Hay historias que se viven y otras que perviven en el limbo de los quizá, de los tal vez, de lo que pudo ser. Las hay, también, que sobreviven clavadas en un presente ficticio, imaginario, hasta que alguien las recoge y les pone verbos, sustantivos, miradas, lugares, música; y de pronto lo que una generación tenía escrito en su cabeza se materializa en la pantalla. Se titula ‘ Los años nuevos ‘, y la dirige (junto a Paula Fabra y Sara Cano) Rodrigo Sorogoyen . La vida en este caso comienza en la Nochevieja de 2015, ya saben, chico conoce a chica, o al revés. Uno cumple años el 31 de diciembre y otra el 1 de enero. Acaban de entrar en la treintena. Ella está perdida y él tiene ganas de perderse. A partir de ahí, Sorogoyen los visita de nuevo de Nochevieja en Nochevieja, diez en total, que son diez años de vida en los que caben todas esas vidas posibles que comienzan en los 30 y acaban cuando las canas ya afloran. Coge Sorogoyen todos los tópicos que el autodenominado cine independiente ha filmado en la última década y demuestra que lo que hace falta no es ni más presupuesto ni más semanas de rodaje, sino un guion redondísimo, una puesta en escena precisa hasta la extenuación y una «caligrafía» con la cámara (que diría aquel) tan precisa como sutil. Francesco Carril de pronto no parece el Francesco Carril de las películas de Jonás Trueba e Iria del Río aparece con una frescura como si no hubiera salido antes en una docena de series. Hasta Benjamín Prado parece actor con un papel sublime de padre de él.«Hoy va a ser la noche más larga del año, y la voy a vivir con amor y absurdidad», canta Nacho Vegas al final del primer capítulo, la primera Nochevieja de los protagonistas, la que será infinita incluso cuando acabe. «Me voy a inventar un plan, para escapar, hacia adelante», recita monocorde Standstill en otra escena, en otra etapa. Y suena McEnroe , claro, porque en los malos momentos hay que volver a la caverna de Ricardo Lezón. Y se grita ‘ Maldita dulzura ‘, que es una oda a un ideal romántico que no aguantarían ni los románticos que se quitaban del medio. Y con The Postal Service descubren que hay un amor que «suena y se vive como en una película» mientras ‘mueren de amor’ escuchando a La bien querida . Y tratan de salir del bucle pero Iván Ferreiro se pone a cantar eso de que ‘El pensamiento es circular’. Y suena Holgado, «este era colega tuyo, ¿no?». Y tienen que bailar, claro, y saltan con el techno de Joe Crepúsculo , y se van a Berlín pero con todos los reproches que El columpio asesino decía no querer. Y se preguntan en la oscuridad de la noche ‘ How deep is your love? ‘, himno dance y ‘buenrollero’ que pide agua para las bocas secas. Y les salen canas y se hacen mayores, y eso significa ahora sí tener soportar a Rodrigo Cuevas , «que antes no te gustaba pero desde que es Premio Nacional sí porque quieres seguir haciéndote el moderno». Total, que te enamoras, porque has estado ahí. «Estoy bien. Mal. Bien. La vida», dice Francesco Carril, el protagonista, a Iria del Río, la protagonista. Total, las vidas. Todas diferentes, todas la misma . Hay historias que se viven y otras que perviven en el limbo de los quizá, de los tal vez, de lo que pudo ser. Las hay, también, que sobreviven clavadas en un presente ficticio, imaginario, hasta que alguien las recoge y les pone verbos, sustantivos, miradas, lugares, música; y de pronto lo que una generación tenía escrito en su cabeza se materializa en la pantalla. Se titula ‘ Los años nuevos ‘, y la dirige (junto a Paula Fabra y Sara Cano) Rodrigo Sorogoyen . La vida en este caso comienza en la Nochevieja de 2015, ya saben, chico conoce a chica, o al revés. Uno cumple años el 31 de diciembre y otra el 1 de enero. Acaban de entrar en la treintena. Ella está perdida y él tiene ganas de perderse. A partir de ahí, Sorogoyen los visita de nuevo de Nochevieja en Nochevieja, diez en total, que son diez años de vida en los que caben todas esas vidas posibles que comienzan en los 30 y acaban cuando las canas ya afloran. Coge Sorogoyen todos los tópicos que el autodenominado cine independiente ha filmado en la última década y demuestra que lo que hace falta no es ni más presupuesto ni más semanas de rodaje, sino un guion redondísimo, una puesta en escena precisa hasta la extenuación y una «caligrafía» con la cámara (que diría aquel) tan precisa como sutil. Francesco Carril de pronto no parece el Francesco Carril de las películas de Jonás Trueba e Iria del Río aparece con una frescura como si no hubiera salido antes en una docena de series. Hasta Benjamín Prado parece actor con un papel sublime de padre de él.«Hoy va a ser la noche más larga del año, y la voy a vivir con amor y absurdidad», canta Nacho Vegas al final del primer capítulo, la primera Nochevieja de los protagonistas, la que será infinita incluso cuando acabe. «Me voy a inventar un plan, para escapar, hacia adelante», recita monocorde Standstill en otra escena, en otra etapa. Y suena McEnroe , claro, porque en los malos momentos hay que volver a la caverna de Ricardo Lezón. Y se grita ‘ Maldita dulzura ‘, que es una oda a un ideal romántico que no aguantarían ni los románticos que se quitaban del medio. Y con The Postal Service descubren que hay un amor que «suena y se vive como en una película» mientras ‘mueren de amor’ escuchando a La bien querida . Y tratan de salir del bucle pero Iván Ferreiro se pone a cantar eso de que ‘El pensamiento es circular’. Y suena Holgado, «este era colega tuyo, ¿no?». Y tienen que bailar, claro, y saltan con el techno de Joe Crepúsculo , y se van a Berlín pero con todos los reproches que El columpio asesino decía no querer. Y se preguntan en la oscuridad de la noche ‘ How deep is your love? ‘, himno dance y ‘buenrollero’ que pide agua para las bocas secas. Y les salen canas y se hacen mayores, y eso significa ahora sí tener soportar a Rodrigo Cuevas , «que antes no te gustaba pero desde que es Premio Nacional sí porque quieres seguir haciéndote el moderno». Total, que te enamoras, porque has estado ahí. «Estoy bien. Mal. Bien. La vida», dice Francesco Carril, el protagonista, a Iria del Río, la protagonista. Total, las vidas. Todas diferentes, todas la misma .
No lo verás en televisión
Movistar Plus+ estrena el 28 de noviembre ‘Los años nuevos’, la nueva serie del director de ‘Antidisturbios’
Hay historias que se viven y otras que perviven en el limbo de los quizá, de los tal vez, de lo que pudo ser. Las hay, también, que sobreviven clavadas en un presente ficticio, imaginario, hasta que alguien las recoge y les pone verbos, sustantivos, …
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