Esta tarde acudía a ‘ TardeAR ‘ (Telecinco) Pablo Boone, un joven que ha visitado el plató de Frank Blanco y Verónica Dulanto para contar su experiencia «viviendo de dos millonarios» que lo mantienen, un jeque árabe y un empresario. Sin embargo, la conversación ha terminado yendo por otros derroteros cuando se ha conocido que Pablo Boone, este invitado en cuestión, había sido compañero de trabajo de Georgina Rodríguez , la mujer influencer de Cristiano Ronaldo . La sorpresa que se han llevado presentadores y tertulianos en directo ha sido mayúscula, al saber que el inicio del romance del futbolista y la (ahora) celebritie no es como ella lo dibujó: «Nada que ver con el cuento de ‘La Cenicienta’».Y es que Boone ha apuntado que eso de que Ronaldo y ella se conocieran en la tienda de Gucci donde Georgina trabajaba «es mentira». «Ha querido vender la historia de que él la vio allí, hubo flechazo y volvió hasta conseguir una cita con ella, pero es mentira. Se conocieron en una discoteca, en Opium, y es algo que todo el mundo sabe. Igual que se conoce que antes había estado con Santana o con Miguel Ángel Silvestre , entre otros», ha sentenciado el joven. Este ha afirmado que una vez empezaron a verse en la citada discoteca, se gustaron y pasaron a verse por privado. Es ahí que entró en escena ese supuesto empleo que tenía Georgina previo a su romance con el célebre deportista portugués: «El equipo de imagen y de marketing de Ronaldo fue el que pensó en buscarle ese trabajo a Gio para lavar su imagen, para que no pareciera lo que no era, al haberla conocido en el mundo de la noche. Empezó entonces a trabajar en la boutique de Gucci en El Corte Inglés de Castellana, donde yo la conocí». Pablo Boone ha seguido comentando sobre la mujer del futbolista luso y ha dicho que es «muy altiva, muy prepotente, siempre lo fue. Cuando Ronaldo iba a la tienda se notaba que se conocían de antes, no que ahí eran esas primeras veces, esos primeros encuentros cara a cara y se notaba el interés», ha añadido. Para terminar, el chico ha dado el aldabonazo final a este romance con la siguiente frase: «Estoy seguro de que s i no hubiera sido Ronaldo, habría sido otro . Le habría dado igual Cristiano u otra persona de ese nivel. Y me callo porque en el pasado ya he tenido problemas con ella y no quiero saber más, pero es algo que se sabe y yo he contado también en mis redes sociales». Esta tarde acudía a ‘ TardeAR ‘ (Telecinco) Pablo Boone, un joven que ha visitado el plató de Frank Blanco y Verónica Dulanto para contar su experiencia «viviendo de dos millonarios» que lo mantienen, un jeque árabe y un empresario. Sin embargo, la conversación ha terminado yendo por otros derroteros cuando se ha conocido que Pablo Boone, este invitado en cuestión, había sido compañero de trabajo de Georgina Rodríguez , la mujer influencer de Cristiano Ronaldo . La sorpresa que se han llevado presentadores y tertulianos en directo ha sido mayúscula, al saber que el inicio del romance del futbolista y la (ahora) celebritie no es como ella lo dibujó: «Nada que ver con el cuento de ‘La Cenicienta’».Y es que Boone ha apuntado que eso de que Ronaldo y ella se conocieran en la tienda de Gucci donde Georgina trabajaba «es mentira». «Ha querido vender la historia de que él la vio allí, hubo flechazo y volvió hasta conseguir una cita con ella, pero es mentira. Se conocieron en una discoteca, en Opium, y es algo que todo el mundo sabe. Igual que se conoce que antes había estado con Santana o con Miguel Ángel Silvestre , entre otros», ha sentenciado el joven. Este ha afirmado que una vez empezaron a verse en la citada discoteca, se gustaron y pasaron a verse por privado. Es ahí que entró en escena ese supuesto empleo que tenía Georgina previo a su romance con el célebre deportista portugués: «El equipo de imagen y de marketing de Ronaldo fue el que pensó en buscarle ese trabajo a Gio para lavar su imagen, para que no pareciera lo que no era, al haberla conocido en el mundo de la noche. Empezó entonces a trabajar en la boutique de Gucci en El Corte Inglés de Castellana, donde yo la conocí». Pablo Boone ha seguido comentando sobre la mujer del futbolista luso y ha dicho que es «muy altiva, muy prepotente, siempre lo fue. Cuando Ronaldo iba a la tienda se notaba que se conocían de antes, no que ahí eran esas primeras veces, esos primeros encuentros cara a cara y se notaba el interés», ha añadido. Para terminar, el chico ha dado el aldabonazo final a este romance con la siguiente frase: «Estoy seguro de que s i no hubiera sido Ronaldo, habría sido otro . Le habría dado igual Cristiano u otra persona de ese nivel. Y me callo porque en el pasado ya he tenido problemas con ella y no quiero saber más, pero es algo que se sabe y yo he contado también en mis redes sociales».
TardeAR
Trabajó con ella en la boutique de lujo donde supuestamente se conocieron el futbolista y su ahora mujer. Sin embargo, según Pablo Boone, ex compañeros de la influencer, este romance no tiene nada que ver «con el cuento de La Cenicienta que ella cuenta».
Esta tarde acudía a ‘TardeAR‘ (Telecinco) Pablo Boone, un joven que ha visitado el plató de Frank Blanco y Verónica Dulanto para contar su experiencia «viviendo de dos millonarios» que lo mantienen, un jeque árabe y un empresario. Sin embargo, la conversación ha terminado yendo por otros derroteros cuando se ha conocido que Pablo Boone, este invitado en cuestión, había sido compañero de trabajo de Georgina Rodríguez, la mujer influencer de Cristiano Ronaldo. La sorpresa que se han llevado presentadores y tertulianos en directo ha sido mayúscula, al saber que el inicio del romance del futbolista y la (ahora) celebritie no es como ella lo dibujó: «Nada que ver con el cuento de ‘La Cenicienta’».
Y es que Boone ha apuntado que eso de que Ronaldo y ella se conocieran en la tienda de Gucci donde Georgina trabajaba «es mentira». «Ha querido vender la historia de que él la vio allí, hubo flechazo y volvió hasta conseguir una cita con ella, pero es mentira. Se conocieron en una discoteca, en Opium, y es algo que todo el mundo sabe. Igual que se conoce que antes había estado con Santana o con Miguel Ángel Silvestre, entre otros», ha sentenciado el joven.
Este ha afirmado que una vez empezaron a verse en la citada discoteca, se gustaron y pasaron a verse por privado. Es ahí que entró en escena ese supuesto empleo que tenía Georgina previo a su romance con el célebre deportista portugués: «El equipo de imagen y de marketing de Ronaldo fue el que pensó en buscarle ese trabajo a Gio para lavar su imagen, para que no pareciera lo que no era, al haberla conocido en el mundo de la noche. Empezó entonces a trabajar en la boutique de Gucci en El Corte Inglés de Castellana, donde yo la conocí».
Pablo Boone ha seguido comentando sobre la mujer del futbolista luso y ha dicho que es «muy altiva, muy prepotente, siempre lo fue. Cuando Ronaldo iba a la tienda se notaba que se conocían de antes, no que ahí eran esas primeras veces, esos primeros encuentros cara a cara y se notaba el interés», ha añadido.
Para terminar, el chico ha dado el aldabonazo final a este romance con la siguiente frase: «Estoy seguro de que si no hubiera sido Ronaldo, habría sido otro. Le habría dado igual Cristiano u otra persona de ese nivel. Y me callo porque en el pasado ya he tenido problemas con ella y no quiero saber más, pero es algo que se sabe y yo he contado también en mis redes sociales».
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