Los datos del barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2024, del Ministerio de Cultura, señalan que la población joven es la más lectora del país. El 75,3% de las personas de entre 14 y 24 años lee libros en su tiempo libre, cifra que consolida su posición como el grupo más lector, con casi cinco puntos por encima del año pasado. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha celebrado este miércoles el dato y ha reprochado que se diga “demasiadas veces” que los jóvenes no leen en España: “Los estereotipos y las frases hechas no operan en esta estadística”, ha asegurado. El aumento de lectores se ha dado de forma general en toda España, donde un 65% de la población mayor de 14 años declara que lee en su tiempo libre, acumulando un 6% de subidas desde el 2017. Concretamente, un 51,2% se declara lector frecuente y un 14,3% como lector ocasional. Por otro lado, de aquellos que no leen, casi la mitad reconoce que no lo hace por falta de tiempo.
La cifra de no lectores es, por lo tanto, del 34,5%, un dato que ha bajado respecto a los últimos años, con casi cinco puntos menos que en 2017. De ellos, casi un 46,8% señala la falta de tiempo como el principal impedimento. Esta barrera afecta especialmente a mujeres, a personas entre 25 y 65 años y aquellas con estudios universitarios. Tal como explicó Óscar Chicharro, responsable del estudio, durante su presentación, “si un universitario o una mujer no lee, principalmente es por falta de tiempo, no porque no le gusta leer”. Según Urtasun, esta situación refleja un problema estructural: “Nos hace falta más tiempo para leer más”. Una afirmación que para el ministro se relaciona con las horas de trabajo, la conciliación y la salud mental.
Por todo ello, “reduciremos la jornada laboral”, ha asegurado, refiriéndose al proyecto de reducción de la jornada laboral de dos horas y medias semanales, es decir, de las 40 horas actuales a 37,5, que ha pactado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con los sindicatos UGT y CC OO, aunque está pendiente de la aprobación del Consejo de Ministros antes de su tramitación parlamentaria.
En cuanto a la distribución geográfica, seis comunidades se encuentran por encima de la media nacional respecto al porcentaje de lectores en tiempo libre, que es del 65,5%: Madrid (72,1 %), País Vasco (69,4 %), Cataluña (68,9 %), Navarra (68,2%); La Rioja (67,3 %) y Galicia (66,2%). En el extremo opuesto y evidenciando una desigualdad territorial, se sitúan Extremadura (56,7%), Canarias (60,5%) y Cantabria (61%), las comunidades con menos lectores. Pese a ello, más allá de las cifras concretas, Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores, ha destacado que prácticamente todas las comunidades mejoran o mantienen sus índices de lectura con respecto al año pasado. Para él, “el esfuerzo de las comunidades autónomas está permitiendo incrementar el porcentaje de lectores en todas ellas, lo que nos debería ayudar a reducir la desigualdad territorial que nos ha caracterizado hasta ahora”.
El informe también muestra un incremento en la lectura digital, que por primera vez supera el 30%, alcanzando el 31,7%. Este aumento, aunque discreto, destaca especialmente en el uso de dispositivos móviles como soporte principal para leer libros electrónicos. De ellos, el 39% de los lectores accede a libros electrónicos pagando, mientras que el resto los obtiene a través de descargas gratuitas, ya sea por internet o mediante intercambios personales. Además, los audiolibros continúan ganando popularidad, con un 8% de la población que los escucha.
Este aumento en consumo digital de lecturas apenas repercute en el consumo físico, con una leve bajada de las ventas en las librerías de un 1%, que cae del 45% del 2023 al 44%. La cifra se ve compensada por un incremento del 4% al 6% de compras en ferias de libros y mercadillo.
El 46,8% de quienes no leen o lo hacen poco lo atribuyen a la falta de tiempo, lo que afecta especialmente a las mujeres, personas de entre 25 y 65 años y los que tienen estudios universitarios, según el Barómetro del Ministerio de Cultura
Los datos del barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2024, del Ministerio de Cultura, señalan que la población joven es la más lectora del país. El 75,3% de las personas de entre 14 y 24 años lee libros en su tiempo libre, cifra que consolida su posición como el grupo más lector, con casi cinco puntos por encima del año pasado. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha celebrado este miércoles el dato y ha reprochado que se diga “demasiadas veces” que los jóvenes no leen en España: “Los estereotipos y las frases hechas no operan en esta estadística”, ha asegurado. El aumento de lectores se ha dado de forma general en toda España, donde un 65% de la población mayor de 14 años declara que lee en su tiempo libre, acumulando un 6% de subidas desde el 2017. Concretamente, un 51,2% se declara lector frecuente y un 14,3% como lector ocasional. Por otro lado, de aquellos que no leen, casi la mitad reconoce que no lo hace por falta de tiempo.
La cifra de no lectores es, por lo tanto, del 34,5%, un dato que ha bajado respecto a los últimos años, con casi cinco puntos menos que en 2017. De ellos, casi un 46,8% señala la falta de tiempo como el principal impedimento. Esta barrera afecta especialmente a mujeres, a personas entre 25 y 65 años y aquellas con estudios universitarios. Tal como explicó Óscar Chicharro, responsable del estudio, durante su presentación, “si un universitario o una mujer no lee, principalmente es por falta de tiempo, no porque no le gusta leer”. Según Urtasun, esta situación refleja un problema estructural: “Nos hace falta más tiempo para leer más”. Una afirmación que para el ministro se relaciona con las horas de trabajo, la conciliación y la salud mental.
Por todo ello, “reduciremos la jornada laboral”, ha asegurado, refiriéndose al proyecto de reducción de la jornada laboral de dos horas y medias semanales, es decir, de las 40 horas actuales a 37,5, que ha pactado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con los sindicatos UGT y CC OO, aunque está pendiente de la aprobación del Consejo de Ministros antes de su tramitación parlamentaria.
En cuanto a la distribución geográfica, seis comunidades se encuentran por encima de la media nacional respecto al porcentaje de lectores en tiempo libre, que es del 65,5%: Madrid (72,1 %), País Vasco (69,4 %), Cataluña (68,9 %), Navarra (68,2%); La Rioja (67,3 %) y Galicia (66,2%). En el extremo opuesto y evidenciando una desigualdad territorial, se sitúan Extremadura (56,7%), Canarias (60,5%) y Cantabria (61%), las comunidades con menos lectores. Pese a ello, más allá de las cifras concretas, Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores, ha destacado que prácticamente todas las comunidades mejoran o mantienen sus índices de lectura con respecto al año pasado. Para él, “el esfuerzo de las comunidades autónomas está permitiendo incrementar el porcentaje de lectores en todas ellas, lo que nos debería ayudar a reducir la desigualdad territorial que nos ha caracterizado hasta ahora”.
El informe también muestra un incremento en la lectura digital, que por primera vez supera el 30%, alcanzando el 31,7%. Este aumento, aunque discreto, destaca especialmente en el uso de dispositivos móviles como soporte principal para leer libros electrónicos. De ellos, el 39% de los lectores adquiere libros electrónicos pagando, mientras que el resto los obtiene a través de descargas gratuitas, ya sea por internet o mediante intercambios personales. Además, los audiolibros continúan ganando popularidad, con un 8% de la población que los escucha.
Este aumento en consumo digital de lecturas apenas repercute en el consumo físico, con una leve bajada de las ventas en las librerías de un 1%, que cae del 45% del 2023 al 44%. La cifra se ve compensada por un incremento del 4% al 6% de compras en ferias de libros y mercadillo.
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