perú. Al poco de estallar, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, fue destituida por su «incapacidad moral» para gobernar después de una moción de censura promovida por los mismos diputados que la habían permitido gobernar estos últimos tres años. Nadie parece echarla de menos: apenas contaba con el 2% de popularidad, la peor cifra en la historia reciente de Perú… Su sustituto, José Jerí, ya carga con acusaciones de violación y, tras un seguimiento en redes sociales, lo han tachado de fiel seguidor de páginas pornográficas en Instagram. Aún no se sabe si acudirá a la apertura oficial del CILE de este miércoles, donde como es tradición estará el Rey Felipe, y donde iba a estar Boluarte. Las malas lenguas dicen que ya solo falta que entre en erupción el volcán Misti, uno de los tres que rodean Arequipa, para terminar de inaugurar el CILE. En fin, es una fiesta. Una fiesta volcánica. O sísmica.
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