Lo bueno de ser Espía Mayor , es que conoce uno mucha gente y, sobre todo, lee mucha Historia. Que no sólo es maestra de vida, sino que resulta que también lo es para la política. Por eso los politólogos, seres desconocidos a los que se les suponía que hablaban muchos idiomas o que tenían que ver algo con los pies, hasta que se pusieron de moda en los pressing-catch tertulianos de las teles, y hasta que alguno pillo cacho (me refiero al poder, pero creo que alguno también en las artes del boudoir ), la estudiamos con ahínco. Y soltamos frases de esas que epatan mucho como que «La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa» , extraída de su obra «El 18 de Brumario de Luis Bonaparte», que es lo único legible y hasta entendible, de un tal Karl Marx , cuya obrita les recomiendo para que se sorprendan. Y es que creo que la frase nos va a venir que ni pintiparada para algo que, no es que haya devenido en farsa. Es que empieza a ser de coña marinera. Si no fuera lo grave que todo conlleva.Estoy bienMe refiiero a las declaraciones del heroico presidente del Gobierno, alguien a la altura de un caballero enamorado capaz de dejar el poder por su amada. Bueno, dejarlo unos días y pillando finde, que ya se sabe lo que pasa cuando uno se va a Sevilla, y una cosa es ser un hombre enamorado, y otra un pagafantas . O de quedarse sin comer lo menos hasta la hora en que comienzan la cena en los Países Bajos, gente otrora calvinista y especialmente triste por mucho que les pinte de kermés en kermés Pieter Brueghel. Y preocupado porque la población suframos por él, y por eso no pierde oportunidad de decirnos que él está bien. Porque en España somos muy sentidos y es una matria que sabe lo que se sufre gobernándola. Me la imagino apareciéndose a los que la rigen, toda inquieta y desvelada por la noche, preguntando desde la oscuridad del dormitorio materno: «¿Estás bien? ¿Has cenado? Me levanto si eso y te hago unos huevos, que no me cuesta nada».Pero a las declaraciones a las que me refiero son otras. Y ciertamente sorprendentes a la par que claramente definitorias del talante de Pedro Sánchez . Un santo varón laico preocupado por España. Por Europa. ¡Por la paz en el mundo! En ellas nos dice que nos olvidemos de las elecciones. Pues que hacerlas pa ná es tontería. Y que el problema de hacerlas es que resultan más peligrosas que una caja de bombas sin espoleta o la princesa de Éboli para mi señor don Felipe. Porque, claro, luego va la gente como loca a votar, vota a tontas y a locas, y si somos un Estado aconfesional, ese viejo dicho de «Vox populi, vox Dei », como que no. ¡Referimos a Dios y encima a Vox en una misma frase. ¿Estamos locos? ¡Pedro Sánchez es el nuevo adalid de los Campos Cataláunicos (que fue la primera batalla donde se habló de «europenses»); el nuevo campidoctor (con tesis copiada, pero no nos pongamos tiquismiquis); el vencedor contra el dragón de la derecha, la ultraderecha y la turboderecha, una nueva Escila para confrontarse de manera homérica.Año FrancoQue un presidente de una democracia occidental le tenga alipori a las urnas, da no sé qué. Y, claro, a uno le viene aquella frase que dicen que dijo un Jefe del Estado anterior, gallego él, ante las quejas por las presiones que un baranda del Régimen vino a quejarse. La respuesta no pudo tener más retranca: «Haga usted como yo: no se meta en política» . Yo no sé si, con eso de que estamos en el llamado «Año Franco» , es algún tipo de homenaje velado o uno de los cien actos programados. Cien o uno, que creo que es lo que llevamos en medio año. ¡Vaya turra nos queda para el segundo semestre! O no. Porque la verdad es que este agasajo postinero creo que vale por toda una apoteosis y no hará falta más. Nada de elecciones, que la lucecita de la Moncloa ya vela por nosotros. Y me da que, a este paso, le enterraremos en Cuelgamuros. Vale. Lo bueno de ser Espía Mayor , es que conoce uno mucha gente y, sobre todo, lee mucha Historia. Que no sólo es maestra de vida, sino que resulta que también lo es para la política. Por eso los politólogos, seres desconocidos a los que se les suponía que hablaban muchos idiomas o que tenían que ver algo con los pies, hasta que se pusieron de moda en los pressing-catch tertulianos de las teles, y hasta que alguno pillo cacho (me refiero al poder, pero creo que alguno también en las artes del boudoir ), la estudiamos con ahínco. Y soltamos frases de esas que epatan mucho como que «La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa» , extraída de su obra «El 18 de Brumario de Luis Bonaparte», que es lo único legible y hasta entendible, de un tal Karl Marx , cuya obrita les recomiendo para que se sorprendan. Y es que creo que la frase nos va a venir que ni pintiparada para algo que, no es que haya devenido en farsa. Es que empieza a ser de coña marinera. Si no fuera lo grave que todo conlleva.Estoy bienMe refiiero a las declaraciones del heroico presidente del Gobierno, alguien a la altura de un caballero enamorado capaz de dejar el poder por su amada. Bueno, dejarlo unos días y pillando finde, que ya se sabe lo que pasa cuando uno se va a Sevilla, y una cosa es ser un hombre enamorado, y otra un pagafantas . O de quedarse sin comer lo menos hasta la hora en que comienzan la cena en los Países Bajos, gente otrora calvinista y especialmente triste por mucho que les pinte de kermés en kermés Pieter Brueghel. Y preocupado porque la población suframos por él, y por eso no pierde oportunidad de decirnos que él está bien. Porque en España somos muy sentidos y es una matria que sabe lo que se sufre gobernándola. Me la imagino apareciéndose a los que la rigen, toda inquieta y desvelada por la noche, preguntando desde la oscuridad del dormitorio materno: «¿Estás bien? ¿Has cenado? Me levanto si eso y te hago unos huevos, que no me cuesta nada».Pero a las declaraciones a las que me refiero son otras. Y ciertamente sorprendentes a la par que claramente definitorias del talante de Pedro Sánchez . Un santo varón laico preocupado por España. Por Europa. ¡Por la paz en el mundo! En ellas nos dice que nos olvidemos de las elecciones. Pues que hacerlas pa ná es tontería. Y que el problema de hacerlas es que resultan más peligrosas que una caja de bombas sin espoleta o la princesa de Éboli para mi señor don Felipe. Porque, claro, luego va la gente como loca a votar, vota a tontas y a locas, y si somos un Estado aconfesional, ese viejo dicho de «Vox populi, vox Dei », como que no. ¡Referimos a Dios y encima a Vox en una misma frase. ¿Estamos locos? ¡Pedro Sánchez es el nuevo adalid de los Campos Cataláunicos (que fue la primera batalla donde se habló de «europenses»); el nuevo campidoctor (con tesis copiada, pero no nos pongamos tiquismiquis); el vencedor contra el dragón de la derecha, la ultraderecha y la turboderecha, una nueva Escila para confrontarse de manera homérica.Año FrancoQue un presidente de una democracia occidental le tenga alipori a las urnas, da no sé qué. Y, claro, a uno le viene aquella frase que dicen que dijo un Jefe del Estado anterior, gallego él, ante las quejas por las presiones que un baranda del Régimen vino a quejarse. La respuesta no pudo tener más retranca: «Haga usted como yo: no se meta en política» . Yo no sé si, con eso de que estamos en el llamado «Año Franco» , es algún tipo de homenaje velado o uno de los cien actos programados. Cien o uno, que creo que es lo que llevamos en medio año. ¡Vaya turra nos queda para el segundo semestre! O no. Porque la verdad es que este agasajo postinero creo que vale por toda una apoteosis y no hará falta más. Nada de elecciones, que la lucecita de la Moncloa ya vela por nosotros. Y me da que, a este paso, le enterraremos en Cuelgamuros. Vale.
Lo bueno de ser Espía Mayor, es que conoce uno mucha gente y, sobre todo, lee mucha Historia. Que no sólo es maestra de vida, sino que resulta que también lo es para la política. Por eso los politólogos, seres desconocidos a los que … se les suponía que hablaban muchos idiomas o que tenían que ver algo con los pies, hasta que se pusieron de moda en los pressing-catch tertulianos de las teles, y hasta que alguno pillo cacho (me refiero al poder, pero creo que alguno también en las artes del boudoir), la estudiamos con ahínco. Y soltamos frases de esas que epatan mucho como que «La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa», extraída de su obra «El 18 de Brumario de Luis Bonaparte», que es lo único legible y hasta entendible, de un tal Karl Marx, cuya obrita les recomiendo para que se sorprendan. Y es que creo que la frase nos va a venir que ni pintiparada para algo que, no es que haya devenido en farsa. Es que empieza a ser de coña marinera. Si no fuera lo grave que todo conlleva.
Estoy bien
Me refiiero a las declaraciones del heroico presidente del Gobierno, alguien a la altura de un caballero enamorado capaz de dejar el poder por su amada. Bueno, dejarlo unos días y pillando finde, que ya se sabe lo que pasa cuando uno se va a Sevilla, y una cosa es ser un hombre enamorado, y otra un pagafantas. O de quedarse sin comer lo menos hasta la hora en que comienzan la cena en los Países Bajos, gente otrora calvinista y especialmente triste por mucho que les pinte de kermés en kermés Pieter Brueghel. Y preocupado porque la población suframos por él, y por eso no pierde oportunidad de decirnos que él está bien. Porque en España somos muy sentidos y es una matria que sabe lo que se sufre gobernándola. Me la imagino apareciéndose a los que la rigen, toda inquieta y desvelada por la noche, preguntando desde la oscuridad del dormitorio materno: «¿Estás bien? ¿Has cenado? Me levanto si eso y te hago unos huevos, que no me cuesta nada».
Pero a las declaraciones a las que me refiero son otras. Y ciertamente sorprendentes a la par que claramente definitorias del talante de Pedro Sánchez. Un santo varón laico preocupado por España. Por Europa. ¡Por la paz en el mundo! En ellas nos dice que nos olvidemos de las elecciones. Pues que hacerlas pa ná es tontería. Y que el problema de hacerlas es que resultan más peligrosas que una caja de bombas sin espoleta o la princesa de Éboli para mi señor don Felipe. Porque, claro, luego va la gente como loca a votar, vota a tontas y a locas, y si somos un Estado aconfesional, ese viejo dicho de «Vox populi, vox Dei», como que no. ¡Referimos a Dios y encima a Vox en una misma frase. ¿Estamos locos? ¡Pedro Sánchez es el nuevo adalid de los Campos Cataláunicos (que fue la primera batalla donde se habló de «europenses»); el nuevo campidoctor (con tesis copiada, pero no nos pongamos tiquismiquis); el vencedor contra el dragón de la derecha, la ultraderecha y la turboderecha, una nueva Escila para confrontarse de manera homérica.
Año Franco
Que un presidente de una democracia occidental le tenga alipori a las urnas, da no sé qué. Y, claro, a uno le viene aquella frase que dicen que dijo un Jefe del Estado anterior, gallego él, ante las quejas por las presiones que un baranda del Régimen vino a quejarse. La respuesta no pudo tener más retranca: «Haga usted como yo: no se meta en política». Yo no sé si, con eso de que estamos en el llamado «Año Franco», es algún tipo de homenaje velado o uno de los cien actos programados. Cien o uno, que creo que es lo que llevamos en medio año. ¡Vaya turra nos queda para el segundo semestre! O no. Porque la verdad es que este agasajo postinero creo que vale por toda una apoteosis y no hará falta más. Nada de elecciones, que la lucecita de la Moncloa ya vela por nosotros. Y me da que, a este paso, le enterraremos en Cuelgamuros. Vale.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de cultura