No se puede entender la literatura contemporánea sin James Joyce y su ‘Ulises’. En el año 1920 su llegada a París junto a su familia marcaría su vida. Pensó en quedarse un mes, pero su estancia se alargó unos veinte años. Tal y como señala Diego Garrido, editor y traductor de la edición que empezó su andadura en 2023 con su primer volumen, este segundo tomo ‘James Joyce Cartas (1920-1941)’, se corresponde a los años del reconocimiento literario y la fama , pero también al punzón de soledad que ella implicó. El volumen está compuesto por 1180 páginas y viene seguido de ‘Joyce en los ojos de sus amigos’, una radiografía de cómo lo observaron sus contemporáneos.En este segundo tomo encontramos el proceso de Joyce hacia el olimpo literario. Esa recta final de acabar ‘Ulises’ —ya de por sí un libro famoso— gracias a la dedicación de Sylvia Beach, librera norteamericana y editora que confiaría en su obra antes de publicarse. Se desgrana la correspondencia entre ambos como, por ejemplo, sus conversaciones en torno a las traducciones de ‘Ulises’ al alemán y ese talante perfeccionista del autor llegando a decir que tenía la sensación de que su editorial alemana tenía «una idea equivocada del libro», pero que aún podía enmendarse.Noticia Relacionada reportaje No Madrid consolida su homenaje a James Joyce Jesús Nieto Jurado La celebración del Bloomsday, basada en el ‘Ulises’ del autor irlandés, celebra su segunda edición en la capital con la presencia de Christina Rosenvinge o Joaquín Reyes«Este volumen junta dos cosas en torno a Joyce. La primera es el camino del autor conducido a la creación de su obra maestra. Es decir, el momento de terminarla como euforia total correspondido con el ímpetu de sus lectores. La segunda, el vacío total que le sigue al acto de haber conseguido escribirla tan pronto a los 40 años», explica Diego Garrido a nuestro medio.Cartas James Joyce (1920 – 1941) «Este volumen junta el camino de Joyce a la creación de su obra maestra y el vacío total que le sigue» Diego Garrido Editor y traductor de Joyce A lo largo de la lectura, las misivas de Joyce que se reparten por todo el libro, van conformando a ese hombre de pocos confidentes reales, que prefiere lo común en contraposición al ámbito intelectual al que lo había encumbrado su reconocimiento. Además, el tomo incorpora material gráfico (esquemas de ‘Ulises’, placas, fotografías) y un índice onomástico que enriquecen el pulcro trabajo llevado a cabo por Diego y Arturo Garrido. Piratería, conflictos y soledadJoyce era un autor que quería subir más allá del escalón de ‘Ulises’ y dedicó 16 años a escribir ‘Finnegans Wake’, pero dicho título no le obsesionaba de la misma manera que su obra cumbre. Su propio hermano Stanislaus también lo notó y en una de las cartas llega a dudar que no sabía si ese libro «estaba escrito con la intención de tomarle el pelo» a los lectores. Es más, en una carta de Stanislaus a Ezra Pound fechada el 16 de febrero de 1942 (con Joyce ya fallecido el año anterior), su hermano revela que le insistió en que esa novela no iba por buen camino. «Solía preguntarle que cuándo iba a desmontar el andamio, y si tenía la intención de seguir con la novela, o lo que fuera», escribe. En la misma le confiesa a Pound la separación entre ambos, pues recordemos que se entera de la muerte de Joyce por los periódicos. Este apasionante epistolario desvela muchas situaciones. Por ejemplo, a Joyce queriendo parar la obra en Alemania por la piratería de ‘Ulises’ en Estados Unidos y, sobre todo, por los «errores y grandes lagunas» de su traductor alemán (carta del 5 de noviembre de 1926). Al Joyce mísero que un 17 de marzo de 1927 le manifiesta a Beach, que «es difícil esto de ser un genio» que se la pasa «mañana y tarde pidiéndole billetes, billetes, billetes, billetes». A lo que esta le responde que está cansada de que «cada palabra que reciba sea una orden» y que ella también es pobre. Encontramos al Joyce padre que toca fondo por la esquizofrenia de su hija. «Lucía ha recibido 8 o 9 inyecciones… es terrible verla presa de impulsos que escapan a su control y naturaleza» (Carta del 10 de agosto de 1935 a P. Curran). Meses antes (15 de mayo de 1935) le había escrito a su hija que tanto su madre como él pensaban mucho en ella y que sentía que «en ciertos casos la ausencia es la forma más elevada de la presencia ».Joyce y sus amigos Para hacer más apasionante esta correspondencia, el volumen se cierra con un pequeño libro titulado ‘Joyce en los ojos de sus amigos’. Breves retratos de sus contemporáneos y donde desfilan nombres como Wyndham Lewis , William Carlos Williams , Lloyd Morris, Padraic Colum o su propio hermano.Una idea que, tal y como nos cuenta Diego Garrido, surgió espontáneamente. «Empecé a hacerme traductor durante la carrera traduciendo a Joyce y acumulé muchos libros sobre él y, ya que tenía esa biblioteca, decidí compartirla. La inmensa mayoría de esos textos no están traducidos al español y muchos hablan de Joyce en un pequeño apartado de sus memorias y creí conveniente unirlos en un solo libro». Y es que, efectivamente, tanto el primer como segundo volumen, conforman la correspondencia más completa hasta la fecha en español y cualquier idioma de James Joyce. El escritor que intentó ver más allá de ‘Ulises’, pero no pudo. No se puede entender la literatura contemporánea sin James Joyce y su ‘Ulises’. En el año 1920 su llegada a París junto a su familia marcaría su vida. Pensó en quedarse un mes, pero su estancia se alargó unos veinte años. Tal y como señala Diego Garrido, editor y traductor de la edición que empezó su andadura en 2023 con su primer volumen, este segundo tomo ‘James Joyce Cartas (1920-1941)’, se corresponde a los años del reconocimiento literario y la fama , pero también al punzón de soledad que ella implicó. El volumen está compuesto por 1180 páginas y viene seguido de ‘Joyce en los ojos de sus amigos’, una radiografía de cómo lo observaron sus contemporáneos.En este segundo tomo encontramos el proceso de Joyce hacia el olimpo literario. Esa recta final de acabar ‘Ulises’ —ya de por sí un libro famoso— gracias a la dedicación de Sylvia Beach, librera norteamericana y editora que confiaría en su obra antes de publicarse. Se desgrana la correspondencia entre ambos como, por ejemplo, sus conversaciones en torno a las traducciones de ‘Ulises’ al alemán y ese talante perfeccionista del autor llegando a decir que tenía la sensación de que su editorial alemana tenía «una idea equivocada del libro», pero que aún podía enmendarse.Noticia Relacionada reportaje No Madrid consolida su homenaje a James Joyce Jesús Nieto Jurado La celebración del Bloomsday, basada en el ‘Ulises’ del autor irlandés, celebra su segunda edición en la capital con la presencia de Christina Rosenvinge o Joaquín Reyes«Este volumen junta dos cosas en torno a Joyce. La primera es el camino del autor conducido a la creación de su obra maestra. Es decir, el momento de terminarla como euforia total correspondido con el ímpetu de sus lectores. La segunda, el vacío total que le sigue al acto de haber conseguido escribirla tan pronto a los 40 años», explica Diego Garrido a nuestro medio.Cartas James Joyce (1920 – 1941) «Este volumen junta el camino de Joyce a la creación de su obra maestra y el vacío total que le sigue» Diego Garrido Editor y traductor de Joyce A lo largo de la lectura, las misivas de Joyce que se reparten por todo el libro, van conformando a ese hombre de pocos confidentes reales, que prefiere lo común en contraposición al ámbito intelectual al que lo había encumbrado su reconocimiento. Además, el tomo incorpora material gráfico (esquemas de ‘Ulises’, placas, fotografías) y un índice onomástico que enriquecen el pulcro trabajo llevado a cabo por Diego y Arturo Garrido. Piratería, conflictos y soledadJoyce era un autor que quería subir más allá del escalón de ‘Ulises’ y dedicó 16 años a escribir ‘Finnegans Wake’, pero dicho título no le obsesionaba de la misma manera que su obra cumbre. Su propio hermano Stanislaus también lo notó y en una de las cartas llega a dudar que no sabía si ese libro «estaba escrito con la intención de tomarle el pelo» a los lectores. Es más, en una carta de Stanislaus a Ezra Pound fechada el 16 de febrero de 1942 (con Joyce ya fallecido el año anterior), su hermano revela que le insistió en que esa novela no iba por buen camino. «Solía preguntarle que cuándo iba a desmontar el andamio, y si tenía la intención de seguir con la novela, o lo que fuera», escribe. En la misma le confiesa a Pound la separación entre ambos, pues recordemos que se entera de la muerte de Joyce por los periódicos. Este apasionante epistolario desvela muchas situaciones. Por ejemplo, a Joyce queriendo parar la obra en Alemania por la piratería de ‘Ulises’ en Estados Unidos y, sobre todo, por los «errores y grandes lagunas» de su traductor alemán (carta del 5 de noviembre de 1926). Al Joyce mísero que un 17 de marzo de 1927 le manifiesta a Beach, que «es difícil esto de ser un genio» que se la pasa «mañana y tarde pidiéndole billetes, billetes, billetes, billetes». A lo que esta le responde que está cansada de que «cada palabra que reciba sea una orden» y que ella también es pobre. Encontramos al Joyce padre que toca fondo por la esquizofrenia de su hija. «Lucía ha recibido 8 o 9 inyecciones… es terrible verla presa de impulsos que escapan a su control y naturaleza» (Carta del 10 de agosto de 1935 a P. Curran). Meses antes (15 de mayo de 1935) le había escrito a su hija que tanto su madre como él pensaban mucho en ella y que sentía que «en ciertos casos la ausencia es la forma más elevada de la presencia ».Joyce y sus amigos Para hacer más apasionante esta correspondencia, el volumen se cierra con un pequeño libro titulado ‘Joyce en los ojos de sus amigos’. Breves retratos de sus contemporáneos y donde desfilan nombres como Wyndham Lewis , William Carlos Williams , Lloyd Morris, Padraic Colum o su propio hermano.Una idea que, tal y como nos cuenta Diego Garrido, surgió espontáneamente. «Empecé a hacerme traductor durante la carrera traduciendo a Joyce y acumulé muchos libros sobre él y, ya que tenía esa biblioteca, decidí compartirla. La inmensa mayoría de esos textos no están traducidos al español y muchos hablan de Joyce en un pequeño apartado de sus memorias y creí conveniente unirlos en un solo libro». Y es que, efectivamente, tanto el primer como segundo volumen, conforman la correspondencia más completa hasta la fecha en español y cualquier idioma de James Joyce. El escritor que intentó ver más allá de ‘Ulises’, pero no pudo.
No se puede entender la literatura contemporánea sin James Joyce y su ‘Ulises’. En el año 1920 su llegada a París junto a su familia marcaría su vida. Pensó en quedarse un mes, pero su estancia se alargó unos veinte años. Tal y como … señala Diego Garrido, editor y traductor de la edición que empezó su andadura en 2023 con su primer volumen, este segundo tomo ‘James Joyce Cartas (1920-1941)’, se corresponde a los años del reconocimiento literario y la fama, pero también al punzón de soledad que ella implicó. El volumen está compuesto por 1180 páginas y viene seguido de ‘Joyce en los ojos de sus amigos’, una radiografía de cómo lo observaron sus contemporáneos.
En este segundo tomo encontramos el proceso de Joyce hacia el olimpo literario. Esa recta final de acabar ‘Ulises’ —ya de por sí un libro famoso— gracias a la dedicación de Sylvia Beach, librera norteamericana y editora que confiaría en su obra antes de publicarse. Se desgrana la correspondencia entre ambos como, por ejemplo, sus conversaciones en torno a las traducciones de ‘Ulises’ al alemán y ese talante perfeccionista del autor llegando a decir que tenía la sensación de que su editorial alemana tenía «una idea equivocada del libro», pero que aún podía enmendarse.
«Este volumen junta dos cosas en torno a Joyce. La primera es el camino del autor conducido a la creación de su obra maestra. Es decir, el momento de terminarla como euforia total correspondido con el ímpetu de sus lectores. La segunda, el vacío total que le sigue al acto de haber conseguido escribirla tan pronto a los 40 años», explica Diego Garrido a nuestro medio.
Cartas James Joyce (1920 – 1941)
«Este volumen junta el camino de Joyce a la creación de su obra maestra y el vacío total que le sigue»
Diego Garrido
Editor y traductor de Joyce
A lo largo de la lectura, las misivas de Joyce que se reparten por todo el libro, van conformando a ese hombre de pocos confidentes reales, que prefiere lo común en contraposición al ámbito intelectual al que lo había encumbrado su reconocimiento. Además, el tomo incorpora material gráfico (esquemas de ‘Ulises’, placas, fotografías) y un índice onomástico que enriquecen el pulcro trabajo llevado a cabo por Diego y Arturo Garrido.
Piratería, conflictos y soledad
Joyce era un autor que quería subir más allá del escalón de ‘Ulises’ y dedicó 16 años a escribir ‘Finnegans Wake’, pero dicho título no le obsesionaba de la misma manera que su obra cumbre. Su propio hermano Stanislaus también lo notó y en una de las cartas llega a dudar que no sabía si ese libro «estaba escrito con la intención de tomarle el pelo» a los lectores. Es más, en una carta de Stanislaus a Ezra Pound fechada el 16 de febrero de 1942 (con Joyce ya fallecido el año anterior), su hermano revela que le insistió en que esa novela no iba por buen camino. «Solía preguntarle que cuándo iba a desmontar el andamio, y si tenía la intención de seguir con la novela, o lo que fuera», escribe. En la misma le confiesa a Pound la separación entre ambos, pues recordemos que se entera de la muerte de Joyce por los periódicos.
Este apasionante epistolario desvela muchas situaciones. Por ejemplo, a Joyce queriendo parar la obra en Alemania por la piratería de ‘Ulises’ en Estados Unidos y, sobre todo, por los «errores y grandes lagunas» de su traductor alemán (carta del 5 de noviembre de 1926). Al Joyce mísero que un 17 de marzo de 1927 le manifiesta a Beach, que «es difícil esto de ser un genio» que se la pasa «mañana y tarde pidiéndole billetes, billetes, billetes, billetes». A lo que esta le responde que está cansada de que «cada palabra que reciba sea una orden» y que ella también es pobre.
Encontramos al Joyce padre que toca fondo por la esquizofrenia de su hija. «Lucía ha recibido 8 o 9 inyecciones… es terrible verla presa de impulsos que escapan a su control y naturaleza» (Carta del 10 de agosto de 1935 a P. Curran). Meses antes (15 de mayo de 1935) le había escrito a su hija que tanto su madre como él pensaban mucho en ella y que sentía que «en ciertos casos la ausencia es la forma más elevada de la presencia».
Joyce y sus amigos
Para hacer más apasionante esta correspondencia, el volumen se cierra con un pequeño libro titulado ‘Joyce en los ojos de sus amigos’. Breves retratos de sus contemporáneos y donde desfilan nombres como Wyndham Lewis, William Carlos Williams, Lloyd Morris, Padraic Colum o su propio hermano.

Una idea que, tal y como nos cuenta Diego Garrido, surgió espontáneamente. «Empecé a hacerme traductor durante la carrera traduciendo a Joyce y acumulé muchos libros sobre él y, ya que tenía esa biblioteca, decidí compartirla. La inmensa mayoría de esos textos no están traducidos al español y muchos hablan de Joyce en un pequeño apartado de sus memorias y creí conveniente unirlos en un solo libro».
Y es que, efectivamente, tanto el primer como segundo volumen, conforman la correspondencia más completa hasta la fecha en español y cualquier idioma de James Joyce. El escritor que intentó ver más allá de ‘Ulises’, pero no pudo.
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