Tiene 20 años, la miel en los labios y el temple en sus muñecas. En veinte días este niño que es un hombre desde hace años cumplirá su sueño, que no su meta. Javier Zulueta, el niño del alguacilillo, el nieto del ‘Lebrija’, tomará la alternativa el próximo 28 de septiembre en Sevilla el domingo de San Miguel junto a Morante de la Puebla como padrino, Roca Rey como testigo y toros de Núñez del Cuvillo. Su Sevilla le espera, esa que le vio jugar en el patio de caballos y proclamarse campeón del certamen de jóvenes valores. Hoy el torero de la empresa, pupilo de la familia Valencia Canorea, se cita con ABC de Sevilla en torno al coso del Baratillo para soñar despierto con el día de su alternativa.—Hace mucho que le conozco, era usted un niño. Hoy a punto de tomar la alternativa, ¿cómo se lo imagina?—Siempre me lo he imaginado y soñado porque al final el que quiere ser torero piensa en el día de su alternativa. Creo que es el más marcado en la carrera de un torero. Pero es verdad que nunca me lo llegaba a creer, a verlo hecho realidad, y en apenas 20 días que quedan aún me lo sigo sin creer. Muchas veces veo el cartel y no creo que sea real. Pero bueno, ya estamos aquí, a nada, y me encuentro súper mentalizado e ilusionado. —Desde muy pequeño jugaba a ser Morante, incluso quería que le llamaran por ese nombre en el colegio. Ahora el maestro cigarrero le da la alternativa, y junto a Roca Rey…—Creo que el cartel no puede ser más rematado. Es un cartel que me quedaré para siempre, para mi vida, porque al final estoy acartelado con dos de las máximas figuras del toreo que creo marcan una época y que van a pasar a la historia. Estar acartelado con ellos dos es un privilegio al igual que una responsabilidad estar a la altura de esos dos figurones. Esperemos que no se quede solamente en un cartel bonito y que sea el comienzo de una carrera importante. —Hay un pique ahí entre los dos. Usted va a estar en medio. ¿Lo va a vivir desde la barrera o piensa entrar en la disputa con ellos después en el ruedo?—Yo espero impactar y romper en ese pique. Creo que es bueno que haya piques en la tauromaquia en general y más entre las dos figuras máximas del toreo, porque se aprietan uno al otro y van a salir los dos muy arreados. Pero yo no pretendo quedarme atrás y verlo como un espectador más, porque ese día soy torero, estoy en el cartel, espero entrar en medio y sorprenderlos, y que se queden los dos también sorprendidos. Llevo días pensando que el toro al que me toca el quite es de Roca Rey.—Estamos en el final de la temporada como novillero y tiene aún compromisos importantes. ¿Cómo se abstrae de la alternativa y lleva su preparación mental y física?—Creo que me ha venido bien que la alternativa sea, podemos decir, en medio de la temporada, porque uno va toreando y prácticamente no se para a pensar en ese día y sobre todo porque tengo compromisos muy importantes que no puedo dejar que se escapen. La alternativa por supuesto que es importante, pero hasta el último día sigo siendo novillero y hay que puntuar, que vaya sonando mi nombre porque hay que llegar a la alternativa con el máximo ambiente posible.—Hábleme de la temporada.—La verdad es que las cosas han ido bien, ha habido triunfos en plazas importantes, está sonando mi nombre entre los aficionados. Estoy contento con lo que va sucediendo, pues cada día me voy notando mejor y los aficionados me ven evolucionar. Creo que eso es fundamental en un novillero.víctor rodríguez«Espero impactar y sorprender en mi alternativa a Morante y Roca Rey»—Todo el mundo habla de la tarde de Bilbao. ¿Cuál es la qué más destaca de la temporada?—Te puedo decir que la de Bilbao fue una tarde importante por todo, por lo que pasé, por lo que disfruté en esa plaza, porque sentí a la afición, que para mí es magnífica. La sentí romperse conmigo y eso me lo quedo para mí, pero es verdad que ha habido tardes muy importantes como la de Sevilla, que quizás, sin un triunfo numérico importante, pude disfrutar mucho. La afición se rompió y yo la sentí, que creo que como sevillano no hay nada más bonito. Y después, tardes como Huelva, en la que pude torear casi como de salón y disfrutar de lo que es el toreo.—¿Cómo espera ese cambio del novillo al toro? ¿Cómo cree que le va a venir?—Hombre, creo que me puede venir bien. El toro ya es un animal más serio, pero a la vez también es más franco. Al final el toro embiste más templado y a mí el toreo que me gusta es el del temple, el de torear despacio. Creo que no me va a impresionar mucho, gracias a Dios, porque las novilladas prácticamente hoy en día son corridas de toros y las he toreado muy fuertes. Con el tiempo me he dado cuenta de lo mucho que me ha servido y de lo afortunado que soy de poder haber estado en esos festejos. —¿Qué importancia le da a su familia?—Mi familia lo es todo. Tengo su apoyo desde el primer día, no solamente de mis padres sino de mis tíos, mis primos, de toda mi familia. Todos me acompañan allí donde pueden, se desviven por mí. Es algo muy bonito tener a tu familia apoyándote. Y sobre todo porque me han inculcado desde chico esta afición tan bonita, los valores del toreo y ellos van a ser casi más felices que yo el día de la alternativa.—Normalmente en este día el torero le brinda el toro al padre, ¿se ve brindándoselo vestido de alguacilillo?—Sí, por supuesto que he pensado en el brindis y a mi padre por supuesto que se lo brindaré. Pero creo que también a mi madre y a mi hermana, que me han ayudado muchísimo. Son personas importantísimas en mi vida, todos por igual, y viven lo que conlleva el toreo, que no solamente son los triunfos sino todo lo que hay por detrás, los fracasos y los momentos duros.—Y el vestido, ¿qué tiene pensado?—Te diré que va ser de corte clásico con un color muy bonito. Lo ha diseñado Fernando Aguado, lo está realizando Justo Algaba y tiene aires macarenos. Además, creo que el capote de paseo va a impactar, me lo está bordando Jesús Rosado.—¿Qué ha significado para usted el apoyo de la empresa Pagés en su carrera y en su vida? ¿Quién es Ramón Valencia Conorea para usted?—Es un privilegio contar con el apoyo de una empresa así, de unas personas con la experiencia que tiene Ramón Valencia. A la hora de tomar decisiones yo lo dejo todo en sus manos, porque quiénes mejor que ellos, que llevan toda la vida dedicada al toro y que han pasado por todo tipo de situaciones, para que me ayuden y me dirijan. Además, ellos siempre han tenido en mente formar a una figura del toreo, no un novillero, sino un torero, y creo que lo han hecho muy bien y se lo debo todo. Bueno, Ramón hijo incluso va más allá de apoderado. Creo que es un amigo, él se presta así porque es una persona excepcional. Cualquiera que lo conoce sabe de lo que hablo, porque es una persona con un carisma especial y lo llevaré siempre en el corazón.«El toro de mi alternativa se lo brindaré a mi padre, mi madre y mi hermana»—¿Le quita el sueño el día 28?—La verdad es que ahora mismo no. Ahora mismo no pienso, no me quita el sueño, porque como te digo hay compromisos muy importantes. En cada novillada hay que golpear, hay que estar muy preparado. Creo que ya cuando pase el 20 de septiembre, que será la última, pues ahí seguramente sí pensaré más en la alternativa, pero ahora mismo pienso más en lo bonito de este momento que en lo duro y en lo que no pueda pasar. Prefiero dormir pensando en blanco porque si no, uno no duerme bien, pero sí que me lo he imaginado mucho, cuando estoy solo o cuando me doy mis paseítos por Sevilla o en el campo. Pienso en todo, pienso en cada detalle, pienso en cómo puede ser el día y sobre todo me enfoco en lo bonito. Me lo imagino como algo espectacular y espero que no me defraude.—¿Y después de la alternativa qué?—Siempre existe el miedo lógico del parón, de no quedarse parado de matador de toros, que ya sabemos que es un escalafón complicado porque las ferias son más reducidas, las figuras están ahí por algo. Pero confío en mí y en que el aficionado me reclame. Creo que es lo más importante. Cuando el aficionado te espera, al final los empresarios te ponen y confío en que poco a poco salgan las cosas.—Sin oficialidad aún, pero se habla de que puede estar en el festival de la Hispanidad de Sevilla o en la pinzoniana de Palos de la Frontera. Sin duda, más alicientes para después de la alternativa.—Te da un poco de oxígeno el saber que después de la alternativa hay algo más con lo que ilusionarse. Desde que empecé sin caballos llevo temporadas muy abundantes, en las que he toreado muchísimo y en la que apenas he parado. No me imagino una temporada sin torear y estando parado. Necesito torear, los viajes con la cuadrilla y estar siempre pensando en lo próximo.—Y la próxima temporada, ¿cómo se la plantea?—Lo que quiero es torear en todos los sitios posibles. Es verdad que siempre hay que tener cabeza porque al final es el primer año de matador y creo que a cualquier sitio de cualquier manera no se puede ir. Pero todo lo que se pueda torear siempre es bueno.—¿Qué significa Sevilla para usted?—Sevilla lo es todo, me he criado aquí, me he criado toreando en el patio de cuadrillas con la almohadilla con mi primo, viendo los toros. La verdad que lo es todo, para mí es mi casa y poder tomar la alternativa aquí claramente es un privilegio.—Siempre ha destacado como estudiante, ¿cómo va la carrera de ingeniería agrícola?—El estudio hoy en día lo tengo un poquito más aparcado porque, gracias a Dios, estamos toreando y me puedo permitir dejarlo en segundo plano. Pero siempre los tengo presentes.—¿Qué quiere ser Javier Zulueta en el toreo?—Quiero ser un torero para la historia, que marque una época y que haga de la tauromaquia algo grande. Sobre todo quiero dejarla mejor de lo que me la encontré. Creo que la tauromaquia estuvo atacada tiempos atrás por ciertos sectores políticos, porque trataban de imponer unas ideas. Pero hoy en día creo que está más viva que nunca, goza de una salud tremenda y yo quiero ser figura para seguir tirando de ese carro, hacer que la afición crezca aún más y, sobre todo, que se viva la tauromaquia con más pasión. Tiene 20 años, la miel en los labios y el temple en sus muñecas. En veinte días este niño que es un hombre desde hace años cumplirá su sueño, que no su meta. Javier Zulueta, el niño del alguacilillo, el nieto del ‘Lebrija’, tomará la alternativa el próximo 28 de septiembre en Sevilla el domingo de San Miguel junto a Morante de la Puebla como padrino, Roca Rey como testigo y toros de Núñez del Cuvillo. Su Sevilla le espera, esa que le vio jugar en el patio de caballos y proclamarse campeón del certamen de jóvenes valores. Hoy el torero de la empresa, pupilo de la familia Valencia Canorea, se cita con ABC de Sevilla en torno al coso del Baratillo para soñar despierto con el día de su alternativa.—Hace mucho que le conozco, era usted un niño. Hoy a punto de tomar la alternativa, ¿cómo se lo imagina?—Siempre me lo he imaginado y soñado porque al final el que quiere ser torero piensa en el día de su alternativa. Creo que es el más marcado en la carrera de un torero. Pero es verdad que nunca me lo llegaba a creer, a verlo hecho realidad, y en apenas 20 días que quedan aún me lo sigo sin creer. Muchas veces veo el cartel y no creo que sea real. Pero bueno, ya estamos aquí, a nada, y me encuentro súper mentalizado e ilusionado. —Desde muy pequeño jugaba a ser Morante, incluso quería que le llamaran por ese nombre en el colegio. Ahora el maestro cigarrero le da la alternativa, y junto a Roca Rey…—Creo que el cartel no puede ser más rematado. Es un cartel que me quedaré para siempre, para mi vida, porque al final estoy acartelado con dos de las máximas figuras del toreo que creo marcan una época y que van a pasar a la historia. Estar acartelado con ellos dos es un privilegio al igual que una responsabilidad estar a la altura de esos dos figurones. Esperemos que no se quede solamente en un cartel bonito y que sea el comienzo de una carrera importante. —Hay un pique ahí entre los dos. Usted va a estar en medio. ¿Lo va a vivir desde la barrera o piensa entrar en la disputa con ellos después en el ruedo?—Yo espero impactar y romper en ese pique. Creo que es bueno que haya piques en la tauromaquia en general y más entre las dos figuras máximas del toreo, porque se aprietan uno al otro y van a salir los dos muy arreados. Pero yo no pretendo quedarme atrás y verlo como un espectador más, porque ese día soy torero, estoy en el cartel, espero entrar en medio y sorprenderlos, y que se queden los dos también sorprendidos. Llevo días pensando que el toro al que me toca el quite es de Roca Rey.—Estamos en el final de la temporada como novillero y tiene aún compromisos importantes. ¿Cómo se abstrae de la alternativa y lleva su preparación mental y física?—Creo que me ha venido bien que la alternativa sea, podemos decir, en medio de la temporada, porque uno va toreando y prácticamente no se para a pensar en ese día y sobre todo porque tengo compromisos muy importantes que no puedo dejar que se escapen. La alternativa por supuesto que es importante, pero hasta el último día sigo siendo novillero y hay que puntuar, que vaya sonando mi nombre porque hay que llegar a la alternativa con el máximo ambiente posible.—Hábleme de la temporada.—La verdad es que las cosas han ido bien, ha habido triunfos en plazas importantes, está sonando mi nombre entre los aficionados. Estoy contento con lo que va sucediendo, pues cada día me voy notando mejor y los aficionados me ven evolucionar. Creo que eso es fundamental en un novillero.víctor rodríguez«Espero impactar y sorprender en mi alternativa a Morante y Roca Rey»—Todo el mundo habla de la tarde de Bilbao. ¿Cuál es la qué más destaca de la temporada?—Te puedo decir que la de Bilbao fue una tarde importante por todo, por lo que pasé, por lo que disfruté en esa plaza, porque sentí a la afición, que para mí es magnífica. La sentí romperse conmigo y eso me lo quedo para mí, pero es verdad que ha habido tardes muy importantes como la de Sevilla, que quizás, sin un triunfo numérico importante, pude disfrutar mucho. La afición se rompió y yo la sentí, que creo que como sevillano no hay nada más bonito. Y después, tardes como Huelva, en la que pude torear casi como de salón y disfrutar de lo que es el toreo.—¿Cómo espera ese cambio del novillo al toro? ¿Cómo cree que le va a venir?—Hombre, creo que me puede venir bien. El toro ya es un animal más serio, pero a la vez también es más franco. Al final el toro embiste más templado y a mí el toreo que me gusta es el del temple, el de torear despacio. Creo que no me va a impresionar mucho, gracias a Dios, porque las novilladas prácticamente hoy en día son corridas de toros y las he toreado muy fuertes. Con el tiempo me he dado cuenta de lo mucho que me ha servido y de lo afortunado que soy de poder haber estado en esos festejos. —¿Qué importancia le da a su familia?—Mi familia lo es todo. Tengo su apoyo desde el primer día, no solamente de mis padres sino de mis tíos, mis primos, de toda mi familia. Todos me acompañan allí donde pueden, se desviven por mí. Es algo muy bonito tener a tu familia apoyándote. Y sobre todo porque me han inculcado desde chico esta afición tan bonita, los valores del toreo y ellos van a ser casi más felices que yo el día de la alternativa.—Normalmente en este día el torero le brinda el toro al padre, ¿se ve brindándoselo vestido de alguacilillo?—Sí, por supuesto que he pensado en el brindis y a mi padre por supuesto que se lo brindaré. Pero creo que también a mi madre y a mi hermana, que me han ayudado muchísimo. Son personas importantísimas en mi vida, todos por igual, y viven lo que conlleva el toreo, que no solamente son los triunfos sino todo lo que hay por detrás, los fracasos y los momentos duros.—Y el vestido, ¿qué tiene pensado?—Te diré que va ser de corte clásico con un color muy bonito. Lo ha diseñado Fernando Aguado, lo está realizando Justo Algaba y tiene aires macarenos. Además, creo que el capote de paseo va a impactar, me lo está bordando Jesús Rosado.—¿Qué ha significado para usted el apoyo de la empresa Pagés en su carrera y en su vida? ¿Quién es Ramón Valencia Conorea para usted?—Es un privilegio contar con el apoyo de una empresa así, de unas personas con la experiencia que tiene Ramón Valencia. A la hora de tomar decisiones yo lo dejo todo en sus manos, porque quiénes mejor que ellos, que llevan toda la vida dedicada al toro y que han pasado por todo tipo de situaciones, para que me ayuden y me dirijan. Además, ellos siempre han tenido en mente formar a una figura del toreo, no un novillero, sino un torero, y creo que lo han hecho muy bien y se lo debo todo. Bueno, Ramón hijo incluso va más allá de apoderado. Creo que es un amigo, él se presta así porque es una persona excepcional. Cualquiera que lo conoce sabe de lo que hablo, porque es una persona con un carisma especial y lo llevaré siempre en el corazón.«El toro de mi alternativa se lo brindaré a mi padre, mi madre y mi hermana»—¿Le quita el sueño el día 28?—La verdad es que ahora mismo no. Ahora mismo no pienso, no me quita el sueño, porque como te digo hay compromisos muy importantes. En cada novillada hay que golpear, hay que estar muy preparado. Creo que ya cuando pase el 20 de septiembre, que será la última, pues ahí seguramente sí pensaré más en la alternativa, pero ahora mismo pienso más en lo bonito de este momento que en lo duro y en lo que no pueda pasar. Prefiero dormir pensando en blanco porque si no, uno no duerme bien, pero sí que me lo he imaginado mucho, cuando estoy solo o cuando me doy mis paseítos por Sevilla o en el campo. Pienso en todo, pienso en cada detalle, pienso en cómo puede ser el día y sobre todo me enfoco en lo bonito. Me lo imagino como algo espectacular y espero que no me defraude.—¿Y después de la alternativa qué?—Siempre existe el miedo lógico del parón, de no quedarse parado de matador de toros, que ya sabemos que es un escalafón complicado porque las ferias son más reducidas, las figuras están ahí por algo. Pero confío en mí y en que el aficionado me reclame. Creo que es lo más importante. Cuando el aficionado te espera, al final los empresarios te ponen y confío en que poco a poco salgan las cosas.—Sin oficialidad aún, pero se habla de que puede estar en el festival de la Hispanidad de Sevilla o en la pinzoniana de Palos de la Frontera. Sin duda, más alicientes para después de la alternativa.—Te da un poco de oxígeno el saber que después de la alternativa hay algo más con lo que ilusionarse. Desde que empecé sin caballos llevo temporadas muy abundantes, en las que he toreado muchísimo y en la que apenas he parado. No me imagino una temporada sin torear y estando parado. Necesito torear, los viajes con la cuadrilla y estar siempre pensando en lo próximo.—Y la próxima temporada, ¿cómo se la plantea?—Lo que quiero es torear en todos los sitios posibles. Es verdad que siempre hay que tener cabeza porque al final es el primer año de matador y creo que a cualquier sitio de cualquier manera no se puede ir. Pero todo lo que se pueda torear siempre es bueno.—¿Qué significa Sevilla para usted?—Sevilla lo es todo, me he criado aquí, me he criado toreando en el patio de cuadrillas con la almohadilla con mi primo, viendo los toros. La verdad que lo es todo, para mí es mi casa y poder tomar la alternativa aquí claramente es un privilegio.—Siempre ha destacado como estudiante, ¿cómo va la carrera de ingeniería agrícola?—El estudio hoy en día lo tengo un poquito más aparcado porque, gracias a Dios, estamos toreando y me puedo permitir dejarlo en segundo plano. Pero siempre los tengo presentes.—¿Qué quiere ser Javier Zulueta en el toreo?—Quiero ser un torero para la historia, que marque una época y que haga de la tauromaquia algo grande. Sobre todo quiero dejarla mejor de lo que me la encontré. Creo que la tauromaquia estuvo atacada tiempos atrás por ciertos sectores políticos, porque trataban de imponer unas ideas. Pero hoy en día creo que está más viva que nunca, goza de una salud tremenda y yo quiero ser figura para seguir tirando de ese carro, hacer que la afición crezca aún más y, sobre todo, que se viva la tauromaquia con más pasión.
Tiene 20 años, la miel en los labios y el temple en sus muñecas. En veinte días este niño que es un hombre desde hace años cumplirá su sueño, que no su meta. Javier Zulueta, el niño del alguacilillo, el nieto del ‘Lebrija’, tomará la … alternativa el próximo 28 de septiembre en Sevilla el domingo de San Miguel junto a Morante de la Puebla como padrino, Roca Rey como testigo y toros de Núñez del Cuvillo. Su Sevilla le espera, esa que le vio jugar en el patio de caballos y proclamarse campeón del certamen de jóvenes valores. Hoy el torero de la empresa, pupilo de la familia Valencia Canorea, se cita con ABC de Sevilla en torno al coso del Baratillo para soñar despierto con el día de su alternativa.
—Hace mucho que le conozco, era usted un niño. Hoy a punto de tomar la alternativa, ¿cómo se lo imagina?
—Siempre me lo he imaginado y soñado porque al final el que quiere ser torero piensa en el día de su alternativa. Creo que es el más marcado en la carrera de un torero. Pero es verdad que nunca me lo llegaba a creer, a verlo hecho realidad, y en apenas 20 días que quedan aún me lo sigo sin creer. Muchas veces veo el cartel y no creo que sea real. Pero bueno, ya estamos aquí, a nada, y me encuentro súper mentalizado e ilusionado.
—Desde muy pequeño jugaba a ser Morante, incluso quería que le llamaran por ese nombre en el colegio. Ahora el maestro cigarrero le da la alternativa, y junto a Roca Rey…
—Creo que el cartel no puede ser más rematado. Es un cartel que me quedaré para siempre, para mi vida, porque al final estoy acartelado con dos de las máximas figuras del toreo que creo marcan una época y que van a pasar a la historia. Estar acartelado con ellos dos es un privilegio al igual que una responsabilidad estar a la altura de esos dos figurones. Esperemos que no se quede solamente en un cartel bonito y que sea el comienzo de una carrera importante.
—Hay un pique ahí entre los dos. Usted va a estar en medio. ¿Lo va a vivir desde la barrera o piensa entrar en la disputa con ellos después en el ruedo?
—Yo espero impactar y romper en ese pique. Creo que es bueno que haya piques en la tauromaquia en general y más entre las dos figuras máximas del toreo, porque se aprietan uno al otro y van a salir los dos muy arreados. Pero yo no pretendo quedarme atrás y verlo como un espectador más, porque ese día soy torero, estoy en el cartel, espero entrar en medio y sorprenderlos, y que se queden los dos también sorprendidos. Llevo días pensando que el toro al que me toca el quite es de Roca Rey.
—Estamos en el final de la temporada como novillero y tiene aún compromisos importantes. ¿Cómo se abstrae de la alternativa y lleva su preparación mental y física?
—Creo que me ha venido bien que la alternativa sea, podemos decir, en medio de la temporada, porque uno va toreando y prácticamente no se para a pensar en ese día y sobre todo porque tengo compromisos muy importantes que no puedo dejar que se escapen. La alternativa por supuesto que es importante, pero hasta el último día sigo siendo novillero y hay que puntuar, que vaya sonando mi nombre porque hay que llegar a la alternativa con el máximo ambiente posible.
—Hábleme de la temporada.
—La verdad es que las cosas han ido bien, ha habido triunfos en plazas importantes, está sonando mi nombre entre los aficionados. Estoy contento con lo que va sucediendo, pues cada día me voy notando mejor y los aficionados me ven evolucionar. Creo que eso es fundamental en un novillero.
«Espero impactar y sorprender en mi alternativa a Morante y Roca Rey»
—Todo el mundo habla de la tarde de Bilbao. ¿Cuál es la qué más destaca de la temporada?
—Te puedo decir que la de Bilbao fue una tarde importante por todo, por lo que pasé, por lo que disfruté en esa plaza, porque sentí a la afición, que para mí es magnífica. La sentí romperse conmigo y eso me lo quedo para mí, pero es verdad que ha habido tardes muy importantes como la de Sevilla, que quizás, sin un triunfo numérico importante, pude disfrutar mucho. La afición se rompió y yo la sentí, que creo que como sevillano no hay nada más bonito. Y después, tardes como Huelva, en la que pude torear casi como de salón y disfrutar de lo que es el toreo.
—¿Cómo espera ese cambio del novillo al toro? ¿Cómo cree que le va a venir?
—Hombre, creo que me puede venir bien. El toro ya es un animal más serio, pero a la vez también es más franco. Al final el toro embiste más templado y a mí el toreo que me gusta es el del temple, el de torear despacio. Creo que no me va a impresionar mucho, gracias a Dios, porque las novilladas prácticamente hoy en día son corridas de toros y las he toreado muy fuertes. Con el tiempo me he dado cuenta de lo mucho que me ha servido y de lo afortunado que soy de poder haber estado en esos festejos.
—¿Qué importancia le da a su familia?
—Mi familia lo es todo. Tengo su apoyo desde el primer día, no solamente de mis padres sino de mis tíos, mis primos, de toda mi familia. Todos me acompañan allí donde pueden, se desviven por mí. Es algo muy bonito tener a tu familia apoyándote. Y sobre todo porque me han inculcado desde chico esta afición tan bonita, los valores del toreo y ellos van a ser casi más felices que yo el día de la alternativa.
—Normalmente en este día el torero le brinda el toro al padre, ¿se ve brindándoselo vestido de alguacilillo?
—Sí, por supuesto que he pensado en el brindis y a mi padre por supuesto que se lo brindaré. Pero creo que también a mi madre y a mi hermana, que me han ayudado muchísimo. Son personas importantísimas en mi vida, todos por igual, y viven lo que conlleva el toreo, que no solamente son los triunfos sino todo lo que hay por detrás, los fracasos y los momentos duros.
—Y el vestido, ¿qué tiene pensado?
—Te diré que va ser de corte clásico con un color muy bonito. Lo ha diseñado Fernando Aguado, lo está realizando Justo Algaba y tiene aires macarenos. Además, creo que el capote de paseo va a impactar, me lo está bordando Jesús Rosado.
—¿Qué ha significado para usted el apoyo de la empresa Pagés en su carrera y en su vida? ¿Quién es Ramón Valencia Conorea para usted?
—Es un privilegio contar con el apoyo de una empresa así, de unas personas con la experiencia que tiene Ramón Valencia. A la hora de tomar decisiones yo lo dejo todo en sus manos, porque quiénes mejor que ellos, que llevan toda la vida dedicada al toro y que han pasado por todo tipo de situaciones, para que me ayuden y me dirijan. Además, ellos siempre han tenido en mente formar a una figura del toreo, no un novillero, sino un torero, y creo que lo han hecho muy bien y se lo debo todo. Bueno, Ramón hijo incluso va más allá de apoderado. Creo que es un amigo, él se presta así porque es una persona excepcional. Cualquiera que lo conoce sabe de lo que hablo, porque es una persona con un carisma especial y lo llevaré siempre en el corazón.
«El toro de mi alternativa se lo brindaré a mi padre, mi madre y mi hermana»
—¿Le quita el sueño el día 28?
—La verdad es que ahora mismo no. Ahora mismo no pienso, no me quita el sueño, porque como te digo hay compromisos muy importantes. En cada novillada hay que golpear, hay que estar muy preparado. Creo que ya cuando pase el 20 de septiembre, que será la última, pues ahí seguramente sí pensaré más en la alternativa, pero ahora mismo pienso más en lo bonito de este momento que en lo duro y en lo que no pueda pasar. Prefiero dormir pensando en blanco porque si no, uno no duerme bien, pero sí que me lo he imaginado mucho, cuando estoy solo o cuando me doy mis paseítos por Sevilla o en el campo. Pienso en todo, pienso en cada detalle, pienso en cómo puede ser el día y sobre todo me enfoco en lo bonito. Me lo imagino como algo espectacular y espero que no me defraude.
—¿Y después de la alternativa qué?
—Siempre existe el miedo lógico del parón, de no quedarse parado de matador de toros, que ya sabemos que es un escalafón complicado porque las ferias son más reducidas, las figuras están ahí por algo. Pero confío en mí y en que el aficionado me reclame. Creo que es lo más importante. Cuando el aficionado te espera, al final los empresarios te ponen y confío en que poco a poco salgan las cosas.
—Sin oficialidad aún, pero se habla de que puede estar en el festival de la Hispanidad de Sevilla o en la pinzoniana de Palos de la Frontera. Sin duda, más alicientes para después de la alternativa.
—Te da un poco de oxígeno el saber que después de la alternativa hay algo más con lo que ilusionarse. Desde que empecé sin caballos llevo temporadas muy abundantes, en las que he toreado muchísimo y en la que apenas he parado. No me imagino una temporada sin torear y estando parado. Necesito torear, los viajes con la cuadrilla y estar siempre pensando en lo próximo.
—Y la próxima temporada, ¿cómo se la plantea?
—Lo que quiero es torear en todos los sitios posibles. Es verdad que siempre hay que tener cabeza porque al final es el primer año de matador y creo que a cualquier sitio de cualquier manera no se puede ir. Pero todo lo que se pueda torear siempre es bueno.
—¿Qué significa Sevilla para usted?
—Sevilla lo es todo, me he criado aquí, me he criado toreando en el patio de cuadrillas con la almohadilla con mi primo, viendo los toros. La verdad que lo es todo, para mí es mi casa y poder tomar la alternativa aquí claramente es un privilegio.
—Siempre ha destacado como estudiante, ¿cómo va la carrera de ingeniería agrícola?
—El estudio hoy en día lo tengo un poquito más aparcado porque, gracias a Dios, estamos toreando y me puedo permitir dejarlo en segundo plano. Pero siempre los tengo presentes.
—¿Qué quiere ser Javier Zulueta en el toreo?
—Quiero ser un torero para la historia, que marque una época y que haga de la tauromaquia algo grande. Sobre todo quiero dejarla mejor de lo que me la encontré. Creo que la tauromaquia estuvo atacada tiempos atrás por ciertos sectores políticos, porque trataban de imponer unas ideas. Pero hoy en día creo que está más viva que nunca, goza de una salud tremenda y yo quiero ser figura para seguir tirando de ese carro, hacer que la afición crezca aún más y, sobre todo, que se viva la tauromaquia con más pasión.
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