La exposición ‘ Antoni Tàpies. La imaginación del mundo’ representa un cambio significativo en la forma de abordar el estudio del artista desde la propia institución. No se trata solo de una revisión de sus primeras décadas, sino de una manifestación de cómo el museo activa y revisa constantemente su colección en un diálogo continuo con los referentes y contextos que moldearon a Tàpies.Tras un año de programación grandilocuente en torno al centenario, el museo propone ahora una muestra austera y ensayística que interpela a las imágenes a través de preguntas plurales y ambiguas. El título subraya esta ambigüedad, ya que ‘imaginación’ y ‘mundo’ son conceptos abiertos a múltiples subjetividades. Noticias relacionadas estandar Si CRÍTICA DE: ‘Secuencia Plano Secuencia’, de Almudena Lobera: historias de las lágrimas Fernando Castro Flórez estandar Si CRÍTICA DE: ‘La línea sueña’ y nos sueña en el Centro Cultural de la Villa Francisco CarpioLa cita recorre el periodo entre 1943 y 1952 , fundamental en la formación del artista, con 140 piezas, documentos y material de archivo que permiten no solo entender su obra, sino también recontextualizarla. Su estructura abierta rompe la lógica lineal para sugerir conexiones inesperadas y abrir vías a futuras investigaciones. Con el objetivo de crear nuevos relatos, ofrece una experiencia profunda e inmersiva.EvoluciónDesde el inicio, la muestra marca un tono emocional con ‘Retrato de Teresa’ (1953), que introduce la figura de la esposa del artista como una presencia clave en su universo. Este gesto nos adentra en la parte más personal de Tàpies y refuerza la idea de la exposición como un entramado de relaciones y vínculos más allá de la obra plástica. El final del recorrido refuerza la dimensión afectiva e intelectual con la inclusión de una carta de Teresa, cerrando el círculo que comenzó con su retrato. Este gesto resalta el carácter profundamente vincular de esta investigación sobre Tàpies.Uno de los momentos más interesantes es la presentación del Mural del Club 49, que se integra en la cita como una cartografía del momento, permitiendo comprender el papel de este lugar como epicentro de la vanguardia en la Barcelona de posguerra. La documentación y los objetos asociados expanden la percepción de la obra, resaltando el contexto cultural y los intercambios que marcaron la experimentación del joven Tàpies, en conexión con la cultura popular en ámbitos como el cine, las revistas o el coleccionismo de cromos, entre otros.La selección de piezas, provenientes tanto de la colección del museo como de nuevas incorporaciones, subraya la evolución del artista desde un academicismo inicial hacia un lenguaje visual más personal y experimental. Obras como ‘Paisatge transformat’ (1947) o sus primeros ensayos con texturas y materiales no convencionales anticipan su camino hacia la abstracción y la materia, con referen- cias cruzadas a corrientes como el Surrealismo, el Dadaísmo o el Informalismo. En este sentido, es el propio Tàpies, a través de sus textos en ‘L’Art i els seus llocs’, quien actúa como brújula de sus propios referentes.Antoni Tàpies ‘La imaginación del mundo’, Museo Antoni Tàpies. Barcelona. c/ Aragón 255. Comisarios: Inma Prieto y Pablo Allepuz. Hasta el 25 de enero de 2026. Cuatro estrellas Esta exposición trasciende el formato retrospectivo y se presenta como un ensayo en progreso. La decisión del museo de actualizar periódicamente la muestra con nuevas obras, documentos e intervenciones refuerza su carácter dinámico. No es solo una exposición sobre Tàpies, sino sobre su vigencia y su capacidad de seguir generando preguntas. Así, el Museo Tàpies se reafirma como un espacio de investigación activa, en el que la colección no es un archivo estático, sino un campo en constante exploración. La exposición ‘ Antoni Tàpies. La imaginación del mundo’ representa un cambio significativo en la forma de abordar el estudio del artista desde la propia institución. No se trata solo de una revisión de sus primeras décadas, sino de una manifestación de cómo el museo activa y revisa constantemente su colección en un diálogo continuo con los referentes y contextos que moldearon a Tàpies.Tras un año de programación grandilocuente en torno al centenario, el museo propone ahora una muestra austera y ensayística que interpela a las imágenes a través de preguntas plurales y ambiguas. El título subraya esta ambigüedad, ya que ‘imaginación’ y ‘mundo’ son conceptos abiertos a múltiples subjetividades. Noticias relacionadas estandar Si CRÍTICA DE: ‘Secuencia Plano Secuencia’, de Almudena Lobera: historias de las lágrimas Fernando Castro Flórez estandar Si CRÍTICA DE: ‘La línea sueña’ y nos sueña en el Centro Cultural de la Villa Francisco CarpioLa cita recorre el periodo entre 1943 y 1952 , fundamental en la formación del artista, con 140 piezas, documentos y material de archivo que permiten no solo entender su obra, sino también recontextualizarla. Su estructura abierta rompe la lógica lineal para sugerir conexiones inesperadas y abrir vías a futuras investigaciones. Con el objetivo de crear nuevos relatos, ofrece una experiencia profunda e inmersiva.EvoluciónDesde el inicio, la muestra marca un tono emocional con ‘Retrato de Teresa’ (1953), que introduce la figura de la esposa del artista como una presencia clave en su universo. Este gesto nos adentra en la parte más personal de Tàpies y refuerza la idea de la exposición como un entramado de relaciones y vínculos más allá de la obra plástica. El final del recorrido refuerza la dimensión afectiva e intelectual con la inclusión de una carta de Teresa, cerrando el círculo que comenzó con su retrato. Este gesto resalta el carácter profundamente vincular de esta investigación sobre Tàpies.Uno de los momentos más interesantes es la presentación del Mural del Club 49, que se integra en la cita como una cartografía del momento, permitiendo comprender el papel de este lugar como epicentro de la vanguardia en la Barcelona de posguerra. La documentación y los objetos asociados expanden la percepción de la obra, resaltando el contexto cultural y los intercambios que marcaron la experimentación del joven Tàpies, en conexión con la cultura popular en ámbitos como el cine, las revistas o el coleccionismo de cromos, entre otros.La selección de piezas, provenientes tanto de la colección del museo como de nuevas incorporaciones, subraya la evolución del artista desde un academicismo inicial hacia un lenguaje visual más personal y experimental. Obras como ‘Paisatge transformat’ (1947) o sus primeros ensayos con texturas y materiales no convencionales anticipan su camino hacia la abstracción y la materia, con referen- cias cruzadas a corrientes como el Surrealismo, el Dadaísmo o el Informalismo. En este sentido, es el propio Tàpies, a través de sus textos en ‘L’Art i els seus llocs’, quien actúa como brújula de sus propios referentes.Antoni Tàpies ‘La imaginación del mundo’, Museo Antoni Tàpies. Barcelona. c/ Aragón 255. Comisarios: Inma Prieto y Pablo Allepuz. Hasta el 25 de enero de 2026. Cuatro estrellas Esta exposición trasciende el formato retrospectivo y se presenta como un ensayo en progreso. La decisión del museo de actualizar periódicamente la muestra con nuevas obras, documentos e intervenciones refuerza su carácter dinámico. No es solo una exposición sobre Tàpies, sino sobre su vigencia y su capacidad de seguir generando preguntas. Así, el Museo Tàpies se reafirma como un espacio de investigación activa, en el que la colección no es un archivo estático, sino un campo en constante exploración.
La exposición ‘ representa un cambio significativo en la forma de abordar el estudio del artista desde la propia institución. No se trata solo de una revisión de sus primeras décadas, sino de una manifestación de cómo el museo … activa y revisa constantemente su colección en un diálogo continuo con los referentes y contextos que moldearon a Tàpies.
Tras un año de programación grandilocuente en torno al centenario, el museo propone ahora una muestra austera y ensayística que interpela a las imágenes a través de preguntas plurales y ambiguas. El título subraya esta ambigüedad, ya que ‘imaginación’ y ‘mundo’ son conceptos abiertos a múltiples subjetividades.
La cita recorre el periodo entre 1943 y 1952, fundamental en la formación del artista, con 140 piezas, documentos y material de archivo que permiten no solo entender su obra, sino también recontextualizarla. Su estructura abierta rompe la lógica lineal para sugerir conexiones inesperadas y abrir vías a futuras investigaciones. Con el objetivo de crear nuevos relatos, ofrece una experiencia profunda e inmersiva.
Evolución
Desde el inicio, la muestra marca un tono emocional con ‘Retrato de Teresa’ (1953), que introduce la figura de como una presencia clave en su universo. Este gesto nos adentra en la parte más personal de Tàpies y refuerza la idea de la exposición como un entramado de relaciones y vínculos más allá de la obra plástica. El final del recorrido refuerza la dimensión afectiva e intelectual con la inclusión de una carta de Teresa, cerrando el círculo que comenzó con su retrato. Este gesto resalta el carácter profundamente vincular de esta investigación sobre Tàpies.
Uno de los momentos más interesantes es la presentación del Mural del Club 49, que se integra en la cita como una cartografía del momento, permitiendo comprender el papel de este lugar como epicentro de la vanguardia en la Barcelona de posguerra. La documentación y los objetos asociados expanden la percepción de la obra, resaltando el contexto cultural y los intercambios que marcaron la experimentación del joven Tàpies, en conexión con la cultura popular en ámbitos como el cine, las revistas o el coleccionismo de cromos, entre otros.
La selección de piezas, provenientes tanto de la colección del museo como de nuevas incorporaciones, subraya la evolución del artista desde un academicismo inicial hacia un lenguaje visual más personal y experimental. Obras como ‘Paisatge transformat’ (1947) o sus primeros ensayos con texturas y materiales no convencionales anticipan su camino hacia la abstracción y la materia, con referen- cias cruzadas a corrientes como el Surrealismo, el Dadaísmo o el Informalismo. En este sentido, es el propio Tàpies, a través de sus textos en ‘L’Art i els seus llocs’, quien actúa como brújula de sus propios referentes.
Antoni Tàpies
‘La imaginación del mundo’, Museo Antoni Tàpies. Barcelona. c/ Aragón 255. Comisarios: Inma Prieto y Pablo Allepuz. Hasta el 25 de enero de 2026. Cuatro estrellas
Esta exposición trasciende el formato retrospectivo y se presenta como un ensayo en progreso. La decisión del museo de actualizar periódicamente la muestra con nuevas obras, documentos e intervenciones refuerza su carácter dinámico. No es solo una exposición sobre Tàpies, sino sobre su vigencia y su capacidad de seguir generando preguntas. Así, el Museo Tàpies se reafirma como un espacio de investigación activa, en el que la colección no es un archivo estático, sino un campo en constante exploración.
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