La carrera de la cantante de Belice Nicolau Kazi (24), BB Trickz para el mundo, despegó autoproclamándose ‘la más mala de España’ a través de sus letras y en ello se reafirmó al participar en ‘First Dates ‘. La popular (y polémica ) rapera acudió al restaurante de citas de Cuatr o, un formato que «me parece la bomba y me río mucho», para revolucionarlo como pocos comensales. Su paso por el ‘dating show’ no dejó indiferente a nadie; ni al equipo, ni a los espectadores. Charlando con Carlos Sobera habló de su prometedora carrera, donde «hago un poquito lo que me sale de la po*** y me va bien, soy yo». En el amor, en cambio, sus relaciones no le acaban de cuajar. «Me ha ido bien, yo me he sentido afortunada. Alguna vez he puesto los cuernos, siendo sinceros. Otra vez me aburrí, siempre soy yo el problema», confesaba. Es más, reconocía que había llegado a romper móviles «incluso, el mío, eso es ser tóxica». Aún así aseguró ser muy exigente y exigir lealtad. Noticia Relacionada First Dates estandar No Matías, obligado a parar los pies a una soltera por sus insistentes insinuaciones : «Me siento violento» María Robert A Yinaris el que verdaderamente le gustó no fue su cita, sino el barman del programa«¿Como que exiges lealtad cuando tú eres infiel? Él no puede, solo tú», afeaba Sobera. «Sí. Soy infiel siempre que el chico no se entere porque cuando se entera ya no confía y sufre», acotaba ella con total franqueza. La persona elegida por los celestinos del restaurante para intentar satisfacer los requerimientos de BB Trickz fue Guxo (24), un joven también dedicado a la música, en su caso, al reggaeton. Sin embargo, no la reconoció hasta que cantó uno de sus temas más populares. «He oído hablar de ella y he escuchado alguna canción suya. Me ha sorprendido. El tipo de música que ella hace no es lo que yo consumo», se justificaba. En eso coincidieron: a la catalana tampoco le entusiasmaba precisamente el tipo de música de Guxo . «No me gusta nada el reggaeton, no lo soporto, no me gusta escucharlo. Cuando en el club me ponen reggaeton, me quiero ir», manifestaba ante el equipo del programa. La cantante se carga un jarrón por aburrimiento Una diferencia que podría haber sido simplemente anecdótica, pero que acabó presagiando una cita nada exitosa. A medida que avanzaba la velada, la rapera y el reguetonero fueron descubriendo que tenían muy poco en común. A decir verdad, la conversación iba fluyendo a duras penas entre ellos, como la soltera se quejó en un momento dado. «Me hacía muchas preguntas, no me dejaba respirar, parecía una entrevista de trabajo». Agotada la paciencia ante una charla intrascendente, decidió cortar la charla por lo sano arrojando al suelo intencionadamente el florero de cristal de la mesa, dándole a su cita un buen susto. Ni corta ni perezosa, en los totales admitía su ‘fechoría’. «Yo estaba aburrida y, qué se yo, mi mente me ha dicho que tirara el jarrón de flores, y lo he tirado». «Lo siento, si tengo que pagar a ‘ First Dates’ lo que cueste el vaso, yo lo pago», aseguraba. El final de la cita CuatroPero todavía quedaba velada por delante, rato en el que los comensales hablaron de feminismo. Una vez más, BB Trickz dejó anonadado a Guxo al afirmar que «los hombres han nacido para servir a la mujer de alguna manera». Una contundente ante la que a él solo le salió un revelador «ostias». Más lo sorprendió cuando acto seguido revelaba que «me gustaría que mi novio se tatuase mi nombre o mi cara, me parecería una muestra de lealtad», para justo después confesarle que había sido infiel y que, si tenía ganas de engañarle, se lo haría saber antes. «No tenemos nada que ver», aseveraba el catalán. Tras rematar la velada en el reservado animándose a cantar juntos, tocaba pagar la cuenta. Ella intentaba librarse de abonar su parte explicándole que se había olvidado la cartera. «Sí, los cojones, no te lo crees ni tú. Tiene que ser a medias», exigió su cita. Algo a lo que, no obstante, la rapera se negó tajantemente. «Yo no pago la cuenta 50-50, ¿estás loco? Eso es de catalán, yo ya me he acostumbrado a los madrileños», esgrimía. «Tengo que representar a mi tierra», intentaba alegar el Guxo , pero sabiendo que la discusión no iba a ningún sitio, acabó cediendo e invitándola. Contra todo pronóstico, BB Trickz sí aceptó una segunda cita. Eso sí, «solo porque me gusta llevar la contraria». La carrera de la cantante de Belice Nicolau Kazi (24), BB Trickz para el mundo, despegó autoproclamándose ‘la más mala de España’ a través de sus letras y en ello se reafirmó al participar en ‘First Dates ‘. La popular (y polémica ) rapera acudió al restaurante de citas de Cuatr o, un formato que «me parece la bomba y me río mucho», para revolucionarlo como pocos comensales. Su paso por el ‘dating show’ no dejó indiferente a nadie; ni al equipo, ni a los espectadores. Charlando con Carlos Sobera habló de su prometedora carrera, donde «hago un poquito lo que me sale de la po*** y me va bien, soy yo». En el amor, en cambio, sus relaciones no le acaban de cuajar. «Me ha ido bien, yo me he sentido afortunada. Alguna vez he puesto los cuernos, siendo sinceros. Otra vez me aburrí, siempre soy yo el problema», confesaba. Es más, reconocía que había llegado a romper móviles «incluso, el mío, eso es ser tóxica». Aún así aseguró ser muy exigente y exigir lealtad. Noticia Relacionada First Dates estandar No Matías, obligado a parar los pies a una soltera por sus insistentes insinuaciones : «Me siento violento» María Robert A Yinaris el que verdaderamente le gustó no fue su cita, sino el barman del programa«¿Como que exiges lealtad cuando tú eres infiel? Él no puede, solo tú», afeaba Sobera. «Sí. Soy infiel siempre que el chico no se entere porque cuando se entera ya no confía y sufre», acotaba ella con total franqueza. La persona elegida por los celestinos del restaurante para intentar satisfacer los requerimientos de BB Trickz fue Guxo (24), un joven también dedicado a la música, en su caso, al reggaeton. Sin embargo, no la reconoció hasta que cantó uno de sus temas más populares. «He oído hablar de ella y he escuchado alguna canción suya. Me ha sorprendido. El tipo de música que ella hace no es lo que yo consumo», se justificaba. En eso coincidieron: a la catalana tampoco le entusiasmaba precisamente el tipo de música de Guxo . «No me gusta nada el reggaeton, no lo soporto, no me gusta escucharlo. Cuando en el club me ponen reggaeton, me quiero ir», manifestaba ante el equipo del programa. La cantante se carga un jarrón por aburrimiento Una diferencia que podría haber sido simplemente anecdótica, pero que acabó presagiando una cita nada exitosa. A medida que avanzaba la velada, la rapera y el reguetonero fueron descubriendo que tenían muy poco en común. A decir verdad, la conversación iba fluyendo a duras penas entre ellos, como la soltera se quejó en un momento dado. «Me hacía muchas preguntas, no me dejaba respirar, parecía una entrevista de trabajo». Agotada la paciencia ante una charla intrascendente, decidió cortar la charla por lo sano arrojando al suelo intencionadamente el florero de cristal de la mesa, dándole a su cita un buen susto. Ni corta ni perezosa, en los totales admitía su ‘fechoría’. «Yo estaba aburrida y, qué se yo, mi mente me ha dicho que tirara el jarrón de flores, y lo he tirado». «Lo siento, si tengo que pagar a ‘ First Dates’ lo que cueste el vaso, yo lo pago», aseguraba. El final de la cita CuatroPero todavía quedaba velada por delante, rato en el que los comensales hablaron de feminismo. Una vez más, BB Trickz dejó anonadado a Guxo al afirmar que «los hombres han nacido para servir a la mujer de alguna manera». Una contundente ante la que a él solo le salió un revelador «ostias». Más lo sorprendió cuando acto seguido revelaba que «me gustaría que mi novio se tatuase mi nombre o mi cara, me parecería una muestra de lealtad», para justo después confesarle que había sido infiel y que, si tenía ganas de engañarle, se lo haría saber antes. «No tenemos nada que ver», aseveraba el catalán. Tras rematar la velada en el reservado animándose a cantar juntos, tocaba pagar la cuenta. Ella intentaba librarse de abonar su parte explicándole que se había olvidado la cartera. «Sí, los cojones, no te lo crees ni tú. Tiene que ser a medias», exigió su cita. Algo a lo que, no obstante, la rapera se negó tajantemente. «Yo no pago la cuenta 50-50, ¿estás loco? Eso es de catalán, yo ya me he acostumbrado a los madrileños», esgrimía. «Tengo que representar a mi tierra», intentaba alegar el Guxo , pero sabiendo que la discusión no iba a ningún sitio, acabó cediendo e invitándola. Contra todo pronóstico, BB Trickz sí aceptó una segunda cita. Eso sí, «solo porque me gusta llevar la contraria».
La popular cantante catalana de ‘la más mala de España’ ha revolucionado el restaurante del amor de Cuatro con su paso por el programa
La carrera de la cantante de Belice Nicolau Kazi (24), BB Trickz para el mundo, despegó autoproclamándose ‘la más mala de España’ a través de sus letras y en ello se reafirmó al participar en ‘First Dates‘. La popular (y polémica) rapera acudió al restaurante de citas de Cuatro, un formato que «me parece la bomba y me río mucho», para revolucionarlo como pocos comensales. Su paso por el ‘dating show’ no dejó indiferente a nadie; ni al equipo, ni a los espectadores.
Charlando con Carlos Sobera habló de su prometedora carrera, donde «hago un poquito lo que me sale de la po*** y me va bien, soy yo». En el amor, en cambio, sus relaciones no le acaban de cuajar. «Me ha ido bien, yo me he sentido afortunada. Alguna vez he puesto los cuernos, siendo sinceros. Otra vez me aburrí, siempre soy yo el problema», confesaba. Es más, reconocía que había llegado a romper móviles «incluso, el mío, eso es ser tóxica». Aún así aseguró ser muy exigente y exigir lealtad.
«¿Como que exiges lealtad cuando tú eres infiel? Él no puede, solo tú», afeaba Sobera. «Sí. Soy infiel siempre que el chico no se entere porque cuando se entera ya no confía y sufre», acotaba ella con total franqueza.
La persona elegida por los celestinos del restaurante para intentar satisfacer los requerimientos de BB Trickz fue Guxo (24), un joven también dedicado a la música, en su caso, al reggaeton. Sin embargo, no la reconoció hasta que cantó uno de sus temas más populares. «He oído hablar de ella y he escuchado alguna canción suya. Me ha sorprendido. El tipo de música que ella hace no es lo que yo consumo», se justificaba.
En eso coincidieron: a la catalana tampoco le entusiasmaba precisamente el tipo de música de Guxo. «No me gusta nada el reggaeton, no lo soporto, no me gusta escucharlo. Cuando en el club me ponen reggaeton, me quiero ir», manifestaba ante el equipo del programa.
La cantante se carga un jarrón por aburrimiento
Una diferencia que podría haber sido simplemente anecdótica, pero que acabó presagiando una cita nada exitosa. A medida que avanzaba la velada, la rapera y el reguetonero fueron descubriendo que tenían muy poco en común. A decir verdad, la conversación iba fluyendo a duras penas entre ellos, como la soltera se quejó en un momento dado. «Me hacía muchas preguntas, no me dejaba respirar, parecía una entrevista de trabajo».
Agotada la paciencia ante una charla intrascendente, decidió cortar la charla por lo sano arrojando al suelo intencionadamente el florero de cristal de la mesa, dándole a su cita un buen susto. Ni corta ni perezosa, en los totales admitía su ‘fechoría’. «Yo estaba aburrida y, qué se yo, mi mente me ha dicho que tirara el jarrón de flores, y lo he tirado». «Lo siento, si tengo que pagar a ‘First Dates’ lo que cueste el vaso, yo lo pago», aseguraba.
Cuatro
Pero todavía quedaba velada por delante, rato en el que los comensales hablaron de feminismo. Una vez más, BB Trickz dejó anonadado a Guxo al afirmar que «los hombres han nacido para servir a la mujer de alguna manera». Una contundente ante la que a él solo le salió un revelador «ostias». Más lo sorprendió cuando acto seguido revelaba que «me gustaría que mi novio se tatuase mi nombre o mi cara, me parecería una muestra de lealtad», para justo después confesarle que había sido infiel y que, si tenía ganas de engañarle, se lo haría saber antes. «No tenemos nada que ver», aseveraba el catalán.
Tras rematar la velada en el reservado animándose a cantar juntos, tocaba pagar la cuenta. Ella intentaba librarse de abonar su parte explicándole que se había olvidado la cartera. «Sí, los cojones, no te lo crees ni tú. Tiene que ser a medias», exigió su cita. Algo a lo que, no obstante, la rapera se negó tajantemente. «Yo no pago la cuenta 50-50, ¿estás loco? Eso es de catalán, yo ya me he acostumbrado a los madrileños», esgrimía. «Tengo que representar a mi tierra», intentaba alegar el Guxo, pero sabiendo que la discusión no iba a ningún sitio, acabó cediendo e invitándola. Contra todo pronóstico, BB Trickz sí aceptó una segunda cita. Eso sí, «solo porque me gusta llevar la contraria».
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