Es una queja recurrente en el sector de la cultura: las ayudas de las administraciones públicas llegan mal y tarde. A menudo, cuando ya se han celebrado los eventos para los que se pedía financiación. Un exhaustivo informe confirma el diagnóstico. «El desempeño de las administraciones en España es pésimo y generalizado. Se produce en todos los territorios y en todas las comunidades autónomas», concluye Carlos Alonso Naya en el ‘Informe sobre la extemporaneidad de las subvenciones en materia de cultura’. «La media de dilación roza los 300 días año tras año». Esto supone que las entidades que organizan, por ejemplo, festivales, no puedan elaborar presupuestos con un mínimo de seguridad, tengan que adelantar los pagos y se enfrenten a un serio riesgo patrimonial.En el estudio, publicado por la entidad Acieloabierto , Alonso Naya ha analizado las convocatorias de subvenciones a festivales de los años 2021, 2022 y 2023 de las comunidades autónomas y del Ministerio de Cultura, a través del Inaem. En todos los casos estudiados (tanto en las comunidades autónomas como en el Inaem), la resolución llega después del inicio del periodo de ejecución. Lo usual, no está de más decirlo, «es que los proyectos se ejecuten antes de que la resolución sea dictada, es decir, cuando las entidades aún no conocen si ostentan o no la condición de beneficiarios». Noticia Relacionada estandar Si Cultura lleva dos meses sin pagar las nóminas de una treintena de actores del Inaem Jaime G. MoraEl informe cita un caso práctico: las ayudas para festivales en Aragón en 2022, cuyo periodo de ejecución iba de noviembre de 2021 a noviembre de 2022; la resolución definitiva se publicó en diciembre, fecha en la que todos los festivales que pidieron financiación debían haberse celebrados. Esto significa que las entidades (no solo en Aragón, sino en todo el país, con todas las administraciones) ejecutan sus proyectos «sin conocer no ya la cuantía de la subvención, sino ni siquiera si va a ser concedida». Esto les obliga a adelantar los pagos. «Si la entidad no tiene fondos, el dinero lo ponen los miembros de la junta directiva o se acude a líneas de crédito». Las garantías de estos créditos se suelen cubrir con el patrimonio personal de los miembros de las entidades.El PP preguntó al Ministerio de Cultura qué medidas piensa adoptar para revertir la situación. El Ejecutivo, en la respuesta, se refirió a la reforma del Inaem que Urtasun anunció en febrero, y de la que desde entonces no se ha sabido nada más. Es una queja recurrente en el sector de la cultura: las ayudas de las administraciones públicas llegan mal y tarde. A menudo, cuando ya se han celebrado los eventos para los que se pedía financiación. Un exhaustivo informe confirma el diagnóstico. «El desempeño de las administraciones en España es pésimo y generalizado. Se produce en todos los territorios y en todas las comunidades autónomas», concluye Carlos Alonso Naya en el ‘Informe sobre la extemporaneidad de las subvenciones en materia de cultura’. «La media de dilación roza los 300 días año tras año». Esto supone que las entidades que organizan, por ejemplo, festivales, no puedan elaborar presupuestos con un mínimo de seguridad, tengan que adelantar los pagos y se enfrenten a un serio riesgo patrimonial.En el estudio, publicado por la entidad Acieloabierto , Alonso Naya ha analizado las convocatorias de subvenciones a festivales de los años 2021, 2022 y 2023 de las comunidades autónomas y del Ministerio de Cultura, a través del Inaem. En todos los casos estudiados (tanto en las comunidades autónomas como en el Inaem), la resolución llega después del inicio del periodo de ejecución. Lo usual, no está de más decirlo, «es que los proyectos se ejecuten antes de que la resolución sea dictada, es decir, cuando las entidades aún no conocen si ostentan o no la condición de beneficiarios». Noticia Relacionada estandar Si Cultura lleva dos meses sin pagar las nóminas de una treintena de actores del Inaem Jaime G. MoraEl informe cita un caso práctico: las ayudas para festivales en Aragón en 2022, cuyo periodo de ejecución iba de noviembre de 2021 a noviembre de 2022; la resolución definitiva se publicó en diciembre, fecha en la que todos los festivales que pidieron financiación debían haberse celebrados. Esto significa que las entidades (no solo en Aragón, sino en todo el país, con todas las administraciones) ejecutan sus proyectos «sin conocer no ya la cuantía de la subvención, sino ni siquiera si va a ser concedida». Esto les obliga a adelantar los pagos. «Si la entidad no tiene fondos, el dinero lo ponen los miembros de la junta directiva o se acude a líneas de crédito». Las garantías de estos créditos se suelen cubrir con el patrimonio personal de los miembros de las entidades.El PP preguntó al Ministerio de Cultura qué medidas piensa adoptar para revertir la situación. El Ejecutivo, en la respuesta, se refirió a la reforma del Inaem que Urtasun anunció en febrero, y de la que desde entonces no se ha sabido nada más.
Un exhaustivo informe concluye que el «desempeño de las administraciones en España es pésimo y generalizado»
Es una queja recurrente en el sector de la cultura: las ayudas de las administraciones públicas llegan mal y tarde. A menudo, cuando ya se han celebrado los eventos para los que se pedía financiación. Un exhaustivo informe confirma el diagnóstico. «El desempeño de las … administraciones en España es pésimo y generalizado. Se produce en todos los territorios y en todas las comunidades autónomas», concluye Carlos Alonso Naya en el ‘Informe sobre la extemporaneidad de las subvenciones en materia de cultura’. «La media de dilación roza los 300 días año tras año». Esto supone que las entidades que organizan, por ejemplo, festivales, no puedan elaborar presupuestos con un mínimo de seguridad, tengan que adelantar los pagos y se enfrenten a un serio riesgo patrimonial.
En el estudio, publicado por la entidad Acieloabierto, Alonso Naya ha analizado las convocatorias de subvenciones a festivales de los años 2021, 2022 y 2023 de las comunidades autónomas y del Ministerio de Cultura, a través del Inaem. En todos los casos estudiados (tanto en las comunidades autónomas como en el Inaem), la resolución llega después del inicio del periodo de ejecución. Lo usual, no está de más decirlo, «es que los proyectos se ejecuten antes de que la resolución sea dictada, es decir, cuando las entidades aún no conocen si ostentan o no la condición de beneficiarios».
El informe cita un caso práctico: las ayudas para festivales en Aragón en 2022, cuyo periodo de ejecución iba de noviembre de 2021 a noviembre de 2022; la resolución definitiva se publicó en diciembre, fecha en la que todos los festivales que pidieron financiación debían haberse celebrados. Esto significa que las entidades (no solo en Aragón, sino en todo el país, con todas las administraciones) ejecutan sus proyectos «sin conocer no ya la cuantía de la subvención, sino ni siquiera si va a ser concedida». Esto les obliga a adelantar los pagos. «Si la entidad no tiene fondos, el dinero lo ponen los miembros de la junta directiva o se acude a líneas de crédito». Las garantías de estos créditos se suelen cubrir con el patrimonio personal de los miembros de las entidades.
El PP preguntó al Ministerio de Cultura qué medidas piensa adoptar para revertir la situación. El Ejecutivo, en la respuesta, se refirió a la reforma del Inaem que Urtasun anunció en febrero, y de la que desde entonces no se ha sabido nada más.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de cultura