Javier Urra es el psicólogo de cabecera cuando se trata de abordar un tema donde hay implicados menores, como es el caso de ‘los monstruos de Oviedo ‘, el apelativo con el que se conocen ya a las dos personas que habrían tenido ‘secuestrados’ a sus tres hijos durante cuatro años en una vivienda en tierras ovetenses. El que fuera Defensor del Menor durante un importante periodo ha hablado en conexión en directo con Sonsoles Ónega en su programa, ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3), y ha querido primer lanzar un mensajes inesperado… ¡a los vecinos!Urra se ha dirigido antes que nada a las personas que vivían cerca de esta familia y que podrían estar «culpabilizándose por no haberse dado cuenta de lo que ocurría en esa casa». «Era difícil darse cuenta, de verdad, así que no se martiricen. Lo que sí hay que saber e investigar es qué ha fallado para que nadie se haya dado cuenta de que no iban al colegio, del tema de la escolarización . De verdad, que no se culpabilicen los vecinos porque es difícil de averiguar. Vivían en un. Sitio aislado así que bueno… en el ámbito escolar sí hay que plantearse lo sucedido, porque debería haber un censo».Respecto al caso, Sonsoles Ónega le ha preguntado en relación a los dibujos que se han descubierto en las cunas donde dormían los niños de 8 y 10 años. Trazos en color rojo, candados de diferentes tamaños, una figura con grandes dientes, una calavera. «¿Qué cree que querían decir o que expresan con esos garabatos?», le ha referido Ónega. El psicólogo ha contestado que lo que podrían denotar es «miedo, terror, un daño emocional». Este sí ha querido insistir en que lo importante es entrevistar a los pequeños juntos y por separado y al matrimonio, tanto en pareja como a nivel individual. «Habría que conocer si los dos, padre y madre, son igual de responsables», ha especificado. Bárbara Royo , abogada que colabora con frecuencia en el programa ‘ Y Ahora Sonsoles ‘, ha dado una opinión un tanto distinta a la que circulaba por plató, donde se apuntaba a que esos dibujos hacían referencia a lo que los menores sentían por sus progenitores. Royo ha puesto el acento en que esos trazos pudieran representar «el caso, el miedo la muerte que podría estar fuera de casa, si es que los padres los tenían encerrados por temor a lo que había fuera. Creo que es una burrada que se haya encarcelado a esos padres, porque deberían estar mejor en un psiquiátrico». Urra ha comentado que esta visión es interesante» y que para cualquier conclusión es fundamental la entrevista con los aludidos. Javier Urra es el psicólogo de cabecera cuando se trata de abordar un tema donde hay implicados menores, como es el caso de ‘los monstruos de Oviedo ‘, el apelativo con el que se conocen ya a las dos personas que habrían tenido ‘secuestrados’ a sus tres hijos durante cuatro años en una vivienda en tierras ovetenses. El que fuera Defensor del Menor durante un importante periodo ha hablado en conexión en directo con Sonsoles Ónega en su programa, ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3), y ha querido primer lanzar un mensajes inesperado… ¡a los vecinos!Urra se ha dirigido antes que nada a las personas que vivían cerca de esta familia y que podrían estar «culpabilizándose por no haberse dado cuenta de lo que ocurría en esa casa». «Era difícil darse cuenta, de verdad, así que no se martiricen. Lo que sí hay que saber e investigar es qué ha fallado para que nadie se haya dado cuenta de que no iban al colegio, del tema de la escolarización . De verdad, que no se culpabilicen los vecinos porque es difícil de averiguar. Vivían en un. Sitio aislado así que bueno… en el ámbito escolar sí hay que plantearse lo sucedido, porque debería haber un censo».Respecto al caso, Sonsoles Ónega le ha preguntado en relación a los dibujos que se han descubierto en las cunas donde dormían los niños de 8 y 10 años. Trazos en color rojo, candados de diferentes tamaños, una figura con grandes dientes, una calavera. «¿Qué cree que querían decir o que expresan con esos garabatos?», le ha referido Ónega. El psicólogo ha contestado que lo que podrían denotar es «miedo, terror, un daño emocional». Este sí ha querido insistir en que lo importante es entrevistar a los pequeños juntos y por separado y al matrimonio, tanto en pareja como a nivel individual. «Habría que conocer si los dos, padre y madre, son igual de responsables», ha especificado. Bárbara Royo , abogada que colabora con frecuencia en el programa ‘ Y Ahora Sonsoles ‘, ha dado una opinión un tanto distinta a la que circulaba por plató, donde se apuntaba a que esos dibujos hacían referencia a lo que los menores sentían por sus progenitores. Royo ha puesto el acento en que esos trazos pudieran representar «el caso, el miedo la muerte que podría estar fuera de casa, si es que los padres los tenían encerrados por temor a lo que había fuera. Creo que es una burrada que se haya encarcelado a esos padres, porque deberían estar mejor en un psiquiátrico». Urra ha comentado que esta visión es interesante» y que para cualquier conclusión es fundamental la entrevista con los aludidos.
Y Ahora Sonsoles
El psicólogo, ex Defensor del Menor, ha compartido con Sonsoles Ónega cómo valora lo ocurrido con los tres menores ‘secuestrados’ por sus padres durante cuatro años. «Hay que saber qué ha fallado, sobre todo en el tema escolar, que no se les haya echado en falta», ha sentenciado en directo.
Javier Urra es el psicólogo de cabecera cuando se trata de abordar un tema donde hay implicados menores, como es el caso de ‘los monstruos de Oviedo‘, el apelativo con el que se conocen ya a las dos personas que habrían tenido ‘secuestrados’ a sus tres hijos durante cuatro años en una vivienda en tierras ovetenses. El que fuera Defensor del Menor durante un importante periodo ha hablado en conexión en directo con Sonsoles Ónega en su programa, ‘Y Ahora Sonsoles‘ (Antena 3), y ha querido primer lanzar un mensajes inesperado… ¡a los vecinos!
Urra se ha dirigido antes que nada a las personas que vivían cerca de esta familia y que podrían estar «culpabilizándose por no haberse dado cuenta de lo que ocurría en esa casa». «Era difícil darse cuenta, de verdad, así que no se martiricen. Lo que sí hay que saber e investigar es qué ha fallado para que nadie se haya dado cuenta de que no iban al colegio, del tema de la escolarización. De verdad, que no se culpabilicen los vecinos porque es difícil de averiguar. Vivían en un. Sitio aislado así que bueno… en el ámbito escolar sí hay que plantearse lo sucedido, porque debería haber un censo».
Respecto al caso, Sonsoles Ónega le ha preguntado en relación a los dibujos que se han descubierto en las cunas donde dormían los niños de 8 y 10 años. Trazos en color rojo, candados de diferentes tamaños, una figura con grandes dientes, una calavera. «¿Qué cree que querían decir o que expresan con esos garabatos?», le ha referido Ónega. El psicólogo ha contestado que lo que podrían denotar es «miedo, terror, un daño emocional». Este sí ha querido insistir en que lo importante es entrevistar a los pequeños juntos y por separado y al matrimonio, tanto en pareja como a nivel individual. «Habría que conocer si los dos, padre y madre, son igual de responsables», ha especificado.
Bárbara Royo, abogada que colabora con frecuencia en el programa ‘Y Ahora Sonsoles‘, ha dado una opinión un tanto distinta a la que circulaba por plató, donde se apuntaba a que esos dibujos hacían referencia a lo que los menores sentían por sus progenitores. Royo ha puesto el acento en que esos trazos pudieran representar «el caso, el miedo la muerte que podría estar fuera de casa, si es que los padres los tenían encerrados por temor a lo que había fuera. Creo que es una burrada que se haya encarcelado a esos padres, porque deberían estar mejor en un psiquiátrico». Urra ha comentado que esta visión es interesante» y que para cualquier conclusión es fundamental la entrevista con los aludidos.
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