La escritora Kim Jiyun ha ido varias veces a ver en Corea el musical que se basa en su debut literario. ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ (Planeta) se ha convertido en el último fenómeno de la llamada ‘healing fiction’ o ficción curativa, un género en auge especialmente entre los jóvenes que ofrece consuelo en tiempos convulsos. «Escucho los comentarios de los asistentes y muchos dicen que la novela es aún mejor y eso me llena de felicidad», afirma a ABC complacida. También se acerca a las librerías donde la gente se lleva sus novelas con entusiasmo. «La verdad es que a veces me han entrado ganas de presentarme, pero me escondo », reconoce divertida.El éxito de su obra más allá de su país (donde ya acumula más de 18 ediciones) apuntala el apogeo de la ficción curativa y también demuestra que Kim ha logrado lo más difícil: levantar un refugio literario capaz de reconfortar desde Seúl hasta Madrid. Una de las claves ha sido convertir en protagonista a Yeonnam-dong, que se ha convertido en tiempo récord en uno de los barrios de moda de Seúl . Noticia Relacionada estandar No Rebecca F. Kuang: «Estar en la cima es muy aburrido, de ahí solo puedes ir hacia abajo» Cris de Quiroga La autora chinoestadounidense se opone a que su obra sea reducida a su identidad como minoríaOtrora refugio del frenético ritmo de sus calles, se ha transformado rápidamente en uno de los preferidos de los más jóvenes, atraídos por el encanto de la mezcla de lo retro con las últimas tendencias . Pero cuando se apagan las luces de neón aparece el lado oscuro. «Gracias al éxito global de la novela, he tenido la oportunidad de visitar los países anglosajones, Singapur y Malasia y he visto que la gentrificación es un problema no solo en Corea del Sur, sino en todo el mundo», confirma la autora de visita en nuestro país para presentar la edición española.’El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ refleja cómo las presiones inmobiliarias y económicas, la soledad o la incomunicación asedian a sus habitantes, víctimas de una transformación urbana que se replica en todo el planeta. La escritora ha vivido desde pequeña en el barrio, por lo que ha presenciado el cambio en primera línea: «He paseado mucho por sus calles y he visto cómo algunas de sus casas se han convertido en cafés, restaurantes o tiendas especializadas. Ahora es un destino turístico, aunque sigue siendo residencial; vive mucha gente allí. Esa combinación entre lo antiguo y lo moderno es la que se ha quedado en sus calles. Y es bueno que haya cosas nuevas, pero me siento triste por lo que fue».’El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ Planeta. 315 páginasInterpelada por los sentimientos encontrados que le produce dicha transformación, quiso convertirlos en su debut literario, que combina protagonistas de Yeonnam-dong de toda la vida con los recién llegados. «En uno de mis paseos, percibí un aroma a suavizante y detergente muy agradable y lo seguí hasta una cálida lavandería», explica. En este remanso de paz encuentran un misterioso diario en el que entrelazan sus propias historias y comparten consuelo.La primera historia, protagonizada por el octogenario señor Jang que se niega a convertir su casa en un edificio comercial, no fue seleccionada al azar. «Aquí hay un simbolismo de una figura adulta que puede aconsejar o guiar por el buen camino a los jóvenes gracias a su experiencia. Muchos piensan que si tuvieran a alguien como él, sentirían un mayor apoyo moral para enfrentarse a sus problemas. Es entrañable y desprende cariño y afecto».Sin pantallasEl señor Jang abandera toda una legión de herramientas analógicas con las que combatir los sinsabores de la vida: paseos por la naturaleza, cuidar de las plantas, conversar con los vecinos, escribir a mano los pensamientos… «Actualmente vivimos en una vida online. Todo es tecnología. Pero yo no necesito lo último y lo más moderno y, en cambio, valoro mucho lo anterior y lo experimentado. Creo que eso se ha reflejado de forma natural en la novela».Kim también piensa que el hecho de que el diario sea anónimo ha contribuido al éxito del libro. «Es obvio que en internet también existe, pero aquí, al hacerlo de forma manual, se traduce de otra forma. Todas las personas que escriben en ese diario son sinceras. Sienten libertad para expresar sus sentimientos más profundos porque su identidad permanece oculta y sus reflexiones son respetadas». En ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ no hay ‘haters’ porque Jiyun celebra el poder de las relaciones humanas y de los pequeños gestos que transforman nuestras vidas. Sus protagonistas no son héroes, pero ella defiende que no hay que ser fuerte ni excepcional para ayudar a los demás y también la importancia de expresar las preocupaciones. En este punto recurre a una imagen muy coreana. «La isla Jeju sufre al año tres meses de tormentas y tifones. Para sobrevivir, se elevaron muros de piedras. Pero, entre piedra y piedra, se deja el hueco para que pase el viento. Ese es el paralelismo que busco. Las personas tienen que tener una ventana para ventilar sus problemas porque si no perduran para siempre». La escritora Kim Jiyun ha ido varias veces a ver en Corea el musical que se basa en su debut literario. ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ (Planeta) se ha convertido en el último fenómeno de la llamada ‘healing fiction’ o ficción curativa, un género en auge especialmente entre los jóvenes que ofrece consuelo en tiempos convulsos. «Escucho los comentarios de los asistentes y muchos dicen que la novela es aún mejor y eso me llena de felicidad», afirma a ABC complacida. También se acerca a las librerías donde la gente se lleva sus novelas con entusiasmo. «La verdad es que a veces me han entrado ganas de presentarme, pero me escondo », reconoce divertida.El éxito de su obra más allá de su país (donde ya acumula más de 18 ediciones) apuntala el apogeo de la ficción curativa y también demuestra que Kim ha logrado lo más difícil: levantar un refugio literario capaz de reconfortar desde Seúl hasta Madrid. Una de las claves ha sido convertir en protagonista a Yeonnam-dong, que se ha convertido en tiempo récord en uno de los barrios de moda de Seúl . Noticia Relacionada estandar No Rebecca F. Kuang: «Estar en la cima es muy aburrido, de ahí solo puedes ir hacia abajo» Cris de Quiroga La autora chinoestadounidense se opone a que su obra sea reducida a su identidad como minoríaOtrora refugio del frenético ritmo de sus calles, se ha transformado rápidamente en uno de los preferidos de los más jóvenes, atraídos por el encanto de la mezcla de lo retro con las últimas tendencias . Pero cuando se apagan las luces de neón aparece el lado oscuro. «Gracias al éxito global de la novela, he tenido la oportunidad de visitar los países anglosajones, Singapur y Malasia y he visto que la gentrificación es un problema no solo en Corea del Sur, sino en todo el mundo», confirma la autora de visita en nuestro país para presentar la edición española.’El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ refleja cómo las presiones inmobiliarias y económicas, la soledad o la incomunicación asedian a sus habitantes, víctimas de una transformación urbana que se replica en todo el planeta. La escritora ha vivido desde pequeña en el barrio, por lo que ha presenciado el cambio en primera línea: «He paseado mucho por sus calles y he visto cómo algunas de sus casas se han convertido en cafés, restaurantes o tiendas especializadas. Ahora es un destino turístico, aunque sigue siendo residencial; vive mucha gente allí. Esa combinación entre lo antiguo y lo moderno es la que se ha quedado en sus calles. Y es bueno que haya cosas nuevas, pero me siento triste por lo que fue».’El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ Planeta. 315 páginasInterpelada por los sentimientos encontrados que le produce dicha transformación, quiso convertirlos en su debut literario, que combina protagonistas de Yeonnam-dong de toda la vida con los recién llegados. «En uno de mis paseos, percibí un aroma a suavizante y detergente muy agradable y lo seguí hasta una cálida lavandería», explica. En este remanso de paz encuentran un misterioso diario en el que entrelazan sus propias historias y comparten consuelo.La primera historia, protagonizada por el octogenario señor Jang que se niega a convertir su casa en un edificio comercial, no fue seleccionada al azar. «Aquí hay un simbolismo de una figura adulta que puede aconsejar o guiar por el buen camino a los jóvenes gracias a su experiencia. Muchos piensan que si tuvieran a alguien como él, sentirían un mayor apoyo moral para enfrentarse a sus problemas. Es entrañable y desprende cariño y afecto».Sin pantallasEl señor Jang abandera toda una legión de herramientas analógicas con las que combatir los sinsabores de la vida: paseos por la naturaleza, cuidar de las plantas, conversar con los vecinos, escribir a mano los pensamientos… «Actualmente vivimos en una vida online. Todo es tecnología. Pero yo no necesito lo último y lo más moderno y, en cambio, valoro mucho lo anterior y lo experimentado. Creo que eso se ha reflejado de forma natural en la novela».Kim también piensa que el hecho de que el diario sea anónimo ha contribuido al éxito del libro. «Es obvio que en internet también existe, pero aquí, al hacerlo de forma manual, se traduce de otra forma. Todas las personas que escriben en ese diario son sinceras. Sienten libertad para expresar sus sentimientos más profundos porque su identidad permanece oculta y sus reflexiones son respetadas». En ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ no hay ‘haters’ porque Jiyun celebra el poder de las relaciones humanas y de los pequeños gestos que transforman nuestras vidas. Sus protagonistas no son héroes, pero ella defiende que no hay que ser fuerte ni excepcional para ayudar a los demás y también la importancia de expresar las preocupaciones. En este punto recurre a una imagen muy coreana. «La isla Jeju sufre al año tres meses de tormentas y tifones. Para sobrevivir, se elevaron muros de piedras. Pero, entre piedra y piedra, se deja el hueco para que pase el viento. Ese es el paralelismo que busco. Las personas tienen que tener una ventana para ventilar sus problemas porque si no perduran para siempre».
La escritora Kim Jiyun ha ido varias veces a ver en Corea el musical que se basa en su debut literario. ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ (Planeta) se ha convertido en el último fenómeno de la llamada ‘healing fiction’ o … ficción curativa, un género en auge especialmente entre los jóvenes que ofrece consuelo en tiempos convulsos.
«Escucho los comentarios de los asistentes y muchos dicen que la novela es aún mejor y eso me llena de felicidad», afirma a ABC complacida. También se acerca a las librerías donde la gente se lleva sus novelas con entusiasmo. «La verdad es que a veces me han entrado ganas de presentarme, pero me escondo», reconoce divertida.
El éxito de su obra más allá de su país (donde ya acumula más de 18 ediciones) apuntala el apogeo de la ficción curativa y también demuestra que Kim ha logrado lo más difícil: levantar un refugio literario capaz de reconfortar desde Seúl hasta Madrid. Una de las claves ha sido convertir en protagonista a Yeonnam-dong, que se ha convertido en tiempo récord en uno de los barrios de moda de Seúl.
Otrora refugio del frenético ritmo de sus calles, se ha transformado rápidamente en uno de los preferidos de los más jóvenes, atraídos por el encanto de la mezcla de lo retro con las últimas tendencias. Pero cuando se apagan las luces de neón aparece el lado oscuro. «Gracias al éxito global de la novela, he tenido la oportunidad de visitar los países anglosajones, Singapur y Malasia y he visto que la gentrificación es un problema no solo en Corea del Sur, sino en todo el mundo», confirma la autora de visita en nuestro país para presentar la edición española.
‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ refleja cómo las presiones inmobiliarias y económicas, la soledad o la incomunicación asedian a sus habitantes, víctimas de una transformación urbana que se replica en todo el planeta. La escritora ha vivido desde pequeña en el barrio, por lo que ha presenciado el cambio en primera línea: «He paseado mucho por sus calles y he visto cómo algunas de sus casas se han convertido en cafés, restaurantes o tiendas especializadas. Ahora es un destino turístico, aunque sigue siendo residencial; vive mucha gente allí. Esa combinación entre lo antiguo y lo moderno es la que se ha quedado en sus calles. Y es bueno que haya cosas nuevas, pero me siento triste por lo que fue».
‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’
Planeta. 315 páginas
Interpelada por los sentimientos encontrados que le produce dicha transformación, quiso convertirlos en su debut literario, que combina protagonistas de Yeonnam-dong de toda la vida con los recién llegados. «En uno de mis paseos, percibí un aroma a suavizante y detergente muy agradable y lo seguí hasta una cálida lavandería», explica. En este remanso de paz encuentran un misterioso diario en el que entrelazan sus propias historias y comparten consuelo.
La primera historia, protagonizada por el octogenario señor Jang que se niega a convertir su casa en un edificio comercial, no fue seleccionada al azar. «Aquí hay un simbolismo de una figura adulta que puede aconsejar o guiar por el buen camino a los jóvenes gracias a su experiencia. Muchos piensan que si tuvieran a alguien como él, sentirían un mayor apoyo moral para enfrentarse a sus problemas. Es entrañable y desprende cariño y afecto».
Sin pantallas
El señor Jang abandera toda una legión de herramientas analógicas con las que combatir los sinsabores de la vida: paseos por la naturaleza, cuidar de las plantas, conversar con los vecinos, escribir a mano los pensamientos… «Actualmente vivimos en una vida online. Todo es tecnología. Pero yo no necesito lo último y lo más moderno y, en cambio, valoro mucho lo anterior y lo experimentado. Creo que eso se ha reflejado de forma natural en la novela».
Kim también piensa que el hecho de que el diario sea anónimo ha contribuido al éxito del libro. «Es obvio que en internet también existe, pero aquí, al hacerlo de forma manual, se traduce de otra forma. Todas las personas que escriben en ese diario son sinceras. Sienten libertad para expresar sus sentimientos más profundos porque su identidad permanece oculta y sus reflexiones son respetadas».
En ‘El misterio de la lavandería de Yeonnam-dong’ no hay ‘haters’ porque Jiyun celebra el poder de las relaciones humanas y de los pequeños gestos que transforman nuestras vidas. Sus protagonistas no son héroes, pero ella defiende que no hay que ser fuerte ni excepcional para ayudar a los demás y también la importancia de expresar las preocupaciones.
En este punto recurre a una imagen muy coreana. «La isla Jeju sufre al año tres meses de tormentas y tifones. Para sobrevivir, se elevaron muros de piedras. Pero, entre piedra y piedra, se deja el hueco para que pase el viento. Ese es el paralelismo que busco. Las personas tienen que tener una ventana para ventilar sus problemas porque si no perduran para siempre».
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