‘La familia de la tele’, ahora sí que sí

20 de abril de 2026. Ahora sí que sí. Este es el nuevo lema con el que se promociona el hipotético estreno de La familia de la tele, mañana en La 1. Tras un año de fatídicas tentativas de debut, el programa cree haber encontrado la llave para romper lo que muchos creen una maldición. Recapitulemos. Primer intento de estreno: muerte del papa Francisco. Segundo, el apagón. Sucesivos: el crack bursátil, el gran incendio, la intoxicación masiva y el hackeo de Google. Y todo esto sin salir de mayo de 2025.

Dentro de La familia de la tele, al principio hicieron lo que mejor se les da: integrar todas esas vicisitudes dentro de su promoción y bromear con ello. “Ni que fuera yo la Pantoja”, se lamentaba Belén Esteban desde La revuelta, aludiendo al gafe de la cantante. Acompañaron a Melody a Eurovisión –“Total, si queda mal, que nos eche la culpa”, bromeó Inés Hernand– y se subieron a la carroza de RTVE del Orgullo Gay en el que ya sabemos lo que ocurrió.

Iker Jiménez ya se estaba frotando las manos cuando RTVE puso en cuarentena el programa aprovechando el verano. Pero el intento de vuelta en septiembre coincidió con lo que ya conocemos como Lunes Negro y hundió los ánimos de todos, menos de Aitor Albizua, que insistió en que correlación no implica causalidad. Hasta él comenzó a dudar cuando se cambió de día de inauguración, y coincidió, sucesivamente, con los terribles acontecimientos del miércoles 24 de septiembre, el martes 21 de octubre y el jueves 14 de noviembre. En el Congreso, la oposición exigió la cancelación definitiva del programa. “¿Con qué argumentos?”, replicaban desde el PSOE, “¡Basta de supercherías!”. Pero lo cierto es que en RTVE tenían y tienen miedo. El programa permaneció sin fecha hasta que Kiko Matamoros, en una noche de insomnio, encontró una solución. Tras ver El ángel exterminador, propuso que utilizaran el día del aniversario del primer intento de estreno y que reprodujeran, como en la película, sus movimientos de entonces para romper la maldición. “Es descabellado, ¿pero alguien tiene una idea mejor?”. Así, hoy, un día antes, en Prado del Rey, ultiman los detalles. Ahora sí que sí, musitan con terror sus trabajadores. Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están preparados en todo el país. ¿Para qué? Nadie lo sabe. No lo dicen, pero todos temen que, por una vez, un mal dato de audiencia no sea lo peor que pueda pasar.