‘La familia de la tele’ no llegó a La 1 con el desfile en directo del pasado lunes. Su aterrizaje estaba ya profetizado mucho antes de que el presidente de la Corporación, José Pablo López, fichara a Belén Esteban. Ya dio pistas cuando escogió a Sergio Calderón como director de TVE. Era el creador del nuevo ‘Sálvame’ en Ten. Su elección era una declaración de intenciones y de un modo de hacer en la nueva televisión pública. La llegada oficial de los ‘huérfanos televisivos’ de Telecinco a TVE, con Belén Esteban y María Patiño a la cabeza, tenía que ser a lo grande para demostrar de un modo firme que contaban con el apoyo de la Corporación y no solo de la directiva.Noticia Relacionada Televidente estandar Si ‘La familia de la tele’ llega a La 1: el carnaval de todas, todos y todes Bruno Pardo Porto El desembarco del universo ‘Sálvame’ en La 1 se celebró con un gran desfile que confirmó la mutación definitiva de TVE, que pasa a ser una cadena privada pagada con dinero públicoPero aún no se había celebrado el desfile cuando llegaron las primeras críticas a través de los sindicatos. «Es un evento de afluencia masiva dentro de un entorno laboral y en espacios que no están concebidos ni habilitados para tal uso», reconocían en un comunicado que envió USO RTVE al departamento de RR.HH., seguridad y prevención de riesgos de la Corporación, donde expresaban su «preocupación» por «las condiciones de seguridad, salud laboral y responsabilidad organizativa». Algunos trabajadores aseguraron a ABC que recibieron órdenes de no utilizar los comedores de Prado del Rey ya que estarían a disposición de los invitados al desfile.El resultado del evento tras dos cancelaciones, una por la muerte del Papa Francisco y otra por el apagón, tampoco fue muy satisfactorio para los trabajadores. Un trabajador, al salir de su puesto, afirmó a ABC el día del estreno que no entendía «cómo se tiene que paralizar todo Prado del Rey para un desfile de 20 metros». Después los sindicatos volvieron a hablar: «La cadena está perdiendo el norte», dijeron desde USO. «Fue una mezcla de espectáculo sin rumbo, fallos técnicos importantes (sonido, imagen, coordinación logística…) y la sensación generalizada de que RTVE está perdiendo el norte». Además, aseguraron que el programa «no cumplió» con las expectativas ni con el ‘share’. En su estreno, cosechó un 8,7% y 9,1% en su primera y segunda parte, pero gracias a las series diarias (que se intercalan para maquillar el resultado) subieron a un 10,1%. Escaso resultado para tanta inversión.A partir de su estreno, los datos bajaron progresivamente. El primer tramo del miércoles duró tan solo cinco minutos y registró un 11,2% con 761.000 espectadores, mientras que el segundo, de 18.57 a 20.31, cayó a un 6,2% con 445.000 espectadores. Sin embargo, el contenedor marca un 8,9% con 623.000 espectadores gracias al dato de ‘La promesa’ (13,2% y 886.000). El día anterior había registrado un 8,7% y 7,4% en las dos partes, pero gracias de nuevo a la ficción el contenedor quedó en un 9,5%. «El desánimo de muchos compañeros y compañeras es evidente, y la desconexión con la audiencia real, también», afirmaron los sindicatos. «Debe hacerse con otra calidad y con otro respeto por la audiencia y por los valores del servicio público. […] RTVE necesita propuestas frescas, sí. Pero también necesita rigor, calidad, y una dirección que sepa dónde está y hacia dónde quiere ir», concluían.’La familia de la tele’ lleva apenas cuatro días de emisión, ya que la fumata blanca del pasado jueves cambió la parrilla de La 1. Sin embargo, no les ha faltado tiempo para desplazarse hasta el Vaticano para «cubrir» la información con Marta Riesco como reportera. «A mí me gustaría si hoy hay fumata blanca conocer al nuevo Papa. ¿Cómo lo tendría que hacer?», preguntaba la presentadora desde la plaza de San Pedro. Tampoco sentó bien esta decisión a los trabajadores, pero esta vez hay un salto, ya que quienes han denunciado los modos de ‘La familia de la tele’ han sido los periodistas del Consejo de Informativos. «Urge pedir respeto para que el programa no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca». Los trabajadores de RTVE explicaron que los profesionales de la información de la casa llevaban «largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave por la elección del nuevo Papa». Además, hicieron hincapié en la participación de Riesco en el Vaticano. «Enviaron a una de sus colaboradoras a Roma, a un evento claramente informativo, utilizando el micrófono de TVE. Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto», reconocían. Marta Riesco respondió con ironía durante la emisión de ayer. «Estoy en Roma trabajando, no de vacaciones», contaba subida a una moto a lo Audrey Hepburn en ‘Vacaciones en Roma’. Hay trabajadores que intuían este desembarco mucho antes de que se diera a conocer el formato. «No sé quién pensaba que estos perfiles televisivos iban a encajar en una televisión pública. Que sea un ente público no significa que vale todo», reconoce una de las trabajadoras a ABC. Además, algunos prevén que esto sea algo duradero. «Llevan solo una semana y ya han contribuido con el cónclave. No me extrañaría nada que acabaran también en las mañanas de La 1». Algunos miembros del personal hablan de «invasión» cuando se refieren a la entrada de ‘La familia de la tele’ en La 1. Un cabreo que se suma al que algunos periodistas de informativos tenían tras el recorte del ‘Telediario’ para favorecer a ‘La Revuelta’. «Trabajamos horas y horas para el cónclave como para que una colaboradora de un programa de entretenimiento haga de reportera», aseguran fuentes de RTVE a ABC. ‘La familia de la tele’ no llegó a La 1 con el desfile en directo del pasado lunes. Su aterrizaje estaba ya profetizado mucho antes de que el presidente de la Corporación, José Pablo López, fichara a Belén Esteban. Ya dio pistas cuando escogió a Sergio Calderón como director de TVE. Era el creador del nuevo ‘Sálvame’ en Ten. Su elección era una declaración de intenciones y de un modo de hacer en la nueva televisión pública. La llegada oficial de los ‘huérfanos televisivos’ de Telecinco a TVE, con Belén Esteban y María Patiño a la cabeza, tenía que ser a lo grande para demostrar de un modo firme que contaban con el apoyo de la Corporación y no solo de la directiva.Noticia Relacionada Televidente estandar Si ‘La familia de la tele’ llega a La 1: el carnaval de todas, todos y todes Bruno Pardo Porto El desembarco del universo ‘Sálvame’ en La 1 se celebró con un gran desfile que confirmó la mutación definitiva de TVE, que pasa a ser una cadena privada pagada con dinero públicoPero aún no se había celebrado el desfile cuando llegaron las primeras críticas a través de los sindicatos. «Es un evento de afluencia masiva dentro de un entorno laboral y en espacios que no están concebidos ni habilitados para tal uso», reconocían en un comunicado que envió USO RTVE al departamento de RR.HH., seguridad y prevención de riesgos de la Corporación, donde expresaban su «preocupación» por «las condiciones de seguridad, salud laboral y responsabilidad organizativa». Algunos trabajadores aseguraron a ABC que recibieron órdenes de no utilizar los comedores de Prado del Rey ya que estarían a disposición de los invitados al desfile.El resultado del evento tras dos cancelaciones, una por la muerte del Papa Francisco y otra por el apagón, tampoco fue muy satisfactorio para los trabajadores. Un trabajador, al salir de su puesto, afirmó a ABC el día del estreno que no entendía «cómo se tiene que paralizar todo Prado del Rey para un desfile de 20 metros». Después los sindicatos volvieron a hablar: «La cadena está perdiendo el norte», dijeron desde USO. «Fue una mezcla de espectáculo sin rumbo, fallos técnicos importantes (sonido, imagen, coordinación logística…) y la sensación generalizada de que RTVE está perdiendo el norte». Además, aseguraron que el programa «no cumplió» con las expectativas ni con el ‘share’. En su estreno, cosechó un 8,7% y 9,1% en su primera y segunda parte, pero gracias a las series diarias (que se intercalan para maquillar el resultado) subieron a un 10,1%. Escaso resultado para tanta inversión.A partir de su estreno, los datos bajaron progresivamente. El primer tramo del miércoles duró tan solo cinco minutos y registró un 11,2% con 761.000 espectadores, mientras que el segundo, de 18.57 a 20.31, cayó a un 6,2% con 445.000 espectadores. Sin embargo, el contenedor marca un 8,9% con 623.000 espectadores gracias al dato de ‘La promesa’ (13,2% y 886.000). El día anterior había registrado un 8,7% y 7,4% en las dos partes, pero gracias de nuevo a la ficción el contenedor quedó en un 9,5%. «El desánimo de muchos compañeros y compañeras es evidente, y la desconexión con la audiencia real, también», afirmaron los sindicatos. «Debe hacerse con otra calidad y con otro respeto por la audiencia y por los valores del servicio público. […] RTVE necesita propuestas frescas, sí. Pero también necesita rigor, calidad, y una dirección que sepa dónde está y hacia dónde quiere ir», concluían.’La familia de la tele’ lleva apenas cuatro días de emisión, ya que la fumata blanca del pasado jueves cambió la parrilla de La 1. Sin embargo, no les ha faltado tiempo para desplazarse hasta el Vaticano para «cubrir» la información con Marta Riesco como reportera. «A mí me gustaría si hoy hay fumata blanca conocer al nuevo Papa. ¿Cómo lo tendría que hacer?», preguntaba la presentadora desde la plaza de San Pedro. Tampoco sentó bien esta decisión a los trabajadores, pero esta vez hay un salto, ya que quienes han denunciado los modos de ‘La familia de la tele’ han sido los periodistas del Consejo de Informativos. «Urge pedir respeto para que el programa no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca». Los trabajadores de RTVE explicaron que los profesionales de la información de la casa llevaban «largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave por la elección del nuevo Papa». Además, hicieron hincapié en la participación de Riesco en el Vaticano. «Enviaron a una de sus colaboradoras a Roma, a un evento claramente informativo, utilizando el micrófono de TVE. Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto», reconocían. Marta Riesco respondió con ironía durante la emisión de ayer. «Estoy en Roma trabajando, no de vacaciones», contaba subida a una moto a lo Audrey Hepburn en ‘Vacaciones en Roma’. Hay trabajadores que intuían este desembarco mucho antes de que se diera a conocer el formato. «No sé quién pensaba que estos perfiles televisivos iban a encajar en una televisión pública. Que sea un ente público no significa que vale todo», reconoce una de las trabajadoras a ABC. Además, algunos prevén que esto sea algo duradero. «Llevan solo una semana y ya han contribuido con el cónclave. No me extrañaría nada que acabaran también en las mañanas de La 1». Algunos miembros del personal hablan de «invasión» cuando se refieren a la entrada de ‘La familia de la tele’ en La 1. Un cabreo que se suma al que algunos periodistas de informativos tenían tras el recorte del ‘Telediario’ para favorecer a ‘La Revuelta’. «Trabajamos horas y horas para el cónclave como para que una colaboradora de un programa de entretenimiento haga de reportera», aseguran fuentes de RTVE a ABC.
‘La familia de la tele’ no llegó a La 1 con el desfile en directo del pasado lunes. Su aterrizaje estaba ya profetizado mucho antes de que el presidente de la Corporación, José Pablo López, fichara a Belén Esteban. Ya dio pistas cuando escogió … a Sergio Calderón como director de TVE. Era el creador del nuevo ‘Sálvame’ en Ten. Su elección era una declaración de intenciones y de un modo de hacer en la nueva televisión pública. La llegada oficial de los ‘huérfanos televisivos’ de Telecinco a TVE, con Belén Esteban y María Patiño a la cabeza, tenía que ser a lo grande para demostrar de un modo firme que contaban con el apoyo de la Corporación y no solo de la directiva.
Pero aún no se había celebrado el desfile cuando llegaron las primeras críticas a través de los sindicatos. «Es un evento de afluencia masiva dentro de un entorno laboral y en espacios que no están concebidos ni habilitados para tal uso», reconocían en un comunicado que envió USO RTVE al departamento de RR.HH., seguridad y prevención de riesgos de la Corporación, donde expresaban su «preocupación» por «las condiciones de seguridad, salud laboral y responsabilidad organizativa». Algunos trabajadores aseguraron a ABC que recibieron órdenes de no utilizar los comedores de Prado del Rey ya que estarían a disposición de los invitados al desfile.
El resultado del evento tras dos cancelaciones, una por la muerte del Papa Francisco y otra por el apagón, tampoco fue muy satisfactorio para los trabajadores. Un trabajador, al salir de su puesto, afirmó a ABC el día del estreno que no entendía «cómo se tiene que paralizar todo Prado del Rey para un desfile de 20 metros». Después los sindicatos volvieron a hablar: «La cadena está perdiendo el norte», dijeron desde USO. «Fue una mezcla de espectáculo sin rumbo, fallos técnicos importantes (sonido, imagen, coordinación logística…) y la sensación generalizada de que RTVE está perdiendo el norte». Además, aseguraron que el programa «no cumplió» con las expectativas ni con el ‘share’. En su estreno, cosechó un 8,7% y 9,1% en su primera y segunda parte, pero gracias a las series diarias (que se intercalan para maquillar el resultado) subieron a un 10,1%. Escaso resultado para tanta inversión.
A partir de su estreno, los datos bajaron progresivamente. El primer tramo del miércoles duró tan solo cinco minutos y registró un 11,2% con 761.000 espectadores, mientras que el segundo, de 18.57 a 20.31, cayó a un 6,2% con 445.000 espectadores. Sin embargo, el contenedor marca un 8,9% con 623.000 espectadores gracias al dato de ‘La promesa’ (13,2% y 886.000). El día anterior había registrado un 8,7% y 7,4% en las dos partes, pero gracias de nuevo a la ficción el contenedor quedó en un 9,5%. «El desánimo de muchos compañeros y compañeras es evidente, y la desconexión con la audiencia real, también», afirmaron los sindicatos. «Debe hacerse con otra calidad y con otro respeto por la audiencia y por los valores del servicio público. […] RTVE necesita propuestas frescas, sí. Pero también necesita rigor, calidad, y una dirección que sepa dónde está y hacia dónde quiere ir», concluían.
‘La familia de la tele’ lleva apenas cuatro días de emisión, ya que la fumata blanca del pasado jueves cambió la parrilla de La 1. Sin embargo, no les ha faltado tiempo para desplazarse hasta el Vaticano para «cubrir» la información con Marta Riesco como reportera. «A mí me gustaría si hoy hay fumata blanca conocer al nuevo Papa. ¿Cómo lo tendría que hacer?», preguntaba la presentadora desde la plaza de San Pedro. Tampoco sentó bien esta decisión a los trabajadores, pero esta vez hay un salto, ya que quienes han denunciado los modos de ‘La familia de la tele’ han sido los periodistas del Consejo de Informativos. «Urge pedir respeto para que el programa no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca». Los trabajadores de RTVE explicaron que los profesionales de la información de la casa llevaban «largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave por la elección del nuevo Papa».
Además, hicieron hincapié en la participación de Riesco en el Vaticano. «Enviaron a una de sus colaboradoras a Roma, a un evento claramente informativo, utilizando el micrófono de TVE. Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto», reconocían. Marta Riesco respondió con ironía durante la emisión de ayer. «Estoy en Roma trabajando, no de vacaciones», contaba subida a una moto a lo Audrey Hepburn en ‘Vacaciones en Roma’.
Hay trabajadores que intuían este desembarco mucho antes de que se diera a conocer el formato. «No sé quién pensaba que estos perfiles televisivos iban a encajar en una televisión pública. Que sea un ente público no significa que vale todo», reconoce una de las trabajadoras a ABC. Además, algunos prevén que esto sea algo duradero. «Llevan solo una semana y ya han contribuido con el cónclave. No me extrañaría nada que acabaran también en las mañanas de La 1». Algunos miembros del personal hablan de «invasión» cuando se refieren a la entrada de ‘La familia de la tele’ en La 1. Un cabreo que se suma al que algunos periodistas de informativos tenían tras el recorte del ‘Telediario’ para favorecer a ‘La Revuelta’. «Trabajamos horas y horas para el cónclave como para que una colaboradora de un programa de entretenimiento haga de reportera», aseguran fuentes de RTVE a ABC.
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