Crítica de teatro Les coses excepcionals Autor Duncan Macmillan Traducción Adriana Nadal Dirección Sixto Paz Produccions Espacio escénico Paula Bosch Iluminación Ignasi Bosch y Guillem Gelabert Intérprete Pau Roca Lugar Heartbreak Hotel, Barcelona 4Un padre y su niño van en coche, camino del hospital en el que ha ingresado la madre. El padre le pide al hijo que se abroche el cinturón. «¿Por qué?», pregunta el niño que solo tiene seis años. A ese por qué siguen otros muchos, hasta llegar al motivo de la hospitalización de la madre. Está en el hospital. «¿Por qué?» «Porque ha hecho alguna cosa estúpida», zanja el padre. La cosa estúpida es un intento de suicidio. A partir de ese momento, el niño comienza a escribir una lista de cosas excepcionales por las que vale la pena vivir. Se la dejará a su madre bajo la almohada y ella se las devolverá con correcciones ortográficas: El helado. Las guerras de agua. Que te dejen ver la televisión cuando ha pasado la hora de irse a dormir. Las cosas con rayas. Las montañas rusas. La gente cuando tropieza… Habrá otro intento de suicidio, pero la lista seguirá creciendo hasta un millón de cosas excepcionales: El helado. El olor del papel de los libros viejos. La conversación. La voz y el bigote de Freddie Mercury . Con esas armas de la felicidad y la escucha de discos en vinilo el joven también hará frente a su propia depresión.Siete años después de su estreno en el desaparecido Club Capitol, Pau Roca recupera estas «cosas excepcionales» (‘ Every Brilliant Thing ‘, 2013) del británico Duncan Macmillan , un texto sobre la depresión aderezado con humorismo y en el que se llama a la intervención del público. Cada espectador recibe una hoja de papel numerada con una de esas cosas excepcionales Cuando Roca canta el número, deberá leerla en voz alta. Y no solo eso. El espectador compartirá escenario para encarnar al padre, una veterinaria, el profesor de Literatura leyendo la trama de ‘Werther’, la maestra o la novia del protagonista. Lo que se presenta como un monólogo acaba siendo una sesión de psicología grupal: el reducido escenario del Heartbreak Hotel acentúa el carácter ‘confesional’ del montaje. Una proximidad que Pau Roca realza con una naturalidad interpretativa que soslaya por igual las declaraciones solemnes o las tópicas recetas de los libros de autoayuda. Una experiencia teatral. Crítica de teatro Les coses excepcionals Autor Duncan Macmillan Traducción Adriana Nadal Dirección Sixto Paz Produccions Espacio escénico Paula Bosch Iluminación Ignasi Bosch y Guillem Gelabert Intérprete Pau Roca Lugar Heartbreak Hotel, Barcelona 4Un padre y su niño van en coche, camino del hospital en el que ha ingresado la madre. El padre le pide al hijo que se abroche el cinturón. «¿Por qué?», pregunta el niño que solo tiene seis años. A ese por qué siguen otros muchos, hasta llegar al motivo de la hospitalización de la madre. Está en el hospital. «¿Por qué?» «Porque ha hecho alguna cosa estúpida», zanja el padre. La cosa estúpida es un intento de suicidio. A partir de ese momento, el niño comienza a escribir una lista de cosas excepcionales por las que vale la pena vivir. Se la dejará a su madre bajo la almohada y ella se las devolverá con correcciones ortográficas: El helado. Las guerras de agua. Que te dejen ver la televisión cuando ha pasado la hora de irse a dormir. Las cosas con rayas. Las montañas rusas. La gente cuando tropieza… Habrá otro intento de suicidio, pero la lista seguirá creciendo hasta un millón de cosas excepcionales: El helado. El olor del papel de los libros viejos. La conversación. La voz y el bigote de Freddie Mercury . Con esas armas de la felicidad y la escucha de discos en vinilo el joven también hará frente a su propia depresión.Siete años después de su estreno en el desaparecido Club Capitol, Pau Roca recupera estas «cosas excepcionales» (‘ Every Brilliant Thing ‘, 2013) del británico Duncan Macmillan , un texto sobre la depresión aderezado con humorismo y en el que se llama a la intervención del público. Cada espectador recibe una hoja de papel numerada con una de esas cosas excepcionales Cuando Roca canta el número, deberá leerla en voz alta. Y no solo eso. El espectador compartirá escenario para encarnar al padre, una veterinaria, el profesor de Literatura leyendo la trama de ‘Werther’, la maestra o la novia del protagonista. Lo que se presenta como un monólogo acaba siendo una sesión de psicología grupal: el reducido escenario del Heartbreak Hotel acentúa el carácter ‘confesional’ del montaje. Una proximidad que Pau Roca realza con una naturalidad interpretativa que soslaya por igual las declaraciones solemnes o las tópicas recetas de los libros de autoayuda. Una experiencia teatral.
Crítica de teatro
Pau Roca recupera en Heartbreak Hotel la obra de Duncan Macmillan
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Autor
Duncan Macmillan -
Traducción
Adriana Nadal -
Dirección
Sixto Paz Produccions -
Espacio escénico
Paula Bosch -
Iluminación
Ignasi Bosch y Guillem Gelabert -
Intérprete
Pau Roca -
Lugar
Heartbreak Hotel, Barcelona
Un padre y su niño van en coche, camino del hospital en el que ha ingresado la madre. El padre le pide al hijo que se abroche el cinturón. «¿Por qué?», pregunta el niño que solo tiene seis años. A ese por qué siguen otros … muchos, hasta llegar al motivo de la hospitalización de la madre. Está en el hospital. «¿Por qué?» «Porque ha hecho alguna cosa estúpida», zanja el padre. La cosa estúpida es un intento de suicidio. A partir de ese momento, el niño comienza a escribir una lista de cosas excepcionales por las que vale la pena vivir. Se la dejará a su madre bajo la almohada y ella se las devolverá con correcciones ortográficas: El helado. Las guerras de agua. Que te dejen ver la televisión cuando ha pasado la hora de irse a dormir. Las cosas con rayas. Las montañas rusas. La gente cuando tropieza… Habrá otro intento de suicidio, pero la lista seguirá creciendo hasta un millón de cosas excepcionales: El helado. El olor del papel de los libros viejos. La conversación. La voz y el bigote de Freddie Mercury. Con esas armas de la felicidad y la escucha de discos en vinilo el joven también hará frente a su propia depresión.
Siete años después de su estreno en el desaparecido Club Capitol, Pau Roca recupera estas «cosas excepcionales» (‘Every Brilliant Thing‘, 2013) del británico Duncan Macmillan, un texto sobre la depresión aderezado con humorismo y en el que se llama a la intervención del público. Cada espectador recibe una hoja de papel numerada con una de esas cosas excepcionales Cuando Roca canta el número, deberá leerla en voz alta. Y no solo eso. El espectador compartirá escenario para encarnar al padre, una veterinaria, el profesor de Literatura leyendo la trama de ‘Werther’, la maestra o la novia del protagonista. Lo que se presenta como un monólogo acaba siendo una sesión de psicología grupal: el reducido escenario del Heartbreak Hotel acentúa el carácter ‘confesional’ del montaje. Una proximidad que Pau Roca realza con una naturalidad interpretativa que soslaya por igual las declaraciones solemnes o las tópicas recetas de los libros de autoayuda. Una experiencia teatral.
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