Si las maletas, esas fieles compañeras de viaje, pudieran hablar, cuántas historias contarían. Pero pocas, quizá ninguna, terminan olvidadas bajo una cama durante décadas para luego resurgir con el peso de la historia y las aventuras adherido a sus costuras. Tal es el caso de una que se cree perteneció al legendario arqueólogo inglés Howard Carter , el descubridor de la tumba de Tutankamón , y que ha sido hallada en el norte de Inglaterra tras pasar más de medio siglo oculta .El experto en antigüedades David Harper, quien tuvo el privilegio de examinar la pieza, confirmó que la maleta lleva un monograma con las iniciales ‘HC’ en un diseño único : «Junto a la H hay una C invertida, de modo que, sin importar cómo caiga la maleta de un barco, siempre se puede leer ‘HC’», explicó Harper. Más allá del cuero envejecido y el polvo acumulado, esta maleta pudo haber transportado documentos cruciales y, según Harper, incluso artefactos del propio Tutankamón . «Sabemos que Carter ordenó esta maleta probablemente en los años 20 , y desde 1970 hasta 2025 ha permanecido bajo una cama» afirmó el experto a la prensa local.Carter, reconocido mundialmente por el descubrimiento de la tumba del joven faraón en 1922, cuando tenía 48 años, compartió aventuras con su colega y amigo John Healey en Egipto durante los años 30. Según Harper, «eran grandes amigos , compartieron incontables momentos en Luxor, desde largas jornadas de excavación hasta noches enteras de conversación en las tabernas locales». Cuando Carter salió de Egipto por última vez en 1939, le regaló la maleta a Healey, quien continuó usándola en sus viajes entre Inglaterra y Egipto hasta su retiro en 1970. «Imaginen la cantidad de historias, documentos y recuerdos que esta maleta ha llevado en su interior », reflexionó Harper.Noticia Relacionada Antiguo Egipto estandar No Hallan la tumba de Tutmosis II, primera de un faraón desde Tutankamón M.A. Era la última sepultura desconocida de los reyes de la dinastía XVIIITras la muerte de Healey, la maleta pasó a manos de su hijo, quien la guardó bajo su cama en la localidad de Bishop Auckland, en el condado de Durham, donde permaneció olvidada durante décadas. Fue precisamente él quien, con la intención de venderla, se puso en contacto con Harper. El experto en antigüedades confiesa que al principio tuvo dudas sobre su autenticidad de la pieza, pero su procedencia acabó siendo incuestionable. Hay documentos antiguos que corroboran que Carter había ordenado la fabricación de la maleta en la década de 1920 y que esta había sido utilizada por el arqueólogo en sus viajes. «Cuando la vi por primera vez, recé para que no la hubieran limpiado», recordó Harper. Su deseo se cumplió: la maleta conservaba entre sus pliegues rastros de arena de la ribera del Nilo , «como una máquina del tiempo tangible», añadió entusiasmado.Una guía de Egipto de 1890En su interior, además, había una guía de viaje de 1890 titulada ‘The Nile, notes for travellers in Egypt ‘, (El Nilo: notas para viajeros en Egipto), un libro que Carter usó en numerosas expediciones y que fue publicado en el siglo XIX por Sir Ernest Alfred Wallis Budge , un destacado egiptólogo y orientalista británico. Fue producida bajo el patrocinio del British Museum como un manual práctico para los turistas que exploraban Egipto en una época en la que el país estaba bajo control británico y comenzaba a convertirse en un destino popular.«Es increíble pensar que este objeto estuvo en las mismas manos que descubrieron una de las tumbas más famosas del mundo» comentó Harper. También señaló que algunos rumores sugieren que Carter transportó pequeñas piezas de la tumba en su equipaje: «Hay todo tipo de teorías sobre dónde terminaron algunos objetos del tesoro de Tutankamón. Esta maleta podría haber sido testigo de muchas historias aún desconocidas », sugirió el experto.Y los coleccionistas saben que, precisamente, ahí reside su valor. Así, este jueves la casa de subastas Elstob vendió la maleta por 12.000 libras esterlinas (unos 14.400 euros), muy por encima de la estimación previa de entre 1.000 y 1.500 libras (aproximadamente entre 1.170 y 1.750 euros). «Una vieja maleta de los años 20 podría valer 50 libras, pero las iniciales en la tapa la convierten en algo extraordinario» , afirmó Harper antes de la subasta, cuando agregó que «si se vende por 5.000 (5.850 euros), no me extrañaría. Hay gente que simplemente quiere poseerla, sin importar el precio». Pero el mejor postor pagó mucho más.La maleta guardaba en su interior una guía de Egipto del siglo XIX ELSTOBDavid Elstob, de la casa de subastas Elstob Auctioneers, que dirigió la puja, aseguró que aunque «vendemos muchos objetos únicos, esta fue realmente una oportunidad única en la vida», y añadió que «realmente me dejó asombrado». Harper, por su parte, declaró a BBC Radio que «este es un día muy especial. No puedo expresar lo emocionado que estoy por llamar a mi cliente. Probablemente quedará tan atónito que necesitará cinco minutos para recuperarse». El experto en antigüedades añadió que había sido contactado por personas de todo el mundo, incluidos museos, por lo que «sabía que algo emocionante iba a suceder» y aunque no conoce la identidad del comprador, espera que se ponga en contacto con él. Como era de esperar, la subasta ha despertado inquietudes sobre la legendaria ‘ Maldición de Tutankamón ‘, una creencia que sugiere que quienes perturban el descanso del faraón sufrirán consecuencias fatales. Harper confesó que, al transportar la maleta en su coche, condujo con precaución: «No voy a mentir, conduje de manera muy cuidadosa». No obstante, añadió en tono jocoso: «El dueño ha dormido sobre ella durante 50 años y parece estar perfectamente bien». Si las maletas, esas fieles compañeras de viaje, pudieran hablar, cuántas historias contarían. Pero pocas, quizá ninguna, terminan olvidadas bajo una cama durante décadas para luego resurgir con el peso de la historia y las aventuras adherido a sus costuras. Tal es el caso de una que se cree perteneció al legendario arqueólogo inglés Howard Carter , el descubridor de la tumba de Tutankamón , y que ha sido hallada en el norte de Inglaterra tras pasar más de medio siglo oculta .El experto en antigüedades David Harper, quien tuvo el privilegio de examinar la pieza, confirmó que la maleta lleva un monograma con las iniciales ‘HC’ en un diseño único : «Junto a la H hay una C invertida, de modo que, sin importar cómo caiga la maleta de un barco, siempre se puede leer ‘HC’», explicó Harper. Más allá del cuero envejecido y el polvo acumulado, esta maleta pudo haber transportado documentos cruciales y, según Harper, incluso artefactos del propio Tutankamón . «Sabemos que Carter ordenó esta maleta probablemente en los años 20 , y desde 1970 hasta 2025 ha permanecido bajo una cama» afirmó el experto a la prensa local.Carter, reconocido mundialmente por el descubrimiento de la tumba del joven faraón en 1922, cuando tenía 48 años, compartió aventuras con su colega y amigo John Healey en Egipto durante los años 30. Según Harper, «eran grandes amigos , compartieron incontables momentos en Luxor, desde largas jornadas de excavación hasta noches enteras de conversación en las tabernas locales». Cuando Carter salió de Egipto por última vez en 1939, le regaló la maleta a Healey, quien continuó usándola en sus viajes entre Inglaterra y Egipto hasta su retiro en 1970. «Imaginen la cantidad de historias, documentos y recuerdos que esta maleta ha llevado en su interior », reflexionó Harper.Noticia Relacionada Antiguo Egipto estandar No Hallan la tumba de Tutmosis II, primera de un faraón desde Tutankamón M.A. Era la última sepultura desconocida de los reyes de la dinastía XVIIITras la muerte de Healey, la maleta pasó a manos de su hijo, quien la guardó bajo su cama en la localidad de Bishop Auckland, en el condado de Durham, donde permaneció olvidada durante décadas. Fue precisamente él quien, con la intención de venderla, se puso en contacto con Harper. El experto en antigüedades confiesa que al principio tuvo dudas sobre su autenticidad de la pieza, pero su procedencia acabó siendo incuestionable. Hay documentos antiguos que corroboran que Carter había ordenado la fabricación de la maleta en la década de 1920 y que esta había sido utilizada por el arqueólogo en sus viajes. «Cuando la vi por primera vez, recé para que no la hubieran limpiado», recordó Harper. Su deseo se cumplió: la maleta conservaba entre sus pliegues rastros de arena de la ribera del Nilo , «como una máquina del tiempo tangible», añadió entusiasmado.Una guía de Egipto de 1890En su interior, además, había una guía de viaje de 1890 titulada ‘The Nile, notes for travellers in Egypt ‘, (El Nilo: notas para viajeros en Egipto), un libro que Carter usó en numerosas expediciones y que fue publicado en el siglo XIX por Sir Ernest Alfred Wallis Budge , un destacado egiptólogo y orientalista británico. Fue producida bajo el patrocinio del British Museum como un manual práctico para los turistas que exploraban Egipto en una época en la que el país estaba bajo control británico y comenzaba a convertirse en un destino popular.«Es increíble pensar que este objeto estuvo en las mismas manos que descubrieron una de las tumbas más famosas del mundo» comentó Harper. También señaló que algunos rumores sugieren que Carter transportó pequeñas piezas de la tumba en su equipaje: «Hay todo tipo de teorías sobre dónde terminaron algunos objetos del tesoro de Tutankamón. Esta maleta podría haber sido testigo de muchas historias aún desconocidas », sugirió el experto.Y los coleccionistas saben que, precisamente, ahí reside su valor. Así, este jueves la casa de subastas Elstob vendió la maleta por 12.000 libras esterlinas (unos 14.400 euros), muy por encima de la estimación previa de entre 1.000 y 1.500 libras (aproximadamente entre 1.170 y 1.750 euros). «Una vieja maleta de los años 20 podría valer 50 libras, pero las iniciales en la tapa la convierten en algo extraordinario» , afirmó Harper antes de la subasta, cuando agregó que «si se vende por 5.000 (5.850 euros), no me extrañaría. Hay gente que simplemente quiere poseerla, sin importar el precio». Pero el mejor postor pagó mucho más.La maleta guardaba en su interior una guía de Egipto del siglo XIX ELSTOBDavid Elstob, de la casa de subastas Elstob Auctioneers, que dirigió la puja, aseguró que aunque «vendemos muchos objetos únicos, esta fue realmente una oportunidad única en la vida», y añadió que «realmente me dejó asombrado». Harper, por su parte, declaró a BBC Radio que «este es un día muy especial. No puedo expresar lo emocionado que estoy por llamar a mi cliente. Probablemente quedará tan atónito que necesitará cinco minutos para recuperarse». El experto en antigüedades añadió que había sido contactado por personas de todo el mundo, incluidos museos, por lo que «sabía que algo emocionante iba a suceder» y aunque no conoce la identidad del comprador, espera que se ponga en contacto con él. Como era de esperar, la subasta ha despertado inquietudes sobre la legendaria ‘ Maldición de Tutankamón ‘, una creencia que sugiere que quienes perturban el descanso del faraón sufrirán consecuencias fatales. Harper confesó que, al transportar la maleta en su coche, condujo con precaución: «No voy a mentir, conduje de manera muy cuidadosa». No obstante, añadió en tono jocoso: «El dueño ha dormido sobre ella durante 50 años y parece estar perfectamente bien».
Si las maletas, esas fieles compañeras de viaje, pudieran hablar, cuántas historias contarían. Pero pocas, quizá ninguna, terminan olvidadas bajo una cama durante décadas para luego resurgir con el peso de la historia y las aventuras adherido a sus costuras. Tal es el caso de … una que se cree perteneció al legendario arqueólogo inglés Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankamón, y que ha sido hallada en el norte de Inglaterra tras pasar más de medio siglo oculta.
El experto en antigüedades David Harper, quien tuvo el privilegio de examinar la pieza, confirmó que la maleta lleva un monograma con las iniciales ‘HC’ en un diseño único: «Junto a la H hay una C invertida, de modo que, sin importar cómo caiga la maleta de un barco, siempre se puede leer ‘HC’», explicó Harper. Más allá del cuero envejecido y el polvo acumulado, esta maleta pudo haber transportado documentos cruciales y, según Harper, incluso artefactos del propio Tutankamón. «Sabemos que Carter ordenó esta maleta probablemente en los años 20, y desde 1970 hasta 2025 ha permanecido bajo una cama» afirmó el experto a la prensa local.
Carter, reconocido mundialmente por el descubrimiento de la tumba del joven faraón en 1922, cuando tenía 48 años, compartió aventuras con su colega y amigo John Healey en Egipto durante los años 30. Según Harper, «eran grandes amigos, compartieron incontables momentos en Luxor, desde largas jornadas de excavación hasta noches enteras de conversación en las tabernas locales». Cuando Carter salió de Egipto por última vez en 1939, le regaló la maleta a Healey, quien continuó usándola en sus viajes entre Inglaterra y Egipto hasta su retiro en 1970. «Imaginen la cantidad de historias, documentos y recuerdos que esta maleta ha llevado en su interior», reflexionó Harper.
Tras la muerte de Healey, la maleta pasó a manos de su hijo, quien la guardó bajo su cama en la localidad de Bishop Auckland, en el condado de Durham, donde permaneció olvidada durante décadas. Fue precisamente él quien, con la intención de venderla, se puso en contacto con Harper. El experto en antigüedades confiesa que al principio tuvo dudas sobre su autenticidad de la pieza, pero su procedencia acabó siendo incuestionable. Hay documentos antiguos que corroboran que Carter había ordenado la fabricación de la maleta en la década de 1920 y que esta había sido utilizada por el arqueólogo en sus viajes. «Cuando la vi por primera vez, recé para que no la hubieran limpiado», recordó Harper. Su deseo se cumplió: la maleta conservaba entre sus pliegues rastros de arena de la ribera del Nilo, «como una máquina del tiempo tangible», añadió entusiasmado.
Una guía de Egipto de 1890
En su interior, además, había una guía de viaje de 1890 titulada ‘The Nile, notes for travellers in Egypt‘, (El Nilo: notas para viajeros en Egipto), un libro que Carter usó en numerosas expediciones y que fue publicado en el siglo XIX por Sir Ernest Alfred Wallis Budge, un destacado egiptólogo y orientalista británico. Fue producida bajo el patrocinio del British Museum como un manual práctico para los turistas que exploraban Egipto en una época en la que el país estaba bajo control británico y comenzaba a convertirse en un destino popular.
«Es increíble pensar que este objeto estuvo en las mismas manos que descubrieron una de las tumbas más famosas del mundo» comentó Harper. También señaló que algunos rumores sugieren que Carter transportó pequeñas piezas de la tumba en su equipaje: «Hay todo tipo de teorías sobre dónde terminaron algunos objetos del tesoro de Tutankamón. Esta maleta podría haber sido testigo de muchas historias aún desconocidas», sugirió el experto.
Y los coleccionistas saben que, precisamente, ahí reside su valor. Así, este jueves la casa de subastas Elstob vendió la maleta por 12.000 libras esterlinas (unos 14.400 euros), muy por encima de la estimación previa de entre 1.000 y 1.500 libras (aproximadamente entre 1.170 y 1.750 euros). «Una vieja maleta de los años 20 podría valer 50 libras, pero las iniciales en la tapa la convierten en algo extraordinario», afirmó Harper antes de la subasta, cuando agregó que «si se vende por 5.000 (5.850 euros), no me extrañaría. Hay gente que simplemente quiere poseerla, sin importar el precio». Pero el mejor postor pagó mucho más.



ELSTOB
David Elstob, de la casa de subastas Elstob Auctioneers, que dirigió la puja, aseguró que aunque «vendemos muchos objetos únicos, esta fue realmente una oportunidad única en la vida», y añadió que «realmente me dejó asombrado». Harper, por su parte, declaró a BBC Radio que «este es un día muy especial. No puedo expresar lo emocionado que estoy por llamar a mi cliente. Probablemente quedará tan atónito que necesitará cinco minutos para recuperarse». El experto en antigüedades añadió que había sido contactado por personas de todo el mundo, incluidos museos, por lo que «sabía que algo emocionante iba a suceder» y aunque no conoce la identidad del comprador, espera que se ponga en contacto con él.
Como era de esperar, la subasta ha despertado inquietudes sobre la legendaria ‘Maldición de Tutankamón‘, una creencia que sugiere que quienes perturban el descanso del faraón sufrirán consecuencias fatales. Harper confesó que, al transportar la maleta en su coche, condujo con precaución: «No voy a mentir, conduje de manera muy cuidadosa». No obstante, añadió en tono jocoso: «El dueño ha dormido sobre ella durante 50 años y parece estar perfectamente bien».
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